Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen. Agradezco a la señora Stephenie Meyer al crear dichos personajes y saga Crepúsculo ya que sin ella no podría escribir esta historia.
Prefacio.
Yo sólo conocía el amor de esa manera en la que muchos adolescentes de 15 años la describen. Una manera que te hacía sufrir por no poder estar con esa persona especial donde tus sentimientos hacía él, le importan una mierda, aun sabiendo que existen. Soñando que mi vida, no era así de cruel conmigo misma, que en verdad existía alguien en que le importara lo que yo sintiera, lo que anhelaba, lo que me hacía feliz. Nunca he sido una persona interesante en realidad. Siento que mi vida es tan insignificante que no creo que alguien moriría por mí.No soy especial y jamás lo seré. Tengo una sonrisa para todos en mi rostro, pero ¿Por dentro? por dentro gritaba porque era prisionera de mí misma, y ¿Lo peor? Lo peor es que ni yo me podía liberar y sólo pedía al cielo que algún día todo este dolor terminara.
BPOV
Había regresado a mi actual ciudad, después de 6 largos meses de vivir en Phoenix, Arizona con mis padres sin mi hermano mayor Quil de 17, fue difícil pues estaba tan acostumbrado a Forks, su gente que era tan cálida, el clima, era todo lo contrario a Phoenix.
Es invierno, la verdad no le había dicho a ninguno de mis compañeros de Forks que volvería—sólo a Ángela —pero esta prometió no decir nada, eso me hizo sentir bien. Era diez de Enero cuando llegué al instituto, era tal y como lo recordaba: Con grandes árboles a su alrededor, todo en perfecto silencio. Entré a la oficina con mi madre. La coordinadora Cooper me dice que en mi antigua clase está llena y no puedo regresar a ella, me cambia a otra clase diferente. Conozco vario chicos de esa clase y eso me quitó los pocos nervios que tenía.
—¿Señorita Swan? —Me llama la señora Cooper, en un tono serio.
—¿Sí? —Contesté algo insegura.
—Sabe muy bien que no permitimos ese tipo de calzado—Miró hacia al suelo, refiriéndose a mis Converse algo rotos y rayados con marcador Sharpie. Me agradaban.
—Lo siento, han sido los primeros que encontré—mentí.
—Espero no se repita el incidente—Sonreí, aunque yo los volvería a traer sin que ella se diera cuenta.
Entre la clase de Contabilidad, conocía varios chicos de esta clase, pero ninguno de ellos era amigos míos.
Toque la puerta, y después entre, para mi suerte era el señor Molina quien ahora daba esta clase.
"Mierda" exclamé para mí misma.
—Buenos días—Dije en un volumen muy bajo que yo solo escuché.
Le entregué mi pase para que me lo firmara.
—Buenos Días, su rostro me es familiar y su nombre, ¿Qué usted no estaba en clase Biología en 2° Grado? —Dijo mientras hacía un brutal garabato en mi pase.
—Sí, pero me fui a vivir fuera de la ciudad, regresé otra vez a Forks—dije en tono bajo.
—No se hubiera molestado en regresar—Dijo mientras ponía el pase en mi mano —Me da gusto tenerla otra vez en mi clase—Sonrió sarcásticamente.
sabía que no le daba gusto, me tenía en su lista negra por que traté de ayudar a mi antigua amiga Ángela a pasar el examen de Álgebra y esta aprobó. Él quería reprobarla.
Me senté en el fondo de la clase, ahora era el número de lista 51, todas las miradas eran dirigidas para mí, sentí como se clavan en la espalda hasta que me senté y tomé apuntes de la clase, el tiempo era demasiado lento, pasaron 3 clases, hasta que llegamos al almuerzo y salí corriendo de aquella clase en busca de mis antiguos amigos de Biología la primera persona que vi fue a mi mejor amigo y platónico: Riley, en cuanto él me miro y yo a él, me desconecté de aquel mundo y lo abracé.
—Bella, Bella, Has vuelto a Forks— Recordaba su sonrisa, era la más perfecta que había visto en toda mi vida.
De repente esos 6 meses sin verlo, se me olvidaron y todos los sentimientos que creía que estaban perdidos, volvieron a mí. Ahora lo que me importaba, era él, solo estar con él, aunque sólo fuera su amiga y siempre fuera eso.
—¡Bella, has vuelto!—Chilló mi mejor amiga Jessica, ambas brincamos por todo el pasillo al vernos y sonreíamos.
Anduvimos por todo el instituto, caminando con otros compañeros que se sorprendieron al verme otra vez, yo solo sonreía y me ruborizaba, ahora era el centro de atención y entonces, vi a uno de mis mejores amigos en todo el curso: Jacob.
