Prólogo

Era un viernes corriente de una semana corriente y Kazuha y Heiji habían decidido arreglar la pelea que habían tenido hacía un par de días yendo juntos a cenar a una hamburguesería. La discusión que tuvieron fue bastante fuerte pese a ser sobre un tema algo trivial (como suele pasar siempre), y es que ella le había pedido los apuntes a Heiji porque había estado enferma y no pudo ir a clase. Él se burló diciendo: "haber ido a clase y los tendrías… además, siempre me los pierdes". Kazuha ese día estaba algo sensible (un cúmulo de cosas: enfermedad, regla…) y le respondió que no era culpa suya estar enferma… y que además, siendo algo rencorosa por su parte, ella siempre le dejaba los apuntes y era él quien los perdía. Total, él se enojó aún más, ella no se rindió tampoco y la discusión acabó con un silencio mutuo hasta llegar a clase y no hablaron el resto del día.

Heiji se había sentido un poco mal, ya que pensaba que era culpa suya que ella hubiera reaccionado así, por lo que decidió invitarla a cenar a la hamburguesería de siempre y hablarlo. Realmente la "velada" estaba transcurriendo muy bien, no discutían (bueno, pequeñas peleas que para ellos ya era más un juego que algo serio) y hablaron mucho sobre todo, excepto, curiosamente, sobre la discusión de los apuntes, ya que, pese a que él intentó sacar el tema, ella era como si lo hubiera olvidado.

La noche siguió y, cuando acabaron de cenar, él se ofreció a acompañarla a su casa y, pese a que ella se negó al principio, así lo hizo. Durante el paseo, pasaron por un parque en el que solían jugar cuando eran niños.

- ¿Te acuerdas? Aquí es donde siempre jugábamos con los cubos y la palas. – rió Heiji.

- Sí… me acuerdo, y tu siempre me llenabas de arena… - bufó Kazuha. – oh! Mira, el columpio donde nos poníamos siempre… recuerdo que cuando nos tocaba, que siempre había cola… nosotros provocábamos más cola aún, porque nos estábamos mucho rato. – sonrió la chica.

Heiji también sonrió y, cogiendo de repente a Kazuha de la mano, fue hacía los columpios. Invitó a la chica a que se sentara en uno y él se sentó en el de al lado. Allí se quedaron un buen rato, recordando anécdotas de cuando eran pequeños y riendo.

Mientras seguían hablando, de repente el móvil de Kazuha sonó. "Ese es mi padre queriendo saber dónde estoy…" pensó resignada Kazuha, pero al ver el nombre en la pantalla se sorprendió, cómo que esa persona le llamaba a esa horas de la madrugada (y es que, entre una cosa y otra, ya eran más de las 2).

- Hola, ¿ha pasado algo? – preguntó Kazuha, respondiendo a la llamada. Heiji la miró extrañado, ¿quién sería?

- Kazuha… - la voz al otro lado de la línea hablaba entre sollozos – no me lo puedo creer, Kazuha!

- a ver, Ran, tranquilízate y respira, y cuando te veas con cuerpo, me hablas – intentó tranquilizar Kazuha a la chica. Heiji abrió los ojos de par en par, ¿Ran la llama a estas horas, y además parece que no esté bien? El chico se levantó y puso más interés en la conversación.

- Kazuha, que ya está, esto es el colmo, se acabó. ¡Se acabó! – gritó Ran al otro lado del teléfono.

- ¿se acabó? ¿El que se acabó? – Kazuha miraba a Heiji con cara de entre sorprendida, asustada y confusa. – A ver, Ran, o te explicas o no me entero.

- Que ya esta, lo nuestro se acabó ¡Shinichi y yo hemos roto! – gritó de nuevo la chica, para luego volver a caer en llanto.

- que… ¡¿Qué? – Kazuha estaba con los ojos abiertos de par en par sin acabar de entender lo que sucedía, Heiji la miraba inquieto. - ¡¿Qué Shinichi y tú habéis roto? ¿Pero qué ha pasado, Ran?

- ¿Han roto? – preguntó Heiji, también sorprendido, Kazuha asintió.

- Oye, Ran, quieres que vaya para allá… - preguntó Kazuha muy seria y preocupada por su amiga.

