Enojarse es más fácil Capitulo 1

En un pequeño impulso

*Solo respira e ignora... A quien engaño soy horrible en este tipo de cosas. Por qué siempre se aparece en el momento menos indicado, creo que en mi cara se nota bastante la molestia cuando de repente le busca e interrumpe nuestro tiempo a solas.

Miraba furiosamente al pasillo viendo lo divertidos que estaban aquellos dos, aunque por que se molestaba tanto ni siquiera eran novios. Recordar lo enfurecía más, por el simple hecho de que no tenía el valor de confesarse aunque tenía sus razones, era mejor que ser rechazado.

Hundido en sus pensamientos llego la hora del almuerzo, molesto aun, tomo su Bento y salió lo más rápido del salón evitando todo con tacto con aquellos tórtolos.

Caminaba dando largas zancadas lo más apresurado posible, cuando estuvo a la vuelta fue sacado de sus pensamientos por una voz muy aguda.

- Suga -san! - Gritaba por los pasillos el pequeño Cuervo de hebras naranjas - Espere! - tontamente resbalo con sus propios pies pero el mayor fue lo suficientemente rápido para retener la caída.

- Hinata? - la mirada inocente de Hinata dio un pequeño golpecito de felicidad en la madre del equipo - Pasa algo? - le acaricio el pelo cariñosamente.

- El capitán lo estaba buscando hace unos instantes, dijo que si le veía le avisara - Suga hizo una cara de molestia bastante obvia dejando un poco extrañado a el menor - Dije algo malo? - rasco su cabeza confundido mientras le entraban un poco los nervios.

- No, no te preocupes no es nada - sonrió llevando un dedo a sus labios - Luego le busco, quiero un tiempo para mí - un tic en una de sus cejas se hizo presente levantando sospechas en Hinata.

- Suga -san, se encuentra bien? - sin previo aviso el menor le tomo las muñecas bajándolo a su altura para llamar su atención - Está enfermo? - llevo una de sus manos a la frente del vice capitán.

- Jeje - volvió a sonreír mientras se soltaba del agarre de Hinata - Estoy bien, solo quiero pensar un poco - se giró dejando dándole la espalda a el pelinaranja.

Abandono lo más rápido los pasillos dirigiéndose a la azotea, no quería que nadie lo viera en esas condiciones, no ahora. No estaba acostumbrado a andar en esos lugares así que nadie le buscaría en aquel lugar.

Abrió la puerta dirigiéndose al exterior, busco la esquina más escondida que ese lugar podía tener y empezó a comer. La comida era deliciosa pero ese sabor amargo en su garganta no le dejaba saborearla como era debido.

* Si tan solo no te hubieses enamorado nada de esto estuviese pasando...

Se reprochaba mentalmente mientras fruncía el ceño, dejo a un lado la caja del Bento para acurrucarse entre sus rodillas ¿Que debía hacer para evitar tales ataques de rabia?

...

Ya terminadas las clases se dirigía hacia las prácticas volviendo a dejar al capitán atrás, pero antes de que empezara a correr para perderlo de vista le escucho llamarle.

- Suga! - apretó su uno de sus hombros haciendo estremecer todo el cuerpo del peligris - No crees que es muy cruel que te vayas sin mí - sonrió en forma de burla ganándose un fuerte golpe de parte de Suga.

- Eres muy lento - dijo cortante mientras volvía emprender el paso mientras este le seguía - Además vamos al mismo lugar... - evito mirarle encogiéndose de hombros mientras ocultaba un ligero sonrojo.

Suga curioso volvió a mirarle al darse cuenta que mantenían el ritmo mientras caminaban. El capitán le sorprendió mirándole, le sonrió dulcemente haciéndolo sonrojar violentamente y de un parpadeo volteo el rostro a otro sitio en específico.

* Eres tonto, eres tonto, eres tonto.

Se repetía mentalmente Sugawara mientras intentaba calmar los latidos acelerados y violentos.

...

Estaba respirando algo pesado, la practica cada vez era más dura, ese Daichi era un demonio, no lo había dejado descansar desde que empezaron, tuvo que darle un par de golpes para que le dejara aunque sea beber un poco de agua.

Podía oír muy cerca de él las discusiones de Kageyama y Hinata, era chistoso verlos tan abiertos, y como el pelinegro lo aventaba por los aires cuando Hinata lo avergonzaba.

