Westward the women
Prologo:El Capataz recibió una orden inusual
California:1851
Subido a lomos de su fiel caballo, se ajusto un poco el sombrero vaquero para que el sol no pegará directamente en sus ojos. Sabía que tenía que estar en buen camino, ya que escuchaba como hombres gritaban cada vez un poco mas alto, a la vez de sonido de tierra pisada por fuertes caballos. Hizo que el caballo se girase para ver, y en efecto, los vio: unos pocos hombres manejando un grupo de caballos bastante elevado. Bajo un poco para ver mejor, aquel tenía que ser el rancho de su "amigo".
-Novatos-pensó Alfred de inmediato al ver sus métodos.
Tiro de las riendas y fue cuesta abajo para recorrer el mismo camino que los caballos. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la puerta. Ahí se encontró con el jefe del rancho, que estaba sentado, jugando con la paja, esperando al chico. Hizo que el caballo se parase cerca de una especie de tienda echa por madera y se desmontó. Espero a que el jefe terminase de poner las barras para que los caballos no se escaparan. La verdad es que para ser un lugar muy apartado, su amigo había encontrado buena tierra, fértil, y sobre todo hombres dispuestos a alejarse de la ciudad para trabajar. El hombre se acerco a el y se sentaron. Alfred no pudo reprimir una sonrisa.
-¡Alfred!-este saludo. El nombrado cogió una paja y empezó a juguetear con el- me he enterado de que ya has conducido una caravana y que te ibas a ir a Missouri a conducir otra...
-Si-solo afirmo el chico
-Pero que este te ha fallado en el último momento... ¿aceptas otro trabajo?
-Si- afirmo este. Aquello sonaba a nuevo trabajo
-Escucha- medio ordeno el hombre. Alfred dejo la paja y volvió a coger otra para jugar. Aunque estuviera jugando, el escuchaba- todo el mundo pensaba que no podría construir un rancho y mira... en tierras fértiles he conseguido...los caballos son de buena calidad, comen de lo mejor, todo detalle esta cubierto:hombres, rancho, tierra...y dije que lo haría
-¿quieres que te felicite?-pregunto Alfred interrumpiendo
-No,ya te diré cuando- negó el hombre de inmediato- solo que falta... una cosa...un detalle que se me ha escapado
¿Que podría faltar?¿no había dicho que todo estaba cubierto? La curiosidad pudo con el hombre y dejo de juguetear para saber por donde iban los tiros del supuesto nuevo trabajo, si no, ¿porque lo iba a llamar?
-Raíces que lo mantengan vivo- aquello ya no empezaba para nada a gustarle, aunque todavía el rostro de Alfred no decía lo que sentía- Mujeres...buenas mujeres,esposas para los hombres...
Lo miro atentamente. La verdad era que ninguno de los hombres del rancho, tenían familia, y aquello conllevaba a que necesitaran la dulce compañía del sexo opuesto.
-¿que tiene que ver todo eso conmigo?-pregunto Alfred, sorprendido y algo harto del juego del hombre
-Los hombres de aquí están hartos de esta vida y han reunido dinero, cien solicitantes para una buena mujer que les cuide...y todas esas cosas...-le informo, sin sorprender al chico-volver a esa vida
-A mi me gusta una vida sin mujeres-informo Alfred.
Alfred vivía solo, trabajando de ciudad en ciudad, visitando cantinas...libre. No sabía que era una vida con mujeres, y aquella su vida, le gustaba. No pensaba como los hombres, de volver a tener una mujer al lado.
-Muy bien...pero nosotros dos iremos a Chicago, conseguiré yo las mujeres y tu las guías...¡son 5,000 kilo metros que tu te conoces muy bien! Has guiado cientos de caravanas, y por una llena de mujeres hasta aquí para ti sera fácil...¡eres el hombre perfecto para esto, Alfred!-alago intentando convencerle, ya que el serio rostro de Alfred mostraba un gran desacuerdo
Alfred se levanto y antes de subirse, le dijo algo al hombre:
-Solo ahí dos cosas en esta vida que me asustan...y una de ellas son las mujeres- admintió el chico- sería como ir al infierno, no cuentes conmigo
-¿Cuanto te pago el hombre para que lo guiaras en tu último trabajo?
-Un buen dinero-dijo, ocultando la cifra exacta
-Te pago eso, y añade mil mas- dijo el hombre. Alfred era perfecto para ese trabajo, y no quería dejarlo escapar, y si para ello tenía que aumentar lo que le habían pagado anteriormente, lo haría.
-Trato echo-dijo después de un silencio. Pensó un poco- ¿Cuantos hombres querían mujer?
-Han solicitado 100 hombres
-Que sean 150-soltó el chico, sorprendiendo al jefe- si todo va bien, solo caerán 1 de cada 3
El hombre le dio una palmada en la espalda mientras que el chico se montaba. Hizo que el caballo aumentara de velocidad, ya se conocía el camino hasta el rancho del hombre.
-¡Una rubia para mi!-demando un hombre
-Yo una pelirroja!-demando otra
-Con que sepa cocinar...
-A mi no me importa mientras que sea una mujer
-Que cejas mas grandes-pensó al ver a un hombre-¿ese es chino? que cara de caballo tiene el otro... y buscan mujer...
Aunque pensará aquello de los tantos hombres, escuchaba con suma paciencia (cosa con la que normalmente poco contaba ya que la gente solía ser muy pesada en sus travesías) las demandas (algo patéticas)de los hombres. Vio como el jefe también reía de sus chistes bastante malos.
-No aseguramos de como serán ellas, tan solo que se que serán mujeres-dijo el jefe ya algo serio- me conocéis, soy hombre de palabra, y os las traeré. Tratarlas bien, con honestidad, sinceridad y sobre todo cariño, porque si no es así, que dios os ayude porque os las veréis conmigo. Cuidar bien del valle en nuestra ausencia.
-¡Adiós Roy! ¡Adiós jefe!-gritaron los hombres mientras dejaban paso a Alfred y al jefe
-Si a mi me da igual-se llego a escuchar a alguien
Ya de camino, Alfred hizo que el caballo se acercase a el,para dejar unos puntos claros. Aquel trabajo le parecía una locura, pero era una locura que le iba a dar buen dinero.
-Que quede claro que pase lo que pasé, con mujeres o sin ellas, yo recibiré mi dinero
-Claro...de eso que no te quepa la menor la duda-dijo con una sonrisa- son buenos hombres, se merecen las mujeres...
-Cuando ellas lleguen, ¿se casarán al momento?
-Si...¡si hasta tengo un sacerdote, que nos predica las palabras del señor!-rió el hombre
-Están todos locos- dijo en voz alta antes de que ambos aumentaran la velocidad
Era un trabajo curioso, llevar mujeres en el desierto, una distancia de 5,000 kilo metros, de los que seguro que mujeres caerían en el camino. Bueno...tenía que ver algo de todo en esta vida, ¿no?
Además, no sería una caravana diferente a las demás, ¿no?
¡Iepale! mi nuevo proyecto!
Ahora me explico:
Westward the women es una película del género Western que me encanta y no me he resistido a volverla hetaliana. Ya que esta ambientada en el viejo oeste, me he propuesto a usar a Alfred como protagonista. ¿os habeís fijado que no es un come hamburguesas feliz diciendo "soy el heroe"?. porque en la pelicula, el hombre es bastante duro al inicio, y por ello he cambiado la personalidad...
Las nyos! apareceran en el proximo capitulo!
¿que mujeres estan dispuestas a cruzar 5.000 kilometros con tal de tener un hombre?
espero que os haya gustado!
Aio~
