*-*Terry*-*
Tenía suficiente tiempo como para un poco de diversión, esto, gracias a la cancelación de una entrevista con un posible socio.
-¿Su tiket, señor?
Metí la mano al bolsillo del grueso abrigo y saqué el comprobante de ingreso a un prestigiado circo.
Tomé mi asiento y mis pensamientos divagaban entre los números que significarían para mí si lograba cerrar el trato con Stevenson en esta semana que estaba de visita en Nueva York. Quería extender la empresa de mi padre en este continente y sin importar que recién hubiera llegado de Londres un par de horas antes, recibí la cancelación por medio de su secretaria.
Miraba sin tanta atención y aplaudía como respuesta al estímulo de los que me rodeaban.
Me disponía a retirarme, antes de culminar el espectáculo, para evitar la aglomeración de gente deseosa de salir cuando anunciaron el último acto… Su larga y ondeante cabellera rubia brillaba bajo la luz que seguía sus pasos. Su enorme sonrisa iluminaba sus ojos exageradamente maquillados. Con gracia y elegancia ascendió por una larga cuerda hasta alcanzar la cima, donde la mirada de la concurrencia se centraba. -"… Sin uso de red de seguridad…"- Alcancé escuchar.
Las manos me sudaban en muestra de un gran nerviosismo, los negocios en mi mente se esfumaron y mi mirada le seguía en cada pirueta que hacía en todo lo alto… Fui el último en abandonar el lugar. Quería escuchar el nombre de aquella joven artista que desafiaba a la atracción de la ley de gravedad.
…
-Lamento haberle cancelado el día de ayer y agradezco esta cita
-Igualmente estoy agradecido que tengamos esta oportunidad.
Mientras exponía la importancia de nuestros servicios y las ventajas del mismo fuimos abruptamente interrumpidos; sentí enojo pero debía mantener bajo control todo mi temperamento ya que sabía que si cerraba este trato podría obtener la vicepresidencia en la compañía de mi padre y le ganaría a mi hermano Marck quien luchaba por obtener una buena sociedad – Oh! Señor Grandchester, ruego que no tome a mal pero William Andry es un viejo conocido y amigo mío que tomé el atrevimiento de invitarle para que conozca sus servicios
Estreché la mano del señor Andry y pensé que tal vez debía iniciar de nuevo con mi discurso empresarial – Eres muy joven – Sonrió el señor Andry –Espero sepas lo que ofreces – Dijo en broma y Stevenson rió juntamente con él.
-Estoy seguro que sí – Me uní a sus risas en aparente falta de sentido
Retomé mi explicación y después de un par de minutos el móvil de señor Andry sonó y detuve mi discurso para brindarle la oportunidad de responder o ponerlo en silencio. Respiré profundo y él hizo lo primero – Sí… estoy en una reunión – Interrumpió su charla y me preguntó ¿En cuánto tiempo más o menos concluiremos? "En diez minutos, lo prometo" respondí en baja voz. – Dame diez minutos, hija y te veré en el lobby… - Pulsó el lateral de su móvil y se disculpó – Prosiga, señor Grandchester…
Intenté apresurarme para concluir antes y tener tiempo de agendar una segunda entrevista sin descuidar los puntos importantes de mi ponencia.-…Es por esto que Asesores Grandchester y Co. Es su mejor opción.
Los miré levantarse y mi corazón latió nervioso -Insisto, es usted muy joven para hablar de negocios
Miraba que la oportunidad se me escurría entre las manos y no sabía cómo retenerlos para ser más persuasivo y más sabiendo que el señor Andry tenía una cita en unos minutos más. Así que únicamente tenía delante de mí dos opciones, la primera de ellas, insistir y mostrar desesperación por cerrar un trato o sonreír y agradecerles el tiempo. Abrí la boca para agradecer, tomando mi segunda opción cuando Andry rió –Eso me sorprende, tu padre debe estar orgulloso de ti. Hazme un favor y lleva el contrato por la tarde a mi oficina –Extendió una tarjeta, - Ahí está la dirección.
Una loza pesada cayó de mis espaldas y solté la respiración. Estrechamos nuestras manos –Le veré por la tarde
Stevenson y yo nos quedamos un poco más de tiempo para revisión de las cláusulas del contrato. –Estaba seguro que a Will le convencería el servicio que representas
-Le agradezco mucho la confianza y la amplia recomendación… ¿Llevan mucho tiempo de conocerse?
