Capitulo 1: Serena
Es la historia de Serena Tsukino, aquella hermosa chica de diecisiete años, cabello rubio largo, ojos azul celeste y esbelta figura, vivía con sus padres y cursaba el último año de preparatoria. Siendo una estudiante de notas muy regulares, pasaba los días entre divertidos videojuegos y mucho dulce; era prácticamente adicta a ellos. Sin tener una idea de lo mucho que su vida cambiaria ese día, salió como siempre lo hacía, muy tarde.
-¡adiós mama, nos vemos en la tarde!
-¡que te vaya bien el examen de hoy hija!—exclamo desde la cocina su madre.
Aquella era su dulce y hermosa madre, era Ikuko de Tsukino. Alta, de cabello negro largo, ojos oscuros y una muy buena y conservada figura, era implacable con Serena cuando sacaba malas calificaciones. Después de haberle entregado el almuerzo a su despistada hija y despedirla con una sonrisa, siguió haciendo lo que hacia todos los días, ocuparse de la labores de la casa.
Mientras tanto Serena iba tan aprisa que no vio a un gato que se le atravesó en el camino. Dejándolo de lado y sin saber lo mucho que representaría en su vida desde ese día en adelante, corría a toda velocidad para no quedarse por fuera del salón.
Llego a la preparatoria Jyuban como todos los días, muy tarde. Fue por eso que la dejaron en el pasillo como castigo por su impuntualidad, cosa a la que ella ya estaba más que acostumbrada.
-es el colmo ¿Cómo se atreven a castigar a una chica tan linda como yo?
Luego de un estresante día de castigo y clases, presento el examen. Cosa que no le favorecería en nada.
-¡señorita Tsukino! Aun no es hora del almuerzo. Después no se esté quejando de sus malas calificaciones.
-sí, si señorita Mónica—dijo sin prestarle mucha atención—como usted diga.
Aquella alta y bella mujer, era su profesora, la señorita Mónica. Siendo su docente de ingles y una bastante dura, era muy buena maestra. Serena siempre decía que su profesora era muy estricta con ella pero la verdad, era que Serena no se aplicaba lo suficiente.
-¿otra vez con lo mismo Serena? sabes que no puedes comer antes de la hora.
-lo se Molly pero es que, esta mañana salí muy temprano de mi casa y no alcance a comer nada—cara de drama—tenía mucha hambre.
-¿y cómo les fue en el examen hermosas señoritas?
-ah…hola Kelvin—saludo sin mucho ánimo Molly.
Molly era una de las mejores amigas de Serena en la clase, siendo esta una muy dulce y muy amable, también era muy bella. De cabello corto rojo, ojos oscuros y bella sonrisa, era una niña de buena familia. Su madre era la importante dueña de una prestigiosa joyería.
El otro era Kelvin, el siendo el típico chico aplicado de la clase, le coqueteaba a Serena porque según el…estaba enamorado de ella. De estatura promedio, grandes lentes y cabello corto castaño, era muy irritante a veces. Lo que ni él ni nadie sabía era con quien terminaría.
-esta vez no me he matado en los exámenes ¡fue pan comido!
-ya déjanos tranquilas ¿quieres Kelvin? No tienes que venir a presumirnos tus notas.
-si necesitan ayuda—le guiño un ojo a Serena y empezó a alejarse—con mucho gusto les ayudo, en especial a usted señorita Serena.
-gracias Kelvin…-le sonrió con gracia al ver a su amiga hacer coraje—lo tendremos en cuenta—luego miro a Molly que estaba molesta—tú ya sabes cómo es Molly, no le prestes atención.
-me pone nerviosa que el tonto de Kelvin, me pueda superar ¡es un tonto!
-sí, si amiga—rio con gusto—lo sé.
Ya a la hora del almuerzo y estando en el jardín de la escuela, algunos platicaban mientras comían.
-oigan ¿sabían que robaron otra joyería anoche?
-no es de extrañar—contesto otra de las lindas compañeras—las joyas son hermosas ¿Quién no quería robar una?
-sí, si robaron la joyería pero "sailor V"—exclamo Kelvin con exagerada emoción—los atrapo.
-¿qué?
-sí, "sailor V" ¿Cómo es posible que no lo sepan? Es la sailor justiciera. Uniformada y de cabello largo y rubio, es hermosa. Todo el mundo habla de ella.
