Disclaimer:Los personajes no me pertenecen. Son de SM y yo solo los tomo prestado, dibujándoles nuevos escenarios y jugando un poco con ellos.
Nota:
Les traigo una nueva historia.
Lleva días dando vueltas en mi cabeza e iré subiendo los capítulos poco a poco. Ya saben donde dejar sus mensajes, espero que sea de su agrado y
Gracias por leer!
Introducción.
El apacible y cálido sueño de Bella comenzó a llenarse de voces, gritos entrecortados y un sonido repetido y constante. Su corazón reaccionó antes que su cuerpo y despertó:
Disparos.
Paralizada de miedo en la cama, se obligó a despabilar la mente. Por instinto su cerebro recorrió el cuarto, evaluando los peligros: la ventana, demasiado cerca, el teléfono en la encimera de la cocina, demasiado lejos; la ropa...la ropa en el suelo. Se maldijo por su vieja costumbre de dormir en ropa interior cuando hacía calor en vez de prender un ventilador.
Una nueva ráfaga de disparos junto a la ventana activó su reflejo primario de supervivencia y se arrojó al suelo, gruñendo para sus adentros. Estaba harta, era el tercer amanecer en un lapso de dos meses en que despertaba de esa manera. El enfrentamiento entre pandillas era algo que siempre había considerado lejano, hasta una fantasía de televisión. Hasta que dos nuevas familias con adolescentes llegaron al barrio y ahora era una realidad, o más bien una pesadilla que había logrado salirse de los sueños y ahora estaba ahí afuera, en la vereda de su propia casa.
Los gritos desgarrados de una mujer y el llanto de un niño en medio de las corridas en la vereda, tocaron una fibra sensible de Bella y decidió arrastrarse por el pasillo hasta la cocina en busca del olvidado teléfono.
Con manos temblorosas tomó la vieja camiseta gris que estaba al costado de la cama y la deslizó sobre sus hombros. Los llantos continuaban
¿Es que nadie pensaba llamar a la policía?
Sacudió la cabeza como si la respuesta fuera obvia. Ya había notado que la gente se volvía cada vez más indiferente a lo que sucedía alrededor. ¡Era tan poco probable que alguien llamara a la policía! ...Recordaba perfectamente las palabras de Mary, su vecina, luego del ultimo tiroteo; y si lo pensaba fríamente, aquella madura mujer llevaba algo de razón en sus palabras: no llamar a la policía ayudaría a que los mal vivientes se mataran entre si en la balacera y "muerto el perro se termina la rabia". Pero Bella no podía ser indiferente a los niños, ellos podrían tener futuro distinto o al menos un futuro...
¿Y quien era ella para quitárselo?
Un golpe en la persiana de la ventana de su cocina que daba hacia la calle la hizo retroceder bruscamente detrás de la encimera y golpearse con una de las puertas, haciendo algo de estruendo. Dudó, agazapándose detrás del mueble, casi en posición fetal... si alguien la oía desde afuera... Luego de unos segundos, la ráfaga de disparos recrudeció y el miedo fue más fuerte. Con dedos temblorosos, marcó el 911 y esperó a que sonara. Uno, dos, tres timbrazos y una voz masculina, suave y serena, respondió del otro lado.
-Emergencias...
- hay un tiroteo en calle 9 esquina 22, -atinó a decir Bella antes de que el teléfono se le resbalara de las manos.
- entendido, ¿señorita? ¿Se encuentra ud bien?
- s..ssi..
Bella temblaba tanto que no podía controlar su voz, tenía tanto miedo, miedo de morir así, de rebote y sin aviso.
- señorita ¿sigue ahí? Ya están saliendo los móviles hacia allá. Solo asegúrese de estar en un lugar resguardado lejos de las ventanas.
-gracias... -musitó, apretando el botoncito rojo y preparándose para volver al pasillo, esta vez llevando el teléfono con ella.
Era el lugar más seguro de la casa.
Estuvo varios minutos sentada en el suelo, con la cabeza apoyada en la pared, tratando de apaciguar su respiración y la repentina puntada que tenia en la sien. Le temblaba el cuerpo de una manera involuntaria e incontrolable y por un momento se rió de si misma, al observar la patética imagen que le devolvió el espejo de cuerpo entero que estaba al final del oscuro pasillo:
Su cabello castaño largo y ondulado revuelto, los ojos algo hinchados y abiertos en una expresión de terror, descalza y en camiseta, aferrada a un teléfono como si de verdad pudiera salvarla de un disparo...
Había creído que le tenía miedo a muchas cosas a lo largo de su vida, pero ahora estaba segura de que solo una cosa le producía suficiente terror como para paralizarla:
Morir injustamente y de forma repentina.
Una lagrima se escapó de sus ojos con este pensamiento, porque reconoció inmediatamente de donde provenía:
Annie ... Andrew.
El reflejo intermitente de luces la volvió a la realidad, quitando de su mente por unos momentos la dolorosa imagen que la estaba haciendo llorar. El tiroteo había cesado. Aun temerosa se arrastró hasta la ventana de la sala y respiró con calma cuando vio por las rendijas que en la vereda había un móvil de la policía estacionado, y una gran cantidad de policías uniformados se movían desplegados a lo largo de la calle. No llevaban las armas en las manos, por lo cual supuso que la situación estaba controlada.
Estuvo observando un buen rato los movimientos, hasta que el sueño logró volver.
Ya estaba amaneciendo, eran casi las 7 de la mañana. Los gritos y las corridas siguieron un rato más, pero ya no hubo disparos y Bella se acomodó otra vez en la cama, cayendo en la inconciencia, pero esta vez para soñar.
Por sus ojos cerrados desfilaron imágenes de un pasado que quería y no quería olvidar, y sus lágrimas corrían por sus mejillas mientras se retorcía de dolor una vez más, reviviendo el día en que su vida dejo de tener sentido.
N/A:
Hasta aquí por hoy, solo una pequeña introducción para que vayamos conociendo a Bella.
