Los personajes no me pertenecen, todos son de la única e inigualabre Stephenie Meyer, yo solo juego con los personajes
La historia si me pertenece
Espero que les guste
Estaba en último año con mis dos mejores amigas Alice y Rosalie, mientras nos poníamos de acuerdo para ir de compras, la profesora de matemática entregaba los exámenes.
-Swan, estudie para la próxima- Me dijo la profesora, era una materia que nunca aprobaba, siempre preferí literatura o biología, pero ¿Los números? No eran mis mejores amigos
-¿Bella cómo te fue?- Me preguntó Alice
-Reprobé, Charlie me matará- Charlie era muy exigente respecto a mis notas, si quería salir o ir al baile, debería aprobar en el siguiente examen.
Las chicas aprobaron, yo estaba feliz por ellas, pero sabía que no iba a poder ir al baile, me pasaría ese día haciendo la colada. La única razón por la que quería ir era para verlo a él. Edward Cullen.
Nadie sabía por qué me gustaba tanto, a todos les daba miedo, pero yo no entendía la razón. Era alto, de cabello cobrizo, de unos ojos verdes capaces de traspasar el alma. Tenía ojeras, creo que no dormía bien y una voz seductora y suave como la seda ¿Qué cómo lo sé? Muchas veces lo escuché hablar con su mejor amigo Emmett Mc Carty, al parecer ellos si iban al baile.
Cuando llegué a casa, Charlie se había enterado de mi examen, bueno, creo que todos lo sabían, Forks es un pueblo tan chico que todos saben lo que pasa, en algunos casos es malo vivir en un lugar así, como lo supuse, me prohibió ir, le dije que acompañaría a las chicas a comprar ya que necesitaban una ayuda, al menos eso me dejó, pero con una condición…
-A las 9 acá- me dijo, no podía reprocharle nada, sino sería peor.
Cuando él fue a dormir, me quedé despierta en el ordenador, el aburrimiento no dejaba que duerma, así que decidí descargar algunas canciones a mi reproductor.
Fue en ese momento que escuché un ruido en el piso de abajo, asustada, salí de mi cuarto, mientras bajaba los escalones, escuché un vaso romperse, decidí buscar una linterna, si prendía las luces, se iba a dar cuenta de que alguien bajaba.
Cuando llegué a la cocina, encendí la luz, pero me quedé impactada al ver que no había nadie, no entendí como un vaso pudo caerse de la nada. Tiré los vidrios a la basura y subí de nuevo a mi cuarto, apagué el ordenador cuando terminaron las descargas y fui a dormir.
Al día siguiente, en el aparcamiento, busqué el reconocido Volvo plateado, me pareció extraño no verlo. Él faltaba los días que habían sol, pero este día, como todos los demás, estaba nublado, a punto de llover.
Fui en busca de mis mejores amigas y nos quedamos hablando, hasta que sonó el timbre que anunciaba que las clases empezarían. Con Alice, entramos a nuestra asignatura, que en ese momento era mi martirio, matemática.
-¿Qué te dijo Charlie?
-Que estudie para el siguiente examen y apruebe
-¿Te dejó ir de compras con nosotras?- sabíamos que si Charlie no me dejaba al menos eso, Alice iría a mi casa para poder convencerlo con su carita de cordero a medio degollar, era el único punto débil de mi padre.
-Me dio hora de queda, pero no se quejó.
-mmm… Algo es algo.
Pasaron los minutos y se nos hizo raro no ver a la profesora, ella siempre llegaba puntual. Llegó el director y nos dijo que la profesora tuvo un accidente al llegar a clases y nos dieron hora libre. Con Alice decidimos ir a la cafetería para hablar, no queríamos estar encerradas en el aula.
-¿Te diste cuenta que el Raro Cullen no llegó? Y justo el día que la profesora tuvo un accidente, aquí hay gato encerrado.
-Ali, deberías dejar de hacerte la novela, sólo porque él no viene no significa que le hizo algo a la profesora.
-Yo no me creo que Cullen no haga nada malo Bella, debes abrir los ojos, sólo porque te gusta no quiere decir que él sea un santo- Alice y Rosalie desconfiaban mucho de él, cuando se enteraron que me gustaban, casi me hacen una exorcismo para que pueda olvidarlo.
