Denisse Blues
Los personajes no me pertenecen son de Masashi Kishimoto
Sabias que algo así podría pasar y decidiste entregarte a él, Hyuga tonta. Fueron a una misión por un mes a la casa del señor feudal para ser la escolta de uno de los herederos. Les llevo dos días poder llegar a su destino y permanecerían en aquel lugar un mes, no pudiste evitar tratar de sanar su corazón roto; ese que Sakura rompió al darle un beso a Sasuke, pusiste todos tus sentimientos en los momentos juntos durante el viaje, habías intentado olvidar tu amor por Naruto cuando se le declaro, pero ahora las cosas dieron un giro a tu favor y no pudiste dejarlo pasar.
¿Qué recibiste a cambio? Cuando llegaran a la aldea lo descubrirías, disfrutaste el tiempo a su lado, ¿verdad, Hyuga? Tu solo pudiste sentir sus besos en cada parte de tu cuerpo cuando llego a tu recamara después de una desconsolada noche de tragos, estabas al tanto de su estado pues sus labios tenían sabor a alcohol, pero tan tonta y entregada como siempre decidiste ignorarlo. Al despertar a la mañana siguiente después de esa noche "mágica", tan añorada y especial para ti, te sentiste vacía puesto que el hombre al que te entregaste no se encontraba a tu lado.
Pensaste en la posibilidad de que hubiese olvidado, por efectos de la bebida, lo que sucedió entre ambos, al fin y al cabo, cuando acabo el gran momento el volvió a vestirse para ir al baño y tu estabas tan ensimismada por el hecho que poco te importo volver a ponerte tu pijama, si la posibilidad de que él no recordara lo sucedido y se hubiera levantado a tu lado, tal vez habría salido corriendo, quien no. Solo buscabas excusas para no dar con lo obvio, esos "momentos" se repitieron a lo largo de la misión y nunca fuiste capaz de preguntar algo pero él te pidió salir la noche siguiente a su llegada, ¿Qué mas podía esperar alguien tan minúscula como tu Hinata?
Al llegar a la aldea estabas extasiada por todo lo que había pasado, porque la última noche cuando casi te dormías escuchaste que susurraba las palabras "Te quiero", deseabas tener la oportunidad de estar juntos, y parecía todo estar contigo. Sin embargo, hubo algo que no contemplaste en tus planes; Ohh dulce Hinata que ilusa fuiste, tan solo pudiste ver como Sakura se lanzaba a sus brazos apenas pisaron el despacho del Hokage. Un nudo se formo en tu estomago cuando ella le dijo: "deseo hablar contigo, nos vemos donde siempre, a la misma hora, no llegues tarde", si se formo con tan solo esas palabras, la punzada de dolor que vino después cuando le dio un beso en los labios fue demasiado dolorosa que solo pudiste retener las lágrimas.
Ella se fue tan rápido como apareció, tanto Naruto como tú estaban pasmados ninguno sabía que decir y cuando parecía que él lo haría la puerta del despacho se abrió mostrando un Hokage cansado y con algo de prisa los instó a pasar, donde se colocaron uno al lado del otro, las lágrimas empezaron a pesar en tus ojos.
Por ello cuando Kakashi, les pidió el reporte de la misión, evitando así que Naruto intentara hablar contigo y tú rompieras en llanto, aquello te brindó alivio puesto que el Hokage parecía comprender que solo deseabas irte, cuando sus labios se movieron para pronunciar las palabras que te permitirían huir de ese lugar, saliste tan rápido que sólo escuchaste a lo lejos como Naruto gritaba diciendo que necesitaban hablar, que lo esperaras mientras hablaba con Kakashi, pero por primera vez te negaste a aceptar algo y te fuiste.
Ahora estas en tu casa intentando no pensar en lo que ha pasado, pero todo vuelve a ti para darte una cachetada en la cara, la visita de Naruto no se dio esperar tan solo fuiste capaz de pedirle a uno de los criados de la casa que le dijera que olvidara la salida de la noche siguiente puesto que estabas indispuesta, menudas tonterías te inventaste para no salir a hablar con él, pero no te atrevías a mirarlo y esperar pacientemente que te dijera lo obvio. Por lo que optaste por tu opción favorita, victimizarte, llorando a mares día y noche.
