Hola esta es la primera historia que publico es una adaptación de una novela los personajes son de: romito takahashi y la historia es de Corín tallado ósea nada es mío
LOS PROBLEMAS DE RIN
Nací en Japón mi padre me dijo que mi madre falleció al traerme al mundo. El no supo qué hacer conmigo y me llevó a una granja donde tía kaede (así la llamaba yo), que había sido muchacha de servicio de mi abuela paterna, me cuide hasta los cuatro años. Me dio ternura y calor, y yo corría por el campo tras las gallinas o los perros. Siempre perdonó mis travesuras.
Al cabo de ese tiempo, papá vino a buscarme. Era ingeniero industrial y viajaba constantemente. Primero me llevó a Londres, donde me matriculo en un colegio durante todo el día, y por las noches, venía a buscarme. Vivíamos en un apartamento de la empresa, y recuerdo a papá como un padre cariñoso, que me enseñaba mucho cosas. En londras arelicé la mitad del bachillerato. De repente, papá, a regañadientes, porque se había había habituado a vivir allí, me comunicó que teníamos que irnos a parís allí también me puso en un colegio durante todo el día y así termine el bachillerato. Fue entonce cuando me preguntó:
_¿y qué vas a hacer ahora, después de la graduación, rin?
_no lo sé, papá. Una carrera me resultaría muy difícil por tu trabajo, que te pueden cambiar a otro lugar.
_tienes razón te daré un consejo: estudia secretariado internacional, ya eres bilingüe. Además, cuando te gradúes tendremos que mudarnos a Alemania y aprenderás otro idioma. Allí estaremos bastante tiempo.
Estuve toda la carrera de secretaria internacional en Berlín y, a los tres años, cuando ya terminaba, papá enfermo de gravedad y falleció en apenas 10dias los ejecutivos de la empresa en la que trabajaba papá me preguntaron si quería llevarme el cadáver de mi padre a alguna parte. Yo les dije que me gustaría enterrarlo en el panteón familiar, situado en un pueblecito de la costa del norte de Japón. Allí estaban enterrados mis abuelas y mi madre. Enterré a mi padre. La empresa me dio una gratificación para cubrir mis necesidades personales durante algún tiempo, aunque yo estaba consciente de que aquello no iba a durar mucho y, como siempre fui previsora empecé a buscar un trabajo en Japón.
Cuando fui a ver a mi tía kaede, la que me había criado, me enteré de que había fallecido. Decidí trasladarme a Tokio para busca un puesto como secretaria en alguna empresa, y lo encontré en una fábrica de jabones. Enseguida me di cuenta de que kohaku sato, el dueño, me perseguía constantemente. Un día me dijo
_ debemos ser amigos, Rin. Yo me voy a divorciar de mi mujer, y luego podríamos casarnos…
No me gustaba, pero yo tenía 21años y desconocía totalmente lo que era la sexualidad, los hombres, el amor y las pasiones, porque si bien mi padre me educó muy bien, se olvidó de hablarme de esas intimidades.
No me gustaba kohaku, pero era un refugio. Yo estaba muy sola y empecé a pensar en casarme con el. Es intento seducirme, cómo podía entregarme a él si no estaba casado.
_ Me casaré contigo, pero antes tienes que enseñarme los documentos de su divorcio, señor sato.
_ lo haré muy pronto.
Luchó conmigo cuanto quiso, pero yo no cedía. No sabía todavía si era por escrúpulos o por temor. Por otra parte, no era el hombre que me gustaba, pero la situación mía era desesperante.
De todos modos, no me acosté con el. Me tocó, me besó… pero no me fui a la cama con él, como insistía en que hiciera.
Un domingo Salí de la pensión donde vivía, aburrida y sin saber qué hacer. Kohaku había prometido venir a buscarme al mediodía para llevarme a comer y recorrer algún pueblo cercano a Tokio. Pero no apareció. Me llamó por teléfono y dijo que una reunión lo tenía preso en la oficina donde ambos trabajábamos. Así que Salí a la calle y camine de un lado a otro.
Ya había recorrido los museos más importantes de Tokio y había acudido a alguna obra de teatro. La muerte de mi padre me había afectado, pero sabía también que los muertos no regresan.
El caso es que aquella tarde me subí a un autobús que se dirigía a la calle 129.
Me detuve por allí, di un paseo y, de repente, vi a Kohaku saliendo de una casa con una mujer bellísima y dos niños. Parecían muy felices los dos y yo me escondí.
No volví a la empresa. Sabía ya que estaba felizmente casado y que yo solo era un entretenimiento para él.
Ese día, con los ojos llenos de lágrimas, busqué un periódico y miré anuncios de ofertas de trabajo. Encontré muchos y fui mancando los que me interesaban…
Hola es pero que les guste la historia los estamos viendo