—¡BELLA!—Gritó sorprendido.
—Hola grandulón —Corrí a abrazarlo y él me imito.
Me asfixiaba con su abrazo e intenté romperlo.
—Jake, no puedo respirar—dije tosiendo.
—Lo siento, No puedo creer que este aquí nuevamente—Sonrió para mí.
Nos fuimos a la cafetería y en esta ocasión pagaron ellos el almuerzo y les platiqué como me había ido en Phoenix.
—La verdad no fue del todo bien, es todo lo contrario a Forks y me da gusto estar aquí nuevamente—Dije, seguimos charlando de cosas y me volví a sentir en confianza como antes.
—¡Baah! ¿Por qué no estás en Biología como antes? —Preguntó Riley.
—Clase llena—Dije algo triste.
Él sonrió, como un tipo consuelo para mí y dijo:
—Espero que estés con nosotros en el almuerzo y en la salida—Me tomó la mano y me miró a los ojos.
"Como no iba a estarlo y más si tú estás, aún te amo" pensé para mí y después sonreír ante aquel gesto suyo.
Entonces sonó el timbre y todos se despidieron de mi uno por uno y él me acompaño a mi salón.
—Te quiero, nos vemos en la salida— Me dio un abrazo y se fue a su salón.
—Adiós amor mío, te he extrañado—Susurré cuando Riley caminaba en el pasillo y entro a su salón y yo entré a mi clase otra vez.
Entré a mi clase y me senté en mi banco, empecé a garabatear mi cuaderno y escuché una voz:
—Hola, tú estudiabas aquí antes no?— Me dijo Kate, una de las chicas más populares del instituto.
—S-sí, estaba en Biología—Dije sorprendida y ella sonrió ante mi tartamudeo.
Digamos que yo era de las chicas que no hablaba, al menos que me hicieran una conversación y realmente me interesara, pero Kate fue la excepción. Conversamos mucho tiempo y me di cuenta que los demás se fueron acercando, ya que no teníamos maestro en la clase de Lectura y me fue presentando con el resto del grupo, unos no hizo falta presentarnos, pues ya nos conocíamos, vivían cerca de mi casa.
Conforme pasaron las clases fui acumulando firmas, para cuando estuviera lleno, tenía que entregarlo en la oficina, me la estaba pasando muy bien, todos. Conversábamos de nuestras vacaciones, aunque no los conociera, realmente eran buenos é el pase en la oficina y después tomé el autobús a casa, mi madre estaba haciendo comida, la saludé y le dije que me iría a cambiar mi ropa para comer, cuando bajé a comer le ayude a servir la mesa y conversamos un poco, vivíamos solo mi mamá y mis hermanos, mi papá aun estaba en Phoenix porque tenía unos asuntos pendientes que arreglar en su "trabajo".
— ¿Cómo te ha ido hoy? ¿Qué tal la escuela? — Preguntó mi madre.
—Bien, me agrada esa clase, aunque…—Dije vacilando.
—¿Sucede algo? — Mi madre enarcó una ceja.
—No es tan grave, bueno sí, la clase de Contabilidad la imparte el Señor Molina y no le agrado muy bien que digamos—Contesté.
—Mientras cumplas sus trabajos, no tiene que ser grosero contigo, ¿de acuerdo?— Dijo mi madre, sonriendo para dar consuelo hacia mí. Eso me recordó a Riley.
Mi madre es ese tipo de personas admirables que siempre se preocupa por los demás antes que por ella misma. Es una mujer muy responsable y fuerte, y digo fuerte no de forma física, si no porque mis abuelos murieron hace 12 años, cuando yo solo tenía 3 años y ella tenía 23 años. Creo que eso realmente la marco en su vida.
Terminamos de comer y me lave los platos, mi hermano estaba haciendo su tarea y yo subí a mi habitación, tratando de terminar de desempacar la ropa, acomodando todo. Después de que la casa había estado sola por más de 6 meses, mi habitación era un asco. Tardé demasiado en limpiar, que llegó la noche y me duché con agua caliente para relajarme. Bajé a cenar un cereal y me puse a ver el televisor, estaba pronosticada una tormenta helada con posible nieve, aunque más bien era granizo, cambié de canal. Me aburrí, apagué el televisor y me subí a mi habitación, busque mi chaqueta para ir mañana a la escuela, apagué la luz de mi lámpara y me quedé dormida.
