Disclaimer: No soy Jotaká (esa rubia es inconfundible), ni Warner (bebé, Grant). Inherentemente Harry Potter no me pertenece. Lástima.

Este fic participa en el Minireto #1: "Junio Colorido" del foro Un Pequeño Rincón.


EN EL SÉPTIMO PISO

...

CAPÍTULO ÚNICO | CALIENTE COMO EL MISMO INFIERNO.


Cualquiera que conociese mínimamente a Roxanne Weasley podía decir que la chica era introvertida, un completo contraste con sus demás primas, la verdad. Con su figura menuda, piernas delgadas, cintura pequeña y cara delicada Roxanne daba la impresión de ser una delicadísima muñeca de porcelana.

Claro que nadie conocía a Roxanne Weasley como lo hacía Sebastián Nott.

Las aulas en desuso de Hogwarts habían albergado muchos secretos y, en ese momento, estaban por albergar un momento revelador sobre la prima más tímida de los Weasley.

—¡Oh, Merlín bendito!

El grito escapa salvaje de la garganta de Roxanne y termina en un gemido ronco; en cualquier situación mantendría la compostura, en cualquiera que no involucrara a Sebastián Nott mordisqueando sus senos.

—Merlín, no. Sebastián, en cambio, sí.

La lengua sobre su seno derecho hace difícil el concentrarse para la morena, sobre todo si se le sumaba el hecho de la mano que se dirigía sigilosamente hacia su parte más íntima.

—No... seas idiota, Sebastián Nott—balbucea echando la cabeza hacia atrás cuando su seno izquierdo pasa a ser atendido.

—Tan solo quiero que gimas mi nombre, ¿es tan difícil?

Un jadeo escapa de sus labios cuando uno de los delgados dedos de su acompañante recorre lentamente su entrada, sin embargo es terca y no piensa ceder. Sebastián, adivinando las ideas de su novia, decide ser un poco sucio. Abandona los senos de Roxanne y, antes de que se pueda quejar, desaparece la falda escolar junto a las bragas y su lengua lame en totalidad la entrada de Roxanne para luego internarla en la misma.

—¡SANTA MIERDA!

Sí, Roxanne podía ser toda una señorita, excepto cuando caía en las manos de Sebastián. Cuando está lo suficientemente mojada Sebastián interna lentamente un dedo en ella y con su lengua estimula su clítoris.

—Joder, sí—exhala Roxanne cruzando las piernas detrás de los hombros de su novio y acercándolo más a ella.

Necesitaba de la maldita boca de Sebastián todo lo humanamente posible cerca de ella.

Sin previo aviso Sebastián interna otro dedo en ella mientras chupa su bola de nervios y eso es demasiado para Roxanne.

—¡SEBASTIÁN!

—Solo eso tenías que decir—apunta su novio y Roxanne entrevé por sus pestañas la sonrisa ladina que le obsequia antes de volver a desaparecer entre sus piernas.

Que la condenaran si el cabello azabache de Sebastián Nott entre sus muslos no era la visión más caliente que podía imaginar.

Porque sí, Roxanne Weasley era la prima que era diferente; no era pelirroja, ni era pecosa, no era gritona o demandante, ni tampoco extrovertida o carismática. No. Ella era bajita y morena, con piel oscura y ojos café; tímida y abstraída, introvertida y solitaria. Pero, cuando su piel chocaba con la de Sebastián el fuego crecía, cuando sus ojos se enredaban en los otros se teñían de deseo, cuando sus bocas se unían gritaban al unísono.

Porque sí, Roxanne era la más recatada de las Weasley, pero también era la que desataba el infierno con ella.


N° de palabras: 500.

¡Hola, hola!

Dado que escribí sobre la segunda generación en el reto anterior, en este he decidido escribir sobre la tercera;¡yei con mi lógica!

Este es el segundo intento que hago por medio escribir un lemon y quedo igual de lamentable que el otro, pero bueno; así se aprende.

Besos,

Carly Lujan.