Aka ando de nuevo con los fics, esta ves, solo hablare de Riza.... la razon, no lo se, es un personaje que realmente admiro y que me gustaria encontrar alguna ves a una persona asi, decirle que no esta sola, etc... creo que ya me proyecte demasiado, jejeje.
Como anotaciones, pues.... son una serie de drabes sobre la Riza que no es militar, la Riza que simplemente llamare Elizabeth, en vardad no se si en la historia ese sea su verdadero nombre, pero lo usare para designar a esa parte de ella, la mujer que es mas que una soldado.
Espero que sea de su agrado, y si nop, pues de todas formas seguire con estos fics, jejejeje.
cabe mencionar que no en todos saldra Roy ni siquiera mencionado, pero al ser parte importantisima en su vida, pues saldra en uno que otro (lo se, no puedo dejar el royai de lado nunca, pero en realidad amo a la pareja)..
ok, aka va...
Crónicas sobre Elizabeth.
Era uno de esos calidos días de verano, donde el calido abrazo del aire resultaba una invitación para cientos de historias, donde la luna era testigo de inolvidables veladas a su luz; y las estrellas, hadas madrinas de románticos deseos.
La cuidad entera era testigo y participe de ello. Ahí, en la ultima calle de esa refinada zona, llena de comercios que tendían la invitación a consumir algo y quedarse por ahí en el parque de la plaza central, el perfume de las flores guiaba a la vieja carreta donde una anciana vendía algunas de las mejores flores de toda la cuidad. Central estaba llena de buenas floristerías, pero esta, era la mejor, con las flores más bellas que alguien se pudiera imaginar.
Por ahí, vagaba algo cautivada ante la hermosura de la noche, una mujer, delgada, con el cabello rubio suelto, y los rojizos ojos con una dulce expresión. Cualquiera que la observase, pensaría que se trataba de una bailarina, una poetiza, o alguna mujer de las artes, inspirada por la calidez que se sentía en el lugar. Nadie se imaginaria que se trataba de una mujer militar, que prácticamente vivía en la oficina y que a muy prematura edad, tenia un mar de culpas escurriendo por todo su ser.
Pero esto no parecía importarle a nadie, en ese momento, era agradable sentir el aire jugando con el cabello de la gente, incluso ella era victima de ello, sentía una enorme libertad y sentimiento humano en esto, su falda se ondulaba, sus movimientos tenían una gracia particular, ella era Elizabeth ese día, simplemente eso era, no la teniente Hawkeye, sino simplemente Elizabeth.
Anduvo por ahí hasta llegar a la carreta de la anciana, ya la había visto varias veces camino a su casa, con el uniforme del trabajo, pero nunca se había detenido a comprarle un ramo de flores.
Así sin más se acerco a la mujer y admiro las bellas flores.
Tal vez. - pensó….
-Anda hija, se que te han gustado. Toma el que quieras….. van por cuenta nuestra.
-No, no podría, pero…. le comprare uno.
-Como gustes…. ¿alguna vez nos habíamos visto?
-No lo se, tal vez, casi siempre paso por aquí camino al trabajo.
-Lo supuse, nunca olvido un rostro.
-Yo si la había visto, siempre pasan las parejas por aquí y el hombre le compra un ramo a su novia.
-Si, ese es mi trabajo, encantar las veladas de las parejas con flores.
-Y tu? ¿Por qué estas sola en una noche tan encantadora?
-No lo se, es mi día libre y decidí salir un poco.
-Vamos, deberías tener a alguien con quien salir…
-Tal vez, pero no seria la compañía que necesito, o al menos la que quiero.
-Entonces alguien te interesa….
-Si, algo así.
-Lastima….
-¿Puedo preguntar por que?
-Es que… al verte, no pude evitar emparejarte con un conocido mió, cliente por excelencia, que quedaría muy bien contigo, además es un buen partido.
-Gracias por el animo…. Pero….
-Lo se, hay alguien en tu corazón, además, el me gusta mas para mi niña, Olivia.
-Olivia… ese nombre me suena familiar…
-Ella necesita a un hombre como el, solo que es muy quisquillosa y no admitiría nunca que le agradan las atenciones que a veces le tiene.
-Que afortunada.
-Díselo a ella. Es el mejor partido que le he encontrado.
-Pero… es ella quien debe elegir….
-El tiempo se le iría si no hubiera nadie que le diera un empujón.
-No es bueno precipitarse…
-Lo dices por que eres una chiquilla, pero en un par de años pensaras en que debes tener hijos, un esposo, alguien con quien compartir tu vida… tal ves después sea tarde.
-Eso es un buen enfoque, pero…. Yo, prefiero esperar.
-El hombre del que yo hablo, aun es joven, pero pronto cumplirá los 30, aunque es el coronel mas joven del país, ya es tiempo de que eche raíces.
-El… coronel mas joven??
-Tal vez le has de conocer, muchas chicas quieren estar con el, pero el solo tendrá ojos para una mujer, nunca me ha contado hacia quien especialmente, pero se que es por Olivia.
-Incluso, aunque así sea, ellos son los que deben decidir, ¿no le parece?
-Sí, pero insisto, deberías salir con alguien, ahora mismo, hay un par por ahí que te estaban mirando, guapos y fuertes… ¿Estás segura que no necesitas de la protección y el amor de un hombre???
-¿Cuánto es por el ramo? -pregunto sin ninguna expresión molesta, seguro que no era la misma Olivia del norte, y en todo caso, ella los conocía a los dos, no creía posible una relación entre ellos, aunque tampoco creía posible la relación de ella y el coronel.
-Son 100. (nota, no se como se llama la moneda usada en amestris, {creo que eran zens})
-Gracias, me dio gusto el conocerla.
-Por nada, espero y la próxima vez que te vea, sea con alguien a quien puedas amar, y que al pasar enfrente de mí, te compre el ramo más hermoso que vea.
-Hasta entonces.
La joven soldado se retiro, ninguna persona en la calle se dio cuenta que era una francotiradora excelente que había tenido un día libre y había decidido disfrutarlo sin la necesidad de incluir algo sobre su trabajo, sin tener que portar un arma, sin tener que supervisar nada, sin tener que pelear por algo en lo que creía y sin seguir a la única persona que podía merecerlo, simplemente era Elizabeth, solo eso y nada más.
Bueno, es todo, aunque, me gustaria saber su opinion, asi que si tiene algun tiempillo por ahi, pues dejen un review.
Se despide Yai Ina Musteye.
