Descargo de Responsabilidad: Glee y sus personajes no son de mi propiedad. Yo solo los utilizo a mi gusto
para crear esta pequeña historia xD
Antes de nada ¡Felices Fiestas! Espero que paséis una buena navidad, janucá o lo que sea que
cada uno celebre jeje
Esta mini-historia tendrá 3 capítulos, los dos restantes serán publicados mañana y el Domingo. Y los tres
constan de unas 2000-2500 palabras.
No quiero enrollarme mucho, asi que gracias de antemano a quienes leais y/o comenteis la hostoria.
Espero que os guste.
Saludos.
Una navidad diferente
Sabía que no tenía que hacerlo incluso antes de haber emprendido su viaje, el último, se decía una y otra vez con la esperanza de que así fuese. Los cinco últimos años han sido un viaje constante, aunque tiene la sensación que toda su vida lo es, no pertenece a ningún lugar. Sin familia con la que mantenga relación, sin amigos de verdad, de los que están ahí para lo bueno y sobre todo para lo malo, de los que una vez tuvo y no supo mantener. Ahora está cansada y decidida a poner fin a su viaje.
Todo empezó saliendo de Lima, Ohio. ¿Dónde? Al lugar más lejano al que pudo ir con el dinero que tenía en los bolsillos. Desde Ohio a Misuri. Ochocientos km, km arriba, km abajo. A Misuri le siguió Iowa, Minnesota, Dakota del Norte, Utah, Nevada y finalmente Washington, donde ha estado los últimos cuatro meses.
El destino quiso que volviera a Ohio, solo para hacer una parada antes de volar a la gran manzana. No estaba en sus planes pero el tiempo había obligado al piloto a aterrizar en el lugar donde creció. No salió del aeropuerto ¿para qué? No había nadie a quien visitar.
Una noche más en un aeropuerto, no era la primera. Ha visto despedidas, reencuentros, llantos, risas, grandes recibimientos, llegadas solitarias… Puede decir que pocas cosas le van a sorprender ya, incluso una propuesta de matrimonio vivió, no a ella por supuesto. Pero otra vez el destino quiere jugar, jugar a sorprender a la pequeña Quinn Fabray, como tantas veces antes.
Los aeropuertos suelen ser ruidos, al menos en los que ella ha estado, pero no recordaba que el pequeño lugar de su ciudad lo fuera tanto. Un bebe llorando. Un niño peleando con el que parece ser su padre, o eso supone ella porque ni siquiera se ha molestado en abrir los ojos o levantarse de los incomodos asientos en los que esta acostada. También puede oír a un hombre discutir con una de las trabajadoras de la terminal. Por fin se callan. El bebe deja de llorar. Una mujer, la madre supone, consigue que su hijo y su marido dejen su discusión. Y el hombre acaba por darse por vencido con la trabajadora. Quinn sonríe, a veces es imposible conseguir lo que uno necesita de ellos, lo sabe muy bien.
Algo se estrella contra los asientos a su espalda, no sabe si es una maleta o una persona. Pronto lo descubre. Un murmuro de disculpa llegó a sus oídos proveniente del señor que minutos antes discutía con la ¨amable¨ empleada, la maleta es lo que ha chocado con los asientos.
¨ Disculpe ¨ - susurró el hombre y sin más continuo rebuscando en los bolsillos de su maleta. Ella tiene dos opciones, seguir con su descanso cinco minutos más o averiguar que le ocurre
¨ No hay problema ¨ - musita sentándose correctamente, quedando de espaldas al hombre - ¨ ¿Necesita ayuda? ¨ - se ofrece poniéndose en pie y dándose la vuelta
¨ ¿Quinn? ¿Quinn Fabray?¨ - pregunta confundido, el hombre entrecierra los ojos para ver bien a la chica
¨ Hola señor Berry¨ - antes no lo reconoció pero la imagen ante ella es inconfundible. A pesar de tener algunos años más, usar anteojos y que algunas canas hayan aparecido en su cabello, el hombre sigue siendo el mismo. La misma sonrisa, el mismo porte. - ¨ ¿Puedo ayudarle? ¨
¨ Si. No me llames señor, me hace sentir más viejo de lo que soy ¨ - comentó con una sonrisa amable, de las que la rubia no recibía hace tiempo. - ¨ ¿Qué te trae por aquí? ¿Vienes a pasar la navidad con tu familia? ¨
¨ No. Estoy de paso. Aterrizaje de emergencia. Voy a NY ¨
¨ Yo también. Voy a pasar la Navidad con mi hija ¨ - Quinn nunca había visto una sonrisa de orgullo como la que el hombre le mostro y le hizo recordar que no había nadie que pudiera estar orgulloso de ella
¨ Así que al final lo consiguió ¨
¨ ¿Cómo? ¨
¨ Ir a NY. Broadway. Su sueño ¨ - dijo recordando que no había nada que la morena quisiese más
¨ ¡Oh, sí! Ella… siempre lo consigue… solo…¨
¨ ¿Ha perdido algo? ¨
¨ El documento de identidad. Estaba seguro que lo llevaba pero… Sin el no voy a poder volar. Esa amable señorita no me lo permite¨ - dijo señalando a la empleada con la que lo había escuchado discutir
Pasajeros del vuelo 174 con destino a NY, diríjanse a la puerta 5. Gracias.
