Disclaimer: Ni la historia ni los personajes me pertenecen. La historia pertenece a jennycaakes, quien amablemente se arriesgo y acepto, -a pesar de mi precario ingles- dejar esta historia en mis manos para traducirla. Gracias Jenny, eres lo máximo. Y los personajes, como ya todos saben, pertenecen a Suzanne Collins, una maravillosa escritora.
Aliso los pliegues de mi vestido y me sonrío en el espejo ya que mi papá entra en mi cuarto. Él sonríe detrás de mí pero no es la misma sonrisa que yo le doy. La es dolida, asustada. Sé que él debe estar asustado por mí, pero yo no lo estoy. La cosecha no me asusta. Siento nervios, es cierto, pero al ser la hija del alcalde me siento bastante segura.
- Aquí- él tira de mi pelo y suavemente lo amarra con un lazo rosado. - Es de tu madre. Ella quiso que lo llevaras. -
- Gracias papá - volteo y le doy un abrazo. Él corre un mechón de pelo de mi cara y suspira. - No tienes que estar tan nervioso, ya lo sabes ¿verdad? -
- Si, lo sé, pero lo estoy - refunfuña él, - y lo estaré cada día hasta que cumplas 19, Madge. - Entonces mete su mano en su bolsillo y saca un pequeño prendedor de oro. He visto fotos de ello antes, pero nunca lo había visto en persona. -Tu tía tenía 16 años cuando ella entró en la arena - me dice. -Esto es para ti, para la buena suerte. - Lo sujeta a mi vestido y me vuelvo atrás al espejo para verme. - Me parece hermoso -
Asiento con la cabeza en respuesta, y él da la vuelta para irse, aunque se detiene - Ah, claro, el dinero para las fresas está en el mostrador. Ellos deberían estar aquí pronto. - Se marcha y sé que es porque tiene que conseguir que las cosas estén listas para la llegada del equipo del Capitolio. Effie Trinket hará otro regreso espectacular, uno sólo puede adivinar de qué color será su pelo esta vez.
- Ridículo - murmuro para mí, recordando la peluca verde oscuro del año pasado. La gente de Capitolio. Ellos tienen esa moda maravillosa, pero no puedo entender las cosas que ellos le hacen a su pelo. ¿Por qué no usan colores naturales? Enserio, nunca lo entenderé.
Un golpe en la puerta me devuelve a la realidad y me apresuro en bajar las escaleras, cuidadosa, para poder saltar el escalón que cruje y así no despertar a mi madre. Ella seguramente estará dibujando en sus cortinas, sumergida en la morfina, pero el día de la cosecha siempre es malo para ella y algo podría despertarla. Tomo el dinero del mostrador y abro la puerta. Allí esta Katniss con una sonrisa a modo de saludo, mas su amigo al lado de ella tiene un rostro de piedra, creo que se llama gale, o algo así no lo recuerdo.
- Bonito vestido - murmura él casi al instante. Yo mantengo mi actitud deslumbrante. No he perdido el sarcasmo que hay en su tono.
- Bueno, si termino por ir al Capitolio, tengo que parecer agradable, ¿verdad?- Dos podemos jugar este juego. No es mi culpa que mi padre sea el alcalde. Sus cejas antes fruncidas con confusión, se relajan solo un poco y sé que captó mi propio sarcasmo. Su cara rápidamente se transforma en indiferencia otra vez.
- Tú no iras al Capitolio - me dice, y sus ojos como flechas bajan al prendedor en mi vestido. Dejo que mis ojos bajen observarlo también durante un momento, pero al alzar la vista encuentro su mirada fijamente en el mismo sitio. Sí, Gale, es oro verdadero, pienso con ganas de gritárselo en la cara - ¿Qué puedes tener tu? ¿Cinco teselas? Yo tenía seis con apenas 12 años. -
Estoy lista para morderlo cuando Katniss le golpea diciendo - Esto no es su culpa. - Quiero agradecerle por defenderme pero se siente tonto hacerlo con Gale al lado de ella. Tendré que recordar decirle algo en la escuela el lunes.
- No es la culpa de nadie. Solo es como es - dice él. Volteo al ver sus ojos duros como una piedra y fijo mi mirada en Katniss. Dejo caer el dinero en sus manos y ella me pasa las fresas.
-Buena suerte, Katniss.-
- Para ti también – contesta ella, y observo que le pasa las monedas a Gale. Él es el primero en irse, y ella ofrece una sonrisa de disculpa antes de dar la vuelta para seguirle. Suavemente cierro la puerta detrás de ellos y me vuelvo, yendo a la cocina a poner las fresas en el fregadero.
