Love Medicine

Resumen: Naruto es un estudiante de medicina cuya vida cambiará cuando inicié sus prácticas en el hospital más grande del país, observar y aprender del prometido de su mejor amiga no podía terminar tan mal ¿o sí?

Disclaimer: Naruto y sus personajes son de Masashi Kishimoto san, yo solo los tomé prestados para esta historia.


Capitulo uno: sin ninguna experiencia

Su vida se había vuelto ajetreada de un momento para otro. Su gran idea de experimentar lo que significaba vivir solo ya no parecía muy buena a pesar de no ser él mismo quien solventara los gastos de ese cómodo y nada despreciable departamento que ahora era su hogar. Tener que administrar el dinero que mensualmente le depositaban sus padres y hacer que le alcanzara para alimentarse, para sus gastos de estudio y pagar los servicios era ya una tarea bastante difícil, eso sin contar que siempre debía ingeniárselas para guardar un poco para alimentar su cada vez más nula vida social, que muy por el contrario a lo que él siempre había sido, era el poco tiempo quien se encargaba de reducir sus días a algo monótono.

Ser un estudiante que pronto terminaría el cuarto año de Medicina sonaba como algo grande pero también significaba mucho sacrificio. Ya se había vuelto pan de cada día el tener que enfrentarse a temibles pruebas y devorar libro tras libro, lo que probablemente contribuiría a que tuviera que ocultar sus preciosos ojos azules detrás de lentes de medida para no terminar por quedarse ciego.

No podría definirse como alguien brillante ni mucho menos como el mejor de su clase pero definitivamente Naruto era el tipo de persona que nunca se rendía cuando empezaba algo y la Medicina era algo que siempre había despertado curiosidad en él aunque su decisión de estudiar aquella rama de la ciencia había sido algo muy repentino que incluso sorprendió a toda su familia puesto que cuando era un crío siempre dijo que sería un gran deportista.

Esa tarde estaba especialmente fría y las nubes amenazantes con su color gris por fin habían dado rienda suelta a su furia y dejaban caer gotas finas que no demoraron en mojar las veredas y las pistas. Cubrió su cabeza con las manos tratando de evitar que las gotas de lluvia lo mojaran del todo. Últimamente el clima estaba tan variable que de alguna manera siempre terminaba llegando empapado a casa. En el preciso instante en que se disponía a acelerar el paso y buscar resguardo bajo algún techo cercano sintió que ya no se mojaba, un paraguas de llamativo color verde lo estaba cubriendo, se giró y se sorprendió al ver a la persona que lo sostenía y le sonreía amablemente.

-¡Sakura chan! abalanzó sobre ella envolviéndola en un cálido abrazo. -tanto tiempo sin verte

-Naruto, eres un ingrato nunca fuiste a visitarme y te quejas de que no me ves por largo tiempo

La joven de unos veinticinco años había correspondido inmediatamente el gesto y se apresuró en mostrarle una cálida sonrisa.

-Soy un estudiante modelo, ya sabes el tiempo no es algo que me sobre –se excusó intentando ocultar aquella risilla característica que delataba su estado de nerviosismo.

-¿Ni siquiera para llamar y preguntar si sigo viva? –gruñó con un fingido enojo

Sin darse cuenta ambos jóvenes habían caminado sin rumbo, para ese momento el clima había empeorado así que decidieron entrar a un café en busca de algo de abrigo y para aprovechar la oportunidad de ponerse al día con la vida del otro. Ambos se conocían desde muchísimo tiempo atrás, incluso antes de que ambos fueran alumnos de la misma universidad. Sakura era mayor que Naruto por tres años y había sido ella quien lo apoyo con sus estudios antes del temible examen de admisión. Para ese tiempo Sakura ya llevaba dos años como estudiante de Enfermería y se había posicionado frente a los ojos del rubio como la mujer de sus sueños.

El lugar era pequeño pero acogedor, tomaron asiento en una mesita junto al ventanal que daba hacia la calle y ordenaron un par de capuchinos.

-Vas a contarme ¿qué has estado haciendo durante todo este tiempo sin vernos? -. Naruto observó cuidadosamente a la joven y no le fue difícil notar el brillo de sus ojos –¿hay algo especial que quieras compartir conmigo?

Sakura se permitió callar un momento, buscar las palabras indicadas que no la hicieran sonar como una completa loca enamorada pero que sí pudieran comunicar su felicidad. De forma lenta colocó su mano izquierda sobre la mesa dejando ver el anillo que adornaba su dedo anular y no pudo más que sonreír –estoy comprometida al fin

-¿Te… te vas a casar? –parpadeó dos veces sin despegar la vista del aro de compromiso -¿y ni siquiera pensabas invitarme a la boda?

