Verdades: El equilibrio y el Caos

Será una de las historias paralelas a la trilogía de historias de digimon, aquí pienso invitar personajes de otras series bajo el tema de los mundos dimensionales con el tema de fondo de la Guerra eterna entre dos entidades universales, disfruten el primer capítulo nombrado como.

Capítulo I - El Conflicto Eterno

En todas las dimensiones y todos los universos existen dos seres primordiales, que no tienen principio ni fin y viven en constante lucha todo el tiempo, ambos seres son omniscientes, omnipotentes y omnipresentes; La forma más simple para referirse a ellos es que uno representa la misma bondad, por simplicidad es conocida como Equilibrio; en cuanto su homólogo, este sólo busca la destrucción y es representante de la maldad, este malévolo ser es llamado Caos.

Cada cierto tiempo, en el multiverso se da la época conocida como Conflicto en la que Caos y Equilibrio son más activos, en un convenio que pactaron en algún momento de la existencia, cada entidad suprema debe elegir a cinco guerreros que los represente, con el propósito de que se enfrenten en batalla y así determinar el destino de la creación; este es un evento eterno que hace conocer la soberanía de los dos poderes, el momento se ha decidido y llegó la hora de un nuevo Conflicto.

En el principio y el fin, se encontraba en su totalidad un ser perverso, un Dios podría decirse; aquel Dios es una fuerza que provoca desastres en todas las dimensiones, se diría que su existencia sería un enorme error pero en la creación debe existir bien y mal, luz y sombra, ying y yang; como contra-parte a su homólogo Equilibrio, el supremo orden, el bien, debe aparecer el Caos, el cual era el nombre con el cual le identificaban muchos. Como una de las fuerzas primordiales en constante lucha con el equilibrio, cada cierto tiempo debe elegir a cinco guerreros que luchen por él, y esta vez estaba seguro de tener a los mejores, pues había sido causa y consecuencia de su existencia.

Un gigantesco castillo gótico de color rojo sangre se encontraba en un dimensión alterna, sobre una tierra reducida y escabrosa, un paisaje gris iluminado por truenos y relámpagos morados; dentro de la edificación se encontró una bruma roja que adopto la forma de un hombre cubierto por una túnica con capucha, de tono negro y blanco. El sujeto era la manifestación de Caos preparado para recibir a sus invitados, extendió ambos brazos al tiempo que se formaba un sello mágico en el suelo, de los pies del hombre salieron cinco brumas negras que lentamente tomaban forma rodeando a Caos, pensaba de quienes deberían escoger, la idea salió..

Una de las brumas tomó la forma de una bestia, un tipo de centauro pero con notables diferencias; un ser de cuatro patas con garras, justo en el torso humanoide aparecían dos alas demoníacas, sujetas a dos bocas grotescas y rugientes; la piel era negra, no tenía rostro visible, sólo una máscara que cubría hasta la nariz, la piel visible del rostro era gris mientras en la boca mostraba grandes colmillos, tenía cabellera rubia que se extendía por toda la espalda. Su primera gran elección, un señor invencible y todopoderoso, el Rey de los Vampiros y Lord de la Corrupción, GranDracmon.

La siguiente forma ya estaba clara, un monstruo de dos piernas y cuatro brazos, dos de estos los usaba para sostenerse; su cabello negro con una cabeza que tenía casco parecido a un insecto, sus dientes eran afilados como navajas, orgullosamente mostrados con la boca abierta de gran capacidad; en su espalda tenía dos cañones y una especie de velo amarillo y azul; el segundo de sus guerreros, el temible Milleniummon.

El tercero del grupo era un hombre con cabellos rubios, ojos azules y dientes de vampiro; sus vestimentas eran negras y blancas con adornos dorados, en la espalda portaba diez alas, en un lado eran cinco de demonio mientras las otras correspondían a un ángel, de su cabeza surgían graciosamente una ala negra y otra blanca; un ser de increíble maldad, tanto así que en su mundo es considerado como el mismo Diablo, su nombre es Lucemon Caos Mode.