¨ ¡Oh, genial! ¡Ese es mi vuelo! ¨ - exclamo el hombre cambiando su buen humor
¨ También es el mío. Escuche, espere aquí un momento y finja estar muy, muy molesto ¿ok? ¨
¨ ¿Qué? ¿Para qué? ¨
¨ ¡Usted hágalo! ¨ - la rubia avanzo hasta el mostrador donde momentos antes el señor Berry había estado y comenzó a gritar - ¨ ¡Esto es increíble! ¡Estamos en el siglo XXI señorita! ¡No puede ser que pasen estas cosas! ¨
¨Tranquilícese por favor. Estoy segura de que ha sido un error ¨
¨ ¡¿Un error? ¡Un error es perder una maleta! Pero que un empleado de este aeropuerto se niego a ayudar a mi padre por ser gay… ¡Eso es discriminación, no un error!¨ – El hombre, unos metros más allá, no dejaba de mostrarse asombrado, avergonzado y molesto al mismo tiempo
¨ ¡Quiero hablar con su jefe! ¨- exigió con más ímpetu del deseado
¨ No creo que sea necesario, señorita ¨
¨ ¡Me da igual lo que usted crea! ¡Llámelo! ¨
¨ ¡Espere! ¨ grito la chica de unos veinte años y en apariencia inexperta, deteniendo a la rubia que sonrió triunfante. Guiñándole un ojo al hombre frente a ella, se giró para encararla de nuevo, esta vez con voz dulce
¨ ¿Si? ¨
¨ Seguro que hay algún modo de solucionar esto sin llamar a mi jefe. Vera es mi primera semana de trabajo y… ¨
¨ Bueno, ahora nos entendemos ¨
-/-/-/-
¨ ¿Ventanilla o pasillo? ¨
¨ ¿Sueles viajar en primera? ¨ - pregunto quedándose en el asiento del pasillo
¨ No, es más no pensaba conseguirlo. Solo le iba a pedir que le dejara subir ¨
¨ La pobre estaba tan asustado que te habría regalado el avión si fuese suyo ¨
¨No doy tanto miedo, señor Berry ¨
¨ Leroy. Y ahora entiendo todo lo que mi hija decía de ti ¨
¨ Nada bueno supongo, no fui muy amigable con ella ¨
¨ Te sorprenderías, querida ¨
¨ Si usted lo dice. ¿Por qué viaja solo? ¿El señor Berry no va con usted? ¨
¨ No, lamentablemente murió hace dos años ¨ - le informó con notable tristeza en su voz
¨ Lo siento. No lo sabía ¨
¨ No te preocupes, es solo que en estas fechas se hace más difícil ¨
¨ Entiendo, por eso va con Rachel ¿no? ¨
¨ Si, además muero por ver a mi nieta otra vez. Hace más de tres meses que no la veo ¨
¨ ¿Nieta? ¨
¨ Si, una preciosa niña de cinco años. ¿Quieres ver una foto? ¨
¨ Claro ¨ - aceptó tomando la fotografía que el hombre ya había sacado. No exageraba al decir preciosa niña. Pelo castaño, ojos oscuros, piel clarita y una pequeña boca llena de dientecitos le sonríen desde el papel. A su lado esta ella. Más guapa de lo que recordaba, con su gran sonrisa permanente en sus labios, abrazándola. - ¨ Muy guapa ¨
¨Se parece a Rachel. ¡Gracias a Dios! ¨ - exclamo haciendo sonreír a Quinn. Quería preguntar por el padre pero no se atrevía. – ¨ El desgraciado del padre se largó nada más saber que estaba embarazada ¨ – la respuesta a sus dudas llegó sola
¨ Cobarde ¨ - susurró la rubia
¨ Eso mismo decía Hiram. La verdad es que mi hija es fantástica pero en cuanto a gustos… no se cual es peor, si con los hombre o con las mujeres ¨
¨ ¿Mujeres? ¨ - la confesión le sorprendió, en el instituto había sospechado que su compañera igual bateaba para ambos equipos pero nunca lo confirmó
¨ Si. Ahora sale con esa tal Deisy, Keisi… no sé ¨
¨ ¿No le gusta? ¨
¨ Si supiera que la ama me daría igual pero sé que no lo hace ¨ - afirmo sin atisbo de duda - ¨ Además a Mac no le gusta ¨
¨ ¿Mac? ¨
¨ Mackenzie, mi nieta ¨
¨ ¡Oh! Me gusta el nombre ¨
¨ Estamos llegando y aun no me has dicho quién te espera en NY ¨
¨ Nadie. En realidad hago escala en NY, voy a Europa ¨
¨ ¿Qué hay en Europa? ¨
¨ Una chica ¨ - contestó con un halo de tristeza - ¨ Mi ex ¨ - añadió haciendo que al hombre se le iluminaran los ojos
