Mirando hacia ti
By Fairy Luna
Capitulo 1. El encuentro
Todo comenzó una mañana fría de otoño, el viento corría muy fuerte y amenazaba con llover, aunque el noticiero había dicho lo contrario; aún así un chico rubio no desistía de su rutina. Aunque por hoy estuviera en una ciudad diferente a causa de su trabajo, tenía la costumbre de salir a correr. Preguntó al portero del hotel de 5 estrellas donde se estaba quedando, donde estaba el parque mas cercano, él le indicó que a 5 cuadras así que Quatre R Winner, violinista de profesión, decidió ir trotando hasta ahí y darse unas cuantas vueltas.
Unas finas gotas comenzaron a caer, Quatre agradeció el no haberse confiado del meteorólogo y haber traído un pequeño paraguas con el. Pasó por enfrente de un edificio que parecía importante, arriba de la entrada había un escudo con una espada y un rifle cruzados frente a un águila enorme y aunque las puertas eran de vidrio, dejando ver un poco hacia dentro, había un par de soldados custodiándolas. Siguió avanzando, aun le faltaban 3 cuadras para llegar al parque que le habían indicado, aunque si comenzaba a llover realmente fuerte lo mejor sería regresar, no se podía dar el lujo de enfermarse a unas cuantas horas de su concierto.
Mientras tanto en la acera enfrente del parque un chico de cabello café va echando chispas por la calle¡no podía creerlo! De verdad que no… ¡¿Cómo su A4 Cabrio que no tenía no un mes de haberlo sacado de la agencia, se había quedado parado en medio de la calle¡¡Así nadamas!! Era inconcebible… los del seguro ya lo habían oído, les había marcado inmediatamente para que mandaran una grúa por el coche; llevaba prisa y para colmo estaba lloviendo, su uniforme se arruinaría y lo peor, su superior, el General lo vería todo sucio y lleno de lodo como un niño pequeño, ya se veía…
Tenía una reunión importante con los demás Jefes y Generales. Trowa Barton pertenecía al ejercito de su país, era un Mayor, como lo demostraban las 5 estrellas rodeando un olivo que llevaba en su uniforme. Esto no iba bien, tapado como podía con su portafolios y tratando de esquivar los charcos iba maldiciendo a todo y a todos... ¡¡y a tan solo 1 cuadra del edificio!! Que dirán los Cabos cuando lo vean llegar a pie…
Ya solo faltaba una cuadra, cuadra y lo lograría; llovía, pero no tan fuerte y había logrado llegar seco a excepción de unas cuantas gotitas en el sacó que no importaban demasiado; cuando de repente en cuestión de segundos, un gran camión a toda velocidad pasó por un gran charco, mas parecido a una laguna, arrojando una gran ola de lodo hacia las personas en la banqueta. Trowa lo vio todo en cámara lenta, hasta estaba pensando en anotar las placas de ese estúpido y hacerle la vida de cuadritos, pensando a mil mientras el lodo se dirigía irremediablemente hacia el.
De repente todo fue negro, se escucho el golpe del agua contra algo que parecía plástico y por alguna razón el no se sentía húmedo de alguna parte de su cuerpo. Un chico inesperadamente había abierto su paraguas impidiendo que fuera empapado. Se quedó atónito, no sabía si por los reflejos del chico, su amabilidad o el chico en sí: vestido de manera ordinaria para correr, cabello rubio y corto. Solo le veía la espalda.
-¿Estas bien?- preguntó el chico héroe volteando hacia Trowa y pudo ver que sus ojos eran entre azul y verde, como el mar y piel muy blanca.
-Si- contestó como pudo aún impresionado -eso fue asombroso, gracias...
-No fue nada- contestó sonriendo ampliamente –sería una lástima que tu uniforme se arruinara, se ve que llevas prisa para aventurarte así con este clima…
Trowa volteó a ver el reloj por el comentario del otro chico, abrió mucho los ojos al ver la hora.
-La verdad es que si llevo muchísima prisa, de hecho, voy atrasado.- Dijo mientras daba unos pasos hacia atrás a manera de irse –Disculpa y muchas gracias de nuevo- terminó dándose la vuelta para caminar a toda velocidad.
