Preguntas y respuestas

En la cama, mientras que despuntaba el amanecer, se revuelven como si merodearan por un bosque de sábanas enredadas en sus piernas.

-¿Cómo te hicieron eso,Teresa?

Sus dedos le recorren las cicatrices del vientre, esas que se abrieron cuando recibió la sangre del yoma en su cuerpo, como si fueran capullos en primavera.

-Me dijeron que debía ser fuerte para matar a esos monstruos. Así que me hicieron un poco como ellos, pero todavía humana.

No quiere dar muchos detalles. Podría darle ideas extrañas o hacer que el miedo aparezca en su rostro, que ha apretado contra su muslo izquierdo, con los ojos levantados hacia el sonido de su voz. Teresa nunca pensó que ella misma pudiera hablar con semejante suavidad en el tono. Era una sensación nueva y refrescante.

Una pausa. Una vez más, le sorprende no toparse con algo como "¿Y te dejaste hacer eso sin chistar?".Se imagina que Clare sabe la respuesta y si se contiene de preguntar algo más, es acerca del dolor. Se pregunta si sabrá que ha dicho la verdad solamente a medias y que todavía duele, pero que ya no es porque su cuerpo reciba otra entidad dentro suyo, sino porque eso que plantaron entre su piel, ha crecido, sigue creciendo con los días y reclama sangre que no es púrpura. Teresa se ríe de su otra mitad, que es como un monstruo grande y torpe, golpeando los puños ante ella, encadenado, cada noche haciendo lo imposible por soltarse en medio de la oscuridad. Porque ahora que tiene motivos para no dejarse caer, él jamás lo logrará.