Disclamer: Todo de la Rowling, creo que ya lo sabes.
Luna
(Dos pasos adelantes, uno al costado. Él tiene dos pies izquierdos, ella da delicados giros).
Se movía a pasos torpes. Ella, en cambio, con pasos elegantes y agraciados
Temía pisarla, temía herirla, romper esas preciosas sandalias color plata que cubrían sus pies bien arreglados. Temía hacer el ridículo, una vez más. Como siempre lo hago, se recordó a sí mismo con pesadez. Ahora, simplemente giraba y daba vueltas al compás de la música, tratando de guiar a su pareja pero sin poder hacerlo del todo.
Sólo recordaba las palabras de Hermione invítala a bailar, su sonrisa confiada y su tono esperanzado, animándolo con los ojos. Y Neville lo hizo, con miedo (sí, demasiado) pero lo hizo. Se le trabaron las palabras y derramó el ponche que estaba bebiendo la chica (por suerte, mucha, no manchó su vestido), pero le había preguntado y con el pecho subiendo y bajando agitadamente del miedo, esperó su respuesta.
Ella había sonreído, Neville había pensado que era aún más bonita. Con el cabello rubio y los ojos brillantes por el alcohol, parecían tan atrayentes como la luna llena que observaba con tristeza al pensar en sus padres.
—Clago, vamos.
No cabía en el pecho de la emoción. Le había dicho que sí, a él, que nunca hacía tenido nada con una chica. Le había sonreído, a él, mostrando su dentadura perfectamente blanca. Neville sabía que ella tenía sangre veela, pero si lo estaba hechizando y el estar hechizado se sentía así de bien, pues caería en sus redes sin pensarlo dos veces.
Levantaba el brazo y la hacía girar, cambiaba de manos, la alzaba en el aire. Con cuidado y delicadeza, como se lo merecía.
Pero entonces... Auch. Y lo siento, lo siento, ¡lo siento! Las manos le sudaron y temió haberlo arruinado, porque lo estaba pasando bien con la chica (sobre todo cuando se le acercaba al oído y, con una risita, le susurraba palabras en francés; pegándose un poco más a su cuerpo). Sin embargo, ella tranquilamente le había dicho no hay problema, no duele tanto y se sintió aliviado.
—Ne-neville, soy Neville, amigo de la familia.
—Gabgielle, hermana de la novia. Y, ya que ahora somos Weasley, tendremos que correlacionar un poco.
Ella tomando la iniciativa, a Neville no le importaba. Sólo disfrutaba el tacto suave de sus manos, la dulzura de su voz y el ánimo con el cual se desenvolvía.
—Yo no tengo problemas.