Al cabo de unos días saliste de tu casa para ir a comprar un par de cosas que necesitabas y de regreso te topaste con él, quisiste evitarlo a toda costa, pero fue te fue imposible cuando sus ojos se cruzaron diste un suspiro audible mientras él se acercaba, ahora vendrá a recordarte lo tonta que fuiste por entregarte a él.
-Hinata, ¿puedo hablar contigo un momento?.-Viste como se ponía nervioso, sentiste la brisa fresca de la tarde. Asentiste, te guio a un parque que se encontraba cerca y ambos se sentaron en una banca, él prosiguió.
-He estado pensando mucho en como decirte esto, la verdad esperaba tener una oportunidad contigo cuando todo aquello paso durante la misión, pero al llegar Sakura me pidió hablar conmigo para decirme que estaba embarazada y como futuro Hokage no puedo faltarle a mi hijo, así que he decidido casarme con ella dentro de un mes, hablar contigo es para poder pedirte perdón por lo que paso y quería que pasará…- ¡Ja! Pero si será cínico y tu idiota, todo estuvo planeado desde siempre, claro que se casaría con ella con o sin hijo de por medio pero este le dio la oportunidad perfecta de haberte cogido en el viaje y volver como si nada a su vida con Sakura, menuda pendeja fuiste.
Tu cerebro se desconectó después de todo lo que habías escuchado, tu no eras capaz de procesar tantas cosas y así sin más te levantaste para empezar a caminar a tu casa, él intento detenerte, pero le pediste que te soltara.
-Naruto-kun, estoy bien y no tengo nada que perdonarte, pero debo irme a casa. - Tus palabras salieron sin tartamudear algo que ayudó a que creyera en ti y te dejara ir, pero la verdad te habías desconectado del mundo cuando escuchaste "hijo" y "casarme" era demasiado, pero que esperaba la pequeña niña tonta, ¿Qué dejará todo por una aventura de unas semanas? Eres más tonta de lo que creía si pensaste que sería así.
Llegaste a casa y te diste cuenta que Neji se encontraba en casa lo saludaste y te disculpaste para poder retirarte a tu cuarto, cuando estuviste a solas las lagrimas empezaron a correr por tu cara, el futuro que siempre soñaste a su lado ahora parecía más imposible que nunca y con esa idea en mente te quedaste dormida. Pasaron los días, apenas dormías un poco cada noche y al hacer solo podías revivir los sucesos de aquella misión.
El viernes por la mañana y decides acudir a tu cita en el hospital de Konoha para tu chequeo mensual con Tsunade-sama, al llegar ves a Sakura y no puedes evitar ver el anillo en su dedo, aquel que indica su estatus superior al tuyo. Cuando por fin estas en el cubículo de la Quinta, comienza haciendo preguntas de rutina y ahí le comentas sobre las nauseas que te han acosado los últimos días, te mira un poco extrañada preguntando si alguna comida te ha sentado mal pero después de tu negativa procede a realizar un chequeo a fondo con su ninjutsu médico.
-Hinata, esta puede ser una pregunta personal, pero ¿tienes pareja sentimental?
-No, sucede algo Tsunade-sama.- Ella medita un poco las palabras que dirá a continuación, como decirle a la heredera del prestigioso clan Hyuga que esta embarazada, Hiashi te matara cuando sepa que tu hijo será un bastardo, pobre Hina. La suerte no esta de tu lado.
Escuchas la voz de Tsunade-sama que te pregunta de manera insistente sobre el padre de tu hijo, y ahora como confesaras que la linda y tierna Hyuga se metió con el novio de Sakura cuando creyó tener una oportunidad, misma que perdió con el embarazo de ella. ¿Qué harás? ¿Qué harás? El tiempo corre como le dirás a padre que su primogénita tendrá un hijo bastado. Quieres articular palabras, pero no escapan de tus labios, en tu mísero estado y tus emociones a flor de piel rompes en llanto; patética, como siempre. La ves contener la respiración para posteriormente suspirar.
-Hinata, necesito que comprendas lo delicado de la situación, si esto fue producto de una violación podemos realizar un procedimiento para extraer el bebé, en este caso creo que Hiashi no se opondría a que mantuvieras el liderazgo del Clan siempre que todo quede entre nosotros.
