La verdad es que no entendía por que hacia esto. Estaba totalmente fuera de lugar. Por que una cosa era preocuparse por que un miembro del equipo se había perdido durante cinco horas seguidas. Y otra completamente distinta era pararse y anunciar descaradamente 'lo traigo a rastras aunque sea lo último que haga'. Lo entienden?

Bueno, pues para Gwendolyn Tennysón ese no era el problema.

El problema, de gran magnitud (palabras textuales de Gwen), era que el miembro mas reciente del grupo se había desaparecido de la faz de la tierra por la increíble suma de… Cinco horas!

Solo eso había bastado para ponerle a Gwen los pelos de punta.

No le hizo caso a los comentarios de Ben. Ella muy decidida e impulsada por una fuerza, que vayan a saber de donde salio, disparo carrera hacia el garaje de Kevin Ethan Levin.

Sin saber lo que encontraría.

Todo se hallaba muy normal cuando Gwen llego. El garaje se hallaba cerrado pero sin el menor rastro de agresión. Eso era lo que estaba mal para ella.

Golpeo la puerta. Luego la aporreo. No hubo caso.

Desesperada Gwen condujo su mana para lograr abrir la puerta de una forma muy peculiar.

Bueno… Peculiar para ella.

Tirandola abajo.

El camaro del 76 estaba en su lugar habitual. Pero su dueño no estaba en su lugar habitual, bajo el.

Gwen camino unos metros más y encontró una puerta trasera. Daba a una especie de vestíbulo con dos puertas. Una estaba entreabierta.

Y vacía.

La otra estaba cerrada. Gwen se acerco a esta última, pues realmente estaba preocupada. Pero toda esa innecesaria preocupación, desapareció y dio paso al miedo y la vergüenza en cuanto toco el pomo de la puerta.

Olía como el.

Almizclenio mezclado con un poco de humo de motor, y cuero nuevo. Pero no por eso menos agradable.

Giro el picaporte con mano temblorosa. La escena la sorprendió bastante.

Kevin se hallaba tirado boca arriba. Las piernas le colgaban por la parte trasera de la cama que se hallaba en el medio de la desordenada habitación. Sus manos descansaban tras su nuca levantándola levemente. Miraba fijamente el ventilador del techo. Tenía el ceño levemente fruncido. Estaba enojado.

-Kevin…-

-Por que, Gwen?- Kevin la interrumpió a mitad de frase. Ella quiso abofetearse a si mismo.

-Por que, que?- Pregunto ella. Medio atontada y todavía auto-insultándose.

-Por que entraste?- Pregunto sin apartar la vista del ventilador. Ella coloco en pose defensiva.

-Quieres que me valla?-Pregunto levemente ofendida.

-No.- Sonrió por haberle sacado una respuesta medio civilizada.

Mas confiada, se acerco a la cama de Kevin y se recostó a su lado, el le paso el brazo por los hombros, y su ceño poco a poco se fue relajando.

-Me lo quieres contar?- Pregunto Gwen con curiosidad. El se tenso a su lado. Pero luego se volvió a relajar.

-No, Gwen-Ella iba a responder pero el dijo,-Te lo contare alguna vez, es solo que no quiero hablarlo ahora.

-Puedes contármelo de una forma que te pueda ayudar?-

-Mm.… supongo que si- Dudo, pero un segundo mas tarde prosiguió.- Un familiar mío, al que no veía hace mucho tiempo, se enojo por mis actividades con ustedes. Yo le deje bien en claro que, me importaban nada sus opiniones y que seguiría haciendo lo que se me plazca la gana a mi mismo.

Gwen asintió, beso sus labios enérgicamente, y luego se paro.

-Me parece que tomaste demasiado café, calabaza- Comento, volviendo a ser el viejo Kevin. Gwen lo golpeo suavemente en la cabeza. Sin embargo ambos se rieron, en compañía del otro.

Esta vez fue el, quien le robo un beso a su-ahora-novia.

Descendió por su mandíbula hasta su cuello y de allí a su oído…

Susurrando y besando.

Es obvio suponer, que de allí no salieron en otras cinco horas