Me desperté a las 5:30 AM, puse mis pies en el suelo y estaba realmente frío que brinque de nuevo a la cama y me empecé a vestir para ir a la escuela, mi madre seguía dormida, bajé y lo primero que hice fue encender el televisor, 5°C y la temperatura bajaría en el transcurso del día. Estaba en un dilema, si ir o no ir a la secundaria, si me quedaba mi madre querría que le ayudara a quería limpiar y mucho menos con frío, por otra parte no quería faltar para ver a mis compañeros otra vez, especialmente a Riley.
Salí de casa y no desayuné, digamos que el desayuno por la mañana me da mucho asco y me apresuré eran las 6:10 y el autobús pasaba a las 6:15. Caminé a la esquina de mi calle para esperar el autobús y llego enseguida, me senté hasta el fondo encendí mi iPod y cerré mis ojos para dormir un poco.
Cuando llegué a mi clase, había muy pocos —9 para ser exactos— la mayoría había decidido quedarse en casa, entre los 9 estaba Kate. Salí de mi aula y caminé al aula de Biología con la esperanza de que Riley hubiera asistido a clases y para mi suerte sí había asistido al instituto. Estaba rojo de sus mejillas, debido a que el frío se las estaba quemando. Él sonrió, con sus brackets, una sonrisa tan hermosa que suspiré.
—¡Hey Bella! ¿Extrañabas el frío,eh? —Dijo Riley en tono de burla.
—Vaya que si, de qué manera me recibe Forks—Dije riéndome.
Se rió conmigo y pasé al aula de Biología, sólo estaban 4 compañeros, aún no llegaba el maestro. Llegó el prefecto y me dijo que pasara a mi aula, por que el señor Becker ya había llegado. Maldición.
Me salí de aquel salón y toda la mañana estuvimos haciendo nada en Contabilidad después de nuestra primera clase. Aquello era un día espantoso, con frío y sin profesores. Todos nos juntamos en el rincón de la clase a conversar y nos dieron salida temprano, lo cual fue mi salvación.
Llegué a casa, saludé a mi familia y me subí a poner algo cómodo, un pants y un sweater con mis calcetines gruesos.
Encendí el computador y escribí a Jacob:
No fuiste a la escuela, ¿te congelaste o algo por el estilo? realmente esperaba verte por allá, mañana aunque nevé o incluso exista una invasión OVNI tendrás que ir, quiero platicar contigo y de muchas cosas.
—Bella S.
El resto del día me distraje haciendo mis tareas y ayudándole a mi madre a acomodar las cosas, después me puse a leer "Divina Comedia" hasta muy noche que no me di cuenta que pasaban de las 2:00 am y me quedé rendida.
Al día siguiente la temperatura era agradable, 13° y algo despejado, pasaron mis clases normalmente, hable con Kate y el resto de los que ahora se podría decir que serían buenos amigos míos.
En el almuerzo me vi con Jessica y el resto de mis amigos de Biología y por supuesto, con Riley.
—Bella ¿Me acompañas a caminar?—Preguntó Jessica.
—Claro Jess —Nos despedimos y salimos de la cafetería para dirigirnos al estacionamiento.
Nos sentamos en las bancas que estaban en el jardín y ella empezó a hablar.
—Hmm Bella hay algo que quiero contarte, pero espero que no lo tomes mal, ¿De acuerdo?—Dijo mirándome a los ojos y manteniendo una leve sonrisa.
— ¿Y por qué iba a enojarme contigo, Jessica? Eres mi mejor amiga— le dije, confundida.
Hubo un silencio y ella hablo:
—Bueno, han pasado muchas cosas en tu ausencia y una de ellas, que nunca te conté cuando llamabas por teléfono…— se puso nerviosa. Frunció el ceño y después lo relajó.
—Ajam —Me miro a los ojos nuevamente con angustia — ¿Y bien Jessica?—pregunté.
—Riley me ha propuesto que sea su novia dos veces—Dijo rápidamente y bajo la mirada.
En ese momento, sentí como si me hubieran lanzado una cubeta llena de agua helada, no comprendía aquello, yo sabía que Riley no me amaba y sólo me miraba como una simple amiga y tenía que lidiar con aquello todos los días, pero a verlo yo a él, con otra chica? —Lo peor, mi mejor amiga— Eso no lo soportaría.
— ¿Tú que le has dicho?—Aventuré, con la esperanza de un "no".
—Le he dicho que no, porque yo sé que lo amas—Bueno, al menos ella tenía consideración de mí.
—Ah ¿Y a que quieres llegar con esto?—Pregunté, un poco incomoda.
—Pues en realidad, mientras tú no estabas, me enamoré de Riley, bueno no enamorada, Riley no es tan guapo que digamos, pero me trata bien y me regala cosas. Yo supongo que tú no lo quieres más ¿O sí? Si es así pues, le diré que no, de verdad —Dijo ella, ruborizándose.
