Los 7 pecados capitales
Capítulo 1-El pecado de la ira.
Hace mucho tiempo hubo una guerra entre los ninjas, los caballeros y las hadas, que cada uno de ellos querían tener mayor poder que los demás y así poder esparcir su territorio por tierra.
Pero hubo un grupo de personas que se revelaron ante todas las razas se les conocía como los 7 pecados capitales.
Tiempo después de la guerra los pecados desaparecieron dejando al mundo en un desastroso caos.
Pero los tiempos han cambiado,terribles cosas están por suceder y los únicos que pueden detenerlos serán la Irá, la Envidia, la Codicia, la Pereza, la Lujuria, la Gula y el Orgullo.
Nos encontramos en una taberna donde un chico de dieciséis años vistiendo unos pantalones blancos, una camisa blanca, corbata naranja y un chaleco negro.
-¡Otra ronda por aquí! los clientes que esperaban ansiosamente la siguiente ronda de comida.
-Aquí tienen, es la especialidad de la casa-. Decía un chavo sirviéndoles a los clientes unos platillos de carne.
-Se ve delicioso-. Decía uno de los clientes mirando el platillo que estaba enfrente de el esperando ansioso por poderle darle un mordisco.
Con tan solo probar la comida del chico las personas quedaron pasmadas al probar tan delicioso platillo.
-Esto es lo más esquisto que he probado hasta ahora-. Decía uno de los clientes que masticaba el torso de la jugosa carne.
-Santo cielos cocina mucho mejor que mi esposa y esta es una de las mejores cosechas de alcohol que he probado en mi vida-. Decía otro de los clientes que tomaba más cerveza.
-Muchacho eres tan buen cocinero que planeo contratarte como el chef de mi mansión-. Decía un hombre de vestimenta súper refinada que le estaba rogando al cantinero que aceptara, pues ni su chef personal podría hacerle tan delicioso platillo como él que había preparado.
-No, no, no lo escuches chico yo te pagaré él triple de lo que te ofrezcan-. Decía un viejito tratando de mantenerse en pie, que ya se había pasado de copas y ya estaba muy borracho.
-Jejeje lo siento señores pero no estoy en venta, la taberna me necesita, pero descuiden siempre serán bien recibidos aquí-. Decía el chico con una sonrisa.
De repente la puerta de la taberna se abre de golpe, revelando a un aldeano muy asustado que parecía que había visto un fantasma.
-Uno de los 7...se acerca hacia aquí -. Decía haciendo que todos los clientes entrarán en pánico y trataban de escapara de la taberna.
-¡Tenemos que salir de aquí!-. Gritaban los clientes levantándose de golpe de las sillas y corriendo a su salida más cercana.
-¿7 qué?-. Preguntaba el cantinero sin entender que estaba sucediendo o de lo que estaban hablando.
-Muchacho ¿Es que acaso nunca has oído hablar sobre los pecados capitales?-. Preguntaba uno de los clientes que se detuvo en seco al ver al cantinero que no sabía nada de ellos y comenzó a relatar los rumores de los pecados.
En ese instante aparece un caballero con un armadura oxidada, que se había desplomado en el suelo de la taberna hace solo unos instantes.
Varios minutos después.
El cantinero había removido la armadura para descubrir, que era una joven pelirroja que en eso se empezaba a despertar.
-¿D..Donde estoy?-. Preguntaba la chava misteriosa un poco alarmada y asustada levantándose de una cama.
-Tranquila estás en mi taberna-. Decía el cantinero con una sonrisa sentado en una silla esperando a que su misteriosa invitada despertara.
-Debes tener hambre, vamos te prepararé halago-. Decía levantándose de la silla y comenzando a dirigirse hacia la cocina.
Varios minutos después.
-Aquí tienes, espero que lo disfrutes -. Decía sirviéndole un pavo bañando en salsa y puré de papa.
En ese instante la chica empieza a comer el platillo y comienza a derramar unas cuantas lagrimas.
-¿Qué pasa acaso no está bueno?-. Preguntaba el cantinero preocupado al ver como la chava estaba derramando lágrimas.
-No nada de eso, solo es que esta delicioso hace mucho que no comía una comida así-. Decía limpiándose las lágrimas que escapaban de sus ojos.
-Oooh que alivió, me alegra que te guste-. Decía sonriendo el cantinero.
-Por cierto no me he presentado, mi nombre es Sara-. Decía la muchacha misteriosa.
- Gusto en conocerte Sara,¿así que dime que te trae por estos rumbos?-. Preguntaba el cantinero curioso limpiando un tarro.
-Estoy buscando a los pecados capitales para que me ayuden a luchar contra los caballeros sagrados-. Decía Sara con una mirada llena de determinación en sus ojos.
-No creo que sea muy buena idea buscarlos, he escuchado que son unos criminales muy ía el cantinero con una mirada sombría.
-¡Eso es mentira los pecados capitales son unos héroes, ellos no harían cosas como esas!-. Decía Sara muy molesta levantando su voz ante lo que había escuchado de el cantinero.