El cuarto era un ser corrupto de armadura negra, la cual portaba ojos en las hombreras, rodillas y pecho; cabello rubio y ojos de color sangre, portaba siempre dos espadas en sus brazos del mismo color de sus ojos, era el guerrero corrupto Duskmon. El último de las brumas se torno roja para dejar ver la figura de un hombre demoníaco, sus cabellos eran plateados con dos enormes cuernos sobresaliendo de estos, dos ojos rojos con orejas puntiagudas y piel gris, tenía el torso descubierto, sus manos tenían grandes garras y en su espalda tenía cuatro pares de alas, enormes alas de murciélago su cintura era cubierta por una fracción de armadura roja con faldón púrpura, también mostraba una piedra colgada que tenía gravado una estrella de cinco puntas; finalmente sus piernas eran cubiertas por la armadura roja y tenía una enorme cola segmentada; un ser de pesadilla cuya existencia era poco probable, incluso en su mundo natal, el Mar de las Tinieblas, es Demon Ruin Mode.

Caos estaba complacido con sus cinco elecciones, dos señores demonio, el señor de los vampiros, un dios maligno y un guerrero corrupto; era suficiente, deshizo su sello mágico y con el las figuras desaparecieron, camino hasta la sala del trono y ahí menciono unas palabras en un lenguaje muerto, esto era lo necesario para que se teletransportaran los cinco terribles digimon; estaban confundidos, no entendían que hacían en ese lugar, estaban ocupados haciendo los suyo cuando de repente llegaron a esta fortaleza; para Caos era muy divertido esa parte, la cara de molestia de sus huéspedes cuando los sacaban de cualquier asunto.

- ustedes son mis huéspedes y les doy la bienvenida a mi palacio - dijo Caos extendiendo ambos brazos.

- que insolencia.. traerme a este lugar sin mi consentimiento, eso es traer la muerte a su puerta - comentó molesto GranDracmon.

- tranquilo GranDracmon, no creo que nos convenga desafiar a este hombre - dijo con suspicacia Demon, un conocido y aliado del señor de los vampiros, capaz de sentir el poder de la entidad.

- muy inteligente Demon, una manifestación del mal a partir de los datos digitales - menciono el dueño del castillo, el sabía la verdadera procedencia de ese digimon, un mal de otro mundo que logro infiltrarse por medio de los datos de la internet.

- entiendo.. así que tu origen es mucho más oscuro de lo que se aparenta - dijo Lucemon comprendiendo las palabras del misterioso hombre, usaba su natural elocuencia y vanidad, como siempre.

- creo que no quieres saber - respondió Demon.

- tu eres el Caos según puedo entender - comentó el Dios maligno que hasta el momento permanecía en silencio.

- así es Milleniummon, aunque no me sorprende que un entidad que supera el espacio-tiempo lo sepa - dijo desestimando Caos, era obvio.

Los otros se le quedaron viendo como la gran revelación, pero pronto perdió interés; aunque Duskmon no dijo nada, estaba de acuerdo con los demás que ellos eran seres minúsculos contra la presencia de Caos, se podía sentir que abarcaba toda la eternidad; Milleniummon tal vez pudiera superarlo, pero no era nada seguro, igualmente al ser una existencia eterna la destrucción no tendría sentido, la muerte para la entidad no es más que una ilusión.

- ¿Por qué nos trajiste a este lugar? - dijo Duskmon por primera vez.

- de acuerdo, lo explicaré.. en la eternidad es necesario tener un conflicto con la entidad superior Equilibrio, mi mortal enemiga; el evento es denominado "Conflicto" y abarca a todas las dimensiones del multiverso, como convenio no actuamos directamente, en su lugar convocamos a cinco guerreros que luchen por nosotros, la batalla acaba cuando uno de los dos muera a manos del bando contrario - respondió con un sencillo resumen.