-Estudiamos juntos y ahora nuestros hijos tienen su propia historia
-Ah! Comprendo – Mencioné sin saber lo que mis palabras significarían más adelante … -A las 15:00 horas, entonces
-Sí, para que mi abogado esté presente.
-Es un gusto hacer negocios con usted
-Hasta la tarde, Grandchester
-Hasta entonces…
Sentía un poco de euforia por los dos contratos celebrados en este viaje y no tenía con quien celebrar, mi hermano y compañero de aventuras se encontraba haciéndo lo suyo en el viejo continente y recién había terminado mi relación sentimental con Sussy Marlow después de tres años de extraño romance. La única opción era llamar a cualquiera de mis padres pero esta no era una hora conveniente debido a la diferencia de horarios.
-Es usted muy puntual, señor Grandchester
-Es de ingleses – Sonreí
-No tendrá inconveniente que esté aquí ¿Cierto? Ya que nuestra cita era un poco más tarde
-Para nada, Señor Andry. Así podemos cerrar el trato en un mismo tiempo
Delante de sus abogados firmamos y cada quien se quedó con la copia del contrato - ¿Cuánto lleva en la ciudad?
-Dos días
-Supongo que no ha tenido oportunidad de visitar el White Circus
-Will, sabes que lo más probable es que no. No se pueden hacer muchas cosas en dos días en la ciudad de Nueva York. – Respondió el Señor Stevenson por mí
-Entonces, aquí le dejo dos cortesías para que venga esta noche. No debe perdérselo por nada del mundo. Después de la función brindaremos en compañía de mi familia
-Le agradezco. Considero que un brindis es algo íntimo reservado para los más cercanos
-No me estará rechazando ¿Verdad?
-No, por supuesto que no- Dije con prontitud y añadí – Quería agradecer la oportunidad de conocer a los suyos
-Entonces, le esperamos. Son lugares especiales.
-Ahí estaré – Guardé los boletos en el interior del blazer.
Presté un poco más de atención esta ocasión y disfruté tanto mirar de nueva cuenta a la bella rubia que ejecutaba su acto a la perfección sin ningún tipo de protección. Estaba plenamente confiada en su experiencia y habilidad así como en las cuerdas y trapecios en los aires.
Su diminuto traje se ceñía a su perfecta silueta despertando en mí el deseo de poder sentirla entre mis brazos, de acariciar su larga cabellera y perderme en sus mirar. Quería que esa sonrisa que le regalaba a su público fuera exclusivamente mía… pero eso era imposible por muchas razones, en especial porque yo partiría a Londres al siguiente día y no tendría la oportunidad de conocerla.
*-*Candy*-*
Papá se emocionaba mucho al mirarme por los aires –Eres igual a tu madre, Candy- Expresaba con orgullo.
Después de la muerte de mamá, papá decidió conservar el circo, que fuera de la familia de mamá, a petición mía y aunque él se dedicó a su empresa siempre hizo el grande esfuerzo de asistir a una función en donde quiera que el White Circus se presentara, si por alguna razón no podía viajar, debido a sus negocios, le pedía a Thomas Stevenson hacerme compañía en el último día de funciones.
Ahora estaba en casa. Después de una larga gira, nos encontrábamos en Nueva York con un nuevo espectáculo.
Regresar a casa siempre me daba gozo, aunque las despedidas dejaban una gran melancolía en mí durante muchos días. Cada vez era más difícil dejar por mucho tiempo a papá.
En relación al tema del amor, pues, no existe mucho que decir. Thom es quien ha estado más cerca por los últimos años y nuestra amistad a veces es confundida con noviazgo. Hemos sido interrogados, por algunas amistades, de cuándo daremos el paso siguiente para contraer matrimonio. En un principio esto era divertido pero ahora me pone a meditar en muchas cosas. Thom es el tipo ideal y podría aprender a amarlo… pero después de la mala experiencia con Neil Leagan… no me quedaron ganas de amar a alguien más. No quiero herir sus sentimientos como los míos fueron lastimados por falta de amor y aunque esté agradecida por la muestra de afecto de él no puedo entretenerlo a mi lado y evitar que él se enamore.