-No hay fecha para la boda aún –se permitió tomar un sorbo de su taza de café –pero estoy realmente feliz de estar comprometida con la persona que siempre he amado

-¡Felicidades! –sonrió sinceramente –brindemos con café por la felicidad de mi mejor amiga

Se encontraba sentado escuchando a su amiga hablar y hablar sin parar, le estaba contando de todo, de algunos amigos en común, del nuevo lugar en el que trabaja, de que estaba viviendo sola en un apartamento que recién estaba pagando; pero en ningún momento mencionaba a su prometido quizás porque pensaba que podría incomodarle o quizás porque habían otras tantas cosas de que hablar. Naruto había pasado mucho tiempo enamorado de esa joven quizá el mismo tiempo que Sakura pasó enamorada del chico con el que ahora seguramente dentro de poco se casaría. Sakura no era la mujer más hermosa del mundo pero cabía dentro de la definición de ser bonita y si tuviera que elegir algo que le gustara de ella serían sus impresionantes ojos color jade; sin embargo era del tipo de persona decidida y que siempre decía lo que pensaba, le gustaba ayudar a los demás y había resultado ser bastante maternal con él, quizá esa fue la razón por la que se dejó deslumbrar y terminó confesando sus sentimientos a Sakura quien no tardó en darle fin a sus ilusiones de la manera más amable que pudo, dándole a entender que ya había alguien dentro de su corazón. No tardó mucho en enterarse quien era la persona que hacía suspirar a su amiga y aunque no lo conoció personalmente estaba seguro que podía escribir una biografía del famoso Sasuke Uchiha, estudiante de Medicina de último año que resultaba ser un prodigio y que tenía una multitud de fans tras de él aunque eso no parecía importarle al frio joven que solo vivía inmerso en su mundo de estudio.

-¡Naruto! –su nombre en un tono de voz elevado le llegó junto con una pequeño golpe en la cabeza –¿es que acaso no piensas ponerme atención?

-Lo siento Sakura chan –se disculpó inmediatamente.

-Lo siento yo, he hablado tanto y no he preguntado nada de ti –cortó un trozo del pastel de chocolate que seguramente en algún momento había ordenado -¿y dime hay alguna mujer que esté intentando seducirte?

El rubio se sonrojó inmediatamente, luego de superar su amor por Sakura no había vuelto a enamorarse pero eso no quería decir que no hubiese tenido alguna que otra relación pasajera o resultado de alguna fiesta acompañada de mucho licor.

-Claro que no, yo le soy fiel a la Medicina – bromeó –aunque nuestra relación es complicada creo que vamos por buen camino

-Con respecto a eso ¿has tenido alguna experiencia práctica en algún centro médico?

-Nada que pueda ser considerado una práctica real –se permitió robarle un pedazo de pastel a su amiga –espero que estas vacaciones pueda encontrar algo

Sakura golpeó la mesa con uno de sus puños –lo tengo –exclamó emocionada -¿Te gustaría ir al mismo hospital donde trabajo?

-¿Podrías hacer eso? –se mostró interesado

La joven asintió efusivamente –sólo déjalo en mis manos –sonrió –espera con calma mi llamada y prepárate que vas a aprender con sudor y lágrimas

Ambos rieron ante lo dicho aunque a Naruto eso le había sonado más a amenaza que otra cosa. No se habían dado cuenta en qué momento había dejado de llover y ya la oscuridad se había apoderado del cielo. Se despidieron en la puerta del café y cada quien cogió un camino distinto.

... . . . . . .

El Hospital Central era uno de los más grandes del país, tenía todas las especialidades y realizaba todo tipo de cirugías, hasta las más especializadas. Estaba ubicado muy cerca del lugar donde vivía y llegar allí diariamente no le sería ningún problema. Camino despacio hasta donde se encontraba el vigilante y mostro su documento de identidad y su identificación de estudiante, el señor de contextura gruesa le indicó que pasara y así lo hizo. Ingresó por la puerta principal y tragó saliva con dificultad, estaba empezando a sentirse nervioso, ahora lo único que rogaba era no empezar a sudar de forma descomunal. Tomó el ascensor directamente al piso cuatro y una vez que ubicó la estación de enfermería preguntó a una joven castaña por Sakura. La chica lo hizo sentarse en una salita al final del pasillo y le pidió que esperara allí.

No pasó mucho antes de que la joven de cabello rosa apareciera, vestida completamente de blanco.

-Espero que no te haya costado llegar – lo abrazó como solía hacerlo durante sus años de estudiante -¿Trajiste lo que te dije?

