Prefacio:
Hace mucho tiempo, cuando mi madre era pequeña, solía contarme bellas historias, cuentos de hadas que me hacían sentir dichosa, plena, con tan peculiares situaciones que me hacían pensar, que toda princesa podía tenerlo todo, conocer al principe indicado y ser feliz por siempre.
Sin embargo, el tiempo transcurrió y tras la muerte de mamá, las cosas se tornaron diferentes en mi vida, dejé de ser la niña tranquila y esperanzada a esa felicidad que tanto añoraba, mi padre se encargó de hacerme poner los pies sobre la tierra. Tenía un Clan que llevar en mis manos, tenía que aprender la responsabilidad y cargar el peso en mi espalda, desde muy temprana edad, para que así, pudiera saber lo que realmente significaba ser una Hyuuga, la sucesora del más poderoso Clan de la aldea de la Hoja, según las propias palabras de mi padre.
"Una hyuuga" me dije, mientras mis ojos plateados se abrieron de golpe, había tenido muchos sueños en la vida, todos tan reales, sin embargo, ninguno que pudiera tocar, nada que pudiera alcanzar... hasta que lo conocí a él.
Quien iba a imaginar que mis propios sentimientos reflejados en un simple trozo de papel cambiaría mi situación?
A veces, la vida te muestra un camino que difícilmente hubieses imaginado. incluso la situación mas confusa del mundo puede llegar a envolverte. Y depende solo de ti, de una simple decisión para cambiar el rumbo de la misma.
Me dispuse a sentarme sobre la cama, estiré el cuerpo mientras observaba la oscura habitación, seguramente hoy, sería uno de esos días en los que habría tantas cosas que hacer, fruncí un poco el ceño, estaba algo adolorida por el entrenamiento del día anterior, ya que, no bastaba con el trabajo en equipo, si no, tenía que emplear mi tiempo libre en duelos de familia si quería mejorar. Si quería darle gusto a mi padre.
Mis pies tocaron el frío piso de madera, y suspiré, tenía que darme muchos ánimos para el día. Aún así, aunque a veces pareciera que me pesara la vida que llevo, me atrevo a decir, que no me puedo arrepentir de nada de lo que he vivido, ya que se dice, que todo lo que has hecho te hace lo que eres hoy.
Me levanté y me acerqué hacia el pequeño mueble de la estancia, sobre la repisa había unas pequeñas fotografías perfectamente ordenadas... las observé detenidamente... Shino, Kiba y Akamaru, mis compañeros de equipo, mis grandes amigos, que siempre me apoyaban en todo lo que estaba a su alcance, Neji, mi primo, con quien después de tiempo había desarrollado una amistad plena y de confianza... y en el último retrato había dos siluetas, dos personas muy distintas, con destinos tan diferentes... Lo cierto es que, jamás había prestado antes la suficiente atención a una parte de aquella fotografía, sólo al lado donde un joven rubio de ojos azules sonreía galantemente, era tan hermoso, eso era lo que solía pensar,el hacía mi corazón latir a mil por hora, sin querer, todo mi ser se enfocaba en él, dejando de lado al moreno que se encontraba a su lado, de aspecto serio y sereno.
Jamas hubiera imaginado que aquel chico tan diferente, tan arrogante podría convertirse en un príncipe. Simplemente seria lo mas extraño que pudiera imaginar... Sin duda me había equivocado. Pero entonces, cuando llegue a esa conclusión me di cuenta que, el equivocado puede convertirse en todo lo que has buscado. Yo lo se, porque yo ... Elegí al equivocado.
Hola! :3
Waah estoy algo nerviosa, esta es la primera historia que publico acá en FF. Así que bueno. Espero que sea de su agrado. Los dejo con el prefacio, y pues, ojalá que la sigan :3
Es todo de momento, pronto pasaré a dejar el primer capitulo.
Ary~