¡MIERDA, MIERDA! Aquello fue la gota que derramó el vaso, no podía creer esto. Ella sólo quisiera estar con él por materialismo, en cambio yo, yo lo amaba por que en verdad estaba enamorada de él, sin importar lo que los demás decían como Ángela: "Bella, tú eres muy hermosa, piel clara, ojos chocolates, cabello castaño y largo, ¿Y él? él será simpático y buena onda, pero no está guapo, no es atlético, es un nerd ¿Como andaría alguien como tú con él? Aparte se hace del rogar y no lo vale, eres mucho para él" y esa fue la única vez que me molesté con Ángela.
—¿Bella, Bella?—Decía Jessica.
—¿Qué sucede Jess?—Dijo rompiendo mi burbuja de pensamientos.
—No has contesta a mi pregunta, ¿Tú aún lo amas? Quiero la verdad—Me miró, angustiada.
Lo único que puede contestar fue:
—NO— dije firme.
Continué:
—Ya no amo a Riley, irme a Phoenix me hizo pensar muchas cosas y me olvide que lo amaba.—Sonreí.
—¿Estás segura?—Preguntó.
¿Qué más daba? Yo prefería que fuera feliz con alguien, no importaba que ese alguien no fuera yo, pero que él lo fuera, si él era feliz, yo también lo era.
—Sí, de hecho estoy enamorada de alguien más, pronto te darás cuenta—Mentí.
Sonó el timbre y regresamos adentro.
En toda la tarde me quedé pensando en aquello que me dijo Jessica, en verdad no entendía, ¿que tenía ella, que no tuviera yo para que Riley se enamorara de mí? Estuve escuchando música en la cama, ni siquiera comí, ni hice mis tareas, entré en un estado de shock.
¿Qué sentido tiene amar, si no se es amado? ¿Acaso no era suficiente ya todos los problemas que tenía en mi familia, mi depresión y ahora lo de Riley? Por más que me puse a pensar, no encontré sentido a nada, ni a mi vida. Las siguientes noches desee dormir y jamás despertar, la situación en casa iban mal, mi mamá se molestaba por que no tenía ganas de hacer nada, decía que era perezosa, pero no era eso, yo podía hacer toda la limpieza, pero me sentía cansada por no dormir en las noches, tenía un presentimiento y no sabía que era.
Así pasaron mis semanas, hasta que se completo el mes de estar en la escuela, era jueves diez de febrero. Me llevaba muy bien con los chicos de Contabilidad ,inclusive mejor que con los de Biología.
—¡Bella, pronto será San Valentín! ¿No te agrada?— Me dijo Kate, que ahora era muy mi amiga.
—En realidad no estoy muy acostumbrada a festejarlo— Dije cortante.
—Te daré un obsequio— Dijo entusiasmada.
—No hace falta, Kate. De verdad—Contesté ruborizada.
—No te estoy preguntando, vamos, anímate—Sonrió.
—De acuerdo –dije. Aunque de verdad no tenía ánimo de nada, no quería parecer grosera con ella, después de todo ahora ella parecía más amiga mía que la propia Jessica.
Todos se empezaron a entusiasmar por que pronto sería 14 de febrero, a mí en verdad, me daba igual, no es que no estuviera enamorada y tuviera un corazón de piedra, pero nadie en esta vida me había demostrado amor de verdad, ni siquiera mis padres, empezando por que mi padre que le era infiel a mi mamá. Mi mamá lo sabía, pero a ella no le importaba que le fuera infiel, porque ella lo amaba y no lo quería dejar. Y la persona de la cual yo estaba enamorada, bueno, no le importaba ni en lo más mínimo mis sentimientos hacia él. Cruda realidad, lo único que me mantenía esperanzada eran esas novelas románticas que leía.
Llego el viernes y ese día fue fantástico.
Empezando por que la temperatura era de 19° y estaba soleado y en la clase de Gimnasia fue libre, recorrimos el campus caminando en círculos, yo estaba con Kate y el resto de sus amigos, Kate, Tyler, Lauren y Charlotte. Kate llevo su cámara fotográfica y empezó a tomar fotografías de todo: Desde los árboles del alrededor, nuestros compañeros correr e incluso me hizo varias fotos con ella y el resto de mis compañeros. Sonó el timbre y jugamos una carrera para la clase que era Arte, esta última clase se pasó rápido y todos corrieron por que ya era viernes.
—Bien, Nos vemos el lunes—Dijo Charlotte y se subió a la Suburban de sus padres.
Kate ya se había ido, yo era la última, de los que regularmente platicábamos en clase.
Me fui al otro extremo de la secundaria, donde aun estaban mis ex compañeros de Biología.
