N/A: Este es otro fic de esos locos que nos gusta hacer. A diferencia del Just Like Heaven, en este no pasan tantas cosas bonitas, Brennan está en el sistema de adopción y Booth obviamente es víctima de abuso por parte de su padre, obviamente, por razones de conveniencia hemos puesto que tienen la misma edad, así que esperamos que les guste…
Dios, que daría yo por visitar la estatua de Neptuno en Virginia, es como el sueño de mi vida :P
Disclaimer: Si, TODO pertenece a FOX, menos nuestra imaginación
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Capítulo uno.
Era un día soleado de verano como cualquier otro en las costas de Virginia: playa, sol y diversión. Seeley Booth caminaba por la arena algo distraído, iba de la mano con su actual novia, o mejor dicho ligue de verano, la había conocido solo dos semanas atrás, cuando él, su hermano y su madre llegaron de vacaciones a la casa de playa que su abuelo, años atrás había comprado en ese lugar, a decir verdad más que vacaciones, eran una forma de escapar de una persona en particular, su padre, quién desde que prácticamente tenia recuerdos no hacía más que beber y maltratar a su familia, llevaba dos semanas sin saber de él pero lo le importaba, cuando volviesen a Philadelphia todo volvería a la normalidad, y tendría que soportarlo un año más, hasta las próximas vacaciones.
Siguió caminando con su "novia", sin decir una palabra, tan solo disfrutando de su compañía hasta que llegaron a la estatua de Neptuno, el típico lugar de encuentro con sus amigos y conocidos, bromearon y jugaron un rato hasta que cansados solo se limitaron a mirar el paisaje, la puesta de sol, definitivamente Virginia era uno de los mejores lugares del país para escapar.
*
Temperance Brennan era una chica común, con una vida común y una familia común, a menos eso era lo que creía hasta que por arte de magia sus padres desaparecieron y su hermano la abandonó dejándola a su suerte en un sistema de adopción ineficaz. Se había mudado a Virginia casi dos meses atrás, su quinto traslado en menos de un año y era de esperarse, nadie quería adoptar a una chica de dieciséis años con un alto coeficiente intelectual que intimidaba a cualquier adulto sumándole además un alto nivel de inadaptación social pero al parecer los Roberts eran la excepción, tenían cinco hijos adoptivos, el mayor de veinte y la menor de doce, eran realmente agradables quizás por eso habían sido la familia con la que más había durado, el resto, al primer mes ya la habían devuelto al sistema.
Esa tarde ella y sus "hermanos" habían decidido ir por unos helados a la playa, era un lindo día y porqué no disfrutarlo, pronto comenzarían las clases y tendría nuevamente que refugiarse en sus amados libros esperando no ser trasladada otra vez. Cuando llegaron a la estatua de Neptuno los vio, el grupo de niñatos populares que habían estado molestándola un par de días atrás, trató de ignorarlos pero uno de ellos la reconoció.
-Vaya vaya…- dijo un chico rubio con ojos castaños – Y yo que pensaba invitarte a salir – rió- Gracias a dios que no lo hice, si alguien me hubiese visto con la nueva mascota de los Roberts habría sido una catástrofe mundial- todos rieron.
-¿Tu quien te crees que eres?- Peter, el mayor, lo cogió de la camiseta.
-Una persona normal, idiota… ¿Acaso no lo ves?-
-Vuelve a hablarle así a mi hermana y te las verás conmigo-
-¿Tu hermana?- rieron – Tú no tienes familia, eres adoptado, nadie te quiere asúmelo de una vez por todas-
-Hey Tom- dijo un chico alto, con cabello castaño y ojos oscuros – Déjalo ya, no vale la pena…-
-Pero Seel, no nos viene nada de mal algo de diversión-
-Sólo déjalo, acercarse a un grupo de freaks como estos solo nos baja el estatus ¿No quieres que eso suceda verdad?-
-Oh, ¿y hablar con gente estúpida acaso mejora el nuestro?- se adentró Temperance a la pelea.