Los presentes en la sala muy pronto comenzaron a planificar, a tramar, algunos en realidad nunca les importó; de cualquier manera los cinco grandes villanos aceptaron el pacto con el destructor, lucharían en la batalla contra el Equilibrio bajo otras intensiones, aunque Caos las supiera no haría nada en su contra, pues eran parte de la obra de destrucción que tenía planeado. Dieron por terminada la reunión, entonces fue cuando Lucemon caminó por los parajes desolados que acompañaban al tenebroso castillo, a su lado llego el misterioso Demon.

- no piensas preguntarme cual es mi verdadero origen - le dijo el demonio en desconcierto.

- no es de mi interés por ahora.. sólo espero ansiosamente su llegada - dijo Lucemon mientras la brisa movió sus cabellos.

- también lo esperas - menciono con una sonrisa diabólica Demon.

- esa persona es la conexión con el Creador, La Entidad Superior a todas, y su despertar será muy pronto - explicó el Señor Demonio de la Ira.

- no tienes que decir algo que ya se... te propongo un reto amistoso, ¿Estarías dispuesto? - preguntó el orgulloso mientras extendía la mano a su compañero.

Demon lo pensó un momento, pero luego ensancho la sonrisa maligna.

- acepto - eso respondió.

Era cuestión de tiempo para que las ambiciones se cumplieran, la batalla más grande estaba a punto de empezar, una que definiría el destino de la creación.


En el otro lado del tablero existía un paraíso, un hermoso palacio con fuentes deslumbrantes eran el foco de atención; dentro de este lugar rodeado por maravillas sin parar se encontraba una mujer, aquella persona caminaba tranquilamente por los pasillos de su fortaleza admirando la belleza de este, pero sabiendo que se avecinaba tiempos oscuros. Ella en realidad era una entidad que abarcaba todo el universo, consideró apropiado tomar la forma de una mujer por varias razones, pero que no eran tan importantes; se encargaba de mantener el orden en la creación, era conocido por todos como el Equilibrio, junto con Caos eran parte de los tres poderes absolutos, el tercero es el Creador y el único al que deben rendir cuentas.

La mujer de cabellos rubios, ojos azules y vestido blanco camino hasta una de sus fuentes, la fuente era cristalina, compuesta de piedras preciosas y botaba agua tan pura que sólo podía tener lugar allí; Equilibrio bajo su mano hasta el líquido, cuando hizo contacto el lugar resplandeció con una luz dorada y del agua comenzó a tomar la forma de cinco jóvenes, uno de ellos era acompañado por un ser, un digimon sin más recuerda. El agua se alejo y dio lugar a cinco guerreros confundidos, pues obviamente si fueran arrebatados de sus hogares sin ninguna advertencia.

- son cuatro jóvenes y un adulto de edad, les doy la bienvenida a mi palacio héroes de la justicia - dijo la misteriosa mujer.

- ¿Qué pasa?¿Qué hago aquí y quiénes son todos ellos? - preguntó molesto uno de ellos, aquel tenía cabellos plateados y unas graciosas orejas de perro sobre su cabeza; tenía vestimenta roja y ojos amarillos, además cargaba con una espada guardada en su funda.

- parece que alguien aquí esta de muy mal humor - comentó divertidamente un hombre con los trajes más extravagantes, era obvio que se trataba de un Mago.

- Tal vez deberías responder la pregunta - dijo calmadamente otro joven a la mujer, de cabello y ojos negros; uno de los del grupo se le quedo viendo como si le fuera familiar, el muchacho se percató y dirigió la mirada al muchacho de no más de su edad, pero este sólo desvió la mirada apenado.

- resulta que los he convocado para que me ayuden en la lucha contra mi hermano Caos - explicó la anfitriona.

- ¿y Por qué nosotros? - volvió a decir el joven de cabello plateado.

- los he seleccionado por sus habilidades y poderes, si no son ustedes no serían nadie más.. mi hermano también ha convocado a sus guerreros, enemigos que quizás algunos conozcan - respondió la dama.

