Pecadoras

Capítulo 1: Fósforo y madera

Gabrielle sintió como toda su educación cristiana se evaporaba como por arte de magia en un solo segundo. No había remedio: el instinto veela predominaba por sobre todas las cosas. Era una perfecta dama y sabía disimular como nadie; era imposible que cualquiera sospechara que estaba siendo carcomida por los celos. Parecía perfectamente impasible, pero por dentro la envidia la corroía como ácido.

Porque a Gabrielle Delacour siempre le habían molestado las injusticias de la vida; especialmente porque se había acostumbrado a ser víctima de ellas desde muy pequeña. Humildad aparte, se consideraba una mujer de cualidades intachables. Era merecedora de todo lo bueno de la vida y, aún más importante, se sentía merecedora, y lo demostraba. En la sociedad superficial en la que solemos manejarnos, parecer es casi más importante que ser.

Gabrielle entendía que y lamentaba que la vida de Harry hubiese sido tan desgraciada, pero eso no impedía que siguiera despertándole un odio atroz la felicidad que obtenía él de disfrutar aquello que ella deseaba tan intensamente.

Porque quedaban muchos rezagos de instinto animal en las veelas. En Fleur era más oculto y a la vez más explícito; muchas veces estaba dormido y parecía no existir, y otras se manifestaba de manera brutal. En Gabrielle, en cambio, era más intrínseco y más arraigado; la afectaba de un modo más sutil y más profundo. No alteraba sus actitudes externas, sino que la afectaba más bien a un nivel psicológico.

Gabrielle se sentía animal en cierta forma subconsciente, y como tal, no podía tolerar que nadie usurpara lo que consideraba su territorio.

Porque sabía que Harry tenía muchos más motivos que ella para considerar a Ginny como de su propiedad, pero le importaba bien poco. Porque Ginny era atractiva y sensual; chispeante y divertida; apasionada, dulce, inteligente, ardiente, maravillosa. Gabrielle sabía que cualquiera con dos dedos de frente lo notaría, pero eso no importaba. Porque ella había decidido que la pelirroja era su prospecto de pareja ideal. Y cuando una veela escogía a su presa, nada ni nadie podría arrancársela de entre las garras.

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El fic es respuesta al reto de la comunidad crack and roll (guiones bajos en lugar de espacios) sobre la Tabla Mandamientos. Una historia de diez capítulos, cada capítulo responde a un mandamiento, y debe poseer una extensión de entre 100 y 500 palabras aproximadamente. Y, por supuesto, debe tener una pareja crack!. Elegí esta porque es un vicio surgido de algunos momentos que aún no han visto la luz. Ginny + Gabrielle. La medio veela es espléndida, y la pelirroja es tan sexy y perfecta que queda bien con cualquiera. Y juntas, son dinamita. ¿Adeptos a la causa sacrílega?

Lean, escriban, sueñen, amen, sonrían

Estrella