¿Qué ilusos son todos a tu alrededor? Qué acaso no pueden ver la zorra oculta debajo del disfraz de mojigata que llevas, pero no, tienes todo tan bien ensayado; tu papel de víctima, que incluso la Quinta piensa que fue una violación. ¡Ja! Si ella te hubiera oído gemir aquellas noches en brazos de Naruto, se te caería la careta.
-Tsunade-sama, mi hijo es de - tomas un poco más de aire antes de decir- Naruto.
Ves como su cara se contrae en un gesto extraño, ni ella una gran kunoichi de elite puede ocultar su sorpresa. Al menos ya disté un paso, zorra.
- Co-mo, Hinata pero, ¿Cuándo ha sucedido esto? .-Tomas un respiro para intentar dejar de llorar.
-En nuestra pasada misión Naruto y yo, noso… tros
-Tan sólo dime los detalles relevantes.
-Bueeno… Naruto se encontraba decaído porque había encontrado a Sakura besándose con alguien el día previo a nuestra misión, y yo creí que su relación había terminado, que podría ganar su corazón.
-Aunque quisieras enamorarlo, entregarte a él no es manera de comenzar una relación y menos cuando él se encuentra en una, pero no soy quien, para sermonearte más, por ahora quiero que respondas cada una de las preguntas que haga, ¿De acuerdo?
-¡Sí!, lo sé pero él llegó tan desolado a mi habitación
-Naruto, ¿está enterado de algún posible retraso en tu periodo?
-No.
-¿Has hablado con alguien respecto a lo sucedido en la misión?
-No.
-Será difícil, pero debemos encontrar la manera para que Naruto se haga cargo de tu bebé, hablare con Sakura para que cancele la boda, tendremos que actuar rápido antes que Hiashi se entere de la situación y tome medidas.
-¡¿Cómo?!
Para este momento ella apenas podía escucharte, eras como un ruido más del lugar, ahora ya no puedes tratar de negar aquello que ya sabes; corazón, ella quiere impedir que Hiashi pida de una vez por todas tu destierro a la rama secundaria o, incluso algo más drástico como pedir la muerte de ambos; tuya y de tu hijo, por ser procreado fuera de las normas y moral del Clan.
-¿Y Naruto?
-Tendrá que acatar las órdenes superiores, no podemos dejar que se provoque tal escándalo, él sigue teniendo el sueño de ser Hokage y sino tomamos medidas será imposible.
Ya escuchaste, Hina Hina, Naruto tendrá que dejar a Sakura para estar contigo, todo por tu niño, ¿Quién diría que eras tan buena ramera? Harás que la persona que amas este contigo, pero, no por amor; dulzura, no no no, estará contigo por el peso de tu Clan, arruinarás su felicidad por un capricho, esto es tan irónico, juras amarlo, pero no dejaras que sea feliz porque lo sabes, su felicidad no es contigo, pero a quien le importa eso si estarán juntos.
-Mañana hablaremos en el despacho del Hokage, Kakashi tendrá que apoyar la decisión, después hablaremos de la reunión con Sakura y Naruto, aunque quisiera evitar que el consejo intervenga creo que será imposible, ¡ahh esos vejetes!
Ahora deberás pensar en lo que harás con tu embarazo, lo que dirás en la reunión de mañana, ¿Qué se casen ellos o tú? Tu felicidad o la de ella, ¿Su bebé o el tuyo?, ¿Tu futuro o el de ella?, tienes todo para retener al hombre que amas, ¿dejaras de ser un mártir? ¿Qué harás? Hina ¡Ohh dulce Hina! ¿Qué harás?
Sales del consultorio de Tsunade envuelta en preguntas, ¿Qué sería lo correcto? Sabes que debes dejarlo ir, de nada servirá un matrimonio sin amor llegas a casa con el ánimo por el piso, no puedes criar a tu bebé sola el plan no te lo permitiría pero comprometerlo a estar contigo sólo por el peso de tu clan no es justo, te acuestas en tu cama buscando un poco de calor, un poco de tranquilidad, en medio de la desesperación que esta situación te produce piensas en huir sin embargo no lograrias sobrevivir mucho tiempo siendo tan débil y vulnerable no llegarías ni al término de tu embarazo, con aquellos pensamientos te quedaste dormida.
Al despertar y pararte de la cama te sientes un poco mareada, tendrás que ser fuerte hoy ¿podrás mi pequeña Hinata? Te pones un vestido color lila, al bajar te preguntan su deseas desayunar a lo cual solo niegas amablemente, no has tenido apetito desde que todo se desató.
