Los boggarts de los magos cambian, eh. A ver si os creíais que el mayor temor de Ron iban a ser siempre las arañas, o, en el caso de Hermione, McGonagall diciéndole que había suspendido todo. No. Después de una guerra en la que pierdes mucho, o todo, lo que menos importa son las arañas o los suspensos.
Los boggarts de Ron y Hermione cambiaron. "Ahora sale que ven a la persona que aman muerta y blá, blá, blá..." Pues no.
Hermione no teme ver a Ron muerto. Bueno sí, pero eso no es lo que más teme. La castaña teme que Ron vuelva a verse como una sombra. La sombra de sus hermanos. La sombra de Harry Potter. Con su autoestima por los suelos, completamente vulnerable. Pero eso no puede ser así, porque no es verdad. Porque Ron no tenía que haber ido con Harry en busca de los Horrocruxes, pero así lo eligió el pelirrojo. Harry tenía un deber que cumplir, pero Ron lo ayudó. Por eso, el pelirrojo es, incluso, más héroe que El Elegido.
Ron, por su parte, teme ver a Hermione sufrir. Vale que él la ha hecho llorar un par de veces, bueno, unas cuantas, pero el pelirrojo odia verla así. O peor, verla en el suelo, inconsciente, con un "sangre sucia" grabado en el brazo. Eso lo hace temblar de verdad. Pero no es lo que más teme. Ronald Weasley teme que sus hijos sufran en Hogwarts, con tonterías de la sangre y mierdas de esas. Porque, en el fondo, toda la sangre es igual. Vale que le ha cogido un poco de asco a los Slytherins, aunque él sabe bien que no se debe generalizar. Porque Ron no quiere que Rose y Hugo tengan una infancia con guerras, maldiciones y a un calvo de mala uva rondando por ahí.
