Disclaimer: Los personajes son propiedad de J.K. Rowling y de Warner Bros. No son míos. Simplemente los uso sin fines de lucro. Existen hechos pertenecientes al libro de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Son propiedad de la señora antes mencionada, formando parte del maravillosos mundo mágico y narrativo de HP, el niño del rayo.
Alguien la espera
Había pasado casi un año desde se encontró buscando su nombre en el cuarto de las chicas, mediante el Mapa del Merodeador y creyendo que quizás, solo quizás, si miraba su nombre con intensidad, ella sabría que él la estaba pensando.
Había pasado casi un año en el que vio la mano de Ron cerca de la de Hermione, como si hubiera querido tomarla mientras ella dormía, pero por temor o vergüenza a hacerlo, no lo hizo. Y había pasado casi un año desde que se sintió vacío y con algo de envidia, por no poder compartir lo mismo con ella.
Habían pasado diez meses, casi, desde que ello lo había besado con ahínco y determinación, en su cuarto, como regalo de cumpleaños.
Por si te encuentras alguna Veela por el camino, que no te deje hacer con lo que tienes que hacer.
Se golpeó suavemente con un puño cerrado, la frente. ¿Cómo si quiera ella podía suponer eso, cuando la quería más que a su propia vida?
La quería más que a su propia vida, y se percató de ello, cuando recordó su rostro luminoso y cabello con fragancia a flores, antes que Voldemort lo atacara.
Desde ese momento, supo que por ella debía seguir.
Ahora no era solamente Ron, o Hermione, los Weasley, ni mucho menos el Mundo Mágico. No era una razón más, como la culpa o el remordimiento, no era un deber que debía cumplir como héroe.
Era por su razón. Una razón que le traería felicidad, y si se daba la posibilidad, un futuro.
Era por un "ellos".
También habían pasado diez meses desde que llegó a la Madriguera luego de algunas semanas solo, confinado en Privet Drive, sin saber nada de lo que acontecía. Y la primera persona que vio al aterrizar, torpemente, con Hagrid y lamentar la muerte de Hedwig, fue su rostro. Primero se miraron, como alegrándose de estar bien y luego ella le tomó la mano; aunque él quiso autocontrolarse y no confundirse, ni hacerla sufrir, no pudo más que ceder ante ese leve contacto.
Ella susurró alguna explicación que no logró escuchar, por que estaba hipnotizado con verla. Le parecía más bella que la última vez que la vio.
Siempre la encontraba más bella, como cuando entró en la sala donde todo el ED estaba congregado, al llegar al castillo de Hogwarts.
Primero se había sorprendido al ver a varios miembros del ED, y antiguos compañeros del colegio, luchando y defendiendo el castillo. Varias preguntas embargaron su mente, pero esta quedó en blanco al verla entrar con una sonrisa de serenidad en el rostro.
La hubiera abrazado allí mismo, como lo hizo en frente de todo Gryffindor, luego del partido que le ganó a Ravenclaw, besándola por primer vez.
Aquel partido jugó en su puesto y enfrentó a Cho Chang. Sonrió al recordar como, luego de salir del atontado encantamiento al verla de nuevo, Cho insinuó que la Diadema de Rowena Ravenclaw estaba en su sala común, e incluso, osó a querer acompañarlo.
Pero una de las cosas que más le atrajeron de Ginny Weasley era su determinación y personalidad. Y eso se acentuó, ahora que lo rememoraba con nitidez, cuando la chica tomó la mano de Luna y la propuso como compañera del chico hacia la sala para buscar la diadema.
Sonrió, una vez más, pensando lo idiota que había sido. Cho Chang era una chica linda, sí, pero no era Ginny.
Bajó la cabeza al recordar la expresión indescriptible de la chica, al oír que él había invitado, en el Baile del Torneo de los Tres Magos, a Cho Chang. Había abierto los ojos con cierto terror y desmesura, como incrédula.
Cho había significado un primer beso, algo húmedo según su propia opinión posterior. Había sido una atracción, un consuelo, una mirada al pasar. Pero nada más.
