Hola yo de nuevo n.n/

Yo siempre he visto o mas bien leído historias bonitas, cursis y blablablá, asi que quería escribir una triste, aunque no creo que me salga del todo bien x3

Este anime no me pertenece, si no a Furudate Haruichi 3 ámenlo

.

Había algo extraño en el ambiente, el equipo no estaba conectado. ¿La razón? Aquel pelirrojo que siempre brincaba y gritaba que sería un as, ahora mostraba una sonrisa falsa y sus ojos mostraban tristeza. El otro chico no soporto verlo así y decidió preguntar.

-Oi, ¿Qué diablos te pasa?, estas muy raro hoy-

-N-no es na-nada- ¿Estaba asustado o acaso lloraba? No sabía aquel enano estaba cabizbajo así que no lo noto.

-Entonces vuelve a la práctica como normalmente lo haces, idiota-

-Kageyama-

-¿Ahora qué?- Su ceño estaba fruncido pero cambio a uno serio al voltear y ver el rostro de aquel chico.

-Necesito decirte algo-

-¿Eh?-

-Es algo importante, pero quería decírtelo a ti primero-

-Puedes decirlo en otro momento-

-Necesito hacerlo ahora-

-Hey chicos que hacen vuelvan a la práctica- Mágicamente el city boy, Tanaka, apareció a un lado de los dos-

-Es lo que le estoy diciendo a este idiota-

-Oye tampoco le digas así a Shouyou- El carismático de Nishinoya también se presentó- Oye Hinata ¿Por qué esa cara?-

-Yo…-

-Oigan, ¿porque no están practicando?- El entrenador Ukai apenas se había dado cuenta de que estos chicos no prestaban atención.

-Hinata tiene algo-

-¿He? ¿Qué es Hinata?- Pregunta el capitán.

-Vamos enano, ¿Qué es lo que escondes?- Al parecer Tsukishima no notaba lo que pasaba o al menos no le importaba porque seguía con sus bromas sin notar la cara del menor.

-Tsukki- Cierto pecoso si estaba preocupado y por eso no quería que su mejor amigo le molestara. El otro solo suspiro y no dijo más.

-Bien, Hinata, dinos que te pasa-

-Yo… m-me, m-me-

-¡Dilo de una maldita vez- Más que enojado, Kageyama estaba desesperado, no, estaba preocupado, pero muy muy en el fondo.

-¡Me transfirieron a otra escuela muy lejos de aquí, tengo que irme!-

En esos momentos su mundo se vino abajo, no sabía qué hacer, estaba asustado, esas palabras resonaban en sus oídos haciendo eco en su cabeza.

"Tengo que irme"

Las palabras que dijo aquel chico le lastimaron, jamás pensó que algo así pasaría. Pero así fue.

-¿Qu-que fue lo que dijiste?- Kageyama sonaba seco, no comprendía, ¿no era verdad, cierto?

-¡Lo que escuchaste no me hagas repetirlo!-

-Hinata cálmate- Dijo el capitán.

-No quiero, no, simplemente… no puedo- Su voz se iba apagando conforme hablaba y sus ojos dejaban escapar lágrimas.

-Por favor dinos ¿Por qué paso esto?- Hablo Sugawara

-A mama le ofrecieron un mejor trabajo en otra ciudad y está demasiado lejos, no sería conveniente que ella fuera en metro todos los días y gastar dinero extra, así que era mejor mudarnos-

Todos estaban callados, no sabían que decir, estaban rotos.

-Tengo que irme, aun no empaco ms cosas- dio media vuelta estaba dispuesto a irse, pero algo le detuvo.

-¿¡Eso es todo!? ¿¡Te iras sin importa que!? ¿¡Que pasara con nuestro equipo!? ¿¡A donde se ira es promesa!? Contesta- en esos momentos rompió en llanto aquel chico.

-No…puedo…hacer nada…ya está…decido. ¿¡Acaso no ves que a mí también me duele!?- no aguanto más, salió corriendo sin importar que los demás le llamasen.

-Debimos ser más comprensivos con el- El rostro de Sugawara mostraba una tristeza profunda, en verdad le dolía ver a su kohai así, pero no había nada que hacer.

El chico corrió y corrió, hasta llegar a su casa, entro a su habitación y se encerró.

-Onii-san, ¿estás bien?- Se escuchaba una pequeña y linda voz del otro lado de la puerta, su hermana estaba preocupada.

-Lo siento Natsu, quiero estar solo-

-Pero…- Una mano en su hombro la detuvo y una cálida sonrisa le mostro aquella madre que tanto amaba.

-Vamos, Natsu, hay que dejar a Shouyou un rato solo- Dijo murmurando.

-De acuerdo- Y se fueron lentamente bajando las escaleras.

Él quería estar solo, no quería ver a nadie, no quería saber de nadie, solamente quería jugar vóley con los otros chicos, con Kageyama, que aunque no lo pareciese le consideraba su amigo, uno en el que podía contar y confiar. No quería dejarlo atrás, ni a sus otros senpais, incluso a Tsukishima y Yamaguchi, aunque este último no le desagradaba tanto como el otro. Todo lo iba a extrañar.

-Hasta pronto Karasuno-

.

Y que tal?

Le falto algo? Háganmelo saber para mejorarlo

Gracias por leer, besos y abrazos cibernéticos 737

Reviews?