-Ya, Ali, sólo me gusta, no estoy enamorada, además no puedes decir que él fue.
-¿Y por qué no?
-Porque ahí está- y justo entraba a la cafetería, no sabía cuanto tiempo estuvimos ahí, cuando me di cuenta, ya estaba atestada
-Mira, justo está mirándote, algo querrá
-¿Qué dices?- tenía razón, estaba mirándome, nuestros ojos se encontraron y fue como si pudiera entrar a su mente, mis pensamientos y recuerdos se borraron, sólo veía sangre, enojo, odio y… a la profesora.
Él desvió su mirada cuando pude divisar la cara de la maestra, parecía asustada, fue algo muy extraño
-Bella, ¿Bella?... ¡BELLA!
-¿Qué? ¿Qué pasa?
-¿Estás bien? Empezaste a temblar
-Ssi, estoy bien, no te preocupes.
Luego de ese percance, fue un día de lo más aburrido. Esa tarde fuimos hasta Port Angeles por los vestidos y a las nueve en punto estaba en casa, haciendo tareas.
En la noche me pasó lo mismo, me dio insomnio, decidí leer Cumbres Borrocosas, un libro que me leí un montón de veces, pero que seguía amando como la primera vez. Cuando estaba por la mitad, escuché ruidos en la planta baja, pero decidí ignorarlos.
No leí ni dos palabras cuando escuché a alguien subiendo las escaleras, no podía ser Charlie, él estaba en Seattle por unos casos, se quedaría durante unos días. Y mis amigas estaban en sus casas durmiendo, ellas eran de acostarse temprano, nadie más podría ser.
Escuché como los pasos se detenían en mi puerta, así que decidí apagar las luces, cerrar el libro y hacerme la dormida.
La puerta de mi habitación se abrió, la persona se quedó en su lugar por unos segundos, sentía su mirada en mi espalda y caminó hasta mi cama, se sentó al lado de mi cuerpo y rozó, con su mano, mi mejilla. Tenía la mano fría, sin previo aviso empecé a temblar, no por el miedo, ya que no sentía en ese momento, me sentía segura con él. Estuve tentada a abrir los ojos y ver quien era, pero desistí a la tentación, pero no a la curiosidad.
Di media vuelta como si seguiría durmiendo, sentí que mi cama ya no estaba hundida en donde se había sentado, pasaron unos segundos en donde no escuché nada, pero volví a sentir ese tacto frío en mis mejillas, ojos, frente y por último en mis labios. Cuando menos me lo esperaba, sentí un beso en estos, sólo fue un roce, cuando estaba por abrir los ojos, escuché el despertador.
¿Habré dormido? Yo no lo sentía así, fue tan real ¿En qué momento entré a los brazos de Morfeo? ¿Quién habrá entrado a mi cuarto? ¿Quién me… me habrá dado mi primer beso?
Quería hablarlo con alguien, pero me llamarían loca, por eso decidí dejarlo en el olvido pero ¿Cómo olvidar algo así?
Hoy era el día del baile, al cual no iría. Estaba por bajar las escaleras y escuché el timbre, bajé lo más rápido que pude y sin tropezarme, intenté lo último sin éxito alguno.
Abrí y no había nadie, cuando estaba por cerrarla encontré un sobre en el suelo con mi nombre, lo alcé, lo llevé a la cocina ya que debía desayunar.
Cuando me preparé mi tazón con cereal, lo abrí, era una carta de la profesora de matemática.
Isabella Swan:
Lamento que se entere de esta forma, pero al ver su examen, me di cuenta que yo me equivoqué. Usted aprobó y no deberá rehacer el examen.
Disculpe mi error y espero que pase una noche excelente.
Cuídese
ATTE. La Sra. De Berty
Era raro ver algo así en mi puerta, los profesores siempre trataban de ver quince veces los exámenes para ver si los alumnos nos habíamos equivocado. Hasta yo comparé con otros exámenes y ver en donde me confundí. Su última palabra me dejó con desconcierto "cuídese" estaba escrito como advertencia, de esas donde una persona sabe que algo te ocurrirá pero no puede decirlo.
Cuando llegué a esa conclusión, me di cuenta que me estaba volviendo loca, no puede alguien saber el futuro. Alice era la única persona que veía cosas, de alguna forma extraña no entraba en esa categoría, decidí olvidarlo y seguir comiendo.
