Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen, pertenecen a Masashi Kishimoto. La historia es completamente mia.
Si lo sueñas, hazlo. Prólogo: Soy Sakura Haruno.
.
.
.
- Sabia que tu vida, nunca fue fácil, que todo lo que encontraste en el camino fueron retos, algunos más fáciles que otros, no tengo porque recordártelos, al fin y al cabo, todas estas cosas, ya las hemos hablado mil veces, me recordabas ante todo, que tenía que ser buena, y escoger los mejores caminos para triunfar en esta vida, ya que tú no lo has podido hacer, pero… ¿Sabes qué? Para mí, has sido la ganadora de la vida, una ganadora, que empezó con dificultades, y al final ha conseguido criar a su hija, a mí, crecí sin un padre, aún me acuerdo de las noches que pasabas contándome acerca de papá, acerca de vosotros, debería ser un hombre increíble, igual que tú has sido una mujer alucinante, ahora al fin, podrás ir con él.
Empezaste a trabajar muy joven, en una casa que casi era mi hogar también.
Aún recuerdo cuando todos los fines de semana, jugábamos los tres en el jardín, siempre que rompíamos algo, tu nos regañabas y nos hacías ir al despacho del señor Fugaku a que nos castigara, era nuestra peor pesadilla.
También recuerdo cuando Mikoto y tú preparabais para Sasuke, Itachi y para mí la merienda, era divertido llorar para llevarme más magdalenas, ellos siempre se enfadaban conmigo.
Y, años después, me tengo que despedir de ti, mamá, gracias por hacerme ver y enseñarme tus valores, por sacarme adelante, y por hacerme tan feliz, estos años, te quiero mamá, se feliz con papá ahí arriba.
Descansa en paz…-
Baje de la tarima mientras todos aplaudían, el entierro finalizaba con mi discurso, no quería hacerlo largo, yo había sido criada por mi madre y la familia Uchiha y quería que supieren que les agradecía a ellos también la vida que le dieron a mi madre.
Nos sentamos a esperar a que la tumba bajara hasta el incinerador, Itachi estaba a un lado mio y al otro Mikoto. Una vez bajó, nos levantamos.
Al pasar por la vitrina donde hace unos segundos, estaba la tumba de mi madre me quedé unos segundos.
- Sakura, es hora de irnos.- Mire a Itachi, asentí, el me dio la mano.
- Adiós mamá...-.
Llegamos hasta la mansión Uchiha, supe en el momento que mi madre murió cual debía ser mi cometido en esta vida, seguir sus pasos. No es que fuera uno de mis mayores sueños, pero con doce años de edad que tenía, la verdad, mi madre había sido un ejemplo para mí, y no la quería defraudar.
- Señor Fugaku...- Este se arrodilló hasta quedar a mi altura.- Necesito hablar con usted.
El me acaricio la cabeza y asintió.
Nos encaminamos hasta su estudio ante la atenta mirada de los otros tres Uchiha.
- Dime pequeña...- El señor Fugaku se sentó en su 'trono de los castigos' como lo solíamos llamar Sasuke y yo, que en realidad era simplemente una silla de oficina alta.
- Deseo seguir los pasos de mi madre.- Me incline en una reverencia.
- ¿Cómo?- Levante la vista y su cara era un cuadro.- Tienes doce años Sakura, debes estudiar, y ser lo que tú quieras, no te puedo permitir trabajar tan pronto, es una locura, cariño…- Yo me mordí el labio.
- Además te puedes quedar aquí, yo te pagaré los estudios, y no habrá problema, sabes que el dinero no es un inconveniente que…- Lo interrumpí.
- Señor Fugaku, esto es lo que quiero, haré lo que sea sin cobrar, me da igual, sólo quiero techo y trabajo, por favor, sino, me tendré que marchar…- Solloce.
El señor Fugaku suspiro y medito durante un momento.
- Esta bien, si es la única manera de que te quedes, acepto.- Sonreí.- Pero con una condición.- Yo asentí.- Deberás estudiar, de la biblioteca, estudiarás, sabes que no tengo tiempo de estar con tus estudios, pero me tienes que prometer que lo harás.
Además tendrás una paga, la guardarás para cuando seas más mayor, estoy seguro que a la que crezcas necesitarás dinero para esas cosas de chicas.
- Si señor Fugaku, lo haré, muchas gracias.- El asintió pesadamente.
-¿Estas segura Sakura? Puedes quedarte si...- No lo deje continuar.
- Señor... Esto es lo que debo y quiero hacer.- Él se levantó y me acaricio el pelo
- Esta bien, pero recuerda la condición.- Yo asentí.- En el primer piso están las cosas de cama, llamare a la mudanza para que recoja las tuyas del piso.
- Muchas gracias señor Fugaku.- reverencie y me acaricio la cabeza para marcharse.
Los siguientes días estuve haciendo la mudanza a esa casa con ayuda de la familia, con tan sólo doce años sin padre y ahora sin mi amada madre, mi vida se había vuelto del revés, creo que si no fuera por esta familia, estaría destrozada.
El señor Fugaku era el padre de familia de los Uchiha, era dueño de la empresa más importante de Japón en ingeniería, su mujer Mikoto era como mi segunda madre, tenían dos hijos, con los que siempre que iba jugaba con ellos, el mayor era Itachi, era 8 años mayor que yo, y Sasuke su hermano pequeño, que tenía un año más que yo, la verdad, siempre me había gustado, a pesar que por su culpa siempre me castigaban. Los dos hermanos tenían el pelo negro y sus ojos eran igual de ónix, Itachi siempre llevaba una coleta baja, y Sasuke tenía el pelo revuelto, tenía reflejos azules, muy característicos en él, quizá era una de las cosas que más me gustaban de él. Desde qué era pequeño, todas las niñas iban detrás suyo, ¡Me daba una rabia!
Viven en un barrio céntrico de Japón, la familia Uchiha era una de esas familias que más que familia parecen clanes, todos viven cerca, y se piden ayuda cuando se necesita.
¿Y yo que pinto aquí? Mi madre con 18 años empezó a trabajar como sirvienta en la mansión Uchiha, hasta la edad que yo nací, a los 25, que la ascendieron a jefa del staff de esa casa, una vez nací yo, los fines de semana me llevaba a la casa para que me quedara con los hermanos y jugara, durante ese tiempo desde que entro, estuvo 20 años trabajando para ellos, se había ganado una buena reputación en la familia Uchiha.
Yo soy una niña de doce años, con el pelo rosa como mi madre y ojos verdes, Sasuke se solía reír al principio pero después ya paso a llamarme pequeña mota rosa, ¡Ni que el fuera más alto que yo!
A partir de ese día todo iba a cambiar, para peor o mejor, había que intentarlo, sería feliz por mi madre, haría de mí, alguien quien ella pudiese estar orgullosa.
Al fin y al cabo, eso es lo que quieren todas las madres, ¿no?
¿Que tal el capítulo? ¿Os gusta la idea? Espero que sí, hacedme saber si sigo o no... Igualemnte colgaré el segundo capitulo para que veáis de que va, esto es la introducción! Saludos!
