Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, pertenecen al señor Watsuki, solo hago esto por distracción sin animo de ningún lucro.

Capítulo 1: Nana

La joven mujer de cabellos azabaches se recostaba en su asiento de despacho frotándose la sien con ambas manos en movimiento rotatorio, se quitó las gafas de leer y suspiró: había sido un día largo soportando a más de una madre histérica. Se levantó del asiento dirigiéndose a la ventana, su turno había acabado, las farolas de las calles empezaban a encenderse. Pronto serían las 21:00 horas, al fin, el puñetero día acababa, se quitó la bata de doctora y agarró su bolso de Prada negro que había sido su caprichoso auto regalo de navidad. Alguien llamó a la puerta.

-Kaoru, ¿estas lista?

-Si Megumi, cuando quieras nos vamos.

Ambas mujeres caminaron por el largo pasillo del centro de salud donde trabajaban.

-Recuérdame por qué quise ser pediatra – dijo Kaoru con cansancio.

-Te gustaban los niños – sonrió Megumi.

-Me gustan los niños, no las madres de los niños, puedes creer que la señora Kurosawa lleva viniendo toda la maldita semana por que su niño tiene un simple constipado, la he tenido que decir muy groseramente que en vez de llevar al niño mareado de aquí para allá le deje un par de días en cama ¡de una buena vez!

Megumi sonrió comprensiva, había días que simplemente se torcían y ya nada iba a mejor.

-¿te apetece ir a tomar unas cervezas al Temptations club?

- me encantaría Megumi, pero estoy molida, lo único que me apetece es llegar a casa, quitarme los zapatos, relajarme en un baño de espuma y acariciar a mi gata.

Salieron por la puerta de atrás del centro de salud que daba a un aparcamiento de empleados, saludaron al guarda de seguridad y cada una se dirigió a su coche, Kaoru Kamiya se sentó en el asiento del conductor y suspiró cansada, introdujo la llave en el contacto de su Hyundai Veloster rojo, miró por el espejo retrovisor central para ver como llevaba el pelo: hecho un desastre como siempre.

De repente algo cruzó a gran velocidad por detrás de su auto. Había jurado que había sido una sombra negra y rojiza… Miró por todos lados y no vio a nadie, estaba tan cansada que veía alucinaciones. Arrancó el coche y empezó a moverse, puso la radio para animarse un poco, a los pocos minutos de conducción llegó a una intersección con semáforos.

Una moto Yamaha V-Max pasó a su lado a toda velocidad parándose de golpe a su lado esperando que el semáforo se pusiera de nuevo en verde. Kaoru lo miró de reojo mientras el tipo hacia rugir su moto con impaciencia, iba todo de negro con una cazadora y pantalón de cuero de motero y el casco plateado con motivos en negro, lo que más le llamó la atención a Kaoru era la larga melena roja que salía de su casco.

El tipo se sintió observado y se giró a mirarla, Kaoru con hábiles reflejos puso su vista al frente. El semáforo se puso al fin en verde y el motero salió despedido como alma que lleva el diablo.

-loco al volante ¡desquiciado! ¡Casi me ralla el coche!-gruñó molesta.

giró a la derecha por donde hacia unos segundos habia cruzado el loco de la moto, siguió la avenida recta hasta llegar a otra intersseción donde giró a la izquierda entrando en una zona residencial. Aparcó en frente de su casa, una casa familiar de dos plantas con un pequeño jardin delante vayado por un muro blanco y una puerta de metal rojiza que pedia a gritos una mano de pintura. Paso al jardin cerrando la puerta de metal con un golpe seco se paro de inmediato a percivir una luz en el interior de su hogar ¿se habia dejado la luz del salon dada? ella vivia sola desde hacia tres años, tras la muerte de sus padres en un traguico accidente de trafico mientras hiban de viaje de vacaciones a la playa.

Abrió la puerta principal y dejó el bolso y las llaves en un cuenco que tenia en una mesita al lado de la puerta, se quitó la cazadora vaquera y con ella en la mano fue directa al salon para arrojarla al sofa pero algo la hizo paralizarse en el mismo momento en que sus ojos se posaron en el sofa, creia que se le iba a parar el corazón en ese mismo instante. Alguien estaba esperandola.

- Tomoe...

- hola hermanita - la joven se levanto del sofa y fue a abrazar a su hermana pequeña.

- ¿que haces aqui? - Kaoru retrocedio dejando en claro que no queria ese abrazo.

- he venido a verte Kaoru...

- bien, ya me has visto, ahora: largo de mi casa.

- Kao-chan... - le lanzó una mirada suplicante a su hermana.

- no me llames mas así, quiero que te vayas ¡ahora! - dijo señalando la salida del hogar. - ya sabes donde esta la puerta.

- por favor, dejame decirte lo que he venido a contarte Kaoru... - Tomoe la agarró las manos a modo de suplica.

Kaoru observó a su hermana, la condenada seguia igual de hermosa, por ella no pasaba los años, llevaba un vestido negro ajustado al cuerpo por las rodillas y llevaba unos preciosos zapatos peep toe negros con unos tacones de vertigo tenian pinta de ser unos zapatos muy caros, volvió la mirada de nuevo al rostro de su hermana suplicante que pedia una oportunidad para explicarse.

