Three shot- (reto de noviembre.-Compañerismo.)
Tema: Sol y Luna.
Titulo: La maldición del sol y la luna.
By: Tenshou Getsuga.
Tenshou Getsuga vs Uzumaki Tsuki-chan.
La maldición del sol y la luna.
Capítulo 1.- Maldición.
Sólo tienes que contar pequeña luna.
Cuando el sol se oculte y la luna salga...
Dos seres majestuosos destinados a amarse se encontrarán...
Pero recuerda...
Sólo tienes que contar para encontrarte con él, con el sol que ilumina tus días...
De lo contrario, el ocaso llegará llevándose lo que más quieres...
Recuerda...
Que ese es el precio a pagar...
Cuenta...
Un...
Dos...
Tres...
El olor a mar inunda sus fosas nasales impregnando así su ser de tranquilidad.
El viento agita con fuerza las vestimentas de la Hyuga haciéndolas hondear con gracia. Descalza siente como el viento acaricia sus pies y rodillas aumentado aquella sensación de vacío, aquella caricia fría con suavidad junto a la corriente eléctrica que la obliga a cerrar los ojos mientras traga saliva al sentir su garganta seca.
Suavemente extiende sus brazos en forma de cruz dejando así que el viento acaricie su cuerpo casi por completo en un abrazo mortal. Apenas es consciente de lo que va a hacer, sin embargo, es algo tan fuerte, tan excitante, tan mortalmente tentador que no puede resistirlo. Sabe que no está bien por eso cuenta en su cabeza...
Un, dos, tres...
Siente aquel balanceo y esas inmensas ganas de gritar con desgarro ahogarse en sus entrañas haciéndola retroceder. Abre sus ojos suavemente, con calma, casi con dulzura. Enfoca aquello que la está llamando, aquello que la espera...aquello la impresiona con una aterradora sensación pero no puede rehuir más, la esperan...
"¿Quién te espera Hinata?".- Pregunta su racionalidad en un intento de sobrevivir a aquella locura.
Baja sus orbes ante aquella sensación que le produce desolación con ese olor a sangre... ladea su cabeza antes de responderse a sí misma sintiendo como las hebras de su pelo rozan su rostro.
"El acantilado junto a sus finas rocas ".- Se responde. Aquel donde las olas guardan un sueño eterno, donde están en paz en un paisaje único. Siente como la llaman con fuerza, tanta que le es imposible no escucharlas ya.
"Sólo tienes que dejarte ir..."- Siente ese susurro dulce muy cerca de su oído derecho como una melodía infernal.
"¿Tienes miedo?".- Escucha apenas en su oído izquierdo.
"Recuerda, me lo prometiste"...-Siente aquel susurro frío sobre sus labios.
"No tengo miedo..."- Responde la ojiperla con seguridad.
Un, dos, tres...
-Hinata...-Oye tras ella ante un silencio taciturno, casi maldito e infinito. Gira su rostro bajando sus brazos para observarlo.
Unos ojos azules penetrantes la observan. Él está muy quieto, tanto que puede sentir el terror de él por moverse o hacer algún movimiento en falso.
"¿Por qué?".- Se cuestiona ella.
Tal vez teme la posibilidad de que un solo paso suyo la haga tomar la decisión de saltar a ella.
-Hinata...Si...Si saltas, yo voy a saltar contigo, ¿lo entiendes, verdad? No permitiré que lo hagas. No dejaré que me dejes solo...- Ella parece reaccionar mirándolo pensativa.
Un, dos , tres...
Siente algo que hace que su corazón se detenga por un segundo resecando su garganta.
Su expresión cambia a una más fría mostrando la más vil y pura de las prepotencias mientras ladea su cabeza para observarlo con los ojos entrecerrados.
-Ríndete. No lograrás ni podrás salvarme por muy rápido que seas, ambos lo sabemos.- Responde casi sin ser consciente de su respuesta.
Sus terminaciones nerviosas, así como sus músculos, se tensan en respuesta al sentir aquello que aún no logra descifrar pero que se manifiesta perforando, casi de forma invisible, su estómago.
-Lo sé. Y tú sabes que jamás me rindo. Pero lo haré, créeme que lo haré... y si no puedo salvarte, entonces saltaré para morir contigo.- Responde con decisión cerrando sus puños ante su impotencia.