—Hola perdida—Dijo Jake mientras me veía llegar hacia ellos.
—Hola—Dije encogiéndome de hombros—Por fin viernes.
—Sí, el lunes es 14 de febrero—Recordó Riley —Será un día especial para mí — Vi en sus ojos destellos y me perdí en ellos, aquí iba de nuevo Bella a creer que él sentía algo por ella. Que absurdo.
—¡Bella!—Dijo Jake rompiendo mi hilo de pensamientos—Te he preguntado como 3 veces si esperaras el autobús o ¿Quieres ir caminando conmigo?
—Sí, sí, vamos— contesté con despedí de todos, menos de alguien que vivía en mis pensamientos.
—¿Qué pasa contigo, Bella?—Preguntó Jacob.
—¿Sobre qué?—contesté confundida, sabiendo a que se refería.
—Engañaras a todos pero no a mí, ¿Es que aun sientes algo por Riley?—Preguntó en tono serio.
—En realidad no, estos 6 meses me sirvieron mucho, me hicieron pensar en muchas cosas…
— ¿Estás segura?—Preguntó,interrumpiéndome.
—Sí, estoy segura—dije, mordiéndome el labio cuando él no me miraba.
—Bella, no te engañes a ti misma, puedes sincera, al menos conmigo— Me tomó la mano,sonriendome y yo la solté suavemente.
—Jake, estoy segura, y aparte ¿En qué te beneficia saber esto?—Dije haciendo una mueca.
—Discúlpame Bella, pero no quiero que te lastimes otra vez, no quiero que te lleves una sorpresa—Contestó.
"¿Una sorpresa?" Pensé para mí ¿Qué podía pasar?
—Ah, —Dije cortante y fingí sonreír —No te preocupes, Jake, de verdad.
Llegué a casa y empecé a llamar a mi madre, pero no estaba.
—Quil, ¿Dónde está mi mamá?—Pregunté mientras me dirigía a la cocina.
—Fue a hacer unos pagos, dijo que si querías comer que en la estufa podías encontrar tu comida.
Crema de verdad no me apetecía y subí a mi habitación.
Me quité la ropa de la escuela y me vestí con unos vaqueros color azul marino Y una blusa gris. Tomé algo de dinero de mis ahorros y cerré la puerta de mi habitación. Bajé corriendo casi resbalando y sólo dije:
—Vuelvo en 20 minutos—Mientras mi hermano estaba en la sala con su laptop, probablemente mi ignoró, probablemente no, pero yo sólo le avise por si mi madre llegaba y se angustiaba al no verme.
Fui a la mercería más cercana, compré cartulinas y algunas hojas de colores pasteles, mirando algunas tarjetas de san Valentín para sacar algunas ideas buenas para poner creatividad a lo que haría esta tarde.
Llegué a mi casa, subí y deje las cartulinas en el escritorio, me vestí algo más cómodo para que pareciera que estuve toda la tarde en mi habitación, ¿Haciendo qué? Pues tarea –aunque en realidad no era cierto—A los quince minutos después ,mi madre llegó.
—Mami, Mami—Decía mi hermano Peter cuando vio a mi madre cruzar la puerta— ¡Pizza lica pizza !
—¡Hola Chicos! ¿Cómo estuvo su día? Traje Pizza —Mi mamá llegó con dos cajas de pizza y refresco.
—Hola mamá, hoy hemos ido al cine saliendo del bachillerato y vimos una película de terror, salimos todos asustados —Dijo mi hermano Quil.
—Que bien Quil, me alegra eso ¿Puedes pasarme platos?—Dijo mamá.
Nos sentamos los cuatro en total silencio.
—Mi día también fue bueno—dije para romper el silencio—Hemos tenido clase libre de Gimnasia y Tomamos alguna fotos.
Nadie hizo comentario alguno sobre eso.
"Bueno que más da" pensé para mi "Tienen cosas más importantes".
Comí solo 2 rebanas de pizza, realmente no tenía mucha hambre y solo dije:
—Provecho—retire la silla y puse mi plato en el fregadero.
—Bella,te toca lavar los trastes—Dijo mi madre.
Antes de girarme a mirarla, puse los ojos en blanco.
— ¿Acaso no los lave yo anoche? Y ni siquiera terminan de comer aun —Contesté un poco enfadada.
—No te estoy preguntando…Lo harás y nada de peros—Respondió mi madre.
Esperé hasta que terminaron de comer y lave todos los trastes, incluso los del desayuno—que yo no estuve presente—tarde veinte minutos y después subí corriendo a mi habitación mientras mi madre se quedó ajustando cuentas y recibos y mi hermano viendo el televisor.
