Los personajes de Twiligth no son míos sino de Stephenie Meyer, yo solo me divierto un poco con ellos.

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Bella bufó y se cubrió con la manta hasta la cabeza, era la tercera noche consecutiva que la niña lloraba, tenía una importante junta en la mañana con los directivos de la empresa y no podía llegar desvelada de nuevo.

—Bella —gimió Edward abrazando su cintura— está llorando

—Ya lo sé

—Cállala tengo reunión con los japoneses a primera hora

—Yo también tengo cosas importantes que hacer por la mañana, —se giró y acurrucó contra su pecho— te toca a ti ir a verla, es tu sobrina

—También es tuya

—No tiene mi sangre

—Perra —susurro atrayéndola a su pecho—

—Puto —suspiro pasando su pierna sobre las de Edward—

Ninguno de los dos se movió, ambos demasiado cansados como para ir a consolar a la pequeña niña que seguía sollozando dos puertas alejada de la habitación principal.

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La mañana siguiente llegó, Bella desayunaba su tazón de avena con manzana, arándanos y leche de almendras, Edward bebía su café con tostadas y mermelada de zarzamora, mientras que Paulette desayunaba cereal con leche en su plato de las princesas, y que, a diferencia de Bella y Edward que estaban ya vestidos y listos para marcharse a sus trabajos, Paulette seguía en pijama, necesitaba ayuda con la pechera y camiseta del uniforme del colegio al que Bella y Edward la habían inscrito.

— ¿Puedes salir a las 5? —pregunto Edward revisando su teléfono—

—Creo que si —contesto Bella dejando su plato en el lavabo y sacando la pasta de dientes que estaba en uno de los gabinetes— te mandaré mensaje si me surge algo

—Procura que no —dejo la taza y el plato junto al de Bella y tomo su cepillo— pasaré por ti a esa hora, los Biers firmarán está noche y sabes lo mucho que Riley involucra a su esposa.

—Odio a Bree y su comida tailandesa hecha en casa —protesto Bella enjuagando su boca— te estaré esperando.

Paulette miraba a sus dos tíos hablar entre sí, ignorando que ella estaba ahí, no le sorprendía, lo habían hecho los dos meses que ella estaba con ellos, la primera semana Bella se había quedado con ella en casa, ayudando a reacomodar su habitación, así como esperando a que el autobús del colegio pasara por ella, pero al pasar los días dejo de tener tiempo para ella, ahora parecía que incluso le molestaba dejar su trabajo porque la necesitaba.

—Pau...—hablo Bella apartando la vista del bolso notando que el cereal ahora estaba aguado— ¿por qué no has comido?

—No tengo hambre y…

—Necesitas comer o te enfermaras y ni Edward ni yo tenemos el tiempo para cuidarte —suspiro y vio que Edward salía de la cocina con maletín en mano— Rosalie no tardará en llegar...por favor, no hagas que llamen a mi trabajo, no puedo salir solo porque te hiciste en los pantalones de nuevo.

Paulette asintió sin verla, Bella suspiro y salió de la cocina, Edward la esperaba con el abrigo en brazos, la ayudó a ponérselo y antes de abrir la puerta la beso en los labios.

Paulette se quedó en la enorme cocina sintiendo como las lágrimas resbalaban por sus mejillas, no le habían dado su beso de despedida y además no le gustaba el "ALL—BRAN Pasas".

Las manecillas del reloj que estaba sobre el marco de la puerta le hacían recordar lo sola que estaba en la casa de sus tíos, era tres veces más grande que su antigua casa y le daba demasiado miedo.

La puerta del auto se escuchó desde afuera de la casa, Paulette se bajó de la silla y corrió a su habitación a esconderse en el baño para lavarse la cara antes de que la tía Rosalie viera las marcas de sus lágrimas.

— ¿Pau? —escucho la voz de Rosalie llamarle antes de que abriera la puerta de su habitación— ¿otra vez no te ha cambiado?

—Se nos ha hecho tarde —mintió empezando a quitarse el pijama, no le gustaba cuando Rosalie hablaba mal de sus tíos—

—Esa no es excusa cariño —hablo sacando el uniforme del armario— Bella o Edward podría vestirte en menos de 5 minutos.

Paulette no dijo nada, tan solo dejo que la vistiera con el uniforme para después tomar la mochila y bajar al primer piso en donde Matilde —quien ayudaba a sus tíos a mantener limpia la casa y nunca le dirigía la palabra— estaba recogiendo su plato de la mesa.

Se acercó a la alacena y tomo uno de los panecillos rellenos de mermelada de Edward, el autobús llegaría en cualquier momento por ella y no podía irse sin desayunar.

