Disclaimer: J. K. Rowling no responde a mis cartas pidiéndole la adquisición de derechos de Harry Potter. Por tanto, y hasta nueva orden, nada de esto me pertenece.

Esta historia participa en la miniprueba "Familiares" del Torneo de los Tres Magos del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Casa: Beauxbatons

Familiar: Gabrielle Delacour

Palabras: 249

N/A: Tengamos en cuenta que Gabrielle tiene en este momento ocho años. No se le puede pedir a la chiquilla que tenga pensamientos muy maduros xD


Fleur enreda sus suaves dedos en mi pelo y entrelaza los mechones rubios con delicadeza. Se inclina para darme un beso en la mejilla y sigue trenzándome el cabello, como hacía cuando yo tenía cinco años y despertaba llorando en mitad de una pesadilla, temblando entre las angulosas sombras de mi cuarto. Siempre me tranquilizaba que me peinara. Hoy es ella la que tiene miedo.

La contemplo proyectada en el reflejo de la ventana. Es preciosa. Mamá lo dice todos los días. "Es como un hada", repite constantemente. "Como un copo de nieve y luz". Y en ese momento, pienso que mi hermana sí es verdaderamente hermosa.

Tiene la piel de pétalos de azucenas, los ojos hechos de lágrimas de zafiro y el pelo como hebras de sol.

Me mira a través del reflejo, y sonríe. Hay temor en sus labios, y sus pupilas vibran de anticipación.

Pienso en nosotras. En ella.

Fleur tumbada a mi lado en nuestros jardines de Francia, cubriéndome de gardenias y leyendo en voz alta. Fleur probándome sedosos vestidos y caras joyas. Fleur creando juegos de luz y colores para entretenerme cuando papá y mamá están reunidos y no tienen tiempo para mí. Fleur persiguiéndome descalza por los pasillos, riendo, atrapándome junto a las cocinas, ayudándome a robar galletas.

Trenzándome el pelo mientras me cuenta un cuento para ahuyentar a las pesadillas.

Fleur, alocada.

Fleur, eterna.

Fleur, perdida.

Fleur, viva.

Le devuelvo la mirada en la ventana.

Y de pronto, yo también tengo miedo.