—Hermoso viernes por la tarde—Dije cuando estaba sola en mi habitación.
No entendía aquello de verdad: ¿Cómo mi madre le ponía más atención a mi hermano de lo que dijera o no, inclusive le dio permiso de ir al cine con sus amigos, cuando a mí ni a la esquina me dejaban ir sola. Admito que a veces mi madre era preferente conmigo y me compraba más cosas que mis hermanos, pero digamos que yo no soy materialista, preferiría recibir atención a cosas que, realmente no me llenaban ese hueco en mi pecho.
Me tumbé en mi cama, como siempre queriendo escapar a mi mundo. Donde yo sola me entendía, donde a mí solo me importaba lo que me sucedía, donde yo sola me consolaba y me mentía pensando que realmente existía alguien a quien le importara lo que me sucedía.
Mi madre decía que yo quería que todo el mundo se preocupara por mí y quería ser el centro de atención y eso no era cierto, yo solo quería que alguien me escuchara y me quisiera un poco, no sólo con palabras…sino con acciones.
Mi padre ni se diga, posiblemente él no sabía mi segundo nombre, el trabajaba todo el día y no lo vea incluso en dos días y cuando lo veía, se molestaba conmigo, me reclamaba cosas como: "porque no aprendes a cocinar", "podrías ser menos llorona por las cosas", "compórtate maduramente por favor" digamos que tenía mejor comunicación con cualquier otra persona del mundo, menos él. Nunca había escuchando un "HIJA TE AMO" de su boca –en realidad sí, pero no ese año— y era muy machista, se molestaba cuando quería aprender a hacer cosas que hacen los hombres—conducir— yo veía como trataba mejor a otras personas, mis primas o mis tías y me preguntaba ¿Por qué no puede ser así conmigo?
Pero bueno que importa. Mi vida no era tan deprimente—en realidad sí— Lo único que me mantenía viva, era Riley: su manera de ser conmigo, aunque ya casi no lo veía, sabía que él me quería pero no como yo a él.
Suspiré.
Busqué mi caja de manualidades. Marcadores, pegamento, lápices de colores y tijeras. Empecé a recortar figuras de corazón y pegarlas, después pintarlas con marcadores. Hice aproximadamente 10 tarjetas de San Valentín para mis amigos y una especial, podría decir que la más hermosa de todas.
Esto fue lo que me mantuvo entretenida el fin de semana: Hacer tarjetas de San Valentín.
Cuando desperté el día era hermoso, Podía ver el sol salir por el horizonte desde mi ventana, aun era temprano y decidí ducharme, me entretuve con el agua cuando salí de la ducha, me sequé el cabello hasta que no quedo ningún rastro de humedad. Tomé la tenaza y empecé a definir mis rizos, me puse un poco de labial humectante a mis labios y pellizqué mis mejillas para que se pusieran algo rojas.
"Hoy será un día especial" Me dije a mi misma, me sentía algo extraña, soy de las chicas que no les importaba su apariencia y esas cosas que mantenían a una chica como muñequita de porcelana, yo era más bien de las chicas: "usa lo que te acomoda" No era de las chicas "La moda te acomoda" pero este día fue un poco la excepción.
Cuando estaba en el instituto, me senté en la banca donde regularmente el grupo de Biología se encontraba. Fueron llegado uno por uno y entonces llego a quien realmente esperaba.
—¡Hola a todos!—Dijo Riley.
—Hola Riley—Respondí ronca, me aclaré la garganta.
—Vaya Bella,no te reconocí, ¿te cortaste el cabello?— Preguntó curioso Riley—Te ves bien.
—Gracias—Contesté.
— Bella, quiero mostrarte algo—decía él.
—No debiste, Riley—Dije.
Abrió una bolsa de regalo y me mostró lo que había adentro.
Era un peluche, chocolates y una tarjeta.
—¡Qué hermoso! Yo tengo algo para ti —Respondí con la voz llena de esperanza.
Le entregué la tarjeta.
—Hmm Gracias, Bella—Sonrió levemente—¿Crees que le guste el obsequio a Jessica?—Dijo sonriendo aun más.
Me quedé seca al escuchar aquello.
—Se-seguro—Tartamudeé.
—Gracias!—Me tomó la mano—Espero que le guste.
Sonó el timbre y me fui a mi clase, durante el camino me encontré con Jessica.
—Bella,Feliz día de San Valentín—Me dio un abrazo.
—Feliz Día, Jess— Sonreí.
"Realmente feliz, amiga" pensé "Espero que te guste el regalo de Riley"
—Toma—Dijo extendiendo su mano con un obsequio.
—¿ES PARA MI?—Pregunté.
