Capítulo I. El Limbo

3 de mayo de 1997.

La estación de King's Cross se encontraba vacía, salvo una creatura indefensa que lloraba y gemía, no era un niño o un bebé, era más como un pequeño cuerpo humano despellejado y mutilado, lleno de dolor. Podía escuchar a lo lejos la conversación de dos personas, un chico y un anciano, sus más grandes enemigos.

Se quejaba, pero seguía escuchando, Harry Potter había incluso preguntado a Albus Dumbledore si podían ayudarlo, pero él le dijo que no, que por los que debía de preocuparse era por los demás. Volvió a sentir odio hacia ese viejo, ese que cuando era pequeño le había abierto las puertas a un nuevo mundo, pero que no supo entender la grandeza del poder y que le tuvo tanto miedo a llegar a obtenerlo que incluso le puso obstáculos a él para alcanzarlo, y ahora, cuando el único chico que podía vencerlo había querido ayudarlo, él le dijo que no.

Minutos después, Harry Potter desapareció, Tom Riddle seguía ahí, debajo de ese banco, retorciéndose de dolor y quejándose sin poder evitarlo, sentía que el final estaba cerca, seguro cuando Dumbledore desapareciera también, él moriría, lo que tanto había temido toda su vida se haría realidad, iba a morir, ahora se daba cuenta de todos sus errores que había cometido, aunque por un momento llegó a pensar que tal vez Dumbledore había tenido razón siempre, "La muerte no es más que el siguiente paso". Eso era lo que siempre decía ese anciano cuando perdía a sus amigos o algún conocido moría, tal vez eso era cierto, pero no estaba listo para seguir adelante, menos ahora que se daba cuenta de todas las malas decisiones que tomó en su vida, ahora que veía que de haber actuado diferente tal vez el final sería otro. Cerró los ojos, ya no quería saber más, sólo quería que todo acabara.

- No tiene que terminar así, Tom - una voz pausada y serena llegó hasta sus oídos -. Aún puedes cambiar lo que hiciste

Al fin se quedó quieto, pensó en hablar, no estaba seguro si funcionaría, pero lo intentó.

- ¿A qué te refieres, Albus?

Se sorprendió. Su voz no sonaba como la que había tenido en su más reciente cuerpo, ni como la que tenía antes de perder sus poderes hace diecisiete años, sino que era la voz de él cuando tenía diez años, cuando estaba a punto de entrar a Hogwarts.

El dolor se fue de repente, se dio cuenta de que ya no era esa creatura despellejada, ahora tenía cuerpo de nuevo, era de nuevo ese niño que pasó su vida en el Orfanato Wool's. Estaba desnudo, se avergonzó de ello e inmediatamente cuando se imaginó vestido, una túnica negra apareció sobre él.

Se levantó y se sentó en el asiento vacío al lado de Albus Dumbledore, mirándolo expectante, como hace ya tantos años, como cuando el profesor había ido a decirle que tenía una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, era como vivirlo de nuevo.

- ¿Qué está pasando? - preguntó él sin dar crédito a lo que pasaba.

- Te están dando una oportunidad, Tom. Si es que la aceptas.

- No entiendo a qué te refieres.

- No eres tan diferente de los demás como hubieras deseado. Sí, fuiste un mago muy poderoso, pero esa vida para ti ha terminado, y para el Voldemort que aún está allá está por terminar.

- Entonces, ¿por qué dices que me están dando una oportunidad?

- Porque todos las merecemos, incluso tú.

- Pero si voy a morir de cualquier modo, ¿qué se supone que haré si acepto?

- Tendrás que volver y arreglar tus errores, Tom.

- No volveré sólo para que Potter me mate.

- Obviamente no me estás entendiendo. No tiene sentido que vuelvas en este punto de tu vida, ya no podrías arreglar nada, para remediar tus acciones tendrías que volver al inicio, o por lo menos al inicio de lo que sería tu fin.

- ¿Y si yo no quisiera arreglar nada? ¿Y si quiero que Potter sufra, que sus padres mueran?