- ¡No! ¿Cómo voy a hacer que vengas aquí sólo por esta estupidez? ¡Da igual! – contestó Ran. La reacción de Kazuha había provocado en la chica una ligera sonrisa "qué gran amiga es", pensó.

- ¡No! Va en serio, Ran. Además, hoy es viernes, bueno, sábado ya, y esta noche teníamos que ir a Tokio por lo de las vacaciones que teníamos planeadas así que… ¡Espera! Lo de las vacaciones… ¿vas a querer ir?

- no lo sé, supongo que sí, porque, aunque no quiera ahora mismo verle, no quiero estropearos a todos las vacaciones.

- bueno… pues por la mañana cojo el primer vuelo que pueda a Tokio y no vemos allí, ¿Ok?

- Muchas gracias Kazuha, eres una gran amiga… - sonrió Ran, al menos había parado de llorar.

Hace dos meses que Shinichi ha vuelto y por fin me lo ha contado todo. Realmente ya hacía bastante tiempo que yo sospechaba que Conan y Shinichi eran la misma persona, pero siempre le concedía el beneficio de la duda ya que pensaba que si no me lo contaba era por alguna razón, y ahora sé que quería protegerme. Hubo algunas veces que sí que me hizo cambiar de opinión, cómo cuando Shinichi y Conan estaban a la vez, cuando la obra de teatro del instituto, dios… la obra de teatro, aun me sonrojo… hoy me lo ha contado, que resulta que Conan era Ai, que se ve que también se había encogido. Vaya aventuras pasa el chico… y yo aburrida en casa.

Lo que me da algo de rabia es que, si tanto quería protegerme, ¿qué pasa? ¿Que no quería proteger a Heiji, o a sus padres?… ellos sí lo sabían y yo no… Shinichi dice que ellos le descubrieron, pero yo también le descubrí unas cuantas veces y a mí no me lo confesó…yo pienso que este quería vivir en mi casa sin problemas, y claro… si yo sabía que era él, todo habría sido diferente… puuuuf, y tanto que habría sido diferente… no me habría bañado con él, ni dormido, ni abrazado, ni… dios… ¡que calor tengo! Debo estar como un tomate…

Pero bueno, realmente estoy feliz porque sé que él sólo quería protegerme, y realmente me siento protegida y querida por la persona a quien más quiero en este mundo… ¡Y él también me quiere a mí! Dios… que mal lo pase en esa cena… yo pensando que se volvería a ir cuando paso el caso… que hay que ver qué mala suerte tiene el chico, que le persiguen los asesinos y cadáveres… pensándolo bien, no sé si quiero estar con él, y si acabo asesinando a alguien… jaja… bueno… la cena… Dios esa cena, y encima estaba la misma camarera, presionándome y diciéndome que a ver si esta vez pasa lo que le pasó a la otra pareja, ¡Que se ve que eran sus padres! Pero volvió corriendo y empezó a gritar que me quería… ¡qué vergüenza pase!

Vaya… me miro en el espejo y aún me sonrojo cuando pienso en él, y eso que ya llevamos un mes saliendo… dios… ¿Quién iba a decir que al final acabaríamos juntos? Bueno… por lo que sé, todos menos yo… que cabroncetes que son todos… Aunque bueno, tengo que admitir que tenía una ligera idea de que él sentía algo por mí, sobre todo cuando pensaba que era Conan, y por lo que el niño hacía por mí, pero no acababa de estar segura. ¡Y ahora lo sé! ¡Es que ahora mismo soy la más feliz del mundo! Qué risa, ahora que lo recuerdo… cuando fui a explicárselo todo a mamá, supongo que me brillarían mucho los ojos y se notaría lo feliz que estoy, porque cuando acabo de contárselo, me coge del brazo y me dice: Ran, ¡qué te me vas volando! Y es que estoy flotando en una nube.