No había sido un beso eufórico y ansiado como el que se había dado con Ginny frente a toda la Sala Común de los leones. No había sido una atracción tan intensa de besos robados entre pasillos, clases, el lago y árboles del Bosque Prohibido.
No había sido charlar de temas variados, desde Quidditch hasta la represión amorosa de sus mejores amigos. No había sido reír y comer vulgarmente, esconderse debajo de la capa invisible y hacerle bromas a Ron hasta llorar de la era carcajearse con las imitaciones de Ginny, u olfatear con ganas su cabello rojo y brillante. No era lo mismo, y se arrepentía de haber pasado tanto tiempo sin ello.
Suspiró, abatido, y se sentó mejor en la camilla de la enfermería del colegio. Hacía una semana que estaba en reposo, mientras que reconstruían el castillo, o los vestigios que quedaron de él, mientras que varios velatorios se llevaban a cabo, mientras el Mungo Mágico en total estaba saliendo de una gran batalla. Mientras que otros enfermos los más graves, peleaban por su vida en San Mungo.
Madame Pomfrey y muchas enfermeras más, enviadas por orden del Kingsley Shacklebolt, que estaba a cargo del Ministerio provisoriamente tras la huída cobarde de Scrimgeour ,atendían a muchos alumnos en recuperación.
Esa mañana Harry había recibido la visita de Bill y Percy, los cuales le comunicaron que su madre vendría a verlo pronto, pues estaba ocupada con los preparativos del entierro de Fred, Tonks y Lupin.
-¿Y Teddy?-había preguntado con angustia. Era su padrino, su responsable, y no podía salir a hacerse cargo del pequeño.
-Con Andrómeda, su abuela-terció Bill con varios vendajes en el rostro-Están en el Refugio con Fleur y Ginny está cuidando también de él.
Se tranquilizó un poco, y más aún, saber que ella estaba acompañándolo. Fleur estaba bien, Andrómeda, la que cuidaría siempre de Teddy por ser su abuela, también. Pero la presencia de Ginny lo calmaba de sobremanera, y más sabiendo que ella estaría sufriendo por lo de Fred.
Pero era fuerte y nunca se dejaba ver llorar. Era una de las cosas que más admiraba de ella, y le parecía fascinante.
Como cuando la dejó en su sexto año, antes de ir en busca de los Horrocrux. No lloró, solo lo aceptó con cierta tristeza y resignación, como si lo hubiese visto venir.
Había sabido, por Percy y Bill, que el Sr. Weasley estaba recomponiendo como podía la Madriguera, y yendo todo el día al Ministerio. Harry supuso que, en medio de todo el dolor y melancolía, Arthur Weasley era igual a Ginny.
Parecían ser los que mejores se sobreponían a las difíciles situaciones, junto a Ron, el cual había salido el día anterior de la enfermería y había estado con George,sin despegarse un segundo, entre las pertenencias de Fred , en el piso que tenían sobre Sortilegios Weasley.
-No quiere dejarlo solo-había comentando Hermione con voz pasiva, por el dolor que tenía el lado derecho del estómago.-Yo quiero que George esté bien, pero Ron no lo está del todo.
-Es más fuerte de lo que piensas.
-Lo sé-dijo y bajó la mirada. Luego, sonrió para sí misma-Esta mañana ha venido una flor para mi¿Puedes creerlo, Harry?-musitó, maravillada-Entre todo este dolor y tristeza, quiere estar conmigo.
Se alegró que Ron estuviera en sus cabales y no se aislara en sí mismo. Que quisiera estar con Hermione y llorar por sus seres queridos, mutuamente.
Ron se había despedido con un simple apretón de manos y una sonrisa triste, que denotaba que se verían pronto.
Harry giró su cabeza hacia la cama contigua y vio ahí a su amiga, dormida plácidamente. Mañana saldrían de la enfermería, si Madame Pomfrey les daba el visto bueno. Suspiró y se preguntó por qué diantres Ginny no había aparecido en toda la semana.
Más bien, por qué no le había mandando ningún mensaje con Bill o con alguien de su familia.