- En ese caso, tu mayor miedo se convertirá en realidad. Vas a morir, Tom.

- ¿Qué tengo que hacer? - soltó sin pensar.

- Ya te lo he dicho. Vas a volver, pero no ahora, no como Voldemort.

- ¿Entonces?

- Simplemente serás Marvolo Gaunt.

- ¡No voy a volver como ese idiota estúpido! ¡El fue sólo un tonto, un ignorante! ¡No sabe nada! ¡Jamás volveré como mi abuelo!

- No me refiero a eso.

- ¡Explícate entonces!

- No puedes volver como Tom Riddle, porque todos sabrían quién eres, pero nadie que aún viva sabe que eres nieto de Marvolo Gaunt, así que volverás adoptando únicamente el nombre de tu abuelo, siendo sólo su descendiente, viviendo una vida diferente y tomando nuevas decisiones.

- ¿Porqué hacen esto? ¿Quién lo hace?

- Es claro que no somos los únicos seres con "inteligencia" en el universo, Tom. Pensarlo sería ser demasiado arrogante. Hay gente detrás de todos nuestros actos, como en un teatro guiñol, gente que mueve los hilos para que la obra se realice. Ellos se dieron cuenta de sus errores, como tú hace un momento, cuando hablaba con Harry.

- No sé de qué me estás hablando.

- Claro que lo sabes, Tom. Y ellos también lo saben. Tú sólo eras un niño cuando la obra se les salió de las manos, viniste al mundo en el momento equivocado y por eso se te ofreció la oportunidad de entrar a este mundo lleno de magia, para compensar la vida que habías llevado desde que naciste, pero fue demasiado tarde. Sólo eras un niño, como cada chico que ha pasado por Hogwarts, pero tomaste las decisiones equivocadas y eso te llevó a ser lo que hasta hace un momento eras.

- Sigo sin entender eso, ¿cómo que lo que era? Sigo siendo yo ¿no es cierto?

- Sigues siendo Tom Riddle, si es lo que quieres saber. Pero ya no eres Lord Voldemort. Cuando dividiste tu alma en ocho partes, sí, sé que creías que serían siete, pero sin querer convertiste a Harry en la octava parte, como seguro ya lo escuchaste. En fin, cuando lo hiciste, cada parte de tu alma encerrada en otro cuerpo se convirtió en un Tom Riddle diferente, pero ahora todas esas partes han muerto, han sido destruidas, sólo queda el mismo Voldemort y tu querida Nagini, pero nada más.

- ¿También las otras partes vivirán?

- No, Tom. Esas otras partes han sido completamente destruidas. Además, están tan llenas de maldad que no podrían volver al mundo por sí mismas. El regresarlas también, sería cometer errores mucho más grandes de los que han cometido hasta ahora, porque entonces cada parte seguiría tratando de realizar su tarea original, y eso ocasionaría más caos.

- ¿Porqué me eligieron a mí, entonces?

- Porque tú eres la parte más interna de esa alma. Eres la ingenuidad, la infancia, la inocencia que Voldemort quiso borrar de su vida, tú eres el único que podría volver para intentar cambiar las cosas. Eres el único con el poder de cambiar tu propia vida y la del mundo en el que vivirás, eres el único que puede ayudar a Harry Potter a destruir a tu parte más malvada en una realidad en la que el mundo podría ser un lugar mucho mejor.

- ¿Cómo pretenden que ayude a Potter a destruirme?

- Recuérdalo, Tom. Tú ya no eres Voldemort y no volverás a serlo. Serás una nueva persona, en un mundo alterno, un mundo en el cual la realidad de Harry es otra, un mundo en el que aunque quisieras ayudar a tu parte malvada, al desenmascarar tu identidad, lejos de aceptar tu ayuda, seguramente terminaría matándote para que no representaras un obstáculo. ¿Entiendes lo que intento decirte?

- Por supuesto.

- Ahora tienes que ser honesto conmigo, Tom. ¿Estás dispuesto a volver? - los ojos azules penetraron a Tom en busca de una pequeña señal que le dijera la verdad.

