Disclaimer: nada de lo que podáis reconocer me pertenece, todo es propiedad de J. K. Rowling. Escribo fics sin ánimos de lucro.

Nota: este fic participa en el minireto de de marzo de La Copa de la Casa del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black, con el personaje de Mildred Peebles.

Línea temporal y ligera explicación: se desarrolla durante la Batalla de Hogwarts. Mildred tiene dieciséis años (no he encontrado nada referente a la edad de Mildred en 1998 así que me la he inventado) y, se supone, tiene "algo" con Zacharias Smith.


"Tonta"

No tienes ni idea de qué estás haciendo en mitad de todo ese caos. Debiste haberte marchado cuando toda tu mesa se dirigió hacia la salida por la que estaban evacuando a los alumnos. Nunca has sido valiente y esa situación se escapa de tus manos. Odias no tener el control. Sin embargo, algo te ha impedido marcharte, algo se ha removido en tu interior cuando pensaste en escapar. Y te quedaste. Sí, un impulso estúpido pudo contigo y será lo que te lleve a la tumba.

Chillas cuando una maldición pasa cerca de tu cabeza. No sabes quién la ha lanzado, te da igual porque para ambos bandos eres el enemigo. Los mortífagos te atacan al ver que llevas el uniforme del colegio y el resto lo hace por el escudo de Slytherin bordado sobre tu pecho. Quizás ha sido por eso, piensas, quizás quieres demostrarles a todos que no todas las serpientes son unas rastreras cobardes.

Tonterías…

Un mortífago te intercepta cuando intentas huir de la batalla que se desarrolla en el pasillo. Te mira y sonríe. No le conoces pero intuyes que es mejor huir que luchar. Pero te quedas sin opciones cuando él te ataca. No lo dice en voz alta pero reconoces el fulgor verde de un Avada.

El terror te paraliza.

Te preparas para el impacto pero el golpe viene de un ángulo totalmente diferente. Tu costado derecho golpea el suelo duramente y el dolor se extiende desde el hombro hasta la cadera, pero es un dolor bienvenido y no te molesta.

¡Defodio*! —grita alguien a tu lado y giras la cabeza bruscamente cuando reconoces la voz. El suelo se abre a los pies del mortífago pero la grieta se amplía y se acerca a vosotros—. ¡Maldita sea!

Te toma de la mano y tira de ti mientras el mortífago cae. Corréis hasta encontrar un pasillo desierto y a oscuras. Escuchas los ruidos de la batalla pero estás más concentrada en la persona frente a ti.

—¿Qué haces aquí? —te pregunta, demandante.

—Lucho. Como todos, Zach —mientes, pero él se da cuenta.

—Mildred…

No vas a decírselo, te juras. No vas a decirle que, más allá de probar el valor de los Slytherins, no podías dejarle atrás. Ese tonto Hufflepuff… Te inclinas, le besas y suspiras.

—Tonta —murmura, pero te devuelve el beso.

Sí, tonta. Tanto como él.


Defodio: creo recordar que era el que se usaba en excavaciones y tal. Quizás me he pasado con el efecto pero me apetecía algo distinto al típico desmaius o expeliarmus.


Recuento de palabras: 398 según Word. Siempre al límite ;)


Me ha quedado algo flojito pero bueno, es lo que hay.

Muchas gracias por leer.