Terminé el desayuno, lavé lo que ensucié y empecé a limpiar, primero la sala, luego el baño, el cuarto de Charlie, cuando iba a empezar mi cuarto, me rugió el estómago, cuando vi la hora, casi se me salen los ojos de las cuencas, eran las cuatro de la tarde. No me divertía limpiando, pero no fue tan malo ya que había puesto música.
Cociné fideos, quería algo rápido y que no sea tedioso, cuando acabé, seguí limpiando.
Puse la ropa a lavar, la tendí, limpié la cocina. Cuando acabé con todo, vi la hora y eran las diez de la noche, pedí una pizza y fui a mi cuarto.
Alice me llamó, me contaba que pasaba en el baile, quien vomitaba, quien fue el peor vestido para ella, quien fue con quien o quien fue solo. Me contó todo.
Hasta me dijo que su amor platónico, Jasper Whitlock, bailó con ella y la acompañaría a su casa. Cuando le pregunté por Rose sólo me dijo que la vio con Emmett y después de ahí, nada más.
Nos despedimos y colgamos. Pasó media hora y escuché la puerta de entrada abrirse, hice lo mismo que el día anterior, apagué la luz, dejé mi libro y cerré los ojos.
La puerta de mi habitación se abrió y se escucharon pasos. Mi cama se hundió, al lado de mi espalda y sentí una mano rozando mi cabello, una respiración que sonaba ¿artificial? Y al final, una inspiración profunda.
-Cómo me gustaría que sientas por mi lo mismo que yo siento por ti- Habló una persona que no creía que podía ser, seguro que era producto de mi imaginación- Hice muchas cosas para que no te fijes en nadie más que no sea en mi, Jacob, Mike, Tyler y muchos más…- ¿Jacob? ¿Mike? ¿Qué tenían ellos que ver? El primero se había mudado cuando me dijo que no podía ser más mi amigo, parecía asustado, Mike estuvo sin dormir por unos días hasta que se suicidó, dejando una nota que decía "no lo soporto más, si mi amor por ella no puede suceder, entonces ya nada tiene sentido" ¿Acaso no habla de Jessica? Ellos eran novios cuando eso ocurrió, Tyler, es una historia que Charlie dijo que era mejor no contarme, quiere que lo recuerde cómo era, no que me quedé pensando en el por qué, nadie, solo la policía, sabe que pasó con él.
Escuché una risa baja y de nuevo su voz
-La profesora, fue la mejor de todas, no sabía lo que pasaba hasta que me vio y decidió cambiarte la nota del examen, necesitaba que vayas al baile, pero por ella no pudiste. Al menos ella fue más fácil y divertida de manipular- ¿Qué? Eso no podía ser- Duerme amor mio, sé que estás despierta- y dicho eso me dio un casto beso en los labios.
Cuando abrí los ojos eran las nueve y cuarto de la mañana, todo eso debió ser un sueño, uno muy raro porque, ¿Qué haría Edward Cullen en mi habitación contándome todo eso? Si yo fuera él no lo diría, al menos que sienta orgullo.
En medio de mis pensamientos llegó Charlie, bajé y le mostré la nota de la profesora.
-¿Cuándo lo recibiste?- parecía ¿asustado? Charlie no era de esos
-Ayer a la mañana ¿Por qué?
-Tu profesora se suicidó el viernes por la noche, encontramos una nota un poco parecida a la de Mike, excepto que decía "No soporto todo esto, si no me va a dejar en paz estando viva, al menos debe hacerlo si estoy muerta" no puso quien era el culpable de no dejarla viva.
Eso me recordó a mi sueño ¿O realmente pasó? No lo creía, "ella fue mas fácil y divertida de manipular"
-Hija ¿Estás bien?
-¿Eh? Si, si estoy bien, sólo me quedé pensando, eso es todo ¿Quieres algo para almorzar?
Después de eso no paso nada raro, subí a mi cuarto y vi una rosa, no era una común, era negra, como la tinta y al lado había una nota escrita con una letra pulcra.
Isabella:
Ve al baile de máscaras que realiza la escuela el próximo mes, ya no tienes excusas para no ir, te veré en la fuente a medianoche.
E.C.