- Sí - estaba siendo honesto, pero claro, cualquiera sería honesto si le preguntaran si quería volver a la vida.

- ¿Estás dispuesto a remediar tus acciones y ayudar a Harry y su amigos a destruirte? - esta vez tendría que leer sus pensamientos, tenía que detectar la menor señal de falsedad.

- Sí - una vez más, estaba siendo honesto.

- ¿Estás dispuesto a enfrentar al mago más terrible de todos los tiempos, que alguna vez fuiste y ser una nueva persona? - esta era la pregunta más importante. Tom se tomó su tiempo mientras Dumbledore lo atravesaba con la mirada.

- Sí, estoy de dispuesto.

- De acuerdo, Tom. Volverás al mundo el 31 de diciembre de 1979. Recuerda que esta vida ya no será la que tuviste antes, no serás hijo de Merope Gaunt y Tom Riddle, serás descendiente de la familia Gaunt. En este mundo las cosas ocurren de diferente manera, debes recordarlo, tu abuelo paterno es Morfin Gaunt, pero no lo conociste porque tu historia, en realidad, sí ocurrió y gracias a quien ahora se convertirá en Voldemort, Morfin está en Azkaban y ahí morirá. Tu padre es Cadmus Gaunt, hijo de Morfin y Cassiopeia Black, mientras que madre, será Adhara Lestrange, como podrás ver, en esta ocasión eres sangre pura, y crecerás al lado de tu familia. Esta es tu oportunidad de empezar de nuevo, Tom. No la desperdicies, porque no habrá una tercera. ¿Entendido?

- Sí.

- Ahora, Tom. Sólo tienes que abordar un tren y tu nueva vida comenzará. Pero no lo olvides, las cosas no sucedieron igual aquí, el mundo en el que vivirás será un lugar diferente, pero tendrás un arma más poderosa que cualquiera, esta vez, sé que lograrás conocer el amor y la amistad.

- Eso está por verse.

Tom Riddle abordó el tren que hacía tantos años lo había llevado a Hogwarts, a comenzar una nueva vida en un nuevo mundo. Irónicamente, esta vez también lo llevaba al comienzo de una nueva vida y a un nuevo mundo, sólo que ahora, tendría que dejar de ser Tom Marvolo Riddle, tendría que dejar de ser el chico que tomó todas las decisiones equivocadas, dejaría de ser Lord Voldemort. Había logrado burlar a la muerte nuevamente, pero sabía que no lo haría de nuevo de seguir el mismo camino, lo único que podía hacer era vivir una nueva vida, corregir los errores que cometió en su vida anterior y esperar que tal y como lo decía Dumbledore, la muerte sólo fuera el siguiente paso.


N/A: Nunca había escrito una historia sobre Voldemort, aunque bueno, técnicamente, esta no lo es, pero es la primera vez que intento escribir algo que no sea sobre los buenos, sino que básicamente quiero darle una oportunidad a Tom Riddle, ahora Marvolo Gaunt, de volver a empezar y remediar sus errores. No sé qué tan larga será, no sé hasta qué punto la escribiré, sólo sé que en este momento planeo realizar la historia completa desde una realidad alternativa, pero talvez mañana no piense lo mismo, todo lo dirá el tiempo.

Hoy es 29 de enero de 2011, hace más de un año que comencé la historia y por razones que están fuera de mi comprensión no he podido terminarla, de hecho la he dejado abandonada desde el 31 de mayo de 2010 y poco tiempo después decidí borrarla. En fin, a lo que voy es a decirles que este es un nuevo intento por seguir la historia.

Probablemente tardaré bastante en terminarla, pero prometo no abandonarla por tanto tiempo de nuevo. Espero que sigan leyendo esta historia hasta el final y muchas gracias por su paciencia. Lo bueno, es que si eres nuevo lector, no sentirás tanto la tardanza, ya que la historia está algo avanzada.

Espero que les guste y me hagan saber su opinión, tanto si les gusta, como sino.