-¡No puedes! ¡No debes!.- Grita con dolor tomando conciencia de nuevo de sí misma. Aquellas palabras la aterran acelerando su corazón con fuerza.
-No...tú no...-Susurra con agonía agachando la cabeza para después de unos segundos subirla.- Tú no ...Naruto- Vuelve a repetir sintiéndose casi asfixiada por las irremediables ganas de llorar que sin más se agolpan en sus ojos haciéndola soltar el poco aire que retienen sus pulmones desencadenando en un picor en su nariz. Sabe que va a llorar y es lo que menos quiere por eso traga saliva irguiendo su cuerpo de nuevo.
Sabe que no teme al vacío pero si le teme a Naruto. Con nostalgia se pregunta ¿desde hace cuánto? ¿desde cuándo pasa esto? El tiempo de repente se vuelve borroso y un dolor atraviesa su cabeza haciéndola encogerse a la vez que lo escucha gritar su nombre con terror.
-¡Hinata! .-
-Déjame. ¿No lo entiendes mi amor? Es lo mejor...-Aquello a él le sonó a resignación, tanta que le pudrieron por dentro sus palabras.
-Pero, ¿qué dices? Esto no es lo mejor para mí Hinata...Y lo sabes perfectamente...Esto no está bien para ninguno de los dos. Sabes que no podemos vivir el uno sin el otro...Hina por favor...- Vuelven a sonar sus palabras como súplicas hirientes en sus oídos cuando lo ve cerrar sus ojos con fuerza tensando su mandíbula.
-Naruto...-Susurra la Hyuga casi llorando. Ahora está asustada pero no puede, no debe...
-¡Mírame Hinata, mírame!.-Estalla finalmente, sus facciones se lo dicen, su ceño fruncido, sus labios tensos, sus puños fuertemente cerrados.. está furioso, puede sentirlo en cada una de sus palabras golpeando en su ser que la hacen estremecer. - ¡No seas egoísta! ...No conmigo...Tú no eres así...¡No seas tonta! Juro que lo solucionaremos juntos...-Arrastra sus palabras con letargo angustioso dejando al descubierto en sus ojos el miedo que tiene.
Un, dos, tres...
-No es por ti...Es por mí...-Responde con cautela.-No soy yo...y temo...Yo sólo quiero protegerte...Entiéndeme...No puedo dejar que nada te pase, jamás me lo perdonaría...-
La observa con sorpresa durante unos segundos intentando comprender sus palabras para después, poco a poco, dibujar una sonrisa en su rostro que hace que la Hyuga se derrita por dentro. Su sonrisa la hace recordar al sol que ahora mismo se oculta a su espalda.
Porque él, su Naruto, es su sol...
El sol..
Aquel sol...
"Ahora lo entiendes, ¿verdad?".- Susurran con una dulzura escalofriante sobre su cuello haciéndola estremecer de pánico.
Hinata da un paso al frente pero detiene su intención al ver a aquella soleada sonrisa convertirse en una mueca de dolor que la lleva a cerrar sus puños en su pecho agarrando con fuerza su ropa.
-Así no vas a protegerme, no vas a lograr que te entienda...sólo me causarás dolor, un vacío al que no quiero entrar...Ya no sé si podré vivir solo, ¿sabes por qué?.- Responde dando un paso al frente con suma cautela mientras la observa negar con su cabeza.
-Porque te necesito, porque eres tú lo que yo más deseo en mi vida lo que quiero proteger, porque no dejaré que nada te pase, que nada nos separe...Te amo tanto que soy capaz de hacer cualquier estupidez por estar contigo, tú embruteces tan...tan dulcemente mis sentidos que quiero que siga así...-
-¡Vete, vete, vete! Ya es tarde...Olvidalo...- Grita ella con fuerza al escuchar esas palabras intentando no romper en llanto.
-No me voy a ir Hinata. No sin ti. Dime la verdad de una buena vez Hyuga Hinata, dime que demonios pasa, ¡te lo exijo! Dímela...por favor... No entiendo nada...-Suplica en silencio con desespero el Uzumaki llevando sus manos a su rostro, arrastrándolas a lo largo de su extensión, suspirando para bajarlas y volver a empuñarlas.
Hinata lo observa con temor a la vez que su corazón brinca inquieto mientras sus entrañas parecen retorcerse. Sus palabras son suficiente para hacerla dudar y salir de aquel trance que parece apoderarse de su propia voluntad. Sus piernas empiezan a temblar, sus manos empiezan a sudar frío intentando aferrarse a una barandilla invisible, como lo son las cálidas manos de él, de su Naruto.