* Son tan lindos...

Sonrió mientras miraba a Nishinoya volarle (y no literalmente) arriba a Asahi, vio como al mayor se le iba casi el alma (era tan obvio) mientras el pequeño le pedía que entrenasen juntos.

Volvió a cambiar su ángulo de mirada.

* Te he pillado...

Sonrió al notar que Ennoshita miraba no muy disimuladamente a Tanaka, nadie había notado lo mucho que este le gustaba aunque él era muy evidente. Aquella vez donde fueron al campamento para entrenar, Ennoshita no pudo casi dormir ya que el compartir espacio con él lo ponían nervioso.

Nunca se esperó algo así de su parte ya que es un chico bastante calmado y sereno, que le gustase una persona como Tanaka era realmente un enigma.

No se sabe en qué momento el peligris se hundió en sus pensamientos empezando a cerrar los ojos poco a poco.

- Oigan tenemos noticias que darles - oyó vagamente la voz del encargado.

Se levantó de su lugar para dirigirse soñoliento hacia el entrenador y el encargado.

- Tenemos buenas y malas noticias - sentencio

- Hemos conseguido los permisos del subdirector para poder llevarlos a otro campamento de Vóley en Tokio - dijo Takeda mientras miraba atentamente al equipo.

- Pero esas son excelentes noticias - dijo Hinata mientras daba saltos de alegría, recibiendo varios reclamos de parte del pelinegro.

- No son el único equipo que ira - el entrenador se puso algo nervioso de repente - Shiratorizawa, Aoba Johsai y Datekou - miro a otro lado.

Todos gritaron asombrados, podía ver como Hinata saltaba de alegría y algunos como Tsukishima ponían los ojos en blanco.

- Intenten llevarse lo mejor posible ya que el subdirector se queja de que nos estamos haciendo enemigos de las otras escuelas y tenemos que dar buena imagen - Ukai cruzo los brazos - Hagamos esto por el bien del equipo - todos afirmaron.

- A si... - dijo de repente el encargado - Es dentro de dos días así que no pierdan el tiempo y preparen todo para ese día - acomodo sus lentes mientras les dedicaba una sonrisa.

* Se ven felices, bueno Tsukishima no tiene ninguna expresión.

Daichi miro a Suga esperando algún comentario el cual nunca llego. Al salir del gimnasio el peligris seguía sin dirigirle la mirada algo bastante extraño, ya que Suga solía mirarle con alegría y hablar de diversos temas con él.

- Oye te pasa algo? - esa típica pregunta se volvía ya un fastidio para el peligris.

- Estoy bien... - dijo secamente sin dirigirle la mirada al capitán.

- Mientes - con fuerza volteo a Suga para que le mirase - Te pasa algo puedo verlo en tu rostro - alzo la voz un poco sorprendiendo a Sugawara.

* Por qué lo haces tan difícil...

Frunció el ceño mientras evitaba que esas lágrimas estancadas saliesen de sus ojos, era tan inmaduro, incapaz de dar la cara y expresar sus sentimientos.

No podía aguantarlo más, se volteo rápidamente he intento escapar, aunque Daichi fue lo suficientemente rápido para tomar su mano e intentar alzarlo hacia él. Suga le miro con rabia y en un momento de impulso le golpeo en la cara con todas sus fuerzas.

- A-aléjate... No te me acerques más - su voz fue algo ronca como si tuviese un gran nudo en la garganta.

- Espera! - grito aunque ya era demasiado tarde el vice capitán había corrido con todas sus fuerzas para alejarse de él.

* Crees que podrás ablandar más mi corazón…

Sus lágrimas sobraban mientras la brisa sobre su cara las dejaba llevar con el aire, odiaba sentirse así, no quería lastimarse, pero que, porque hacia eso.

Entro apurado a casa ignorando por completo la bienvenida de su madre, subió las escaleras y se dirigió a su cuarto. Lo amaba tanto, porque tenía que doler, él no había decidido enamorarse, solo paso.

Entre lágrimas logro conciliar el sueño con un solo pensamiento en mente…

* Ojala no tenga que lidiar con esto mas

* Ya no quiero seguir amándote

* Quiero olvidarte


(*) El uso para los pensamientos, cuando cambie de narrador avisare para que no se confundan, jejeje.

Sé que quedo un poco corto pero intentare darle mejor para el próximo capítulo.

Espero que les haya gustado.