—CLARO! Las hornee para ti—Sonrió y me dio un apretón de mano.
Galletas de Chocolate.
—Muchas Gracias, Jess—Me ruboricé—Tengo algo para ti. Una tarjeta—Se la di en sus manos.
—Es muy bonita, ¿La has hecho tú?—Sus ojos se salieron de orbita.
—Si—Contesté.
En ese momento llegó un prefecto y nos pidió que pasáramos a nuestras clases y ambas nos despedimos.
Cuando entre al salón me fui directo a mi asiento, traté de no mirar a nadie. No es que fuera una "grinch" de San Valentín pero no quería hablar con nadie y fingir que mi día era maravilloso cuando en realidad era espantoso.
No podía creer aquello en verdad, por un momento en verdad había considerado que Riley me iba a obsequiar algo, pero claro que lo hizo: me obsequió otra triste desilusión por él, pero aquello no me dolió como era costumbre, ya me estaba acostumbrado a la ausencia de su cariño, de que el sólo quería una simple amistad, no quería que esto fuera más lejos ¿Por qué? Porque él estaba enamorado de "mi mejor amiga" y ella estaba enamorado de él—aunque claro, todo aquello era materialismo— quien sobraba en aquel triangulo amoroso era yo. Si por mí fuera hubiera mandando muy lejos a Riley, yo estaba consciente de su manera de tratarme, de la manera en como despreciaba el amor y cariño que yo sentía por él, claro que yo estaba consciente pero, mi corazón estaba en un dilema muy grave, en el dilema de seguir amándolo y que existía una oportunidad —aunque fuera muy lejana— y por esa razón no iba dejar de luchar.
A veces, bueno… seré sincera no a veces, en realidad odiaba pensar con el corazón, pensar en que las cosas beneficiaran a otras personas y no a mí, verlas felices a ellas ¿Y yo? Bueno yo era feliz si ellas lo eran, nada más.
El resto del día estuve sin hablarle a nadie hasta que la clase de Lectura que la profesora pidió que hiciéramos equipos de siete personas para un proyecto de el bimestre.
—Bella, ¿quieres ser parte de nuestro equipo?— Me preguntó Kate.
—Si, Claro— Contesté en tono relajado.
—Hmm Bella, te quería preguntar algo—Dijo Kate.
—¿Si? ¿Necesitaras dinero o algo así para el proyecto?
—No, no es eso, hoy—Tomó aire y lo expulsó—Hoy has estado muy seria, me refiero que seria, más de lo normal—¿Te sucede algo? –Preguntó.
Dudé un momento.
¿Sería posible que ella me entendiera en esta situación? No lo creo, al menos yo no conocía de ella algún romance que fuera platónico.
—Estoy bien—respondí—Es sólo el día, tú entiendes, supongo.
Eso era cierto e inclusive yo estaba bien, perfectamente bien, lo que estaba mal era mi corazón, pero yo estaba bien.
—Bueno sé que no tienes novio, pero no es necesario un chico para ser feliz, créemelo, te lo digo porque yo he pasado por eso—Me dedicó una sonrisa.
— ¿A qué te refieres?—Pregunté fingiendo no entender lo que ella me dijo.
—Es muy simple. Yo antes estaba enamorada y aun estoy algo enamorada de Mark—Bajo el rostro.
—Mark, ¿El de Computación?—Pregunté algo sorprendida.
—Sí, la verdad es que el fue novio de Charlotte, y Charlotte lo sabía, sabía que yo lo adoraba y sucedió aquello, ella es una de mis mejores amigas, eso me dolió pero pues si él era feliz yo podía serlo también—
Me quedé muda,sin ningún comentario, no podía creer aquello, por alguna razón me quedé sorprendida por que aquella era mi historia solo que en versión Kate.
—Así que sonríe, mi querida amiga, Bella. Traje una sorpresa para ti —Me pellizco las mejillas.
Me tendió una tarjeta de San Valentín, la que me había prometido.
—Muchas gracias, Kate, es muy bonita—La abracé.
—Sé que no llevamos mucho tiempo de amigas, pero eres buena persona Bella, te quiero mucho —
Nos quedamos sentadas ahí en el suelo del salón, todos estaban platicando y poniéndose de acuerdo para los equipos de Lectura.
Se abrió la puerta del salón.
— ¿Charlotte?—Preguntó Liam, un chico de la clase de Computación, amigo de Mark.
—¿Qué sucede, Liam?—Charlotte se detuvo en la puerta.
—Te mandaron esto, ya sabes quién es—le guiñó el ojo.
Charlotte atravesó la puerta con un arreglo de flores y globos de colores brillantes y un enorme peluche.