Bueno… hoy vamos a Tropical Land… tengo que admitir que me da algo de cosa ir… ya que allí es donde "desapareció", pero él dice que me lo debe, que me debe un día en Tropical Land y que nadie le va a cambiar de opinión… estoy nerviosa… quiero que me venga a buscar ya… y poder abrazarle y besarle… ¡AIII! Besarle… qué risa la primera vez que nos besamos… que no sabíamos ni cómo empezar… fue cuando se me declaró en el restaurante, que pienso que lo poseyeron o algo, porque era súper impulsivo, y eso que él suele ser más bien racional y tiene que pensarlo todo antes de hacerlo (es lo contrario a Heiji)… pero ese día… es como si todo lo que pasara era lo primero que se le venía a la cabeza, y después de declararse, se me echó encima y… ¡qué me vuelvo a sonrojar! Seré infantil… pero es que cada vez que me besa me bailan mariposas en el estomago y me encanta, todo lo que siento en mi cuerpo me encanta, ¡de la cabeza a los pies! Todo me tiembla y siento un cosquilleo en el cuerpo, pero es una sensación muy agradable y ¡siempre quiero más! Dios… esta no soy yo… qué me pasa…

Bueno… así que sí, hoy viernes vamos a ir a Tropical Land y me va a devolver el día que me debe… ¡DING DONG! Ya está aquí, a ver… me he puesto el vestidito naranja, que me encanta, me lo regaló mi madre cuando fuimos de compras después de que supiera lo de Shinichi, y como voy muy cómoda y me siento guapa con él, es lo mejor para donde vamos… así que… ¡allá voy!

Dios… ¡no me lo creo! Me miro al espejo y por fin me veo tal como soy… y no tengo que subirme a un taburete para verme… este pelo es mío, esta cara es mía, estos hombros son míos, este culo es mío… soy, por fin, el gran detective adolescente Shinichi Kudo… ¡he conseguido volver! Gracias… Gracias… GRACIAS… no sé a quién tengo que darle las gracias… pero ¡GRACIAS! ¡VUELVO A SER YO!

Bueno… y ahora a preparase para ir al Tropical Land… con Ran… ¿tu te crees que aun me da algo de corte salir con Ran? ¡Seré crío! NOOOO… ¡no soy un crío! :D

Así, que tras muuuuchas dificultades vuelvo a ser yo… y eso que parece que fuera ayer cuando estaba en casa de Ran, durmiendo en la habitación de su padre (¡no tendré que volver a oír sus ronquidos!), comiendo la comida que me hacía, cuidándome cuando estaba malito, yendo con Kogoro cuando había algún caso, solucionándolo con el transformador de voz… ¡eh! ¡Tampoco era tan mala vida! XD Pero no, ahora soy yo de nuevo… he luchado contra la Organización y por fin les he ganado. Sé que todos están entre rejas, y ¡gracias a mi ingenio! Bueno… al mío y al de Miyano… qué… ¿qué estará haciendo ahora? Cuando consiguió volver a la normalidad despareció de repente… bueno… ya le preguntaré al doctor.

Y pensar que al final le conté todo a Ran… y encima ella lo sabía… es que no sé mentir… y no puedo evitar que cosas de Shinichi se vieran en Conan ¿no? Me conoce desde siempre… y si no fuera que la quería proteger se lo hubiera contado desde un principio… pero no podía arriesgarme a que le pasara nada… si le hubiera pasado algo… yo… ¡pero no pasó nada!

Y también tendré que darle las gracias a Hattori. ¡Por qué se metería, el muy…! Nadie le dio vela en ese entierro… pero bueno, tengo que admitir que (¡aunque yo sea mejor detective que él!) me ayudó mucho; y le estoy muy agradecido… y realmente no sé si hubiera vuelto sin su ayuda…

Y también estaba Jodie y Akai, y bueno… todos los del FBI… también tendré que llamarles para darles las gracias… (Mira que ha pasado un mes desde que volví y aun no he hablado con nadie)… bueno… he hablado… y mucho… con Ran.

Pues vamos a Tropical Land, con la cabeza bien alta y con la mejor pareja que hubiera imaginado… quien pensaría que me correspondería… cuando le grité que la quería después de volver de solucionar el caso… ¿tenía que ser exactamente como me lo explicó mi padre? ¿por qué lo gritaría?… lo único que pensaba era que lo quería soltar ya… luego pensé que como no me correspondiera iba a hacer el ridículo… con todo el mundo mirando… ¿y sí me dijo que sí sólo porqué nos miraban? No lo creo… hombre… siendo Conan ya me lo dijo, que le gustaba Shinichi… pero… hacía mucho de eso… y ¿si se había cansado de mí por tanto esperar? ¡Pero no! ¡Ahora estamos juntos! Y eso nadie lo cambiará, así que… ¡vamos a la cita!