La necesitaba.
Era egoísta, pero quería saber de ella.
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La mañana siguiente recibió el visto malo de la enfermera para salir de la camilla. Bufó, exasperado y Hermione sonrió, con cierta superioridad, al correr la cortina de su camilla, ya vestida para partir.
Harry quiso decir algo pero ella asintió y le contestó que no se quejara, que necesitaba reposo y descanso. A esto el chico la miró, mosqueado, y recibió un saludo en la mejilla como despedida.
Pasadas unas horas de aburrrimiento, en los que se dedicó a leer un Profeta dejado por su amiga, una sieluta llamó su atención por sobre el borde del periódico.
-Hola, Harry-saludó con voz queda, Cho Chang. Llevaba un pañuelo en una mano y estaba casi recuperada a excepción de una herida en el brazo-Luces mejor.
-Gracias-contestó, turbado por la presencia de ella en ese lugar.-¿Cómo estás tú?-preguntó, para parecer cortés.
-Mejor, gracias-dijo y bajó la cabeza. Harry se sentía muy confundido y sin nada que decir. No entendía que hacía ella ahí, además de querer saber en qué estado estaba, no hallaba razones por las que ella se interesara en él-Harry..-llamó, en susurro, haciendo que el chico clavara sus ojos verdes en los suyos, rasgados-Lamento mucho todo esto que ha pasado-dijo y un leve llanto salió de su boca-Todo esto de Cedric, las muertes, Lord..Lord..
-Voldemort-terció, sin miedo alguno. Cho cerró los ojos con fuerza, como si el nombre la causara daño-Todo terminó, no hay que lamentar más que la pérdida de quienes queremos.
-No puedo pronunciarlo-gesticuló, con la los dientes apretados por la tensión. Harry pensó que era un poco exagerada, pero que había aún personas que temían a ese nombre-Me ha causado mucho daño como para..
-Ni me lo digas-masculló, sarcástico. Si a ella le había causado daño..¿Qué le quedaba a él?-Todo esto ha pasado, no hay más Voldemort..y..podemos seguir adelante.-agregó, tratando de animarla como cuando habían sido algo más que amigos.
-Sí, sí, claro-respondió con la cabeza en un gesto afirmativo y el pañuelo secando sus lágrimas-Es por eso que estoy aquí, para seguir adelante..-explicó, con una leve sonrisa de esperanza.
Harry le lanzó una mirada extraña.
-Sé que has salido con Ginny Weasley, y se veía una relación seria. Pero tambíen sé que han cortado..y..-carraspeó y tomó aire, neviosa-..me preguntaba si aún sientes algo por mi.
Cho lo miró, insegura.
-Oh, bueno..-musitó, confundido. Nunca se lo hubiera imaginado y lo tomaba por sorpresa-Bueno, Cho..nosotros tuvimos algo..breve..y con Ginny fue..-carraspeó, levemente-..más serio, si, cortamos, pero no creo que nosotros..
-¿Podamos tener algo?-concluyó ella, con una sonrisa triste-Me lo supuse, Harry.
-Quiero a Ginny-explicó, sinceramente y los ojos de la chica se llenaron nuevamente de lágrimas-Lo siento, realmente, pero quiero a Ginny y..
-Hola-saludó una voz inconfundible desde una camilla a la derecha de ellos dos. Harry la miró, sorpendido pero no nervioso, y Cho, corrió su mano de sus ojos para verla mejor y dar un leve respingo-¿Interrumpo algo?
-Hola Ginny-saludó Harry, contento. Y le pareció más linda que las últimas veces que la había percibido así. Su sola presencia le hacia esbozar una sonrisa involuntaria en los labios-No, no interrumpes nada.
-Oh, mejor-terció ella, fingiendo haber estado apenada.-¿Cho, estás bien?-preguntó, ahora fingiendo estar preocupada-¿Has estado..llorando?
Harry pensó que había asido algo sarcástica pero no dijo nada y sonrió, de nuevo por verla allí.
