Disclaimer: Si todo esto fuese mío, yo no estaría estudiando para sacar el curso, sino dando la vuelta al mundo con Sirius.
1. Devil in disguise (James), 1974
Mi tía abuela Josephine siempre me decía que los pelirrojos eran hijos del demonio, y yo me asustaba por su culpa. Decía que las pecas eran las marcas de los pecados, que quedaban grabados a fuego en la piel y delataban al pecador ante Dios cuando moría, porque Dios no podía estar siempre pendiente de todo por muy omnipotente que fuera y era un personaje muy atareado. Claro que a mi tía abuela Josephine la acabaron ingresando en San Mungo por hablarle al palo de su escoba y predicar desnuda en medio del Callejón Diagon, así que tampoco es una fuente muy fiable de conocimiento.
Sin embargo, en algo sí que tenía razón, y es que el color rojo me atormenta. Es el signo representativo de una personita que es capaz de aguarme la fiesta en cualquier caso. Lily Evans se llama. Y da igual que estemos molestando a Snape y su tropa de asquerosos slytherins o poniéndole bombas fétidas sorpresa a Filch detrás de una estatua, porque la diminuta Evans aparece y nos echa la bronca.
No le importa que Sirius y yo le saquemos una cabeza (Remus también, pero él no cuenta porque como se caen bien no la intimida) ni que seamos dos veces ella a lo ancho, porque es igual de buena que nosotros con la varita y, aunque nunca ha llegado a ese extremo, todos sabemos que es cuestión de cabrearla bastante el que un día la saque y la use para defenderse. Por otro lado… nosotros jamás le haríamos daño. Aunque ya ha sido víctima de nuestras bromas alguna que otra vez.
- ¡Potter!
Por ejemplo ahora.
Me giro en mi sillón para ver el resultado de nuestra última genialidad. Quizás el llevar el pelo así unos días la enseñe a no meterse donde no la llaman.
O quizás me salga el tiro por la culata a mí.
Trago saliva. Evans ha optado por no perder tiempo nada más mirarse al espejo y ha bajado a la sala común con el pelo empapado, teñido, y su cuerpecito envuelto en una enorme toalla blanca. Tiene los hombros perlados de gotitas de agua azulada todavía y todo el mundo la está mirando. De hecho, hay unos chavales de séptimo en particular que la miran demasiado. Gruño. Malditos pedófilos indecentes… ¡Que sólo tiene trece años!
Evans se planta ante mí con cara de furia y me lanza otra toalla que, en principio, seguramente fue blanca, a juego con la que la cubre a ella, pero que ahora es de color azul eléctrico, como su pelo.
- ¡Maldito imbécil! ¿Qué me has hecho?
- Hey Evans, eso no es justo. ¿Por qué presupones que ha sido él? – interviene Sirius, muy poco prudentemente a mi parecer, con un tono inocente tan falso que hasta Voldemort lanzando serpentinas habría resultado más creíble.
- ¡Black, cállate antes de que te haga perder todas las formas posibles de usar la varita!
Ahí Sirius ya opta por coserse la boca y no volver a intervenir para ayudarme. Es un decir, claro, porque ahora lo único que me ha dejado es una ex pelirroja con mucho peor humor.
- ¡Estoy esperando tu mejor explicación antes de ir a buscar a McGonagall, Potter! – me recuerda ella.
- Evans, no sé de qué me estás hablando, de verdad.
Eso ha sonado todavía menos real que lo de Padfoot. Estoy perdiendo facultades.
Ella suelta una especie de grito de frustración y se marcha de nuevo a su cuarto. Todos en la sala esperamos conteniendo la respiración, pero Evans no vuelve varita en mano lanzándome maldiciones, así que tomamos aire al cabo de unos segundos, tras oír el portazo.
Tiene un genio de mil demonios. Pobre del que se case con ella, que no dormirá tranquilo ni un solo día si discuten. Yo no lo haría, tendría miedo de que me ahogase con la almohada mientras tanto. Luego la ves en clase y parece un angelito dulce y educado, pero en realidad es el Diablo bien vestido, lo que pasa es que nadie se da cuenta.
Sí, bien vestido, porque con ese cuerpo de piel nacarada y ojos esmeralda, con esas piernas que acaba de enseñar a todos sus compañeros en su inesperado ataque de exhibicionismo y las pecas perdiéndose allí donde ya estaba tapada, es imposible decir que el disfraz sea malo. El Diablo me tienta.
Sólo soy un crío, pero necesito una ducha fría.
Remus, Sirius y Peter me lanzan una mirada burlona cuando me marcho a nuestro cuarto.
¡Buenas! Hacía eones que no me pasaba por , pero el día tenía que llegar. Soy un animal de costumbres. Y aquí estoy, con un nuevo Lily/James entre manos, basado en la tabla de canciones de Elvis Presley de 10instantes. La verdad es que me gustó mucho la idea y por eso empecé. la pregunta es si sabré terminarlo... y si tendré tiempo. 2º de bachillerato es un asco, u.u
En fin, que espero que esta primera viñeta os haya gustado. Y, aunque no, podéis dejarme un review :)
Un beso a todos y feliz 2oo9!
Kira