Muerdo el interior de mi mejilla ya que los tubos chillan y chisporrotean antes de que el agua salga disparado. Saco un colador del gabinete y sacudo las fresas en el rápidamente antes de ponerlo bajo el grifo. Quiero estar disgustada, y quiero gritarle a alguien, pero sé que lo que dijo Gale es correcto. Mis probabilidades de salir en la cosechada, comparada con las probabilidades de todos los demás, son escasas. Aun así no es mi culpa. Y no puedo cambiarlo tampoco; es solo como es. Cierro de golpe el caño y el agua se detiene.
Sacudo el colador para sacar las gotas de agua y dejarlas allí para que reposen en el fregadero. Camino hacia el piano en la sala de estar y mis dedos juegan con las hojas que están allí. Una capta mi atención y sé que no molestaría a mi madre tocara la melodía por un rato. Mis dedos bailan a través de las teclas y mi flujo de pensamientos igual. ¿Por qué tienen que ser las cosas tan complicadas? ¿Los juegos? ¿La cosecha? los agentes de paz son bastante terroríficos ¿por qué tenemos que mirar a niños asesinarse brutalmente el uno al otro? Mi tía murió en vano, como ocurrió con cientos de otros. ¿Por qué nosotros solamente no podemos quedarnos y dejarlo? ¿Por qué deberían tenernos tan asustados?
Como mis pensamientos gritan preguntas que yo nunca me atreveré a decir, el golpeteo en la puerta me hace saltar en mi sitio. ¿Los agentes de paz no pueden ir a comprobar a los rezagados, verdad? Compruebo el reloj rápidamente y suspiro de alivio al notar que aun no es tan tarde. Me empujo fuera del taburete y me dirijo a la puerta. Por el agujero para el ojo miro una figura alta. Está de pie con sus brazos cruzados y una mirada dura en su cara.
Abro la puerta, sin esconder la confusión que brilla en mi cara.
- ¿Gale? -
- ¿Estabas tocando? -
- Sí - por distracción aliso los pliegues de mi vestido. - ¿Por qué estás aquí? -
- Pagaste demasiado - dice él rápidamente, sosteniendo en su mano una moneda de oro brillante que reluce entre su pulgar e índice. - Pensé que la querrías de vuelta -
Sacudo mi cabeza y cruzo mis brazos, juntando antes la puerta detrás de mí. Debería conseguir que el vuelva por donde vino
- No, pagué la cantidad correcta. - Deja caer su mano torpemente al ver que yo hago ademan de volver adentro. Ahora se ha cambiado, tiene puesto una camisa ajustada de algodón color azul con botones en las muñecas y pantalones caquis que probablemente no le quedaran el próximo año. - Quédatelo. -
- No quiero tu dinero, Undersee – refunfuña - y no lo necesito.-
- Les di la cantidad correcta - insisto -la cantidad que juzgué digna de la fruta. - Él suspira y deja caer la moneda en su bolsillo.
- No necesito a alguien como tú compadeciéndose de mí.- gruñe antes de darse la vuelta, probablemente hacia la cosecha. - Muchacha de ciudad rica tonta con más dinero que ella puede manejar.-
- ¡Me ofendes! - Salgo inmediatamente después de él, pisándole los talones. Él hace una pausa y choco con su espalda, pero rápidamente retrocedo y aliso otra vez mi vestido. - ¡No me compadezco de ti, y no soy una muchacha tonta y rica de ciudad! -
- Ah - él se da la vuelta, cruzándose de brazos - ¿Pero tú realmente tienes más dinero del que puedas manejar, cierto? ¿Un prendedor hecho de oro? ¿Un vestido blanco?-
-¡No es mi culpa! - le chillo - ¿Por qué me culpas del dinero que mi padre tiene? - Su cara esta sin emoción y sus manos despacio caen desde su pecho antes de que él continúe su viaje de regreso hacia la plaza. Mi cerebro no puede ordenar a mis pies moverse para seguirle.
- Olvidaste tus zapatos - grita el sin girarse, y entonces miro abajo, dándome cuenta de que él tiene razón.
- ¡Buena suerte, Gale! - contesto en voz alta. Sé que es su último año y lamentaría ver como actuaria Katniss si lo cosecharan. Además, su familia lo necesita, y sé que tiene razón. Su nombre está allí más veces que el mío. Él hace una pausa, gira y me mira durante un momento, pero entonces sacude su cabeza y sigue su camino.
Nota: Bien esta es la primera vez que publico algo así que estoy nerviosa. Espero que mi traducción (aunque no exactamente igual en alguna que otra frase) esté bien y el texto sea fácil de entender. ¡Si les gusto dejen reviews!
