NIEVE BAJO EL SOL
Autora: Jenny Acthenz
Este fanfic se deriva de la serie de anime InuYasha, por lo que los personajes que aparecen a continuación no me pertenecen, son propiedad de la respectiva autora de estos.
Todo lo demás es producto de mi imaginación, por lo que queda prohibida la copia total o parcial del presente fanfic.
Este fanfic se ha comenzado a escribir el día lunes 28 de diciembre del 2009.
Muchas gracias a todos quienes me regalan un poco de su tiempo al leer mis tonterías, gracias. Espero disfruten de este -mi nueva creación-.
Prólogo
La noche aparece inesperadamente frente a mis ojos, que sin poder descansar a la llegada de la noche no tienen otra opción más que seguir atentos a lo que los rodea, recuerdo que en algún momento de mi vida estuvieron tan llenos de vida que ahora sería prácticamente imposible reconocer a estos ojos sin vida y sin llanto alguno que derramar.
Día tras día después de que te marchaste han ocurrido muchas cosas me parece, la primera es que obviamente cada día he añorado esos años en los que tú estabas conmigo y que parecía que así sería por siempre, y bueno, por alguna fuente –no recuerdo en este momento por cuál- me enteré de que tú ya tenías nueva novia, yo la conocía bien… habíamos ido juntas a la misma secundaria e incluso en la preparatoria, siempre había sospechado que tú le gustabas, pero en esos momentos me compadecía de ella pues tenía la seguridad de que a ti no te interesaba.
En ese entonces todo era diferente, todo era maravilloso… la vida pasaba como tenía que pasar, tal vez por ello no estaba preparada para perderte así como así, se que yo tuve mucho que ver en el hecho de que decidieras dejarme, pero aún así aún ahora no logro entender cómo fue que pasamos de ser felices a separarnos, pero ya qué más da ya está hecho y ahora ya nada puede hacerse, más que seguir adelante.
Juro que he intentado seguir con mi vida, pero simplemente no cabe en mi mente como lograr seguir viviendo sin que tú estés en esa vida, lo he intentado, he salido con otros chicos pero de una forma u otra mi subconsciente se las arregla para que todo termine sin siquiera haber empezado. Odio la forma en que todo acabó y me he llegado a odiar a mi misma por no haber luchado –quizá- lo suficiente para mantenerte junto a mí.
No obstante aquí sigo, a pesar de haber caído una y mil veces, aquí sigo aunque sin vida… todos los días me levanto a la misma hora para ir a la universidad, llego a casa prácticamente a la misma hora todos los días, tengo buenas calificaciones, pero nada de eso llega a importarme demasiado últimamente, quizá y sólo quizá ya esté llegando la hora de partir de este lugar. Sí claro, realmente eso es lo que esperaría, pero no, de cualquier forma mi vida continúa aunque sin sentido alguno.
Al llegar a casa veo como cae la lluvia del otro lado de la ventana, hace frío y me acurruco aún más entre el sillón y las cobijas, miro sin mirar la lluvia pensando cual habría sido mi futuro si tan sólo hubiera continuado contigo, cada día cada noche cada instante me pregunto lo mismo a pesar de que sé que eso me hace daño. He dejado de hablarle a mi mamá todos los días como acostumbraba, ella parece no entender porque lo dejé de hacer pero aún así no me reclama nada, a mi me parece que es una mejor idea que no se entere de lo mucho que he sufrido por nuestra separación, ya que estoy segura que si lo supiera estaría preocupada por mi y eso es algo que no quiero.
El sol sale a pesar de que continua lloviendo, un rayo de luz da exactamente en mi cara, y ese día después de tantos meses algo en mi interior me dice que algo mejorará, que algo ocurrirá… sin embargo mi vocecilla escéptica hace callar a aquélla voz interna, dejando a mi imaginación volar con tonterías; cae la noche sin darme cuenta, me levanto perezosamente del sillón y subo por las escaleras hasta mi habitación, me dejo caer sin ánimos sobre la cama y de pronto siento que ya me he dormido, me dejo guiar a través de mi sueño, nada ahí tiene sentido por lo que paso sin prestar demasiada atención, un sueño más profundo llega y me pierdo en mi subconsciente.
Han pasado bastantes meses desde la última vez que hablé con alguien sobre ti sobre lo que nos pasó. Aunque francamente no tengo mucho más que decir y tanto mi cabeza como mi corazón no están dispuestos a rememorar aquéllos días nuevamente, de verme recordar aquélla farsa que yo misma cree con la intención de no ver la realidad.
Afortunadamente o desafortunadamente, llegaste para abrirme los ojos a nuevas posibilidades, a hacerme ver que el mundo no se acababa ahí donde mis opacados ojos se habían quedado. En esos momentos no sabía que el mundo a mi alrededor había cambiado hasta que llegaste y me iluminaste con esa sonrisa que todo borra. Mi destrozado corazón comenzaba a pegarse nuevamente pieza por pieza, o al menos eso creí…