A paso lento llegas a la torre del Hokage, donde shisune te espera en el pasillo y te dice que esperes un momento el sexto y la quinta están dentro con los consejeros, no pasan más de 10 minutos cuando la puerta se abre mostrando a un cansado Kakashi, al verte te sonríe, un gesto que lleva tanto apoyo como lastima a tu persona y eso te da miedo, te indican que puedes pasar y te sientas en el único espacio disponible justo enfrente de todos ellos, más que una reunión para hablar de tu futuro pareciera que haz llegado a tu juicio, aquel donde se te acusa de ser una puta sin remedio y la prueba infalible es el hijo en tu vientre, te aferras a borde de tu vestido, no importa que pase serás fuerte por tu hijo.
Después de más de media hora discutiendo tus alternativas para esta situación los miras a todos en aquella reunión pidiendo la ayuda de alguien, pero vamos Hyuga, ya demasiado haz recibido, te han dado opciones para solucionar este problema sin embargo te negaste a que Naruto cancelara la boda con Sakura, te niegas a terminar con el embarazo, aunque las kunoichi lo han hecho desde décadas atrás, por causas más serias que las tuyas, pero ellas eran menos importantes. Tendrás que aceptar una de las opciones, ¿Cuál será?
La última alternativa, la que ahora cruza por tus pensamientos, casarte con otro para darle un padre y apellido a tu hijo. Sabes que cualquiera de tu equipo estaría dispuesto a hacerse cargo contigo, pero ellos merecen una oportunidad de ser felices. Ahora le negaras la posibilidad a un amigo de enamorarse, pero ¿A quién?
Kiba siempre ha estado enamorado de ti por lo que amaría pasar su vida a tu lado y aunque jamás podrías corresponderle al menos podrías ser amable con él, pero sabes que conforme pase el tiempo el querría algo más y tú no sabes si podrás dárselo. Shino no te pediría nunca una oportunidad a tu lado, más bien cuidaría de ti, como si de una hermana se tratará, pero que harían cuando él se enamorara de alguien, como les pedirías que no se amaran por tu error.
Neji tiene a Ten-ten; es una razón para que lo resuelvas lo más pronto posibles, sabes que si padre se enterara le pediría que se casara contigo tal vez así alguien más apto pueda liderar el clan Hyuga. Tu mirada demuestra lo difícil que es para ti tomar una decisión, ¿Cómo decidir a quién le arruinaras la vida? Y de pronto escuchas la voz de uno de los ancianos del consejo.
-Existe otra posibilidad para que ningún amigo tuyo deba tomar parte de esta responsabilidad. - Tus ojos se iluminan ante esa posibilidad, pero al mirar los suyos te das cuenta de que esta opción no es mejor para ti. - Desposa al Uchiha.
Todos están tan impresionados por la propuesta de aquel vejete, si no eres capaz de hacer que un amigo cargue esta cruz contigo porque hacerlo, el viejo carraspea un poco para volver a llamar la atención de todos y sacarlos de sus pensamientos.
-Hemos estado buscando una manera de tenerlo bajo vigilancia, para saber si es inestable aún, si su actitud a la aldea no llegara a mejorar tú nos lo informarías y procederíamos a liquidarlo, después de eso podrías criar a tu hijo sola si así lo deseas.
-¿Cómo piensa que haremos para que Sasuke acepte?- Kakashi siempre un paso adelante.
-Le regresaremos el territorio Uchiha, sabemos que ha hecho una solicitud formal para recuperarlo, así que haremos esto como una condición para hacerlo.
Te miran en silencio, nadie está muy convencido tanto Kakashi-sensei y Tsunade-sama están pensando en pedirle a uno de tus amigos que haga esto por ti, temen porque el Uchiha termine matándote, pero tampoco puedes hacerle eso a ninguno de ellos, debes aceptar, y tu voz apenas audible da tu aprobación, siguen mirándote aun sin creer que has aceptado la propuesta más arriesgada para tu persona, al menos así no ataras a ninguno de ellos.