-Oh, no-contestó Cho algo mosqueda y terminó de limpiarse las lágrimas-Harry..-dijo con voz temblorosa-Creo que está todo muy claro ¿No?..Me voy. Mucha suerte, Harry-lo miró a los ojos, desesperada y algo rogativa, como pidiendo que la verdad no sea aquella.
Sin embargo Harry la despidió con un leve "Adiós, suerte" y ella salió a paso ligero. Ginny creyó haber oído un leve llanto, otra vez.
-¿Es que siempre está llorando por todo?-preguntó, divertida y hastiada-Es una buena táctica para atraer chicos¿No crees?-preguntó, algo acusadora. Harry sonrió y negó con la cabeza-Está siempre llorando, y necesita quien la consuele..Es una buena táctica, tendré que aprenderla-terció, con los brazos cruzados,reflexionando.
-No lo creo.
-¿Qué?-inquirió, confundida. Se acercó al chico, sentándose en una silla contigua-¿Qué quieres decir con que "no lo crees"?
Harry sonrió y pensó que el encuentro había sido extraño. Incluso demasiado hablado y animado, para su gusto, que esperaba encontrarse con Ginny entre lágrimas por la muerte de su hermano y hablando de la guerra.
-Quiero decir que no tendrás que casarte con un hombre sin rostro-explicó, como si ella supiera de lo que estaba hablando. Ginny lo miró, seriamente e hizo un amago de tomarle la temperatura de la frente con una mano, pero él la sensación de la fresca y suave piel de ella, en contacto con la suya de nuevo, lo hizo sentir un leve cosquilleo en el estómago.
-Creo que no te has recuperado del todo-musitó ella, algo nerviosa por tener la mano de Harry con la suya, casi entrelazados los dedos-No creo que estés bien, todavía.
¿Cómo decirle que había casi mentido a Krum cuando la encontró atractiva en la boda de Fleur y de Bill?¿Cómo decirle que la imaginó, por un segundo, en el altar con un hombre sin rostro, pero que no era él?
Pero es sucedió cuando no sabía si volvería con ella, cuando no podía ofrecerle un nosotros , un futuro, un mañana.
En ese momento, debía alejar a cuanto la viera, por celos. Pero ahora no, por que estaba él. Con él. Sin nada que hacer, sin nada pendiente que los separara.
-Estoy en perfecto estado-dijo, reteniendo la pequeña mano de Ginny al vagar por su frente, entre la cicatriz y el rebelde cabello-Estoy mejor que nunca-contestó con una sonrisa amplia. La chica creyó que estaba sedado o muy loco, pero soltó una risa leve al verlo así.-Ginny..¿Recuerdas cuando nos separamos, en el entierro de Dumbledore?-La chica, contrario a lo que pensó Harry, le sostuvo la mirada-Ese día, fue uno de los peores…
-No me tienes que recordar qué pasó.
-Sí, por que quiero..
-Harry..-le acarició el cabello rebelde, con delicadeza. Cerró los ojos y sintió una sensación que pensó que había olvidado, entre las largas tardes en los jardines del colegio y los besos de Ginny-..No necesitas decirme nada¿de acuerdo?
-No, Ginny, pero quiero..
-¡Oh!-musitó, algo sonrojada-¡Por una vez Harry Potter quiere decirle algo a una chica! No arruinaré tu momento de sinceridad amorosa, chico tímido-terció, sarcástica.
Harry quiso sonreír, pero se contuvo al enfocarse en lo que hacía un año, diez meses, y toda su vida, quería decirle.
-El día en que rompimos..-Ginny asintió, y no dejó de tocarle el cabello, lo que valentonó al chico-.. quería decirte que me esperaras, que volvería, pero..
Ginny colocó un dedo en sus labios, y Harry se sintió estremecer. Y una vez más., como tantas anteriores, respondió todas sus preguntas y dudas con la mirada.
Ella sabía que él quería volver. Ella sabía que nunca había dejado de pensar en sabía que tenía que hacer algo importante antes de estar con ella. Ella sabía que debía acabar con ese asunto pendiente para poder estar en paz. Ella sabía que podía morir en el intento o volver con ella. Ella sabía los riesgos de todo, y aún así, lo quería.