Cuando estaba por agarrar la flor Alice entró corriendo a mi habitación y me dijo algo que me dejó desconcertada
-Anoche secuestraron a Rose- estuve callada durante unos segundos para que mi cerebro pudiera asimilar esas palabras- la vi saliendo con Emmett, me había dicho que iba a acompañarla, pero esta mañana su madre llamó a la mía preguntándole si se había quedado a dormir, recién llamó acá y Charlie le dijo que no estaba, estoy preocupada por ella- y ahí rompió a llorar, Rosalie no eran de las que se escapaba de casa por un chico, ella nunca le vio el sentido.
-¿Y no llamaron a su celular?- pregunté cuando por fin cayó la ficha a mi cerebro
-Lo dejó en casa, estoy tan preocupada
-Ya sabes que Rose no es ninguna tonta y sabe defenderse, ella volverá- pero no sabía lo equivocada que estaba.
Pasaron los días y no aparecía, llegó un momento en que las esperanzas se desvanecieron. Una noche, después de llorar por mi amiga, volví a escuchar los pasos como hacía mucho no los escuchaba. Pero esta vez decidí quedarme sentada, leyendo Orgullo y Prejuicio, quería preguntarle si él sabía algo de eso.
Cómo siempre, se quedó afuera de mi puerta por unos segundos y la abrió.
Entró con su caminar caracteríatico, ese ser, que me dejaba con la boca desencajada, los ojos como platos y el corazón latiendo como las alas de un colibrí.
Se sentó a mi lado mientras cerraba mi libro y lo dejaba en la mesita de noche, antes que él pudiera decir una palabra, hablé.
-¿Qué pasó con Rose?- no quería dar vueltas, quería la respuesta ahora.
-Está bien, es feliz, está con Emmett- su respuesta me dejó confusa ¿Feliz? Ella siempre pensaba en todos, debe saber que sus padres y hermanos están preocupados por ellas- Tiene todo lo que siempre quiso, Emmett podía entregárselo y ella no se rehusó.
-No entiendo a qué te refieres con eso.
-Verás, ella quería un amor, belleza y que alguien la quiera por cómo es, no por lo que es.
- ¿Acaso Alice y yo no podremos verla por qué ella esta con tu amigo?- no podía creerlo
-Si podrán, pero ahora no porque es, ¿Cómo decirlo?, peligroso
- ¿Peligroso? Pero ella…-me interrumpió con un beso, intenté alejarlo, en serio que lo intenté, pero sus labios eran muy adictivos, apenas terminó el beso, me le quedé mirando, era raro, ya extrañaba que sus labios sobre los mios.
-¿Irás al baile conmigo?- ¿De donde sacaba esa pregunta?
-…-seguía atontada, y no encontraba mi boca para poder responderle
-Está bien si no quieres, no te obligaré a nada- cuando estaba parándose vi en sus ojos algo parecido a la ¿tristeza? No lo pensé, tomé su brazo, al girarse le dije
-Si, iré al baile contigo-me sonrió de una forma que el aire se me atoró en la garganta.
-Gracias, buenas noches Bella- y me besó
-Buenas noches Edward.
Al día siguiente le hice saber a Alice que iría al baile de máscaras, se puso feliz, cuando estaba por preguntarme con quien, vio a Jasper y sonrió como enamorada
-Ya vuelvo, no te vayas- con esas palabras fue corriendo con él, le preguntó algo y él asintió con la cabeza, estaban sonriéndose, me quedé tan absorta que no me fijé que había alguien al lado mio
-A Jasper siempre le gustó Alice, pero nunca se animó a acercársele
-Alice no sabía a que curso iba, por eso no le habló ¿Podrías responderme con sinceridad una pregunta?
-¿Por ti? Haría cualquier cosa
No sabía como preguntarle lo que tenía en mente a Edward, tal vez no quisiera responderme y se iría
-Bueno… estuve pensando en lo que me dijiste sobre Rose y me preguntaba ¿Cuándo podré verla? Dijiste que ahora era peligroso
-Podrás verla depende de tu decisión
-¿Qué decisión? No entiendo
-Lo sabrás mañana en la noche, ahora debo irme
-Pero…- y se fue, odiaba que me dejen con las palabras en la boca, en ese momento Alice venía con una sonrisa tonta.
-Voy con Jasper al baile, ¿no es genial? Oye ¿Por qué esa cara?