Uchiha-san, no es tu amigo apenas lo has visto en unas pocas ocasiones antes que se fuera de la aldea años atrás, y no sabes cuál es su apariencia ahora después de todo este tiempo, esperas lo mejor es lo único que puedes pensar, sabes que él no te pedirá una oportunidad romántica a tu lado solo tendrán que buscar la manera de convivir juntos hasta el fin de sus días, sin amor, sin pasión, sin un compromiso con el otro, tan solo respeto. Si, eso es todo lo que le pedirás.
Kakashi se acerca a ti, para preguntarte si estas segura de la decisión que tomaste y solo logras asentir, no tendrás amor pero podrían llegar a tolerarse o más bien él a ti, después de verte segura aunque con miedo te dice que se encargara del resto que vayas a casa a dormir.
Al caminar por la aldea empiezas a sentir el cansancio acumulado, no has podido dormir desde que te enteraste que serias madre, pronto tendrás que enfrentar al Uchiha y a todos, ¿Cómo les dirás que te casaras con él? No puedes explicarles simplemente que fue una decisión tomada para no arruinar el matrimonio de Sakura, recuerdas como la Hokage sonrió un poco después de que tomaras tu decisión y cuando unos minutos después de terminar de hablar con Kakashi-sensei se acercó para pedirte que nunca contaras la verdad sobre el padre de tu hijo, te menciono que si habías decidido no dañarlos con lo que sucedió en la misión sería mejor para su matrimonio que ella nunca se enterara, aceptaste lo que te dijo; como siempre no pudiste evitar ser tan buena.
Ahora que llegaste a casa empiezas a sentir el peso de todas tus decisiones, te diriges a tu cuarto con paso cansado, ¿acaso ya has perdido la voluntad de seguir? Suspiras, un baño de agua tibia calmara tus nervios, o eso es lo que piensas, al estar dentro no puedes evitar pensar en cómo harás que las cosas funciones, lo primero será afrontar al Uchiha y después a tu familia, tendrás que convencerlos de ser la mejor opción a futuro.
Ohh dulce Hina, ¿Qué has hecho con tu futuro? Pronto serás madre de una manera poco correcta, el impulso de querer ahogarte ahora mismo es tan sofocante como el dolor en tu pecho, ¿Qué será de ti a partir de ahora? Cierras los ojos intentando controlar tu respiración, lo primero es tu hijo, desde ahora deberás protegerlo, pero ¿Cómo? siendo tan débil.
Mañana hablaras con Sasuke para saber si ha aceptado el trato, después de eso… No quieres ni pensar en lo que sucederá si él no acepta, ¿Qué otro pobre diablo aceptaría algo como aquello? Casarse sin amar, y tener que criar el hijo de otro, al lado de una mujer de la cual solo conoce el nombre, sólo tú podrías estar en un problema así. Con aquel pensamiento en mente te colapsas y abrazas a ti misma para llorar por lo perdido, el llanto empieza a cesar pasados los minutos por lo que te levantas para cambiarte e ir a dormir, mañana deberás reunirte con él para conocer su respuesta.
La mañana llega, apenas has dormido un poco las pesadillas te abrumaron casi toda la noche haciéndote imposible olvidar tus temores incluso en el sueño, te levantas dispuesta a ir a enfrentar cada uno de tus demonios, bueno seamos claro uno a la vez; la pequeña Hina no podría con más, ¿no?. Te vistes con lo que encuentras en tu armario, bajas por las escaleras y te dispones a desayunar, aunque no tienes apetito, tu hijo necesita que estés fuerte para él. Al terminar, avisas que saldrás al despacho del Hokage para concretar unas cosas sobre tu siguiente misión, ¿Quién diría que la linda Hinata sabe mentir tan bien?
Cuando llegas Shizune te recibe y te pide que esperes un momento fuera a que la reunión termine, te preguntas de que hablaran o que asunto se resolverá en ese momento, intentas enfocar tu atención en cualquier otra cosa que no sea aquello que te trajo hasta aquí sino es probable que salgas corriendo. La Quinta sale pidiendo que entres, te paras, pero tus piernas se aflojan, el temor empieza a ganar terreno; respiras profundo debes lograr que esto se realice, una última inhalación y te encaminas a la puerta.
Se encuentra sentado junto a Kakashi-sensei, te sientas enfrente de ellos, intentas con todas tus fuerzas mantener la pesada mirada oscura hasta que escuchas la voz de la mujer sentada a tu lado y dejas de prestar atención a esos orbes que te atrapan y te llevan hasta tus más terribles miedos.