-oye Molly—dijo a su lado Serena—es cierto, tus padres son dueños de una hermosa joyería. A mí me gustan mucho los rubíes pero ni modo—con cara de tristeza—son muy caros.
-sí, pero también tenemos ofertas y cosas al alcance de nuestros bolsillos ¿les gustaría venir hoy a ver nuestras nuevas colecciones?
-¡sí!
Aquellas entusiasmadas chicas, fueron a la joyería de los papas de Molly después de las clases. Lo que ni ellas ni nadie sabía hasta ese momento, era que ese lugar como algunos otros por esos días, estaban bajo el dominio de una oscura y maléfica fuerza. Inocentes de lo que en verdad pasaba, vieron con asombro aquellas hermosas joyas. La madre de Molly al igual que lo era ella, era muy hermosa y amable. Elegantemente vestida y con una gran sonrisa, les mostro sus joyas más representativas.
-aquí tenemos el rubí de cincuenta millones. Al lado, un diamante amarillo, ese no lo podemos rebajar porque…
-qué raro—le dijo Molly en susurros a Serena—mi mama nunca ha sido muy buena vendedora ¿qué le pasara?
-a saber—dijo riendo— ¿si no sabes tú que eres su hija…yo qué?
-algo muy raro está pasando a aquí.
Serena al igual que las demás, recorrieron toda la joyería en busca de algo que pudieran costear. Triste porque no le quedaba mucho de su último sueldo, sabía que no le podía pedir lo que le hacía falta para comprar el lindo anillo que veía a sus papas porque como siempre, había sacado una nota pésima. Despidiéndose de su amiga salió del lugar y con el examen en la mano, suspiro con pesar.
Viendo la nota por última vez y arrugando la hoja, lo tiro por sobre su cabeza.
-¡hey! ¡Fíjate!
-eh, disculpe. Yo no quería…
Serena se giro preocupada para ver a quien había golpeado con su examen y se lo encontró. Viendo de arriba abajo como vestía de smoking, se le hizo muy raro. Esa era la primera vez que lo veía en smoking y ya estaba cansada de sus bromas pesadas.
-ten más cuidado con lo que lanzas. Me golpeaste en la cara con—abrió la hoja y vio la nota, luego sonrió —hmmm ¿sacaste seis de veinte? ¿Qué clase de estudiante eres cabeza de chorlito?
-en primera—se le acerco ahora molesta—no me llamo cabeza de chorlito…-lo vio de arriba a abajo de nuevo—antipático. Y en segunda, si soy buena o mala estudiante… es mi problema, no el tuyo. Ahora—se giro para irse con la hoja en la mano—me voy. Disculpa de nuevo por pegarte porque no era mi intención pero contigo, no hay caso.
-oye, oye—fue con ella y la tomo un brazo— ¿sabes? Yo te puedo enseñar cabeza de chorlito. Podrías venir a mi casa y…
-si claro—lo miro y le sonrió divertida—me imagino. Adiós antipático, nos vemos después.
Esa era una escena acostumbrada entre los dos, insultos y mucha tensión. Aquel chico que hacía temblar de emoción a Serena cada que lo veía, era Darien Chiba. Estudiante de primer año de medicina y siendo muy, muy guapo, le hacía hacer mucho coraje algunas veces. El, alto, de cabello corto negro y sedoso, ojos azul zafiro y porte muy elegante, ocultaba un secreto. Un secreto que sin saberlo, lo unió y lo uniría a ella para siempre.
-esa cabeza de chorlito—dijo para sí mismo riendo mientras ella se alejaba molesta—vaya que esta buena, pero en fin…-vio con seriedad la joyería—está esta mas grande que la anterior. Tal vez aquí si encuentre—se quito los lentes—el cristal de plata. Necesito encontrarlo lo más pronto posible.
Serena aun no admitía que le fascinaba Darien, le costaba mucho trabajo aceptarlo porque él con sus actitudes, hacia que quisiera golpearlo cada que le hablaba. Cuando lo veía su corazón y su cuerpo temblaban de emoción pero cuando hablaba, le provocaba matarlo. Ella, inocente de que el solo lo hacía por eso, por verla enojada y reírse (era la única que lo hacía reír así) se enojaba y mucho por los comentarios que él hacía.
Para des estresarse un poco de aquel día tan difícil, fue a "The Crown" aquel lugar de videojuegos y postres, era su preferido. No solo lo era porque estaba su juego preferido y el que estaba de moda por toda la ciudad "sailor V" lo era también por quien lo atendía.