-Sí – le extendió un fólder –están todos los documentos que me pediste

-Bien, ahora déjame explicarte un poco – tomó asiento –el cuarto nivel del hospital corresponde al área de Medicina Interna y tiene dos sectores, el sector de la derecha corresponde a Medicina de Varones y el de la izquierda a Medicina de Mujeres

El rubio había sacado una pequeña libreta y anotaba cada cosa que consideraba importante.

Cada sector tiene un médico asistente como responsable además de los residentes e internos de medicina- continuó explicando – Tú estarás en el área de Medicina de Varones

-¿Y qué funciones realizaré?

-No te preocupes, eso te lo explicará el Doctor de quien estarás a cargo, ahora mismo te llevaré con él – se puso de pie y le indicó al rubio que la siguiera caminando en dirección a la estación de enfermería –si necesitas algo, yo soy la jefa de enfermeras de esta área y puedes preguntarme lo que quieras

Sakura se detuvo frente a una puerta que tenía escrito "Médico Asistente" y que quedaba justo al lado de la estación de enfermería. Llamó dos veces y abrió sin esperar una respuesta. La habitación era algo grande, tenía un escritorio donde la joven dejó el fólder que Naruto le había entregado, además había otra puerta que seguramente era el baño o algo así se imaginaba. Sakura caminó hasta esa segunda puerta y volvió a llamar.

-Sasuke, la persona de la que te hablé ya llegó

No se escuchó ninguna respuesta.

-¿Sasuke?, ¿ese no es el nombre de tú prometido, Sakura?

Sakura asintió y se acercó donde el rubio tomándolo por los hombros –Sé fuerte

-¿Fuerte? Parece como si fuera a algún tipo de batalla –bromeó

Sakura sonrió divertida –no exactamente, además eres joven y decidido, no te preocupes vas a sobrevivir – y sin más se retiró del lugar dejando algo consternado al rubio.

Naruto tomó asiento frente al escritorio y analizó el lugar. Dos sofás pequeños con una mesa de centro, sobre el escritorio una laptop y un portarretrato con la foto de Sakura, unos cuantos lapiceros y algunas hojas perfectamente ordenadas. Había un estante con muchos libros gruesos detrás del escritorio que llamó su atención y al ver que nadie venía se aventuró a ojear un poco.

-No me gusta que toquen mis cosas sin permiso

La voz fuerte y seria lo tomó por sorpresa.

-Lo… lo siento –se enredó con sus palabras mientras que se giraba y se inclinaba saludando y evitando hacer contacto visual –no volverá a pasar

-Por supuesto que no volverá a pasar –camino hasta su lugar y tomó asiento –¿te vas a dignar a mirarme o no?

Naruto volvió a sentarse quedando frente al doctor y fue alzando la vista lentamente. Ahora mismo podía confirmar los rumores que había oído en los pasillos de la universidad, era cierto el tal Sasuke se podría considerar atractivo. Tenía la piel pálida y el cabello y ojos muy negros, aunque no lo conociera podría asegurar que se gastaba mucho tiempo en su cuidado personal. La chaqueta tan blanca y reluciente le daba un porte aún más atractivo.

Sasuke comenzó a revisar el fólder con los documentos del rubio –Uzumaki Naruto, 22 años, finalizó el cuarto año de Medicina, sin ninguna experiencia ¿hay algo que sepas hacer? – dirigió su vista al chico de ojos azules – por cierto ya puedes dejar de mirarme no es como si fueras a sacar una radiografía de mi cara

El tipo podía ser atractivo y todo lo inteligente que quisiera pero era especialista en causar antipatía en los demás.

-Soy bueno aprendiendo –forzó una sonrisa –si tengo un buen maestro claro está

Sasuke se recostó en el respaldar de su asiento, levantó una ceja elegantemente –¿estás tratando de insinuar algo?

-No, para nada. Es solo que no conozco nada de mi nuevo maestro

- Sabes mi nombre, eso es suficiente – Sasuke se puso de pie y paseó sus ojos por el estante lleno de libros, dirigió su mano a la segunda fila y cogió un tomo grueso que al instante le entregó al rubio –te presento a tu nuevo mejor amigo

Naruto lo recibió y examinó la tapa "Principios de Medicina interna" quizás el libro también le podría servir para ejercitar los brazos por lo pesado que era.

-Mañana a las siete y treinta en punto, completamente de blanco y por lo menos con el primer capítulo de ese libro leído y aprendido – se cruzó de brazos y sonrió de lado –estarás a prueba por un tiempo, no me gustan los estorbos

-No me considero un estorbo –se puso inmediatamente de pie captando el mensaje de que era hora de irse –hasta mañana Sasuke sensei


No tengo explicación para esto :)