Pero no están, ¡no están!
Tiene miedo, mucho, bastante, tanto que intenta correr hacia él pero sus piernas no responden. Sabe bien que no puede, ni debe, hablar de eso… fue una tonta, lo sabe...pero ya es tarde...Sólo hay una decisión correcta, él se lo dijo, él dijo que era lo mejor...así podrían estar juntos.
Cierra sus ojos y sonríe como nunca lo había hecho. El corazón de Naruto parece brincar de emoción al verla sonreír así de nuevo. Tal vez todo haya pasado y esto sólo sea un mal recuerdo que olvidará.
-¿Confías en mí?.-Cuestiona ella mirándolo directamente a los ojos con toda la dulzura del mundo. Los ojos celestes se cubren de nuevo entrando en pánico...en pena..-¿Confías en mí Naruto? .- Vuelve a preguntar y es ahí donde Naruto susurra un "no me hagas esto..." en sus gestos, en sus ojos que parecen llorar.
-Hinata por favor...-Suplica acercándose a ella que extiende de nuevo sus brazos en cruz al verlo acercarse. Naruto abre sus ojos espantado al observar su reacción a su acercamiento deteniéndose de inmediato.
-Naruto...-Vuelve a llamarlo ella. Esta lo observa cerrar los ojos con fuerza y los puños con frustración.
-Sí...confío en ti...lo sabes perfectamente...-Responde a duras penas mientras se muerde el labio inferior frustrado e impotente ante la situación.
-Entonces, sólo debes cerrar los ojos Naruto y esperar a que salga la luna mientras el sol se oculta...-
-¡No! ¡Ni se te ocurra!.-Grita con miedo, con mucho miedo, tanto que Hinata no puede contener aquellas lágrimas que ahora resbalan por sus mejillas junto a aquella última sonrisa.
Naruto sabe lo que va a pasar, ambos lo saben ...pero no hay marcha atrás, el tiempo se agota e Hinata es consciente de ello.
Un, dos, tres...
-Hinata, ¡Yo no quiero esto, nunca lo quise! ¡Sólo quiero que vuelvas a mí! Que volvamos a casa para estar juntos...No dejaré que nadie te toque un pelo...-Sisea con rabiosa sinceridad entre dientes.- Por favor podemos vencer esto juntos...Hinata por favor...¡Te necesito, lo necesito! ¿Dime que quieres que haga? Te lo suplico...-Ella abrió sus ojos con asombro al verlo inesperadamente caer de rodillas ante su persona.
-Te lo suplico de rodillas Hinata ...No lo hagas...Te amo más que a mi propia vida..por fav...-No le dio tiempo a completar la frase que fue ahogada con un beso, un beso voraz, feroz, al cual respondió de forma inmediata.
Ambos shinobis, de rodillas el uno frente al otro, entregándose al último adiós en un paisaje inhóspito. En una promesa secreta de amor.
Se aferraron el uno al otro con desespero mientras sus lenguas danzaban en la última de las pistas de baile. Mordió su labio inferior con rabia haciéndola suspirar mientras esta clavaba sus uñas sobre la tela que cubría sus hombros. No la dejó descansar, no quería dejar de besarla aunque ello le costase el aire a sus pulmones. Ya la tiene entre sus brazos y no la soltará. Ella ladeó la cabeza cuando él agarró su pelo tirando de él con fuerza hacia un lado para hacerse con el espacio de su cuello. Lo besó y lo mordió con exquisitez para ella que gimió alto su nombre haciéndola abrir sus ojos con estremecimiento.
Un, dos, tres...
"El tiempo se te acaba...".- Escuchó de nuevo en su oído derecho.
Apenas pudo despegarse de él utilizando todas sus fuerzas, aquellas pocas que le quedaban.
Tomó entre sus manos el rostro de él para observarlo por última vez. Quería recordarlo por siempre. Acarició su rostro con una mano secando las lágrimas del Kitsune con su pulgar que en respuesta ladeó su cabeza para besar la mano de su esposa. Esta bajó su mano izquierda a lo largo de su pecho produciendo una caricia exquisita que llevó al Uzumaki a suspirar. De un momento a otro detuvo su avance, un segundo para empuñar un objeto que colgaba. Tiró con fuerza de él hasta arrancarlo de su dueño.