-Entonces, lo único que debo hacer es pretender enamorarme de ella, casarnos para ocultar su embarazo, fingir ser el padre del… eso- tu nariz se arrugo un poco al ver como habla el ninja, era un asco de persona, pero tu única salida. - a cambio yo recibo los territorios Uchiha, además de quitar mi sello y cumplir con todo lo acordado.
-Si, pero recuerda que debes cumplir con tu palabra. - No entendiste a que se refirió con "el sello", Hyuga deberías estar más al pendiente de lo que pasa en la aldea, sus poderes fueron sellados; una precaución tomada, solo es capaz de utilizar menos de una quinta parte de su poder. - El trato es por tiempo indefinido, hasta que la situación de Hinata sea más estable para la crianza de su hijo tu sello no será removido. - Lo ves fruncir el ceño, parece frustrado por no tenerlo.
-Por último, -esta vez fue la quinta quien hablo. - Si Hinata menciona que le hiciste algo o que al menos le alzaste la voz; bueno, tu sabes lo que pasara.
-Tsk.- Prosiguió ignorando las muecas del chico.
-Harás el anuncio días después de la boda de Naruto. - Parecían tener ya todo acordado y por un momento volviste a sentirte pequeña e insegura, ¿verdad Hyuga? - debes pretender llevar tiempo enamorado de ella, no queremos ningún contratiempo.
Cuando sentiste que una mirada te acosaba volteaste recelosa pero esos ojos te amedrentaron, por poco no logras sostener su mirada hasta que escuchaste su voz áspera.
-A las ocho. – Tu cara al parecer expreso con exactitud tu duda porque él agrego. – debemos fingir que salimos ¿recuerdas?
Tan solo asentiste de nuevo, no era necesario decir algo para ti todo aquello había quedado zanjado.
-Retírense. – Ambos parecían cansados pero la quinta te miro solo para decirte. - Acompáñame al hospital me gustaría checarte y recetar unas vitaminas para él bebé.
Estando recostada en aquella camilla te relajaste, después de saber que tu hijo se encontraba bien y recetarte unas vitaminas, tan solo podías pensar en que todo empezaba a tomar su lugar; tal vez no el que deseabas, pero; al menos por el momento, no tendrías que confrontar a padre.
La boda será mañana y hoy tienes una cita con Sasuke, quién hubiera pensado que ser así de mojigata te conseguiría semejante hombre, te encuentras decaída pero lo único que puedes hacer es arreglarte para las ocho, no sabes que usar sin embargo tampoco existen nervios de por medio. Te vistes con un sencillo vestido rosa, apenas y te maquillas un poco, cuando escuchas que tocan la puerta y la voz de una de las empleadas se escucha a lo lejos, miras el reloj conmocionada, las 7:58, el teatro inicia hoy y tu vida se acaba mañana, buena suerte Hina.
Si bien aquel frente a ti con un ramo de flores podría ser el hombre más guapo, apenas y le miras, tan solo imaginas la sonrisa cálida de Naruto en lugar de aquella del Uchiha. Te dio la mano para caminar juntos al restaurante donde pasarían la velada, no sabías como iniciar una plática con él, tampoco sabias si él quería, pero tenías claro que harías lo necesario porque se sintiera cómodo con tu compañía, al menos eso te repetías.
-Uchiha-san, ¿Por qué acepto el trato? - Sentiste que se tensaba y apenas te dirigió una fugaz mirada; y simplemente paso de largo tu pregunta.
-Tengo mis razones. - Nada cambio en su rostro al decir aquello; si no hubieses sentido aquel pequeño desliz hace unos momentos hubieras pensado que no le importaba nada, tal vez no debiste preguntar por ello y cuando ibas a cuestionar de nuevo, él continuo.
-Quiero de vuelta todo lo Uchiha.- Sentencio y quisiste preguntar más pero él ya estaba abriendo la puerta del restaurante, indicándote a donde ir.
Cuando la mesera se equivocó en tu bebida y quisiste decirle algo, pero ni siquiera te miro; al lado de aquel hombre eras más invisible que nunca, agachaste la mirada sintiéndote rendir y miraste la carta, con un poco de suerte no habría más equivocaciones.