-¡Ya te dije que no fue nada!- alzó la voz el rubio para hacerse escuchar, el otro chico ya iba algo retirado – ¡Me llamo Quatre!
-¡Trowa!- solo alcanzó a gritar el uniformado, perdiéndose entre la gente, el rubio sonrío ante ese gesto. Pero que hermosos ojos verdes tenía, pensó, esperaba tener la oportunidad de volverlos a ver. Además estaba la extraña sensación desde que lo vio protegiéndose de la lluvia y como corrió sin dudar a ayudarlo cuando vio al camión a toda velocidad. ¿Qué tal si no hubiera funcionado lo del paraguas?, hubiera terminado todo lleno de lodo y haciendo un gran ridículo. Pero si aún así hubiera sido capaz de ver esos ojos verdes tan de cerca, hubiera valido la pena.
Trowa llegó presuroso a un edificio alto y elegante, un escudo con una espada y un rifle cruzados frente a un águila enorme adornaba la parte de arriba de la entrada con puertas de vidrio; los vigilantes, que estaban uniformados de soldados lo saludaron inmediatamente poniéndose rígidos y elevando la mano derecha hasta su frente de manera muy derecha. Notaron que el Mayor no llegaba en su auto convertible, pero no le preguntaron nada. El moreno sacó su gafete y lo dejó en la recepción, pudo apreciar que ya estaba la mayoría de sus superiores, sino es que todos. Faltaba un par de minutos para la hora establecida, pero la puntualidad es una regla rigurosa en el ejército.
Mientras subía las escaleras, unos ojos azul-verde le llegaron a la mente, ese rubio era de verdad misterioso; de la nada había salido, como un ángel, a rescatarlo. Y su sonrisa… se detuvo en seco tragando saliva regañándose por lo que estaba pensando y se apresuró a subir al elevador. Sentía como si hubiera tenido la oportunidad de algo y lo hubiera dejado ir.
La junta no duró demasiado, hablaron un poco sobre los posibles sospechosos por tráfico de drogas o armas, también de una ciudad que necesitaba su apoyo pues acababa de sufrir un desastre natural y uno que otro tema político. Nadie le llamó la atención por llegar justo a la hora o notó las gotas de lluvia en su uniforme; estas ya se habían secado, agradeció eso porque el uniforme y mas el de gala como el que llevaba hoy siempre debía lucir impecable.
Volvió a pensar en el rubio¿viviría cerca de ahí? Imposible. En el lugar donde se encontraba solo había edificios gubernamentales, locales comerciales y hoteles, no era una zona residencial. Además no parecía nativo del país.
-¡Atención Mayor Barton!- Trowa dio un respingo imperceptible volteando hacia donde se dirigía la voz, saludando al acto poniendo la mano derecha en la frente, muy recta- tengo rato dirigiéndome hacia usted Mayor.
-Discúlpeme General, no volverá a pasar, Señor- dijo muy serio mirando fijamente al frente. El que se dirigió hacia el era el Brigadier Schbeiker, su superior varios escalafones arriba.
-Descanse Mayor- diciendo esto Trowa se relaja y pone las manos a los costados, aún viendo al frente muy serio. –Le llamo porque deseo invitarlo a un concierto que se llevará a cabo hoy en el Instituto Nacional de Bellas Artes, tocará la Sinfónica Nacional y tengo entendido que habrá un solista, un violinista que muchos afirman que es un genio. Llevaré a toda mi familia.
-Será un honor acompañarlo a usted y a su familia, Señor- contestó el de ojos verdes cordialmente.
-Oh vamos Trowa, no me hables tan cortés, después de todo, te conozco desde que eras un chiquillo –dijo el General acercándose sonriendo al muchacho de manera paternal.
-Lo siento General, estamos en un edificio del gobierno en horas de trabajo, usted es mi superior y debo tratarlo como tal, Señor- dijo Trowa seria pero amablemente. El General Schbeiker rió un poco.
-Por eso me agradas muchacho y por eso mismo es que te he encargado lo que te he encargado – dijo de manera risueña. Trowa solo asintió.