-¡hey Serena! ¿No vas a casa después de clase?
-hola Andrew—rio muy alegre cuando entro— ¿como estas?
-bien, aquí trabajando y ensayando el nuevo juego que salió de "sailor V" ¿quieres jugarlo?
-¡sí!—se sentó con emoción en una de las maquinas— ¿está muy difícil?
-oh si—sonrió—si eres lenta, perderás enseguida.
Aquel amable y atractivo muchacho, era el mejor amigo de Darien y trabajaba a medio tiempo en ese lugar. Rubio, de ojos verdes y encantadora sonrisa, Andrew Furuhata era muy amable. A Serena le caía muy bien, le parecía muy atractivo y confundía su amabilidad y decencia, con otra cosa.
Estaba jugando y muy concentrada en no perder cuando de repente, la encantadora voz de Andrew la distrajo por un momento. Lo que hizo que perdiera inmediatamente.
-ya perdí Andrew y todo por tu culpa ¿qué era lo que decías?
-lo siento Serena pero es que—señalo—ese gato ha estado rondando por aquí desde hace varios días. Me pregunto si será de alguien ¿será un gato perdido?
-oye no—se levanto de la silla—olvida eso. Lo importante aquí es ¿Cómo entro?
-ni la menor idea—la miro y le sonrió.
-es muy lindo y muy raro también—se agacho a su altura para verlo mejor—mira, tiene una media luna grabada en la frente. Es muy raro ¿no crees?
-un poco sí, creo que tienes razón.
-como sea…-tomo su maleta y fue a la puerta—creo que ahora me iré a casa ¡nos vemos después Andrew! ¡Gracias por explicarme!
-¡de nada!
Dejando de lado la particular luna en la frente del gato, salió de "The Crown" para su casa. Más relajada y caminando a buen ritmo, no se fijo que el gato la seguía.
Después de recibir un súper regaño de su mama por haberse tirado el examen y ser castigada, se fue a su habitación para encerrarse; oh pero no sin antes, escuchar las burlas de su hermano menor. Aquel era Sammy, de doce años y muy precoz, le provocaba muchas veces estrellarlo contra la pared.
-¿otra vez castigada genio?
-¡cállate Sammy! ¡Metete en tus asuntos!
-burra, burra…-cantaba tras la puerta—eres una burra….
-ese cretino de Sammy—apretó un puño de la ira sobre su cama— ¿por qué se tiene que burlar de mi? el estudio es difícil.
-¡oye cabeza de alcornoque! ¡Me hubiera gustado tener una hermana un poco más inteligente que tú!
-¡cállate de una buena vez si no quieres que salga y te patee el trasero!
-ok, ok—respondió asustado y alejándose de la puerta—ya entendí.
Serena era de temperamento tranquilo, era muy sonriente y amable pero cuando la hacían enojar, era realmente peligrosa. Dueña de una considerable fuerza y agilidad, se tumbo en la cama sin darse cuenta que aquel misterioso gato la veía.
Quedándose dormida muy pronto, no tenía idea de lo que pasaba muy cerca de ella. Entre sus sueños de videojuegos y la bella sonrisa de Andrew, ignoraba por completo que la madre de su amiga y su negocio, estaban poseídas por una gran maldad.
Unas horas después una extraña voz la despertó.
-despierta Serena. Aunque aun este enojada contigo por llamarme rara, necesito hablarte.
-¡¿qué?! –Se arrincono en la cama y llena de miedo—tu…tu… ¿tu estas hablándome?
-sí, soy Luna y he estado buscándote Serena.
-un gato que….un gato que habla—decía sin salir del asombro.
-estoy muy contenta porque al fin te he encontrado. Esta búsqueda me llevo mucho tiempo y ha sido muy difícil Serena.
-estoy soñando—sonrió y se acostó en la cama—sí, eso es. Aun sigo soñando y solo necesito dormir un poco más.
-¡levántate Serena! ¡Esto no es un sueño!
Aquella linda gata de negro pelaje, era Luna. Despertando a Serena de un arañazo en la cara, le explico quien era ella y cuál era su misión. Le conto que los ataques en Tokio se habían multiplicado y que eran tan misteriosos y complicados que ni la policía los podía resolver. Explicándole que ella era una guerrera proveniente de la luna, saco un broche y lo puso sobre su cama.
