Summary; La vida de Bella dio un giro de 90ª cuando la obligaron a casarse con el conde Edward Cullen. Sin siquiera saber que él tal vez podría ser un gay.

¿Me han casado con un Gay?

Capitulo 1.

Su boda. Su primera boda luego de 18 años ¿Se esperaría de ella que mostrara entusiasmo ante el altar?

Al menos esta boda era suya, no como las que habían asistido antes. Tratando de mostrar interés comenzó a caminar hacia el altar con aquel vestido blanco de diseñador y aquel ramo de flores blancas que se las dio su padre con una sonrisa falsa.

Te casaras con el conde Edward Cullen y serás una buena esposa para él —le había dicho su padre con una mirada envenenada. —Con este matrimonio salvaras a tus hermanas y a mi de ir a la calle,además Edward Cullen busca una esposa y me debe un favor de hace tiempo.

—Mirad a la pobre novia —escucho a una mujer mayor decirle a otra mujer, Bella no tenia ni la menor idea que titulo tendrían puesto que nunca en su vida las había visto.

Frunció el ceño y trago en seco, la música de piano que sonaba la detestaba, detestaba como estaba adornada aquella iglesia y sin embargo comenzaba a detestar aquel conde que se encontraba de espaldas con un traje negro.

De pequeña siempre había soñado que se casaría por amor y no por un matrimonio forzado, y ahora luego de mucho tiempo se casaría por fuerza y obligación de su padre. Mas sin embargo tenia lealtad hacia sus hermanas y no soportaría verlas en la calle o casadas con un bárbaro que las maltrate.

—Debe de estar enamorada de él si se casa sabiendo lo que es —

Otro maldito comentario de otra mujer que no conocía, ¿Es que a caso todo el mundo la miraría con pena o burla por casarse con ese idiota de conde?

Respiro profundamente, cuando había llegado al altar, entonces trago en seco al ver que su futuro esposo se giraba lentamente a verla.

Se quedo en shock al verlo, era apuesto, el conde más guapo que jamás había conocido, cabello cobrizo y en un intento de haber sido peinado, ojos verdes, piel blanca y alto.

Se percato que él solo la miro una vez y luego le ofreció la mano para que la boda comenzara.

Ni una vez le dedico una sonrisa en el trascurso de la misa, ni siquiera la miro, solo permaneció tieso escuchando al padre, Bella deseaba que se acabara, odiaba escuchar aquellos comentarios que también los escuchaba el conde, además la gente se burlaba de su unión. Cuando el padre los declaro oficialmente marido y mujer, Edward se giro y agacho la mirada para besar a su nueva esposa, hizo una mueca que no paso desapercibida ante los invitados, entonces la beso.

Declarándolos marido y mujer.

El beso fue de piquito, pero para ser el primer beso de Bella la había dejado sin aire. Los invitados comenzaron a aplaudir.

Edward se paro recto y miro a la multitud —Os quiero agradecer por haber venido a mi boda, pero debo comunicarles que no va haber fiesta, así que se pueden marchar a su casa tranquilos.

Bella miro a su nuevo marido. Él acababa de decir enfrente de mucha gente cuyos títulos aun no sabia y esperaba saberlos en la fiesta cuya no iba a haber.

Definitivamente esta era la peor boda que jamás había imaginado que tendría.

Cuando llego a su nuevo hogar había quedado con la boca abierta, era una mansión enorme, mas grande de las que había visto en su vida, un extenso jardín adornaba la parte delantera de la casa, el carruaje negro y fino donde ella viajaba se detuvo frente a la entrada y un mayordomo salio a recibirlos, ayudo a Bella a bajarla del carruaje y tomo sus maletas de la parte trasera.

Edward comenzó a caminar a lado de ella en silencio, una vez dentro, él se había girado para verla —Isabela—dijo con una voz aterciopelada— Él es Seth el mayordomo de la casa —

Bella agacho la cabeza en modo de saludo y el mayordomo hizo lo mismo. —Un placer conocerlo— le dijo con una sonrisa.

La cual había dejado atónito al mayordomo.

—El placer es todo mío condesa—

Edward enarco una ceja y se aclaro la garganta— Seth te presentara a la servidumbre de la casa y te llevara a tu nueva alcoba, yo estaré ausente por tres días, tengo que viajar a Londres, espero que estés cómoda y si necesitas algo no dudes en avisarle a los empleados, que por eso se les paga—

Bella se quedo sorprendida por aquel comentario— Pensé que hoy tendríamos nuestra noche de bodas —dijo sonrojada.

Su padre le había dicho lo que sucedía en la noche, le dieron escalofríos al pensar todo lo que su madre le dijo. —Sentirás placer, pero también debes de complacer a tu marido a todo lo que te diga que hagas.

El conde se atraganto contra su propia saliva y comenzó a toser, miro al empleado envenenadamente y el mayordomo se marcho silenciosamente, una vez solos él miro a su nueva esposa.

—Temo decirte que no tendremos relaciones ahora ni en un futuro cercano— dijo entre dientes.

Bella sintió alivio al escuchar aquellas palabras. Observo como el conde daba por finalizada aquella conversación, inclino su cabeza en modo de despedida y comenzó a caminar por un pasillo largo.

Continuara…

Notadelaescritora; Espero que les haya gustado. Nos vemos en el próximo capitulo.

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Atte. Su escritora.