-No podía prometer algo que ni yo sabía si iba a poder cumplir.-La pelirroja asintió y entrelazó, finalmente, sus dedos con los de él.-¿Puedo hacerte tres preguntas, Ginny?-La joven asintió, sonriendo mientras se inclinaba más hacia Harry-Primero..¿Por qué estás conmigo? No te merezco.
-Si lo dices por los años de espera a que te fijaras en mi, valieron la pena-masculló, con los hombros en alto y una sonrisa hacia un lado-Y si me mereces, es solo que no te das cuenta de ello.
-Puede ser-aceptó Harry y ella le besó le mejilla-Mi otra pregunta es..¿Quieres volver a ser mi novia?
Ginny, sonriendo radiante, asintió. Harry se acercó, levantando apenas de la almohada su cabeza, y juntó los labios con los de ella tras pasar una mano en su fino cuello y otra, en su perfumado cabello.
-Te quiero-susurró ella, tras el leve pero significativo contacto.
Harry quiso decir lo mismo, pero lo expresó besándola con más profundidad y ella, gustosa, aceptó.
-Umm..una cosa más-recordó Harry, separándose. Ginny lo vio, inquieta-¿Por qué nunca lloras?
-¿Ah?-preguntó, confundida.
-Sí, quiero saber por qué nunca lloras..
-No le veo demasiada gracia al llorar, cuando puedo reír-explicó, con los hombros en alto, por segunda vez. Harry estaba algo lunático, pero le gustaba esa faceta suya-Lloro en momentos donde sea necesario llorar, como días atrás por la muerte de..
-Yo..siento..
-No, Harry, no dejaré que te eches la culpa-advirtió, con un dedo amenazante-No caigas en el complejo del héroe culposo y mártir, por favor. Creí que ya habías pasado esa etapa.
-¿Cómo sabes..?
-Hermione-contestó con simplicidad. Harry rodó los ojos, debió habérselo imaginado.
-Ah, una última pregunta-pidió Harry al ver que ella lo iba a besar-¿Puedes decir Voldemort, sin que te de miedo?
-Sí, claro-contestó ella, confundida-Voldemort. Si quieres te lo deletreo: V, O..
-Genial-contestó antes de atraerla en medio del deletreo y besarla, con avidez.
Ginny le correspondió de la misma forma. Y aunque supuso que estaría bajo alguna droga que lo tenía algo alterado, supo que era el mismo chico del que se había enamorado.
Y es que había ido ese día a verlo con la intención de volver con él. Y en cuanto vio a Cho Chang, lagrimeando a la camilla del chico, suspiro y caminó decididamente hacia ellos.
Harry Potter era suyo, desde hacía más de diez meses, casi un año, casi dos, desde hacía seis años, cuando lo vio por primer vez.
Por que ella sabía, perfectamente, que sino había sido en el principio del camino, cuando él no se había percatado que ella existía y era una hermosa joven, sería al final, donde él se enamoraría perdidamente de ella, descubriéndola poco a poco, día a día, y aunque por obstáculos más fuertes se separaran, él la buscaría.
Por que, simplemente, ella sabía que algún día Harry Potter la buscaría.
Ella lo esperó, una vez más, como había hecho por años.
FIN
𗎆
Buenas, buenas. Originalmente esto es una song-fic, pero están prohibidos así que cambién y lo edité un poquito.
Sé que no es un final profundo y emotivo, como tantos buenos que he leído, pero me ha salido de repente así como así. Tenía que estar Cho, sí o sí, por que había estado pensando en ella, en el día, extrañ, no, no la pensaba con sentido romántico, sino en el sentido de integrarla a alguna historia.
Creo que he leído una historia, recientemente, donde Harry la ignora para ver a Ginny. Y me ha gustado la idea que él rechazándola, y Ginny, marcando lo que es suyo.
Son muy tiernos.
Espero que les agrade este fanfic, de post guerra, no tan melodramático, sino más bien, simple, romántico y animado.
Reviwes!
Besos
L.
