Los jóvenes Titanes no me pertenecen, son propiedad de DC Comics y Cartoon Network.

Retorno

No necesito despertador. No, para salir de mis sueños solo hace falta que el reloj del gato Félix que Chico Bestia tiene en su cuarto suene puntual siete veces. Luego es escucharlo desperezarse entre gruñidos y bostezos, el sonido de su cuerpo caer al piso y arrastrarse hasta el baño. Lo oigo todo desde mi cuarto.

Mis poderes están siempre atentos al mutante, uniéndonos como un cordón invisible que él ignora por completo. Es lógico y practico, pues sus instintos son más sensibles que toda mi magia. Si algo malo se avecinara el sería el primero en saberlo, yo lo secundaría. De momento solo me ha despertado como siempre, me pongo de pie, me deshago del pijama, me dirijo a la ducha y me dedico a prepararme para el nuevo día.

Un día rutinario que comienza como siempre. Al abrir mi puerta Chico Bestia está en frente sonriéndome, aún tiene el cabello húmedo y huele a pasta dental.

-Buen día Rae –dice- ¿dormiste bien?

-Es incorrecto –lo reprendo sin ganas de pelear, pero con deseos de que me acompañe por el pasillo hasta el living de la torre- mi nombre es Raven, Rae es incorrecto.

-Raven, Rachel….Rae-rae. Todas suenan bien para mí.

Como lo decía, un día como cualquier otro.

,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.

-Desgraciadamente la policía no ha podido localizar todos los artículos robados de ese depósito de armas –anuncia Robin dejando de lado el teléfono. Y acercándose a la mesa de desayuno donde lo aguardamos algo somnolientos todavía. No sé cómo él puede mantenerse en pie si ha estado contestando llamadas toda la noche atento al caso policial- ¿saben lo que eso significa titanes?

-Más trabajo extra –se quejan Cyborg y Chico Bestia a coro. Star y yo suspiramos descontentas.

-Claro que no, significa que tendremos el honor y sacrificio de encargarnos de esa tarea el día de hoy –bosteza Robin tratando de mantener su rostro serio, pero está demasiado cansado- ¿para eso somos héroes verdad?

-Bueno amigo yo no tenía opción –dice Cyborg llevándose un gran trozo de carne a la boca, juraría por azar que ese trozo de carne todavía muge- mírame viejo, soy media máquina andante no puedo ser paseador de perros o reportero.

Buen punto.

-Era trabajar contigo o con Mento -murmura Chico bestia.

-Derrotar a mi padre –le recuerdo yo. Y creo que veo como su buen humor e inspiración del día se hunde como el Titanic. Sorbo mi té y lo miro estoica, él comienza a desesperarse.

-No me refiero a eso. A veces hay que hacer sacrificios en nombre de lo que creemos y por el bien de todos ¿qué otra cosa es más importante que eso?

-Yo –dice Star interrumpiéndolo- a veces quisiera ser lo suficientemente importante para que dedicaras un día Robin.

Puedo sentir su corazón romperse de tristeza y el de Robin entrar en pánico.

Todos no quedamos en silencio. No, no de nuevo. No una escena romántica-dramática donde mi mejor amiga termina llorando por culpa de su novio que tiende a olvidarse los aniversarios, promesas, cumpleaños y festividades tamaranianas de las que no voy a dar demasiados detalles y de todas esas cosas que para la extraterrestre son tan preciadas. Ya veo venir sus sollozos y las balbuceantes disculpas de mi líder. ¡Que alguien haga algo!

-Ejem Raven…-llama Chico Bestia tirando de mi capa. Él sabe que esto va a acabar mal, y quiere terminarlo antes de que empiece. Al parecer tiene una idea- Rae ¿has pensado en tener hijos?

….Bueno no me lo esperaba…..

Lo miro confusa y el mueve sus ojos en dirección a la escenita que acabamos de evitar, Star y Robin están mirándonos sorprendidos. Pero no sé qué contestar exactamente para continuar con esta estrategia anti-discusiones vergonzosas. ¿Hijos? ¿Es lo mejor que se te ocurrió Chico Bestia? Porque no un… "Siento una atracción por Slade ¿no te pasa lo mismo Raven?" O un…."Creo que es muy raro que la electricidad y la televisión por cable llegue hasta esta isla". Yo hubiera tenido algo que responder, ahora… ¿qué digo?