Pero no lo notaste; tu no fuiste capaz de ver lo que vendría después, si tan solo lo hubieras mirado un poco más no te habría sorprendido tanto su manera de actuar. Él te miro todo el tiempo, tal vez esperaba que te hicieras notar, sin embargo, tú solo te resignaste a beber aquello.
-Disculpa, podrías cambiar la bebida de mi cita. - Señalándote con una sonrisa en el rostro. - No es lo que ella ordeno.
Si tú estabas sorprendida por las recientes palabras, esa chica parecía en estado de shock, se quedó unos segundos mirándolo, como rezando al cielo porque aquello fuera mentira pero el Uchiha en ningún momento se retractó de lo dicho, él seguía mirandote después de decirle aquello a la señorita toda su atención parecía centrada en ti y tú tan solo te sonrojaste, en un movimiento sin precedentes que aun si lo hubieras notado antes que pasara no habrías estado preparada para reaccionar, tomo tu mano con la suya para después entrelazar sus dedos. Volvió a girarse hacia la mujer que seguía parada frente a la mesa.
-Disculpa, podrías hacer el cambio. - Se aclaro un poco la garganta.
Ella estaba tan abrumada y nerviosa que, al intentar tomar el vaso para retirarlo, termino derramando el contenido en la mesa y parte de tu vestido, sería difícil limpiarlo después de eso.
-Lo siento, disculpa, traeré más servilletas. - La joven desapareció tan rápido, apenas ibas a decir que no era nada.
-¿Quieres que nos vayamos?.- La pregunta te desconcertó.
Aunque dudaste un poco le dijiste. - No, cenemos el lugar tiene platillos deliciosos que debes probar. - Él parecía un poco desconcertado por tu carencia de enojo por tener el vestido mojado de jugo.
-¿Estas segura que no te incomoda?.- Dirigiendo la mirada a tu ropa, negaste con la cabeza.
-¿Por qué dijiste eso?
-Ella debía cambiar tu bebida, no fue lo que ordenaste o ¿Si?.- Volviste a negar
-Pero… no era necesario llamarme "tu cita".- Te miro serio como molesto por lo que habías dicho, se acercó a tu oído para susurrarte.
-Recuerda que debe parecer una cita. - Ahora comprendías porque era un ninja de tal nivel, no solo su fuerza era descomunal, sino que era sobresaliente en todo lo demás.
-Gracias.
La mesera regreso con un trapo para limpiar la mesa, te pidió disculpas de nuevo por tirar la bebida y se retiró, unos momentos después llego el dueño a pedir disculpas y regalarles un postre de cortesía por lo sucedido.
-Dijiste que este lugar era bueno, ¿ya habías venido antes? - Te cuestiono.
Asentiste y agregaste. - Con mi familia
-Me recomiendas algo en particular.
Aquel hombre sin notarlo; probablemente sin planearlo, te había abierto la puerta a uno de tus temas favoritos, le explicaste diferentes cosas y le preguntaste otras.
-Mmm, déjame pensar un poco, prefieres lo dulce, agrio o picante.
-Dulce.- Te respondió sin dudar.
-¿Dulce?.- Lo repetiste más para ti que para él pero deslumbraste un pequeño; casi imperceptible; sonrojo.
-Aunque también me gusta lo picante. - Sonreíste, después preguntaste unas cosas más. Le recomendaste unos platillos.
La cena fue apacible, ninguno de los dos hablo demasiado, excepto cuando llegaron los platillos y Sasuke te dijo que había sido una increíble recomendación y tú con orgullo; poco común en ti, le aseguraste que tú lo hacías mejor y el sonrió, no pudiste evitar sonrojarte por la espontanea seguridad con la que hablaste, puso los dedos en tu frente y te pidió que algún día los preparas para él. Ninguno forzó la situación en aquella velada, no era necesario hablar de ustedes; aunque compartirían techo pronto, para los dos parecía innecesario esos nervios de las citas, sus vidas ya habían sido ligadas.
Habías pensado que la velada sería incomoda, pero Sasuke solo hacia leves detalles a tu persona cuando los veían pretendiendo que era un trato común entre ustedes, te sonrojabas cada que sucedía algo así. Como ambos estaban mintiéndole al mundo, ninguno de los dos pretendió nada entre ustedes aquella noche. Tú fuiste tan insegura y amable como eras y él fue seguro y reservado. No era necesario engañar al otro, sino había amor al menos podrían ser cómplices.