-Me quedé pensando en…-y el timbre me salvó, no sabía que decirle- vayamos a clases, sino llegaremos tarde. Dicho esto, me fui corriendo
Esa tarde, Alice y yo fuimos a comprar nuestros vestidos y máscaras. Al llegar a casa encontré una nota de Charlie, me avisaba que no lo espere despierta y que había dinero para ordenar pizzas.
Cuando vi la cocina suspiré de cansancio, y decidí seguir el consejo de Charlie, ordené dos, por si llegaba con hambre.
Cuando llegó, le pagué al chico, me di media vuelta y ahí estaba Edward.
-Tú no tienes nada que ver con todo el trabajo de mi padre ¿verdad?
-No, esta vez fueron un par de adolescentes que conducían ebrios- tenía una sonrisa burlona en los labios, en ese momento decidí que hay cosas que es mejor dejarlas en la ignorancia
Dejé las pizzas en la mesa del comedor, intenté dar media vuelta pero me agarró de brazo y me acorraló en la pared
-No sabes lo irresistible que eres- esas palabras tenían doble significado, pero no entendía el segundo, me besó apasionadamente.
-¿Bella? ¿Bella dónde estás?- Alice llegó a la cocina y me vio en el piso, sentada, confundida, ¿a dónde habrá ido? ¿En qué momento se fue?- ¿Qué haces ahí?
- Emm…- ¿Qué podía decirle?- me maree
- Tu padre me llamó y dijo que quería que te acompañara, ¿no tienes problemas con eso, verdad?
-No, está bien, ¿Quieres pizza?
Nos quedamos hasta tarde hablando, hicimos algo así como una pijamada, hacía mucho que no nos juntábamos para estas cosas.
Alice se durmió antes que yo, cuando yo iba a seguirla, sentí una mano en mi espalda
-Sólo una noche más y serás mía.-Con eso, caí en la inconciencia.
Al despertar, Alice y yo nos relajamos para esa noche, a las seis de la tarde empezamos a arreglarnos para el baile que era a las ocho, para mi era muy temprano, pero una persona inteligente jamás cuestionaría a Alice.
Cuando estábamos listas, Jasper fue a buscarla a mi casa, ella se dio cuenta de una cosa
-¿Con quien iras? Discúlpame, lo olvidé, ¿Quieres ir con nosotros?- se notaba que estaba preocupada por mi
-En realidad iré…
-Conmigo- Edward apareció detrás de Alice- ¿Estás lista?
-Si, sólo espérame que traigo mi máscara y vuelvo.
Decidí no ver a mi amiga porque sabía que me miraría con duda y reprobatoriamente.
Al llegar al gimnasio, vimos a todos, profesores y alumnos con máscaras, estaba todo muy hermoso, era la primera vez que lo veía así.
-¿Quieres bailar?- me había olvidado que estaba con Edward- no te dejaré caer, lo prometo
-Claro
Empezamos a bailar y él cumplió su promesa, nunca me imaginé aparecer con Edward Cullen en un baile.
-Te ves… hermosa no describe realmente como te ves, estás más que eso- me sonrojé con esas palabras.
-Gracias, tu también te ves guapo- sonrió torcidamente y me olvidé de respirar.
Bailamos toda la noche, no me dejó ningún momento sola, cuando se hicieron la medianoche me dijo que quería ir a un lugar conmigo. Fuimos por la puerta de atrás y me llevó a la fuente que tenía querubines tocando la citara.
-¿Quieres estar conmigo para siempre?- me preguntó, no entendí a que se refería
-¿Por esta pregunta Rose desapareció?
-No fue por la pregunta, fue la respuesta lo que hizo que ella se vaya
-No puedo dejar solo a Charlie
-Yo me ocupo de eso, no te preocupes
-yo…- no sabía que decirle
-No te obligaré
-De Acuerdo- no se por qué sentí que había tomado la decisión que cambiaría mi vida- iré contigo- hincó sus dientes en mi cuello, luego, sentí una llamarada por todo mi cuerpo.
-Bienvenida al mundo de los inmortales-dijo luego de morderme-my vampire
Holaaaaaa
¿Que tal? espero que les haya gustado, si no les llamó la atención disculpen
Dejen reviews así conozco sus pensamientos sobre mi fic
Gracias por su tiempo al leerlo y nada más...
Chauu