Naruto la observó con detenimiento mientras subía una de sus manos para acariciar el rostro de su mujer.
-Coge el mío...-Le dijo ella.
El rubio la observó y asintió mientras acercaba su rostro para volver a besarla pero esta vez mucho más lento, más despacio, como queriendo que aquel beso fuese eterno. Hinata sintió aquel tirón y supo que aquel era el final. Cerró sus ojos y disfrutó del beso, ella hizo lo mismo que él. Fue suave, lento, casi adictivo y desesperante cuando ella se separó de él...
-Júrame algo Naruto...-
-Lo que quieras...-Respondió mientras besaba su frente.
Ella se acercó a su oreja izquierda y pronunció unas palabras que fueron tragadas por el sonido de una fuerte ola al chocar contra las rocas.
Naruto abrió los ojos con angustia.
-Te lo juro por mi vida, por mi alma, por ti que eres lo más importante que he tenido en mi vida...-Su voz temblorosa respondió a su petición.
Hinata sabía que su hombre, el amor de su vida, estaba muerto de miedo, de terror en esos momentos pero ...verlo sufrir para ella era una condena, una condena que merecía.
-Regresa a mí Hinata.-
-Siempre...- Contestó levantándose en un rápido movimiento que sorprendió al Kitsune que la contempló al filo del acantilado con los brazos en cruz.
-¿Recuerdas lo que te dije?.-
-Si...-
-Ahora cierra los ojos y ábrelos cuando el sol se oculte y la luna salga.-
Un, dos, tres...
-No quiero Hinata, no, no, no..-Niega el Uzumaki con su cabeza.
-Te amo...-Susurra ella con una cálida sonrisa que hace temblar al Kitsune.
-Si me amases no harías esto...-
-Por eso lo hago Naruto...-
-¡Mientes! ¡Ya basta! Juro que iré detrás de ti, lo juro...por favor basta...no lo hagas...-Suplica por última vez casi sin fuerzas, con la voz entrecortada y con lágrimas en los ojos...
-Sólo confía en mí...-
-Hinata por dios ...dios..dios...no...-Susurra en un lamento lastimero llevándose las manos a la cabeza.
Un, dos, tres...
-Te amo...-
-¡Espera, espera! .- La llama con un último aliento.- Dime, ¿qué se supone que quieres que haga? Hinata por el amor de dios...no eres consciente de lo que me pides...¡Te amo maldita sea, te amo! Yo ya no sé estar sin ti.-
-Sólo haz lo que te dije...-
Volvió a repetir aquellas palabras que se volvieron a tragar el rugir del oleaje sobre las rocas.
-Ahora, cuando se oculte el sol y salga la luna, cierra los ojos, pase lo que pase no los abras...-
Un, dos, tres...
El Kitsune cierra sus orbes azules con resignación mientras sus lágrimas recorren sus mejillas hasta unirse en su barbilla a la vez que aprieta con fuerza el colgante con su mano izquierda.
-Mierda, mierda, mierda...- Sisea con rabia y dolor.
Unos segundos infernales pasan, y no es hasta que el sonido de las piedras resquebrajándose llegan a sus sentidos haciéndole temblar, cuando se percata de que ella ya no está. Aún con los ojos cerrados un terrible dolor se apodera de su cuerpo mientras empuña con fuerza el colgante para dar paso a un rugido fiero ensordecedor que se abre paso con fuerza en su boca siendo lo último que escucha la Hyuga.
El sol se oculta mientras la luna sale...
Un, dos, tres...
La luna sale mientras el sol se oculta...
Un, dos, tres...
Ya eres mía Hyuga Hinata...
Pequeña luna mía...
Un, dos, tres...
Recuerda el precio a pagar, una vida por otra..
Un, dos, tres..
Tu sol se apagó...
Un, dos, tres...
Siendo esta tu maldición...
Observaciones: Bueno, es mi primer reto en esto no sean crueles conmigo que me ha costado lo mío escribirlo aunque parezca mentira ...confieso que salió así sin más . Ya que como podrán ver teniendo de tema : Sol y luna. Ya suena a romanticismo extremo un estilo ( que para aquellos que sepan de mis historias y mi "estilo" )no va mucho conmigo así que admito que me fue complicado. Pero espero disfruten así como espero su humilde opinión.
Nos vemos en las dos próximas actualización.
Un saludo de
Tenshou Getsuga.