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Bella estaba concentrada en su computador, la reunión con los directivos había salido fantástica y esperaba recibir un buen acenso y aumento en su cheque para el final de la semana.

Su puerta se abrió sin llamar antes, dejando que tres niños revoltosos corrieran a su sofisticado sofá blanco y subieran sus sucios zapatos sobre este.

—Hola tía Bella —hablaron los tres al mismo tiempo mostrando su mejor cara de inocencia, pero viéndose rápidamente intimidados por la mirada de impaciencia de Bella—

— ¿Qué hacen ustedes aquí?

—Bonita forma de saludar a tus sobrinos —bufo Rosalie entrando a la oficina y sentándose frente a ella— he venido hablar contigo

—No tengo tiempo, así que si te puedes ir y llevarte a tus mocosos te lo agradeceré muchísimo.

—Tan amable como siempre —la ignoro y siguió hablando con los susurros de sus hijos de fondo— estoy preocupada por Paulette.

—No tengo tiempo para hablar de la niña, además ella está bien

—La tienen en un colegio de 9 de la mañana a 4 de la tarde y ni siquiera puedes llevarla o ir por ella.

—Tengo cosas importantes que hacer, además el colegio tiene un muy buen sistema de transporte.

—Ni siquiera mis hijos van en autobús ni tiene tantas clases como Paulette y son al menos 4 años mayores que ella…no puedo seguir yendo todas las mañanas a vestirla y asegurarme que suba al autobús, tengo hijos y esposo que me necesitan en casa

— ¿Y quieres que te agradezca tu gran egocentrismo y tu necesidad de inmiscuirte en donde no te llaman? —hablo sin dejar de prestar atención al informe que estaba revisando— yo no te digo que vayas a mi casa todas las mañanas incluyendo sábados y domingos, bien puedo contratar una institutriz que se encargue de Paulette

—Eres una insensible —protesto poniéndose de pie y golpeando el escritorio causando que Bella apartara la vista del monitor y los niños se callaran— voy a tu casa porque Paulette es mi sobrina y me preocupo por ella, Alice y Jasper confiaron en que ustedes cuidarían perfectamente a Paulette y lo único que han demostrado es que son unos monstruos sin corazón

—Ni Edward ni yo queríamos hijos —hablo poniéndose de pie bastante enojada, los tres niños no sabían a quien le tenían más miedo, si a su madre o a Bella— Alice y Jasper lo sabían, toda la familia lo sabe, no vamos a detener o cambiar nuestros planes solo porque Paulette está con nosotros, absolutamente nadie se quiso quedar con ella utilizando la estúpida excusa de que eran los deseo de Alice y Jasper, cuando todo el mundo sabe que nos la dejaron porque éramos los únicos que podíamos darle un mejor nivel de vida que cualquiera de ustedes —la puerta fue abierta por la secretaria de Bella que traía el "Green Tea Frappuccino" que le había pedido que le trajera cuando regresara de su descanso— llámame como se te de la puta gana pero una cosa si te digo, desde hoy tienes prohibida la entrada a mi casa, voy a criar a Paulette como se me dé la jodida gana y si la quiero dejar en el colegio ocho horas lo hare, ¿y sabes qué?, tu no vas a poder hacer absolutamente nada para evitarlo.

Rosalie tomo su bolso y gritando a sus hijos se marcharon de la oficina, Bella se dejó caer en su silla y miro a Angela que dejo su bebida sobre el escritorio

—Hablare con Yesenia, —se sentó frente a ella— le dije que no debía dejar entrar a nadie mientras yo no estaba

—No te preocupes Angie, —suspiro bebiendo de su deliciosa bebida— podrías por favor buscar niñeras de tiempo completo, Matilde no se hará cargo de Paulette por más que le aumente el sueldo, no le gustan los niños tanto o más que a mí.

—Tendrás una lista antes de que Edward llegue —aseguro poniéndose de pies— ¿aun iras a mi despedida de soltera en las vegas, cierto?

—Por eso necesito una niñera de tiempo completo, preferentemente mujeres mayores no quiero ninguna escuincla coqueteando con mi marido.

—Por supuesto Bells.

Angela salió de su oficina y Bella se dispuso a concentrarse de nuevo en su trabajo dispuesta a olvidarse de la insufrible visita, como se lo había dicho a Rosalie, Paulette no iba a intervenir en sus planes y compromisos.

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Hola chicas

Ya sé, ya sé, yo tendría que estar escribiendo el capítulo de nuestra pequeña gran sorpresa, pero les aseguro que las actualizaciones seguirán iguales, una vez por semana.

Espero sus comentarios, opiniones, teorías, criticas o lo que quieran compartir conmigo de esta Bella y Edward bastantes distinto a los tiernos y amorosos que son con los niños, en un review.

Nos leemos en el siguiente capítulo.