Pero antes de que el cantinero pudiera contestar escucharon unos fuertes golpes que venían de la puerta.
-¡CANTINERO QUIERO QUE SALGAS CON LAS MAMOS EN ALTO, SABEMOS QUE TIENES ESCONDIDO A UNO DE LOS PECADOS CAPITALES!-. Gritaban unos caballeros fuera de la taberna.
En eso el cantinero abre la puerta.
-Si ¿díganme en qué puedo ayudarles?-. Preguntaba mirando a los caballeros que estaban afuera de su taberna.
-Sabemos que tienes un pecado escondido en alguna parte de la taberna-. Decía el líder de el escuadrón de los caballeros que señalaba la armadura oxidada que estaba tirada en el piso.
-Ooh eso, la iba a canjear en el mercado, ya saben para así poder hacer algunas remodelación a la el cantinero sobre la armadura.
En eso uno de los guardias ve la espada que tiene en la espalda.
-Oye chico¿ y qué hay de esa espada?-. Preguntaba uno de los caballeros señalando dicho objeto.
-Habla de esto, es solamente una reliquia-. Decía el cantinero agarrando la empuñadura de la espada desenvainándola y demostrando que estaba quebrada.
En eso se escucha un gran ruido y se ve como Sara empieza a huir hacia el bosque.
-¡General mire es ella!-. Gritaba uno de los caballeros que logró alcanzar a verla.
-¡Qué esperan vayan tras ella, que no escape!-. Ordenó el líder a su escudaron haciendo que todos los caballeros empezarán a perseguirla.
En el bosque.
Sara parecía que estaba exhausta, había estado corriendo durante un tiempo, pero ya no le quedaban energías, escuchaba a los caballeros que estaban a unos cuántos metros de ella apunto de atraparla pero en eso es agarrada por alguien.
-Shh no hagas ruido-. Decía el cantinero cargándola estilo nupcial haciendo que se sonrojara.
Después de que pasaran los caballeros se dirigieron a las afueras del bosque creyendo que los habían perdió a todos hasta que escucharon unos pasos detrás de ellos.
-Es bueno volver a verla Princesa Sara-. Decía uno de los caballeros.
-¿Princesa?-. Preguntaba en seco el cantinero mirándola fijamente pues él no tenía ninguna idea de que Sara fuera una princesa.
-Es tiempo de que regreses a casa con nosotros-. Decía el caballero comenzando a caminar hacia a ella.
-N, no volver hasta que haya reunidos a los 7 pecados capitales-. Decía Sara retrocediendo y negándose a volver con los caballeros.
-Oooh bueno es una lástima, tendré que decir en mi informe que después de haberla encontrado en nuestra búsqueda unos bandidos nos atacaron y por un descuido uno de ellos la asesino-. Decía el caballero con una sonrisa perversa agarrando su arma y lanzando un gran ataque que se dirigía a Sara.
Sara al ver que ese ataque iba dirigido a ella se paralizó del miedo lo único que pudo hacer fue cerrar sus ojos y espera a recibir el ataque.
-Cuidado!-. Gritó el cantinero sacando a Sara fuera del camino y rompiéndose le la manga de su camisa revelando el tatuaje de un dragón.
-¿Hey te encuentras bien?-. Preguntaba el cantinero con una sonrisa y una pequeña mueca de dolor por el ataque y mirando a Sara que empezaba a llorar.
-¿Sara estás herida?-. Preguntaba el cantinero preocupado de que la princesa hubiese recibido parte de el golpe.
-No, no estoy herida, es solo que haz hecho tanto por mí sin siquiera pedirme algo a cambio y aun ni siquiera sé tu nombre-. Decía Sara cubriéndose con su brazo sus ojos para que no la viera llorar haciendo que el cantinero sonriera.
-Naruto, mi nombre es Naruto-. Decía el cantinero dejando pasmada a Sara al saber la identidad de el cantinero dado que ese nombre era uno de él que ella buscaba, él capitán de los 7 pecados capitales el pecado de la ira Naruto.
-Así que tú eres Naruto el pecado de la ira pues entonces muere!-. Gritaba el caballero que había escuchado su nombre mandando el mismo ataque hacia él.
-No lo creo, ahora pagarás por lo que haz hecho!-. Gritaba Naruto molesto desenfundando su espada y golpeando el ataque que le había sido lanzado devolviéndoselo al caballero que lo recibió sin ninguna protección.
-¿C..Como demonios devolviste mi ataque?-. Preguntaba el caballero sangrando por el ataque que había recibido.
-Sara te ayudaré a encontrar al resto de los pecados-. Decía Naruto apareciendo enfrente del caballero y proporcionándole un tremendo puñetazo que causó que saliera volando.
Fin del capítulo espero que les guste esta historia que estoy por empezar los derechos le pertenece al autor solo lo hago por entretenimiento saludos.
Pecados capitales.
Irá:Naruto.
Envidia:?
Codicia:?
Persa:?
Lujuria:?
Gula:?
Orgullo:?
En un futuro
Naruto:Arrow basada en la serie.
Saludos.
