Pareja: Jaime Lannister/ Cersei Lannister.

Desclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos son de George R.R. Martin.

Aviso: Este fic participa en el Reto #59: "¿Incesto? ¿Dónde?" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".


Días dorados


Robert se lo pidió en la mañana. Se lo pidió como si fuese algo de suma importancia, y hasta se atrevió a enfadarse con ella por negarse.

La verdad, es que fue una de las primeras peleas que tuvieron tras casarse –aunque Cersei tenía un franco resentimiento para con él, por decir el nombre de la loba justo cuando estaban en la cama-, y ella se vio totalmente reticente en dar el brazo a torcer, y evitarla.

Así que Robert se fue, con su gentuza, al bosque a cazar animalejos que a la reina le venían sin cuidado. En fin, ella tenía cosas más importantes que hacer, y si bien no podía ocupar el puesto del rey –cosa que aún le parecía injusta, ya que la negación venía solo al hecho de ser mujer-, y ese deber se le era conferido a la Mano - y una muy vieja-, aún tenía formas de perder el tiempo. Y de maneras mucho más placenteras de cómo le insinuó que lo perdiera su querido esposo.

Los Siete no estarían de acuerdo, ni la tanta gente de afuera o dentro del castillo, pero… siendo esto un secreto, lo mejor era la concientización de las dos partes implicadas. Además desde que contrajo nupcias, y se acostó con ese animal, su piel, cuerpo y alma, se veían hambrientos de un toque distinto. Del toque de Jaime.

Y Jaime también estaba sediento de ella. Cersei lo pudo notar por la forma desesperada en que la besó, en como la poseyó, y hasta en la forma de como la miraba. Aunque con él, siempre vio ese atisbo de sentimiento único en sus ojos. Lo vio hasta cuando eran niños, y ellos no sabían exactamente lo que hacían, ni por qué se sentía bien.

Sonrió al recordar esos tiempos… pero ahora que la inocencia quedó desterrada a un lugar del olvido, no había cómo recuperarla, es más tal vez desde que su señora madre los encontró en sus primeros juegos sexuales, y se escandalizó – y a reacción de ello, Cersei se vio profundamente resentida-, no hubo manera de volver a agarrarla y ponerla en su lugar. Y no había razón para hacerlo; dicha sea la verdad.

Así que una vez ella sintió a las fuerzas volver a su cuerpo, se cernió encima del cuerpo de su amante –y hermano-, y lo besó hasta que lo sintió endurecerse bajo ella. Y de ahí, es obvio lo que pasó.

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Cuando lo tuvo dentro de sí, se sintió por enésima vez completa.


Quería algo más elaborado –algún día lo haré, esta pareja es mi adoración-, pero… esto es lo que salió, a base de simplemente releer unas cuantas partes que me había olvidado, pero que me gustaron. Eso de llamar a sus primeros encuentros tras las nupcias, días dorados y noches de plata, me pareció algo realmente bonito, o… no sé, jajaja.

Bien, para este reto quería hacer también algo de Theon y Asha, pero… no se dio a lugar –tal vez algún día-, y… anuncio esta es mi historia número 100, me siento contenta, esta pareja merecía ese lugar.

¿A alguien le gustó la historia?