-… es un regalo para ti Serena.
-es un broche muy lindo—lo tomo en ambas manos y lo detallo con asombro— ¿de verdad me lo das?
-sí. Tu misión Serena de hoy en adelante es acabar con los enemigos y reunir a las demás sailor scouts. Pero más importante que eso, es encontrar a la princesa y además…
-¡oye Luna!—exclamo con asombro después de ponerse el broche sobre la blusa— ¡el broche brilla! ¿Qué le pasa?
-¡claro que esta brillando! ¿Qué esperabas?—se le acerco mas y levanto una de sus patas—ahora di conmigo: "¡por el poder del prisma lunar!…. ¡transformación!"
-está bien—levanto su mano— ¡por el poder del prisma lunar….! ¡Transformación!
En ese momento el pequeño broche dorado de lindos cristales coloridos, brillo y dejo salir todo su poder. Dándole una hermosa y sexy apariencia, aun no lo podía creer. De body blanco pegado al torso, moño rojo y grande en el pecho, falda corta, muy corta azul rey y largas botas de tacón rojas con media luna, completaba su singular atuendo con guantes blancos y las mismas connotaciones que tenía todo el traje. Sin duda le hacía honor a su nombre, el cual Luna estaba a punto de revelarle.
-¡¿qué fue lo que me paso?! ¡¿Quién demonios soy?!
-eres una sailor scout que lucha por el amor y la justicia. Eres ¡sailor moon!
-¡¿sailor qué?!—Pregunto con gran sorpresa frente al espejo— ¡¿de qué carajos me estás hablando Luna?!
-ahora no hay tiempo para responder preguntas ni nada de eso—fue hacia la ventana—tu amiga Molly está en peligro. La energía maligna se ha apoderado de ese lugar y de su dueña ¡apresúrate! ¡No hay tiempo que perder!
-al demonio todo esto—tomo un pequeño y colorido antifaz que tenía en su armario—vámonos. No puedo dejar que nada malo le pase a mi amiga.
Serena estaba más que asustada, estaba preocupada. De la noche a la mañana se entero de que era una antigua guerrera y no sabía cómo manejar esa situación. No solo debía buscar a unas no sé quien guerreras para que pelearan junto a ella una guerra que no quería pelear, sino que debía buscar a una tal princesa perdida con una gata que hablaba; era una chica inteligente y relajada pero eso, iba mucho más allá de lo que podía aceptar. Mientras corría por la oscura y tenebrosa noche junto a Luna, pensaba en muchas cosas.
Pronto llego a la joyería en donde Molly, estaba siendo atacada por la villana que había estado robando la energía de las personas a través de las joyas que habían vendido.
-¡Molly! ¡¿Qué demonios es eso que está atacando a Molly Luna?! ¡¿Qué es?!
-¿ahora si me crees?
Mientras que Molly gritaba…
-¡ayuda! ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Mi madre quiere matarme!
-¡no soy tu madre niña!—le grito la demonio mientras la tomaba por el cuello— ¡tu madre se está muriendo en el sótano!
Mientras Molly era atacada por la demonio y Serena saltaba hacia ellas con mucha preocupación, alguien más estaba muy ocupado analizando los cristales. Un extraño caballero de antifaz y sombrero de copa, buscaba sin descanso entre las joyas. Pero, al escuchar el grito de Serena, no pudo evitar girarse para mirar de donde y de quien provenía esa voz que se le hacía tan familiar.
-¡vieja bruja maldita!—salto Serena hacia donde ellas estaban— ¡deja en paz a Molly! ¡Suéltala!
-¡¿Quién demonios eres tú?!—grito la demonia y soltó a Molly que cayó desmayada.
-eh…pues yo soy, soy…
-recuérdalo Serena—le dijo Luna a su lado—eres sailor moon, la guerrera que lucha por el amor y la justicia.
-oh si—le guiño un ojo y sonrió mientras tomaba pose— ¡soy una sailor scout que lucha por el amor y la justicia! ¡Soy sailor moon y he venido a patearte el culo demonia!
-¡Serena!
-¡¿qué?!—miro a Luna que estaba apenada y no se percato de las fuertes risas de aquel caballero—me da mucha pena contigo Luna pero primero, este es un fic para adultas. Las que vienen aquí saben que no se encontraran con lo mismo y pues si no les gusta ¡de malas!—rio—yo estaba muy contenta en mi casa durmiendo ¡y por culpa de esa maldita!—miro con ira a la demonia que reía—estoy aquí. Acabemos con esto de una buena vez. Hoy he tenido un día de mierda y quiero que se acabe ¿qué es lo que tengo que hacer para acabar con ella?
