FLY WITH ME: Dreams and Nightmares
PRÓLOGO
HIPO POV
Mi mente estaba tan difusa debido al impacto que todo parecía estar en constante movimiento. La cara de Camicazi, frente a mí, estaba distorsionada. Parecía que estuviera viendo su reflejo en un lago plagado de saltarines peces. Me pitaban los oídos, pero aún así era capaz de escuchar lo que sucedía a mí alrededor.
— ¿Estáis los dos bien? —preguntó Freya desde la distancia, con la preocupación impresa en su voz.
—Sí, no pos preocupéis —respondí. La voz salió con cierto esfuerzo de mi garganta, como un lamento involuntario.
—Yo estoy perfectamente —contestó Camicazi, endulzando su voz. Al momento apretó su abrazo en torno a mí, haciendo que el contacto cálido de su cuerpo fuera más próximo y que pudiera sentir su respiración rozándome la piel—. Con Hipo a mi lado, ¿cómo no estarlo?
Su respuesta me confundió, pero le resté importancia gracias a los principios de desfallecimiento que iban cobrando fuerza en mí.
Francamente, una parte de mí deseaba que Camicazi se levantara para poder humedecerme el cuello y las orejas, en un intento de librarme del mareo y la extraña sensación de sueño. Sin embargo, ella parecía especialmente interesada en mantener el agarre y yo no tenía las fuerzas suficientes para apartarla.
— ¡Apártate de mi hermano, bruja! —gritó Dana, repentinamente, sobresaltándome. Pude escuchar sus pisadas resonar sobre el suelo de piedra, acercándose a nosotros.
—Inténtalo si puedes —le respondió Camicazi a su vez, con un claro deje de superioridad en la voz.
Era una burla obvia incluso para mi cerebro confuso; uno que, apreciando el ritmo alarmante que estaban adquiriendo los acontecimientos, se forzó a sí mismo a recuperarse a toda velocidad antes de que las cosas se fueran de control. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo y lograra tranquilizar las cosas, Camicazi hizo algo que, definitivamente, logró que mi mente detuviera los pocos avances que había hecho. Anudando sus manos en mi cuello, me irguió ligeramente y me besó. Parpadeé sorprendido y desconcertado. Ahora mi cuerpo se había sumado al estado soñoliento en el que se encontraba mi cabeza. Se había bloqueado, incapaz de moverse. Pude ver las intenciones de Camicazi de darme un beso íntimo por el intenso movimiento y el calor de sus labios. Sin embargo, incapaz de hacer algo más, fruncí los míos con fuerza y me negué a responder a su caricia. Todo lo estaba haciendo por su rivalidad contra Dana, con el fin de irritarla, pero me negué en rotundo a seguirla.
El silencio se había instalado con extraordinaria fuerza en el puerto. Por eso, unos pasos, generalmente tan sigilosos, sonaron con claridad en el adoquinado del muelle. Lo primero que vi fue el destello brillante de un hacha que conocía muy bien. Al mismo tiempo que el hacha centelleaba en el aire, quejidos alarmados resonaron por el lugar. Con una tenacidad y habilidad muy propia de su dueña, se interpuso con rapidez entre Camicazi y yo. La vikinga de Kahr, que también era una excelente guerrera, retrocedió de un salto para evitar el golpe. De paso, me liberó de su agarre.
—¿¡Se puede saber qué haces, loca!? —urgió Camicazi, irguiéndose.
Astrid hizo caso omiso de sus palabras y, desde su altura, estudió mi rostro. No sé que vio en mi cara, pero se hincó en el suelo y me ayudó a levantarme. En ese momento me di cuenta que había estado aguantando la respiración. El apoyo cálido y sólido de Astrid, sumado a las refrescantes bocanadas de aire, me ayudaron a refrescar las ideas y a empezar a recobrar las fuerzas de mi cuerpo.
Antes de que nadie pudiera hacer nada más, Desdentao me levantó en el aire, impulsándome con la cabeza. Me deslicé por su cuello hasta quedar sentado en la montura. Astrid se sentó detrás de mí, asegurando mi posición.
—¡Te estoy hablando! —exigió Camicazi con una voz estridente que jamás le había escuchado.
Astrid, manteniendo su ley de hielo, hizo caso omiso de sus palabras.
— ¡Tormenta! —la llamó, indicando con un gesto que la siguiera. Luego, se dirigió a Dana—. Dejo en tus manos a esta bruja.
Con la sonrisa ladina de Dana como respuesta, Desdentao y Tormenta emprendieron el vuelo.
¡Hola a todos! Ha pasado un tiempo, ¿eh?
Por fin, aquí está el prólogo de la segunda parte de "Fly with me". Sé que es cortito, pero es un prólogo al fin y al cabo xD. Prometo que el próximo capítulo será más largo. Hablando del próximo capítulo, estoy preparando un pequeño regalito para todos ustedes. Os quiero agradecer la paciencia que habéis tenido, esperando esta continuación. En fin, el regalo se verá reflejado en el siguiente capítulo y para ello primero tendréis que responder a la siguiente pregunta: ¿Nube o agua? No voy a explicar qué implicará el resultado, así que dejaos llevar por vuestros instintos xD.
En fin, con esto y un bizcocho, ¡nos vemos en el primer capítulo!