-Wow ¡Puedes hablar por ti misma!- rió- Te felicito, pero mi tiempo no lo desperdicio hablando con gente como tú, lo siento, puedes ir a llorar por ahí-
Brennan miró a aquel chico fijamente, con rabia.
-Soy lo suficientemente fuerte como para que un comentario tan nefasto de un muchacho tan imberbe pueda molestarme en absoluto.- miró a sus hermanos- Vámonos, anda… seguro que hay otro lugar donde se respire aire NO contaminado.-
-Ohh, si vete… puede que si respiro el mismo aire que tu se me pegue alguna enfermedad asquerosa y muera-
-No, Seeley, no quiero que eso suceda- una chica rubia lo abrazó y le besó en los labios, el sonrió cosa que hizo que a Temperance le hirviera la sangre – Deja ya que se vaya, tenemos cosas más interesantes que hacer-
-Seguro…- murmuró Temperance, con gesto de desprecio, dándose la vuelta para irse.
*
¿Quién se creía que era? Venir a llamarlo estúpido y encima llamarlo "muchacho imberbe" ¿Qué quería decir con eso?, Booth no podía quitársela de la cabeza, ni a ella ni a sus comentarios, una cosa tenia clara, no sabía siquiera como se llamaba pero sabía perfectamente que era una cerebrito con aires de superioridad y eso le reventaba, nadie lo llamaba así, menos una chica.
-Hey Seel… ¿En qué piensas?- le pregunto su novia cuando fue a dejarla a su casa.
-En nada- trató de sonreír.
-Ajá… el día habría sido perfecto sin esos losers en la playa ¿verdad?- se abrazó a él.
- Tal vez, nadie sabe- le besó despacio.
-Si quieres yo puedo hacer que aun sea perfecto…- le dijo antes de besarlo con más pasión.
-Quinn… espera… espera- se separó de ella cuando trató de quitarle la camiseta- No… no puedo- trató de inventar una escusa- Le prometí a mi hermano que hoy llegaría temprano, lo siento-
-Ahh pues, si es así… no te preocupes- le besó otra vez- ¿Nos vemos mañana?-
-Seguro…- sonrió y se marcho lentamente en dirección a su casa, una vez allí se recostó en su cama recordando cada segundo de la discusión con aquella chica extraña que había visto hoy.
*
Cuando Temperance salió de allí, se tranquilizó. Estaba orgullosa de haber rebatido a ese chico, ese chico que, a su opinión, no era más que un imbécil de esos que piensan que pueden conseguir cualquier cosa por su cara bonita. ¿Sería acaso inteligente? Lo dudaba. Pero si de algo no tenía duda alguna es que era guapo, demasiado guapo. ¿Y qué hay de la víbora que le sigue como un perrito faldero? A juzgar por su reacción aún poseía menos cerebro que él.
Se sentía harta: harta de tener que sobrellevar una vida que odiaba; harta de tener que aguantar comentarios de gente que ni siquiera la conocía, y aún peor, que ni si quiera se esforzaba por conocerla; harta de ser rechazada por ser diferente, por ser adoptada… con la certeza de que nada iba a cambiar. Había nacido, quizás, para llorar.
-No te angusties, Tempi.- dijo Peter, acariciándole el brazo.
-Estoy bien.- mintió, sentada en el porche de "su casa".
-Esos tipos son unos inmaduros.-
-Te equivocas.-
-¿Acaso los vas a defender?-
-La falta de seguridad te lleva a hacer este tipo de cosas.-
-¿Molestar a los demás?-
-Mira, Pete, no los defiendo, sus palabras me han hecho daño.- miró al suelo- Pero soy fuerte.-
-Lo sé- sonrió su hermano, levantándose- No tardes en entrar, ¿vale?-
-Tranquilo.- murmuró ella, y se quedó allí quieta, pensando en lo sucedido, a la espera de un nuevo día.
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N/A: necesitamos su opinión, así que aceptamos todas las quejas y sugerencias :D, sé que es cortísimo, pero si les gusta, prometemos alargar los capítulos :D