-¿sailor moon? Nunca antes había escuchado hablar de ti estúpida pero no tengo tiempo para perderlo con alguien tan insignificante como tu—giro el rostro completamente— ¡esclavas…acaben con ella! ¡Pero ya!
-¡Luna!—grito con miedo al ver como todas las poseídas iban tras ella— ¡¿qué putas hago?! ¿Cómo acabo con ellas sin lastimarlas?
-no se pero por lo pronto ¡corre!
-¡ah….!
Serena era ágil, gracias a eso pudo esquivar los ataques de aquellas chicas que habían sido manipuladas por la energía maligna. Corriendo y esquivando los ataques porque no quería lastimarlas, ya no sabía qué hacer. Se estaba viendo acorralada y aunque no quería, tenía miedo.
Asustada y pensando que sería su fin, una rosa roja en medio de ella y las chicas manipuladas, la dejo sin palabras.
-tranquila sailor moon, ahora es el momento de atacar.
-que…. ¿Quién eres?
Confundida y asustada, escucho la voz de Luna que la saco de su ensoñación.
-toma tu tiara y arrójala hacia ella. Di "¡Tiara lunar….! ¡Acción!" eso la derrotara.
-muy bien.
Gracias a aquella rosa y a la intervención de ese apuesto caballero enmascarado, ella tuvo la oportunidad de tomar la tiara que adornaba su frente y acabar con la demonia. Viendo como se volvía polvo gracia a su poderoso ataque, luego sonrió cuando poco a poco, las chicas volvían a la normalidad.
-es increíble, en verdad se volvió polvo.
-bueno, no encontré el cristal de plata pero vi algo muy interesante esta noche.
-¡tú!—dijo Serena llena de asombro y acercándosele— yo podría jurar que he escuchado esa voz antes ¿Quién eres?
-soy….Tuxedo Mask—le dio una encantadora sonrisa—mucho gusto sailor moon pero ya debo irme. Hasta pronto, espero nos volvamos a ver.
Algo confundida porque ella sabía que conocía esa voz, luego se distrajo cuando lo vio partir. Haber visto aquel hombre tan guapo en ese elegante smoking, le había flechado el corazón. Había algo en sus ojos y en su grave y sensual voz, que la habían dejado enamorada. Con ojos enamorados como nunca antes lo había estado, veía como se alejaba entre la penumbra de la noche sobre los tejados. Suponiendo que se trataba de un ladrón de guante blanco, esa noche se había robado algo mucho más valioso que unos cuantos cristales, se había robado el corazón de Serena para siempre.
-ah…. Tuxedo Mask ¡que papacito!
-…ese monstruo había tomado la apariencia del la madre de Molly y… ¿Serena? ¡Serena! ¡¿Me estas escuchando?! ¡¿Entiendes lo que te estoy diciendo?! Los enemigos no están invadiendo y…
-ah…. Tuxedo Mask…..Tuxedo Mask….
-¡hey Serena! ¡Escucha!
Después de haber acabado con la demonia y ocultándose muy bien de no ser vista ni por Molly ni por las demás que ya despertaban, salió a toda carrera por la calle junto a Luna.
Al llegar a su casa y trepar por una difícil ventana, por fin estuvo de vuelta en su cama. Perdiendo la transformación y ahora en pijama, le preguntaba qué era lo que había pasado.
-quise explicarte pero tú no me estabas escuchando. Te estaba explicando que la energía maligna del mega verso esta…
-bueno, bueno Luna, ya no más. Estoy cansada y mañana como siempre, tengo que levantarme temprano para ir a estudiar. Esto de ser heroína y estudiante ¡no es lo mío Luna! Además ¡ese traje! Es ridículamente corto. Apuesto que se me vera el trasero a cada rato. Quisiera cambiarlo.
-¿ah sí? ¿Y crees que es tan fácil o que Serena?—dijo Luna haciéndose a su lado en la cama—pues si no te gusta te va tocar hablar con Naoko que fue la que se lo invento pero no, no te lo recomiendo. Primero te envejecerías antes de poder conseguir una cita con ella.
