Estarán cansados de leer en todos lados lo que ha ocurrido con el final del manga. No voy a repetirlos más allá de que veo un montón de incongruencias que quizá, y sólo quizá se aclaren con la película.
Por mi parte, no pienso retirarme del fandom, ni mucho menos de las parejas que no se cumplieron de mi gusto (obviamente el SasuKarin es la principal de ellas). Seguiré escribiendo tanto los fics que debo como los nuevos proyectos (como este), porque ni el final del manga me quita la inspiración de lo que me gusta, y seguiré escribiendo de aquello que me gusta hasta que la vida se me escape.
Sin más, los dejo con éste pequeño proyecto esperando que subo los ánimos de aquellos que aún no han abandonado el gusto por la pareja y por supuesto, éste lado de n_n
Naruto entró en la habitación de su prima sin llamar a la puerta como solía hacer, y de igual forma, él esperaba recibir en la cara un cojín —si bien le iba—, el despertador, o cualquier otro objeto que la pelirroja tuviera en las manos cuando le reclamara por su falta de modales "para con una señorita" como ella decía. Sin embargo, el objeto contundente nunca llegó a su rostro ni mucho menos vio a su familiar por ningún lado; a cambio de ello, oyó algunos sonidos sufrientes provenientes del sanitario.
—¿Karin-chan? ¿Estás bien? —preguntó el rubio atravesando la habitación para mirar la puerta del baño abierta y a su prima arrodillada en el escusado vomitando— Ka… Karin-chan.
—¡Largo de aquí! —se volvió mirándolo con enfado, más no pudo seguir gritando al tener que regresar la cara en el depósito.
—¡No te preocupes Karin-chan! ¡Voy a por Sakura-chan para que venga a revisarte! —contestó Uzumaki con mímica exagerada— ¡No te muevas de aquí!
Tan rápido como pudo, Naruto cumplió su palabra, y en menos de cinco minutos Haruno se encontraba en casa de los Uzumaki. Para ese entonces Karin se encontraba de vuelta en la cama, bastante pálida, con frío y sudorosa, a lo que la primera acción de la pelirrosada, tras saludarla, fue tocarle la frente.
—No tienes fiebre.
—¿Está bien? ¿Verdad que no se va a morir? ¿Verdad que puedes curarla? —pregunta tras pregunta la hacía sin pausa alguna.
—No digas tonterías Naruto —musitó la pelirrosada.
—No hacía falta que vinieras —habló Karin—Sólo es un malestar estomacal y ya me siento mejor — se hundió en la cama— Sólo estoy cansada, me la pasé vomitando por más de diez minutos.
Eso explicaba el estado aparente de la chica. Volver el estómago requería esfuerzo y diez minutos de actividad era como hacer un montón de ejercicio, y por ello era que estaba sudorosa, en consecuencia tenía frío ahora que había parado, mientras que la palidez era el gasto de energía.
—¿Estás segura que ya estás mejor?
—Si. Debí comer algo que me hizo daño, seguro ya lo saqué —contestó la pelirroja— Naruto sigue dejando un montón de comida echada a perder, debí comer algo por accidente.
—Perdóname primita, prometo no volverlo a hacer pero no te mueras —decía el aludido.
Sakura y Karin miraron al rubio con molestia, pues aparentemente no había prestado atención a todo lo que se dijo. Además, a pesar de que ambos Uzumaki llevaban cinco años viviendo juntos, Naruto parecía no amenguar su sobreprotección hacia su prima. Para él, no era para menos, después de todo ella era su única pariente viva y después de pensarse solo tanto tiempo, el tener a alguien a quien llamar familia era aliviador, y él no dejaría que nada le pasara.
—¿Te parece si te reviso para estar seguros? —Preguntó Sakura— Si comiste algo echado a perder podría ser algo más grave.
—De acuerdo —accedió de mala gana, pues ella confiaba en sus saberes médicos, pero al notar la cara de su primo, supo que no la dejaría en paz si no aceptaba.
La revisión no tardó más allá de quince minutos, que consistió en algunas preguntas a la enferma y sencillas pruebas como presionar el abdomen de la joven. Sin embargo, Sakura parecía tener dudas en lo que le ocurría a su paciente, pues físicamente —más allá del reciente vómito y sus consecuencias— no presentaba indicios de enfermedad, mas lo que había hablado con ella, parecía que había algo más.
—Quizá tengas razón —dictaminó la ninja— Quizá ya expulsaste lo malo de tu cuerpo —decía poco convencida— Por ahora descansa y si vuelves a sentirte mal avísame.
—No creo que sea necesario, pero gracias.
—Le avisaré a Shizune-sempai que no podrás asistir al hospital.
Si, éste es otro longfic, pero capítulos cortos, de los cuales ya tengo adelantos, así que no esperarán mucho por ellos n_n
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