El Mago miró a uno de los jóvenes que tenía la mirada fija en el piso, podía leer en sus labios, por favor.. que no sea él; le miraba con lástima mientras que su compañero, un pequeño animal, le consolaba; sabía a que desgracias tenía que enfrentarse, pues el Mago estaba enterado de toda la situación, pues era habilidoso a la hora de viajes entre las dimensiones.

- supongo que eres Equilibrio - dijo el Mago señalando a la mujer.

- así es - respondió ella.

- ¿Equilibrio? - dijo otro de los muchachos, llevaba puesto ropa especial usada cuando están desenterrando algo importante, habitual vestimenta en la salida de campo de un arqueólogo.

- Soy una entidad que gobierna el universo, llevó el Orden a cada dimensión mientras mi hermano intenta destruir todo - explicó Equilibrio.

- entonces eres una Diosa - dijo el muchacho de pelo negro.

- se podría decir -

- ¿entonces tenemos que pelear contra un Dios retorcido? - preguntó el pequeño animal, tenía pelo morado y dos pequeñas alas en la espalda.

- si.. al final tendrán que enfrentarse a mi hermano, si no lo hacen toda la realidad se vería en problemas - advirtió Equilibrio.

Todos se sumieron en sus pensamientos, paso unos minutos pero luego todos aceptaron la misión que les había impuesto la diosa, si se trataba de proteger sus hogares y seres queridos, entonces harían cualquier cosa para salvaguardar las cosas que aman. La mujer les sonrió amablemente.

- muchas gracias, siganme que les tengo un banquete preparado en su honor... deben descansar esta noche ya que mañana empezaran las batallas - dijo Equilibrio alegre.

Los muchachos con hambre decidieron seguirla, caminaban juntos pero todos no decían ninguna palabra.

- somos los héroes que derrotaran a Caos, no es emocionante - dijo el muchacho peliplateado, algo para aligerar la tensión en el aire.

- así es, ¿Cuál es tu nombre? - dijo el Mago.

- soy Inuyasha, un hombre mitad demonio - respondió orgulloso de ser quien era - y el tuyo -

- soy Clow Reed, un Mago - dijo este - y el resto, díganos sus nombres -

- pues mi nombre es Shaoran, yo viajo entre distintos mundos para recuperar algo importante - dijo uno de ellos.

- mi nombre es Koichi, yo peleé en otro mundo para poder salvarlo de un ser perverso - habló el muchacho de pelo negro.

- y bueno.. mi nombre es Takato.. y él se llama Dorumon.. es mi compañero - dijo el último un poco nervioso.

- ¿Ese es un digimon? - preguntó Koichi recibiendo como respuesta una afirmativa de Takato.

- te conozco de algún lado, me pareces familiar - dijo Takato.

- no lo creo, tal vez a mi hermano Kouji - respondió Koichi, el tamer pareció entenderlo y no menciono otra palabra respecto al tema.

- y Takato.. ¿Qué hiciste en tu mundo? - preguntó curioso Inuyasha.

- pues.. el mundo que protegemos fue invadido hace unas pocas semanas por un grupo de digimon llamados los Siete Señores Demonio.. Luce.. - se le atoraron las palabras en la boca, sólo pudo mirar al piso y sostener sus puños con frustración e impotencia.

Muchos no entendían el repentino apagón en la actitud del muchacho a excepción de tres personas, Clow, Dorumon y Koichi, no alcanzó a decir su nombre pero sabía que iba a mencionar a Lucemon, ese digimon perverso que intento acabar con el DigiMundo y el Mundo Humano.

- tranquilo.. ese digimon es malo, lo se.. pero lo pudimos vencer, tu también puedes - dijo Koichi mientras intentaba subirle el estado de animo al tamer.

Dejaron de hablar cuando llegaron al comedor del palacio, quedando anonadados por la belleza del lugar y más aun por lo que estaba servido en la mesa.