Hacia diez años que no la veia, con diecinueve años habia huido de casa con un chico que ni siquiera presentó a la familia, dejó todo atras, a toda la familia, sus padres habian pasado siete años agonicos pensando en su desaparecida hija mayor que no daba señales de vida ya habian pensado que incluso estaba muerta. La mirada de kaoru se endureció.

- te buscamos...

- lo sé.

- mama y papa... ellos han...

-lo sé...

- empapelamos toda la maldita ciudad con tus fotografias...

- lo sé...

- ¿lo sabes? ¿ te escondias de nosotros?- ahora si que estaba furiosa.

- es muy complicado Kaoru. explicarte llevaria mucho tiempo, y no lo tengo, necesito que me hagas un favor...

Kaoru se solto de su agarre.

- ¿ tú de que vas? desapareces diez años, ni siquiera te dignas a aparecer en los funerales de nuestros padres y ahora quieres que te haga un favor ¡ largate, vete de aqui!

Kaoru se dirigió hacia el pasillo que daba a la escalera para subir a su cuarto, ya habia tenido suficiente por ese dia, maldijo en voz alta para que su hermana lo escuchara, se detuvo al llegar en frente de la escalera.

En la escalera habia alguien sentado, temblando de miedo que al verla llegar se encogió un poco mas, era...

- una niña... - kaoru abrio los ojos de par en par.

Tomoe se colocó detras de ella mientras observaba tambien a la la niña.

- es mi hija... se llama Nana.

- ¿hija? - Kaoru volteo a ver a su hermana y esta asintio.

- tu sobrina, Kaoru.

Kaoru se acercó a la pequeña niña y se colocó en cuclillas para observarla: se parecia a Tomoe, tenia el pelo recogido en dos graciosas coletitas a ambos lados de su pequeña cabecita con dos coleteros de margaritas, llevaba un vestidito de volantes rosa claro y zapatos de charol a juego, en el regazo entre sus brazos portaba un osito de peluche, Kaoru se estremeció, ese oso de peluche era aterrador de color rojo sucio de tanto usarlo, una cruz que surcaba la mejilla izquierda del muñeco , ojos color ambar y el gesto enfadado.

- hola pequeña. - Kaoru extendio la mano. - me llamo Kaoru.

Kaoru sonrió dulcemente a la niña que se relajó ante tan calida sonrisa, ella también sonrió.

-yo soy Nana-chan.

- encantada de conocerte Nana-chan. - Kaoru le ofreció su mano a modo de saludo la cual la niña aceptó.

- y este es Batto-kun- dijo Nana mostrandole su ostio de peluche.

- ¿Batto-kun? - pregunto Kaoru alzando una ceja.

- si, Batto-kun siempre esta protegiendome escondido, el me dijo que jamas tuviera miedo porque...

- ¡NANA!

Kaoru volteo a ver su hermana que tenia el ceño fruncido mirando a la niña que se habia tapado la boca con su manita. Tomoe volvio la vista a su hermana con una sonrisa.

- no la hagas caso son cosas de niños.

Kaoru se levantó apoyandose en sus rodillas y volteó completamente el cuerpo para encarar a su hermana.

- dime que quieres

- necesito que cuides a Nana durante un tiempo.

- ¿perdon? creo que no te he escuchado bien... - sacudió la cabeza como negando.

- Necesito que te encarges de Nana por un tiempo, tengo que volver a Shangai.

- ¡Shangai! ¿era ahi donde estabas todo este tiempo?

- no, antes estuve en hongkon pero te lo explicare todo con calma cuando regrese a por nana en un par de...

- no.

- ¡Kaoru!

-¡he dicho que no!

- solo sera un par de meses... cuatro a lo sumo.

-¿cuatro? ¿pero es que se te ha ido la cabeza?

- te lo suplico hermanita - tomoe puso ojos de perrito abandonado.

-¿ Qué pasa? ¿ qué hay de mi? Tengo una vida ¿sabes? no todo el mundo gira al rededor tuyo. Mi trabajo, mis amigos...¡mi novio!

- ¿novio? - Pregunto Tomoe estupefacta.

Kaoru se puso roja de furia, ¿acaso su hermana no la veia capaz de tener novio?

- A Batto-kun no le va a gustar eso...

- ¡Shhhhh Nana! - la regaño Tomoe.

- Ya esta, se acabó, fuera de aqui, ya mismo.

- ¡no tenemos donde ir!- suplicó Tomoe al borde de las lagrimas.

- ... - Kaoru flaqueó unos segundos y observó a Nana que la miraba espectante. - esta bien... solo por esta noche, no quiero que nana tenga una impresion equivocada de su tia.

- ¡gracias, gracias! - Tomoe agarró las manos de su hermana agradecida.

Kaoru las llevó a la habitación de Tomoe.

- la habitación esta como tu la dejastes, papa y mama asi lo mantuvieron y yo no he tenido corazón en retirar tus cosas, aunque ahora si me dan ganas.

- oh Kaoru, lo siento tanto...