-Hijos…-repito- te refieres a ¿tener hijos contigo?

Chico Bestia abre los ojos como platos y yo proceso lo que acabo de decir. ¡¿Por azar?! ¿¡Que acabo de decir?! Bien echo Raven ahora eres el centro de la atención, al menos los tortolitos tendrán algo que pensar este día aparte de sus problemas amorosos. Las cosas que hago en nombre de la amistad…Cyborg estalla en risas, esto no puede ponerse peor.

,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,…,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,,

Equivocada. Esto entra en la categoría de "peor de lo peor" porque cuando al fin podemos encontrar todo el cargamento perdido, la alegría se esfuma cuando descubrimos que está escondido en el subterráneo. En los agradables túneles cloacales de la ciudad.

Iluminados por luz artificial colocadas de tramo a tramo por los pasajes veo las aguas negras correr bajo mis pies mientras ayudo a cargar todas las cajas sobre la máquina que Cyborg ha traído consigo. Es un proceso lento, pues el vehículo donde se colocan las cajas es pequeño y tiene que realizar muchos viajes de ida y vuelta para ser descargado en la superficie. Para evitar pensar en el repugnante olor que entra en mi nariz y en el sonido de las ratas jugando en los charcos sucios a lo lejos, cada tanto miro de reojo a Star y al su posible ex novio Robin trabajar en silencio cerca uno del otro preguntándome como rayos le hacen para perdonarse y enfadarse constantemente.

-Estarán bien -me dice el hombre maquina a mi lado siguiendo mi mirada- al final todos sus problemas siempre conducen a fortalecer su relación, es mejor que ustedes dos no eviten que discutan de nuevo.

-Solo queríamos un desayuno en paz.

-Las cosas son más simples de lo que aparentan, sé que tú y bestita creen que hacen lo correcto y sus intenciones son buenas, pero mejor no se entrometan –dice sonriendo y yo asiento- Oye Raven ¿cómo serán tus hijos con Chico Bestia?

Pero antes de poder responderle que si seguía con ese tipo de comentarios mis posibles hijos se iban a quedar sin tío Cyborg, un escalofrió me recorre la espalda e instintivamente me vuelvo a buscar a Chico Bestia. Esta inmóvil sosteniendo una caja en sus manos con la mirada perdida en el final del túnel, siento su respiración entrecortada y el miedo emerger en él.

Antes de poder hablarle o siquiera acercarme una fuerza me empuja y estampa contra la pared. Me doblo de dolor en el suelo, creo que me he quebrado algo pero no tengo tiempo de averiguar qué exactamente porque la segunda explosión no se hace esperar demasiado y estalla más cerca esta vez. Trozos de madera vuelan y me golpean mientras el aire comienza a viciarse de tanta pólvora volátil.

No me ha dado tiempo ni de crear un escudo para protegerme. Y apenas puedo ver a mis amigos, creo que distingo a Robin debajo de un pedazo de pared o algo así y está gritando, no puedo escucharlo mis oídos aun chillan debido a la explosión. La cabeza me da vueltas…mi nariz está goteando, y por primera vez deseo que se trate de un resfriado y no otra cosa.

Pólvora, bombas, dinamita un cargamento peligroso de manejar.

Me pongo de pie y avanzo en busca del líder, es al único al que puedo divisar entre tanto polvo y además él sabrá que hacer, eso se supone hacen los líderes. Pero el sigue gritando algo que no puedo entender y cuando estoy lo suficientemente cerca para poder razonar lo que dice, lo suficientemente cerca para darme cuenta que su pierna está atascada debajo de una roca de concreto siento como un brazo me agarra de la cintura y tira de mí. Robin por fin deja de intentar hablarme y lo veo hacerse cada vez más pequeño frente mis ojos.