- provecho - dijo la diosa.

Todos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer, veían un poco asqueados la forma de comer de Inuyasha mientras el les lanzaba una mirada ponzoñosa "¿qué miran?", Takato pudo reír cuando esa mirada le recordó a Zhuqiamon y su habitual malgenio; el resto del tiempo transcurrió entre risas y chistes mientras se conocían mejor, el Mago tomó apreció a todos de inmediato pero puso su ojo sobre el tamer ya que esta lucha pondría realmente a prueba la mente del muchacho, podía sentir desde aquí a los cinco guerreros malignos, todos de gran poder.

- estoy lleno - dijo contento Inuyasha mientras frotaba su panza.

- también estoy satisfecho - dijo Takato - vamos Dorumon - y fue directo a su habitación con alguna de las indicaciones de Equilibrio.

- él podría hablar más con nosotros - habló Shaoran.

- será mejor que lo dejen.. seguramente tiene cosas que pensar - dijo Clow mientras tomaba su bebida alcohólica.

- bien.. estoy cansado.. será mejor irnos a dormir y prepararnos para mañana - dijo Koichi estirando sus dos brazos hacía arriba.

Todos estuvieron de acuerdo y se marcharon a sus habitaciones con las indicaciones de la dama, mañana sería un día muy pensado sin dudarlo; en los pasillos estaban solos Inuyasha y el Mago, el joven quería preguntar algo con respecto a un tema que lo molestaba desde que se conocieron.

- oye.. tu sabes más de lo que aparentas - dijo el peliplateado.

- pues si.. ¿Qué quieres saber exactamente? - respondió el Mago.

- sobre Takato.. parece que le conoces.. ¿sabes algo de los Siete Señores Demonio? - aunque no siempre lo demostrará, Inuyasha era como una especie de hermano mayor que se preocupaba por sus amigos.

- prácticamente es uno de los Siete, Lucemon es un terrible enemigo; en su mundo hay una profecía de tres humanos elegidos por los Dioses que decidirán el destino del universo... Takato es uno de ellos y ese enemigo esta muy interesado en él... es como una de esas situaciones del némesis y que el villano hará cualquier cosa para hacer tu vida miserable - explicó el Mago.

- ya veo - dijo Inuyasha.

- ¿Crees qué Caos lo halla traído? - preguntó.

- eso es seguro - respondió Clow.

Los dos se separaron debido a la ubicación de sus habitaciones, cada uno con sus propios pensamientos, igualmente lo ocurrido hoy serviría en el campo de batalla cuando ya toque enfrentarse al enemigo, se apoyaran unos a otros, porque es la única forma de ganar; Takato ya se encontraba recostado en su cama asignada, extrañamente su brazalete se convirtió de nuevo en un D-Ark, era muy parecido al anterior con la única diferencia en que ya no tenía el rojo adornándolo le remplazaba un morado claro, se preguntaba si era acaso porque Dorumon lo acompañaba y no Guilmon, pensó con una sonrisa si pudiera digi-evolucionar junto con él para llegar a ser Alphamon, una idea agradable que lo logró distraer un momento.

- me preguntó.. ¿Qué pasará si él esta ahí? - dijo serio, volteo la mirada para ver a su compañero ya dormido en sus pies.

- ¿Qué haré cuando lo vea?.. Lucemon - y con ese pensamiento cerro los ojos en la espera del día de mañana, necesitaría todas sus fuerzas para sobrellevar el conflicto que parecía no tener fin.


Fin del Capítulo I - Espero que les haya gustado este capítulo introductorio, más o menos estos acontecimientos se sitúan dos semanas después de la invasión de Lucemon en Shinjuku, pueden llamarlo un especial posicionado entre las historias "La Verdad sobre la Creación" y "La Verdad Sobre el Traidor". Espero que dejen comentarios mientras esperan el siguiente capítulo:

Capítulo II - Los Cinco Sellos