-¡pero yo soy la protagonista! ¡Me tiene que atender! Además eso de pelear en falda y tacones no ¡eso solo se le ocurre a ella! Como se ve que nunca ha usado ninguna de las dos.
-ese si ya es tu problema Serena pero no te lo recomiendo—rio Luna y se acurruco a su lado—duérmete ya. A lo mucho lo que podrías hacer es pedirle el favor a la escritora que modifique el traje. Después de todo es su fic ¿no?
-¡sí!—dijo muy alegre—eso hare ¡oye escritora! ¿Estás ocupada?
-no…Para nada. Solo estoy aquí viendo como hago para escribir una historia de dieciocho tomos pero por lo demás ¡estoy de maravilla!
-ah bueno súper, es que necesito pedirte que…
-soy la que escribe ¿recuerdas? Entonces sí, hare lo que me pides. Respeto a Naoko y su creación pero….creo que tienes razón ¿Quién puede luchar cómodo en faldita, mini faldita por cierto, y en botas altas? ¡Nadie! Para la próxima transformación cambiare el atuendo ¿ok? Solo que si alguien se queja bueno….
-yo les explico—guiño un ojo—no te preocupes por eso. Hasta mañana, que descanses.
-lo mismo preciosa, hasta mañana. Me voy a escribir el otro capi.
-oye, oye ¿no me puedes adelantar quien es el papacito de Tuxedo Mask?
-eh…no, no puedo. Lo siento Serena pero eso sería muy spoiler de mi parte aunque jajajaja, ya todas nosotras los sabemos ¿no lectoras? Te toca esperar un poquito pero lo que si te puedo asegurar, es que te vas a divertir mucho ¡te lo prometo!
-¿sí? ¡Qué bien!
-ya dejen dormir ustedes dos—exclamo Luna molesta.
-opps, lo siento Luna. Hasta mañana escritora, nos hablamos luego.
-ok, ok nena, dulces sueños preciosa. Hiciste un buen trabajo hoy ¡eres increíble!
-gracias, eres la primera que lo dice—sonrió con dulzura—bye, nos vemos luego.
Así mientras me despedía de Serena y Luna me hacia caras, me toco irme para poder dejarlas dormir.
Pero mientras yo pensaba como meterme en la historia y ellas dormían, en otro lugar en lo alto de un departamento con hermosa vista a la ciudad estaba mi amor, eh digo, el amor de Serena; estaba Tuxedo Mask sin su máscara y viendo hacia las estrellas. Mientras el viento revolcaba ese hermoso cabello negro que yo tanto amo, él pensaba en aquella chica que había conocido y que le había fascinado.
-"¿Quién eres en verdad sailor moon?" "¿Por qué te pareces tanto a la mujer de mis sueños?" "La que me ruega que encuentre el cristal de plata" "¿Por qué apareciste justo hoy cuando cabeza de chorlito por fin me sonrió como yo quería?" "¿Por qué?"
Y mientras nuestro amor se preguntaba muchas cosas de pie y frente al barandal de su habitación aun con el traje que lo hacía ver tan sexy, su celular sonaba.
-¿hola? Ah, hola Andrew ¿qué quieres? ¿Cómo que porque la grosería? ¿Que no ves la hora que es? Si, si, mañana nos vemos temprano en la universidad. No, no estoy con ninguna mujer y agradece que así sea. No, aun no me da ni la hora. Cabeza de chorlito es muy difícil Andrew y…no, no necesito que me ayudes con ella, muchas gracias. Ok, nos vemos. Agradece que eres mi mejor amigo—rio—ok, nos vemos. Que descanses.
A estas alturas y gracias a todas las pistas que les di, se imaginaran que Darien es Tuxedo Mask aunque jajajajaja ¡ustedes ya lo sabían! Eso no es una novedad. Pero bueno, sea como sea, el papacito hermoso de Darien se cambio la transformación, se metió a la ducha y se dio un refrescante baño de agua tibia antes de ir a dormir y soñar con ella de nuevo. Con aquella mujer que tanto amaba pero que aun no distinguía gracias a su falta de memoria.
-tal vez si encuentro el cristal de plata, pueda ver a la mujer de mis sueños con más claridad y recuperar mi memoria—decía Darien mientras el agua caliente le quitaba el exceso de jabón y lo bañaba ¡papacito!—es lo que más deseo. Necesito saber quién soy y más importante que eso, saber quién es ella.
