Disclaimer: Dragon Ball le pertenece a Akira Toriyama.
-Miedo-
1.
El miedo. Ese habitual sentimiento que aparece en el ser humano sin que se pueda controlar. Es una de las emociones más comunes y, sin embargo, más intrigantes, porque se puede tener miedo a cualquier cosa, ¿no? Y ni siquiera un semi-alienígena puede evitar sentirlo.
Gohan había tenido miedo muchas veces a lo largo de su vida, especialmente cuando era pequeño. Sí, era consciente de que era muy débil y cobarde en sus primeros años. Todo le asustaba, pero siempre tenía a su padre para protegerlo y calmarlo. No obstante, no toda la vida iba a ser así y se dio cuenta de ello cuando Goku murió a manos de Raditz y fue entrenado por Piccolo. Fue la primera vez que enfrentó directamente sus más grandes temores, que fue obligado a ser valiente, porque, lo más probable es que si no hubiese sido expuesto a esa situación nunca lo hubiera hecho. Y nunca había estado tan agradecido a alguien como lo estuvo con su maestro por haberle obligado a pelear directamente contra sus miedos más profundos.
Aunque Gohan cambió con el paso de los años, volvió a pasar miedo en su vida, lógicamente, como le pasa a todo ser humano. Nunca podrá olvidar el sentimiento que invadió su pecho cuando vio a su padre con una sonrisa tocando a Cell mientras posaba sus dedos en su frente. Fue el miedo más espantoso y terrible que llegaría a sentir en toda su existencia. De ahí en adelante solo pudo sentir culpa. Por haber sido arrogante, por no haber sido lo bastante fuerte, por haber destrozado el corazón de su madre.
Claro está que nunca le comentó eso a nadie, ni siquiera a su maestro, aunque Piccolo conocía perfectamente el sentir de Gohan.
Su adolescencia, difícil como ninguna pues tuvo que ser padre de su hermano e intentar estar bien para que Chi-Chi pudiera seguir adelante, estuvo llena de incertidumbre. Sufría cambios en su personalidad, mente y cuerpo que nadie le sabía, quería o podía explicar y nunca se abrió lo suficiente para contarle a alguien todo lo que cargaba sobre sus hombros debido a la profunda responsabilidad que no le correspondía pero asumía sin reproches. Para él nunca sería una carga si Goten y su madre estaban bien.
Y así pasaron los años y cuando tuvo que ir al instituto volvió a sentir temor porque nunca se había relacionado con nadie que no fuese de su círculo más cercano. No sabía hacerlo, de hecho. Por eso, cuando Videl se le acercó, movida por la intensa curiosidad que el chico despertaba en ella, no supo cómo reaccionar. Por eso, cuando Videl daba claros signos de que sentía algo más por él no se daba cuenta y actuaba de la forma tan despistada y atolondrada en que lo hacía.
Después de la batalla contra Majin Boo descubrió que Videl despertaba en él algo que le era desconocido hasta ese entonces por completo, pero no estaba seguro de qué era. Sabía que Videl era buena persona, que quería pasar todo el tiempo que pudiera con ella y que había mucho más detrás de la chica apática y dura que quería aparentar.
No se dio cuenta de sus propios sentimientos, ni mucho menos de los de Videl, hasta que esta le recriminó que no había cumplido su promesa de tener una cita con ella. Videl, frustrada como se sentía por no ver reciprocidad en sus sentimientos por parte de Gohan y por no saber expresar bien lo que ella misma sentía, simplemente comenzó a gritarle.
Gohan, llevado por el instinto y por el deseo de que no gritara más, ya que una de las cosas que más odiaba en el mundo eran los gritos, juntó sus labios con los de la chica muy fuerte, de una manera torpe y brusca. Y fue solo cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo que se separó de Videl mientras veía como la chica se sonrojaba profusamente.
En ese momento, Gohan pensó que mientras tuviera a Videl a su lado nunca más volvería a sentir miedo. Pero qué equivocado estaba. Y no sabía que precisamente Videl estaría envuelta en los miedos más profundos que le atormentarían en el futuro. De hecho, sería el eje central de los mismos.
Todo comenzó una tarde en la que Videl llamó al chico. Le dijo que su padre no estaba en casa y que fuera para ver una película juntos. Sin embargo, en medio de la película comenzaron a darse breves besos que se convirtieron rápidamente en besos ardientes, ansiosos y mojados, propios de dos adolescentes que comienzan a relacionarse más íntimamente.
Gohan no sabía ni cuándo ni cómo, pero terminó tumbando a Videl en el sofá en el que habían estado sentados para ver la película y besando a su novia por todas las partes visibles de su cuerpo. Pronto, la camiseta del chico voló y después la de Videl y también sus pantalones. Gohan sujetó las manos de la chica por las muñecas para ponerle los brazos por sobre la cabeza y hacer más accesible toda la zona de su torso y cuello. Pero en ese momento oyó un quejido de dolor que escapó casi sin querer de los labios de Videl. Cuando Gohan se separó de ella observó que la chica llevaba únicamente su ropa interior deportiva y que su excitación se ponía de manifiesto explícitamente a través del bulto en sus pantalones. De las ansias ni siquiera se había dado cuenta. Empezó a mirar a su novia y lo primero que vio fue que sus labios estaban demasiado hinchados. Subió la mirada a su cuello y descubrió que había moratones repartidos por toda la superficie de este. Le soltó instantáneamente las muñecas. Cuando lo hizo, Videl suspiró de alivio y Gohan observó que estaban profundamente amoratadas. Entendió que la queja de su novia había sido precisamente porque él no había sido capaz de controlar su fuerza y la había lastimado. ¿De qué hubiese sido capaz si no se hubiesen detenido? Era algo que no quería ni pensar.
Consumido por el miedo de dañar a la persona que más le importaba en el mundo, se levantó repentinamente y se puso la camiseta. Videl, que fue consciente de la angustia que sintió el chico en ese momento se puso de pie rápidamente y se posicionó detrás de él, que estaba dándole la espalda. A Gohan le temblaba todo el cuerpo y se miraba fijamente las manos.
–¿Qué te he hecho, Videl? –preguntó el chico en un susurro, más a sí mismo que a ella.
–No pasa nada, Gohan. Ha sido un accidente, no mediste bien la fuerza, pero estoy segura de que la próxima vez sabrás controlarte –le respondió Videl mientras se acercaba para agarrarle el brazo.
–No habrá próxima vez. No volveré a lastimarte –la culpa inundaba las palabras, el pecho, la mente de Gohan. El miedo hacía que temblara completo y que su corazón latiera a un ritmo absurdo.
Sin más, Gohan salió por la ventana y se dispuso a volar hacia su casa, dejando a Videl sola y llena de incertidumbre.
Nota de la autora:
Creo que Videl y Gohan forman la pareja más tierna de Dragon Ball, pero supongo que por sus personalidades no fue nada fácil el comienzo de su relación y más si a temas de sexo se refiere. Este fic va a ser algo cortito (no creo que sean más de 5 capítulos y no de gran extensión) y con el que pretendo analizar un poco los inicios de los dos como pareja.
A todo el que lea esto: ¡muchas gracias!