Es la bestia. Es Chico Bestia, mejor dicho, que me sujeta con fuerza con uno de sus gigantes brazos mientras que con otro carga a Starfire inconsciente y comienza una carrera por los túneles, me aferro todavía confundida y empapada de lo que por lo visto no se trata de ningún resfriado o alergia en mi nariz sino de sangre. No puedo moverme ni hacer nada, tampoco entiendo que está pasando exactamente solo puedo sujetarme de la bestia e intentar no caer.

Escucho otra explosión a lo lejos y en unos segundos recibimos la onda explosiva que nos empuja con fuerza acompañada de miles de rocas todavía más lejos de ella y Chico bestia tropieza cayendo sobre los sucios charcos con nosotras en brazos. Siento mi piel rasparse contra las paredes que frenan mi caída de a poco hasta que por fin me quedo estática en el suelo. Pasan unos segundos en los que no puedo ponerme de pie ni pensar en nada excepto en que está corriendo el tiempo cada vez más y más rápido y que he perdido una de mis botas.

-Rae –

Esa soy yo.

-Rachel ¿estás? –siento como las nerviosas manos de Chico bestia me ayudan a incorporarme hasta lograr sentarme con la espalda contra la pared junto con Star, la inconsciente Star- ¿Raven te encuentras bien?

Claro que no estoy bien. Estoy mareada, empapada en agua sucia y sangre, me he roto unas cuantas costillas y no sé qué demonios sucede. Quiero decir todo eso, quiero gritar, llorar, pero en su lugar muevo un poco mis piernas y le murmuro angustiada.

-Perdí mi bota.

Él sonríe todo lleno de raspones y me da un abrazo a la mitad, si, a la mitad porque la otra parte del abrazo le corresponde también a mi amiga Tamaraniana aunque dudo que en su estado lo disfrute tanto como yo. Me besa la frente, a lo lejos otro estruendo.

-Quiero que te quedes aquí hasta que todo esto termine, yo volveré con Cy y Robin–dice poniéndose de pie. Sonando tan natural, tan desconsiderado dadas las circunstancias que provoca darle un buen golpe en la cabeza. ¿Acaso no ha escuchado los estallidos provenientes de allí? Pero no puedo moverme, ni hablar, ni evitar que desaparezca convertido en chita de regreso a la nube de polvo olor a pólvora.

Me quedo sola.

Star está muy fría con su cabeza apoyada contra mi hombro mientras escucho otra explosión a lo lejos. Fue una tontería pensar que hoy sería un día común y corriente, quisiera volver a esta misma mañana para corregirlo y deshacerme de la sangre pegajosa entre mis manos. No tengo opción, ni una buena estrategia, ni una manera de explicar lo que acaba de suceder o lo que sucederá a partir de ahora. No tengo a nadie.

Tomo una de las gemas de mi cinturón. Empujo el cuerpo de mi amiga lo más lejos de mí, repito mi mantra de memoria y lanzo la joya contra el piso con suficiente fuerza como para que estalle en miles de pedazos oscureciendo todo.

.,.,.,.,,,.,..,.,.,.,…,..,.,.,.,..,.,.,.,.,..,.,..,.,.,.,.,.

No necesito despertador. No, para salir de mis sueños solo hace falta escucharlo desperezarse entre gruñidos y bostezos, el sonido de su cuerpo caer al piso y arrastrarse hasta el baño. Lo oigo todo desde mi cuarto.

Mis poderes están siempre atentos al mutante, uniéndonos como un cordón invisible que él ignora por completo. Si algo malo se avecinara el sería el primero en saberlo, yo lo secundaría. De momento solo me ha despertado como siempre, me pongo de pie, me deshago del pijama y me dirijo a la ducha.

Un día rutinario que comienza como siempre, al abrir mi puerta Chico Bestia está en frente sonriéndome, aún tiene el cabello húmedo y huele a pasta dental.

-Buen día Rae –dice- ¿dormiste bien?

-Es incorrecto –digo y no me refiero a mi nombre. Es incorrecto porque esto ya lo he vivido, porque acabo de recordar como llegue aquí y a la vez recuerdo las bombas, la sangre y el haberlos perdido todos y a cada uno de ellos. Sé cómo terminará mi día si no logro cambiar las cosas.

Hoy no es un día como cualquier otro.

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,

Connor Kurasay.