Centrarme en mis rutinas en el White Circus fue el bálsamo para cerrar mis heridas amorosas; pero lamentablemente cerró algo más que aquellos lastimosos recuerdos; cerró mi corazón ante toda posibilidad de amar.
En mi interior hice una analogía de mi zona de seguridad en relación a mis seres más cercanos y las cuerdas y tubos que sostenían mi estancia por los aires. Soltarme de alguno de ellos era igual a la inseguridad y miedo que sentí junto a Neil Leagan por los casi cuatro años que estuvimos juntos.
Años en los que le pedía que me expresara verbalmente que me amaba. Años en los que la única que sostenía las cuerdas de la relación era yo… Amar es sentir el vacío anhelante de devorar a aquel que suelta el trapecio y cae en él; que lo herirá con la posibilidad de muerte, que nada puede sujetarte y evitar caer… amar es perderse en la oscuridad de lo desconocido… Amar es al fin caer…
-Papá, me alegra tanto que vinieras
-Jamás te dejaré, hija. Eres mi especial tesoro – Me envolvió en sus brazos y me entregó un bello ramo de rosas carmesí
-Dime – me metí detrás del biombo para cambiarme de ropa -¿Qué te ha parecido el acto?
-Me sentí un tanto nervioso. No me habías dicho que tomaste la decisión de eliminar la red de protección
-Es un paso más en mi carrera, papá
-Siento que es peligroso
Me miré en el espejo y saqué de mis cabellos los sujetadores y eliminé cuanto maquillaje pude de mi rostro – No lo es. Ya lo domino, papá, puedes estar sin cuidado
-Es algo difícil lo que me pides, me quedo un tanto intranquilo de saber que realizas tal acto
-No te preocupes – Le sonreí y engarcé mi brazo al de él en señal de estar lista para ir a cenar –No me pasará nada, te lo prometo.
Después de hablar de mí, de recordar a mi madre seguía el tema de los negocios – Stevenson me lo recomendó y me di tiempo de investigar la firma
-Me alegro mucho por ti, papá. Esto hará crecer en gran medida la empresa
-Candy, sé que no te gusta hablar mucho de este tema, pero ya soy un viejo y es tiempo que hablemos de tu participación en la empresa. Puedes conservar el circo y…
-Papá, cada vez que hablas de esta manera siento que te estás despidiendo y no puedo con eso – Miré por la ventana del auto y una lágrima se escapó tan solo de imaginar el dolor de perder a papá.
-No seas pesimista – Tocó mi mano – Tarde o temprano pasará y quiero que continúes con la empresa. Prométeme que no la dejarás perder…
Perdí mi mirada en la de él y dije –Te lo prometo, papá. Ahora no hablemos más de una posibilidad de despedirnos. Te propongo que lo veamos como una capacitación durante mi estancia en Nueva York y prometo quedarme el doble de tiempo previsto. Dejaré un tiempo la carpa y me quedaré contigo
-Gracias, en verdad, cariño.
-Muero de hambre – Cambié el tema –Imagino que los Stevenson estarán esta noche
-No te equivocas y no falta mucho en llegar. El lugar te va a gustar
-¿Tan seguro estás?
-Lo escogí pensando en ti
Ahí estaban los Stevenson menos Thom – Te voy a presentar a nuestro asesor. Candy, él es el Señor Grandchester
Su mirada pasó por todo mi cuerpo provocando cierto descontento en mí –Es un gusto conocerle, señorita Andry
-Llámame Candy – Sonreí amablemente
-Soy Terrence Grandchester, puede llamarme Terry
Pasamos a la mesa y él tomó lugar junto a mí. Era extraño, se trataba de un joven de tal vez tres o cuatro años mayor que yo pero vestido con una gran formalidad que hacía parecer a mi padre y al señor Stevenson como indigentes. Sus rasgos eran finos y su postura demasiado rígida que hacía sentirme incómoda, su manera de tomar los cubiertos y las copas era perfecta – Por Candy – Dijo papá al brindar en mi honor
-Por usted- Dijo Terry
-Por ti – Respondí para corregirlo y que pudiera tutearme
-¿Por mí? – Respondió y una enorme sonrisa se dibujó en su casi perfecto rostro
También sonreí
-Por Candy, la más hermosa de todas las mujeres
-¡Thom! –Dije abandonando mi lugar – Viniste – Lo abracé
-Nunca me perdería un brindis en tu honor – Besó mi frente.