Ya era de noche y el concierto no tardaría en comenzar. Trowa esperaba en el lobby, vestía su uniforme de gala que era azul muy marino haciendo resaltar mas las estrellas que lo condecoraban y daban a conocer su rango. Esa noche, lo que sería el Poder Judicial, o por lo menos los primeros escalafones, serían los invitados de honor; esa era la razón por la cual debía portar el uniforme. Se inclinó un poco a manera de saludo respetuoso cuando vio llegar al Brigadier Schbeiker sujeto del brazo de su hija Hilde. Se saludaron y se dispuso a seguirlos a sus asientos.
Trowa no había podido olvidar el incidente de la mañana, ahora se sentía algo culpable por no haberle agradecido como se debía al chico rubio… Quatre era su nombre. Tal vez si mañana fuera a la misma hora lo encontraría una vez más, esperaba que si porque si sus sospechas eran ciertas, tal vez solo se había quedado hospedado en alguno de los hoteles de esa zona y quien sabe cuando se iría o si se habría ido ya.
Mientras caminaba entre los sillones pudo distinguir a lo lejos que alguien lo saludaba, se trataba de su amigo Duo Maxwell, el era Capitan Segundo y a su derecha estaba en Capitan Primero, Heero Yuy; sentado con cara de pocos amigos y con los brazos cruzados. Se alegro de poder verlos ahí y que se sentarían bastante cerca, a la misma altura solo que el una fila mas arriba. Habían sido compañeros en la escuela militar donde habían pasado grandes momentos, pero después en la universidad se tuvieron que separar por las especialidades.
Se anunció la tercera llamada y se alzó el telón, un hombre vestido de esmoquin caminó hacia una tarima, solo traía una batuta en la mano derecha, el debía ser el Director de la orquesta. Se inclinó ante todos, dirigió algunas palabras, saludó a los invitados de honor y finalmente presentó al solista invitado de esa noche, un virtuoso violinista traído desde Arabia, hizo una mala broma diciendo a los militares que se calmaran, no era Osama Bin Laden; algunas personas rieron y otras no, algunos espectadores rieron exageradamente para caer en gracia al director; los Jefes y Generales invitados sonrieron amablemente.
Finalmente el solista salió caminando tranquilamente con una gran sonrisa, violín en mano. Llegando al centro del escenario se puso una mano en el pecho, la otra en la espalda y se agacho a modo de saludo respetuoso. Todos aplaudieron y se sorprendieron de lo joven (y guapo) que era. Los flashazos no tardaron en aparecer. Rubio claro, de ojos azul-verde y piel muy blanca, el Director lo presentó como Quatre R. Winner, un virtuoso violinista.
Trowa no pudo ni aplaudir, estaba realmente impresionado, nunca se imaginó que aquel chico con el que se topó apenas esa mañana y en el que estuvo pensando todo el día se lo encontraría ahora delante de el y no supo porque de repente se encontró deseando fervientemente que el de ojos azul-verde volteara a mirar hacia él.
Destino
Continuará
Para los rangos militares, usé los del escalafón de mi país que van como sigue:
De menor a mayor rango:
Tropa: cabo, sargento segundo y sargento primero (existe una distinción para los soldados la cual es denominada soldado de primera).
Oficiales: Subteniente, teniente, capitán segundo y capitán primero.
Jefes: Mayor, teniente coronel, coronel.
Generales: brigadier, de brigada y de división.
No se mucho… o mas bien, no se nada sobre las costumbres, reglas, políticas y demás que debe llevar un militar, o como se llega a ser, solo es que me encanta como se ve Trowa de soldado en el anime y eso me pareció suficiente XD… Tampoco se las edades que se requieren para estar en cada posición… pero acabo de ver la de Exterminio 2 y ahí había una doctora que era joven y bonita y era Mayor, y como Trowa es joven y guapo, puex será Mayor también XD… así que en pocas palabras, mucho de lo que yo diga sobre los militares puede ser y será inventado jaja… a menos que encuentre mas información útil en wikipedia….
Espero que hayan leído hasta acá y mil gracias )