-/-/-/-
¨ ¡La tengo! ¨ - gritó Leroy alcanzando la maleta a su dueña
¨ Gracias. Bueno, eh… adiós ¨
¨ ¿A qué hora sale tu vuelo a Paris? ¨
¨ Mañana a primera hora ¨
¨ ¿Y hasta ent…
¨ ¡Abuelo! ¨ - gritó una pequeña de aproximadamente un metro de altura y graciosas trenzas en su cabello
¨ ¡Hey, pequeña! ¡Wow! Estas más guapa que la última vez que nos vimos¨ – halagó mirándola de arriba abajo
¨ Ya veo quien es tu preferida ¨
¨ No te pongas celosa, mi amor ¨ - sonrieron abrazándose. La morena ni siquiera se había percatado de la presencia de Quinn
¨ ¿Cómo ha ido el viaje? ¨
¨ Muy bien, de hecho, he venido en primera ¨
¨ ¿Tan bien van las cosas? ¨
¨ ¡Oh, no! Se lo debo a… ¨ - el hombre se giró para buscar a la rubia. La encontró unos metros más atrás, mirando el panel informativo de los diferentes vuelos
¨ ¡Quinn! ¨
¨ ¡Exacto! ¨
¨ ¿Quién es, mami? ¨
¨ ¡¿Qué demonios haces con Quinn Fabray, papa? ¨
¨ Ese lenguaje cariño. Nos encontramos en el aeropuerto de Lima y… contestando a tu pregunta, Quinn y tu mama fueron a clase juntas ¨
¨ ¿De verdad? ¿Es amiga de mama? ¨
¨ No exactamente cielo, Quinn Fabray fue… ¨
¨ Tu peor pesadilla, Berry ¨
¨ Igual de egocéntrica que siempre, Fabray ¨
¨ Mira quién habla ¨
¨ Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas ¿sabías? ¨
¨ No estaba escuchando intencionadamente. Creo que todo el aeropuerto te ha oído, sigues gritando tanto como antes ¨
¨ Chicas, chicas, chicas… creo que ya hemos tenido bastante ¿no os parece?¨ – preguntó el hombre haciendo notar la presencia de la niña
¨ Tú debes ser Mac. Tú abuelo me ha dicho que eres una niña muy lista pero creo que se ha quedado corto, porque si eres tan inteligente como guapa, debes tener el mundo a tus pies ¨ - el cumplido hizo que la niña se sonrojara y que Rachel rodara los ojos
¨ Gracias ¨
¨ Ya que nadie nos presenta como es debido… Yo soy Quinn ¨ - dijo agachándose para ponerse a su altura
¨ Mackenzie. Mac ¨ - extendió su mano, tal y como había visto hacerlo a los mayores
¨ Encantada Mac ¨
¨ ¡Oh! ¿Quién esta y que han hecho con Quinn Fabray? ¨ - susurró Rachel junto a su padre
¨ A mí me parece encantadora y si no llega a ser por ella, no estaría aquí ¨
¨ Es todo una pantalla, papa. La conozco ¨
¨ Pues a tu hija parece gustarle ¨ - comentó mirando como la pequeña reía de algo que la rubia le había dicho
¨ Tiene 5 años. Le gusta cualquiera que le haga caso ¨
¨ La subestimas. Daisy no le gusta ¨
¨ Se llama Keisi ¨ - le corrigió sin poder negar la afirmación de su padre
¨ ¡Oh! ¨
¨ ¿Qué? ¨ - Rachel miró extrañada a su padre que a su vez miraba el mismo panel que la rubia minutos antes
¨ ¿Que te parecería ser uno más para la cena? ¨
¨ ¡No!¨ - gritó adivinando la intención del hombre
¨Vamos hija. Han cancelado su vuelo. Tendrá que pasar aquí toda la noche y el día de mañana¨
¨ ¡He dicho que no! ¨ - se negó sin importarle si la oía - ¨ No voy a llevar a Quinn a mi casa ¨
¨No necesito ir a ningún sitio, Berry. Te sorprendería lo cómodos que son los asientos de los aeropuertos ¨
¨ Venga, hija. Solo será una noche y es Navidad ¨
¨ Déjelo señor Berry ¨
¨ Pero han cancelado tu vuelo por el temporal ¨
¨Lo sé. Seguro que pasa rápido y mañana puedo salir a Paris ¨
¨ ¿Y si no? ¨
¨ Me buscare la vida. No se me da nada mal ¨
¨ Cuídate mucho Quinn ¨ - el hombre abrazó a la chica despidiéndose
¨ Me voy a arrepentir de esto ¨ - susurró la morena mirando a otra parte - ¨ Solo una noche. Mañana te largas ¨ - espetó levantando a su hija en brazos
¨ No… ¨
¨ Calla y coge tu maleta ¨ - interrumpió el hombre antes de que metiera la pata