Pude ver como a Kate se le nubló la vista y se abrazó las rodillas. La abracé y sonreí.
—Necesitas ser fuerte, muy fuerte—le dije.
Me di cuenta de las emociones de Kate, podía ser muy popular pero ella en el fondo no le importaba eso. Ella estaba buscando lo mismo que yo: Amor.
Cuando finalizó la clase—todas las clases—me fui al área del estacionamiento donde mis amigos de Biología se veían siempre. Ahí estaba el como siempre, tan lejano a mí.
—Hola—Dije cuando llegué con ellos y me di cuenta que ahí estaba mi mejor amigo: Jacob, el cual no había visto en todo el día.
—¡Hey Bella!, te manifestaste ¡Por fin!— Me cargó y me giró.
—Sí, lo siento mucho, estamos trabajando en un proyecto de Lectura—
—Te traje un regalo, espero que te guste—Abrió el cierre de su mochila y sacó algo blanco. Un oso peluche.
—Muchas gracias, Jake, creo que hoy nadie me ha hecho un regalo como el tuyo—Sonreí y recordé lo que había dicho Kate, la estaba pasando bien y con mi mejor amigo.
Le tendí la tarjeta que había hecho para él. Me abrazó. Eso era señal que le había .
—¿Bella?—Preguntó Riley.
¿Se estaba dirigiendo a mí en verdad?
—¿Qué pasa, Riley?—Me giré para verlo.
—¿No has visto a Jessica? Quiero darle su regalo— Dijo con sus ojos brillosos.
—No, no la he visto, se supone que deberías saberlo tú. Va en tu mismo salón, tonto—Me reí, aunque en verdad no era esa la pregunta que me esperaba.
—Eso es cierto, quizá se quedo platicando con Ángela—Se rió conmigo.
—El autobús se ira, ¿Te irás en el autobús o nos vamos caminando, Bella?—Preguntó Jacob.
—Creo que me iré caminando contigo—Contesté y en ese momento venia Jessica.
—Bella ¿Te vas?— Preguntó Jessica.
—Sí, me iré con Jacob, estoy algo exhausta—Mentí.
—De acuerdo, nos vemos mañana—
—Seguro, Adiós Jessica, Adiós Riley—Moví mi mano de izquierda a derecha.
—Adiós— Dijeron los dos en coro.
Apenas íbamos a doblar la cuadra del insituto cuando apareció una camioneta y me llamaron por mi nombre:
—¡BELLA!—Conocía esa voz. Era la hermana de mi madre, mi tía Julie.
—¿Tía Julie?—Pregunté.
—Decidimos pasar por ti ya que venimos por tu prima, vamos a tu casa.
—Jacob…—Me quedé vacilando tratando de explicarle.
—Entiendo Bella, ve. Nos vemos mañana, cuídate.
Me besó la mejilla y subí a la camioneta y regresamos al instituto. Se estacionaron unos 15 minutos esperando a que mi prima saliera de su clase de danza.
Me quedé mirando hacía la ventana—para eso de matar el tiempo— vi una pareja de chicos abrazados pero la chica se me hizo conocida por su cabello y desde ese momento cambió mi forma de ver aquella escena que sucedió ante mis ojos. No eran cualquier par de chicos, eran Riley y Jessica abrazados.
Algo recorrió mi mejilla hasta llegar a la comisura mis labios. Una lágrima.
No quería seguir ahí, no en ese momento. Quería irme a casa de verdad.
—Tía Julie ¿Falta mucho? Me quiero ir de verdad —Dije molesta y noté el tono de mi voz. Estaba quebrada.
Mi prima golpeó el vidrio y abrió la puerta de la camioneta.
—¡Por fin!—Dijo mi tía.
Tomé mi mochila y me recosté en ella para no ver esa imagen y tratar de borrarla de mi mente pero me era tan imposible.
Cuando llegamos a casa lo primero y único que hice fue llorar, llorar por aquello que había pasado, no sabía si era verdad o no, pero de alguna manera era evidente que los dos se querían demasiado, demasiado como para que yo pudiera romper aquel amor que en verdad deseaba que fuera duradero.
Quiero presentarme formalmente,mi nombre es Itzel y esta es mi primer historia que publico en FF (sí,eso fue formal para mí,jaja)
Hasta aquí este capítulo que les haya gustado ¿Algo loca de amor Bella,no creen? Pero no tan loca por cuando llegue Edward a su vida,tomará algo de tiempo pues aun no entra a el bachillerato que es cuando conocerá a Edward,no les daré más "spoilers" sólo espero les guste este fanfiction, son bien recibidos los y nos leemos en el próximo capítulo.
-Itzel x