- ahorrate el discurso, hay mas mantas en el armario ya sabes donde estan las cosas. Buenas noches.

Kaoru cerró la puerta con un suspiro de agotamiento, escucho a Tomoe decirle algo a Nana y la pequeña se rio, Kaoru negó con la cabeza, sus padres habian muerto sin saber que tenian una nieta. empezó a andar por el pasillo arrastrando los pies cuando al estar a punto de girar el pomo de su cuarto escucho un ruido dentro. El corazon se le aceleró ¿habia alguien mas en la casa? Tomoe no se lo habia mencionado,¿un ladron? sea lo que fuera lo pillaria con las manos en la masa. Abrió de golpe la estancia, no habia nadie.

Kaoru observó su habitación con detalle segun iba entrando, nada, todo en su sitio. Excepto...

- que raro... juraria que este camisón estaba en el armario... - recogió la prenda del suelo, tal vez esta mañana con las prisas de agarrar la cazadora se callera al suelo... o tal vez... ¡el armario!

Kaoru cogió un bokken que tenia al lado de la mesita de estudio, era de cuando practicaba en el instituto, se dirigio dispuesta a darle lo suyo al depravado que se escondia alli. Abrió despacio una de las puertas del armario con el corazón a mil por hora y derrepente...

-¡Miki! - del fondo del armario salió una gatita blanca con motas negras.- ¡oh, dios mio ¡no me digas que estuviste aqui todo el tiempo! pobrecita mia... - Kaoru cerró el armario de un golpe y puso a la gata en su cama.

- pobrecita, lo siento mucho, no volvera a ocurrir - Dijo acariciando a la gata - ven, te dare un poco de leche fresca y una lata de atún como disculpa - la gata maullo del gusto mientras Kaoru la llevaba en brazos hacia la cocina.

Mientras Kaoru se alejaba, la otra puerta del armario que no habia abierto se hiba abriendo poco a poco desde dentro...

AL DIA SIGUIENTE.

Kaoru dormia como una bendita, se habia bañado y se habia dejado caer muerta sobre la cama sin ni siquiera apartar los covertores, se habia abrazado a su elefante rosa de peluche que le habia regalado su novio en el festival de primavera del mes pasado.

No era que su novio fuera de muchos detalles, pero todo lo que fuera demostrar su fuerza en los musculos Sanosuke Sagara siempre estaba dispuesto y si encima le regalaban algo cursi para darselo a su chica y quedar como un caballero mejor que mejor.

Kaoru y Sano llevaban poco como novios y aun se estaban conociendo pero ella se divertia mucho con el.

el ruido de la puerta principal cerrandose de golpe la despertó. Se incorporó de un golpe. Empezo a recordar lo sucedido el dia anterior, La señora Kurosawa, el tipo de la moto que casi le raya el coche... su hermana... Nana... ¡ su hermana y nana!

Kaoru bajo corriendo hacia la puerta principal y al abrirla ya no vio a nadie. ¿se habrian ido¿ ¿sin despedirse? miro el reloj del salón eran las 10:00 AM era muy tarde... peor al menos podian haberla despertado para decir gracias. Entonces reparo en algo nuevo... Habia dos maletas rosas de Hello kitty en el salon que ayer no estaban... el cerebro de Kaoru empezo a procesar y abrio los ojos como platos, corrió como loca hacia la habitacion de Tomoe y alli supo que sus sospechas era ciertas, Nana dormia tranquilamenta abrazada a ese feo peluche rojizo, de Tomoe ni rastro.

- nononononono... - Kaoru empezó a ir de alli para allá por el pasillo de la segunda planta tirandose de los pelos - ¿cómo ha podido? ¿cómo?

-Buenos dias tia Kaoru... - Nana apareció abriendo la puerta de su habitación. - tengo hambre...

- oh, buenos dias Nana-chan ahora mismo te hago el desayuno ¿si? ves bajando al salon puedes ver los dibujos si quieres...

- ¡si! - Nana corrió hacia la planta de abajo, Kaoru escuchó como encendia la TV y sonaba la canción de Bob Esponja.

- ¿qué mas me puede pasar? - decia restregandose la cara con su mano derecha.

En ese momento el timbre sonó.

- ¡Hola mi amor! - Sanosuke Sagara estaba en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja - ¿lista para irnos de picnic?

- eh... ¿qué? picnic... Oh el picnic con tu familia... ¿era hoy?

desde luego, ayer el dia no terminó bien para Kaoru Kamiya pero este, desde luego, tampoco empezaba bien.

CONTINUARA...

hace mil años que no escribo fics, Algunas personas me hundieron en la miseria, se puede hacer criticas pero no hundir de esa forma, espero volver a reanimar el gusto por escribir, además que fue en una etapa de mi vida que no me sentaron nada bien, acababa de fallecer mi padre de cáncer y lo único que me entretenía era la lectura y de repente me encontré con unos rewies super lastimeros y gratuitos que no venían al caso así que si tienes algo que decirme dilo con buenas palabras si es para insultar o para meterme en los malos fis y sus autores te agradecería que te metieras los dedos en el culillo antes de escribirme, gracias ^^