Los fantasmas del pasado: Prólogo
¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si desaparecieras? ¿Qué reacción tendrían las personas con las que convives? ¿Te buscarían? ¿Llorarían tu pérdida? ¿O no harían nada? ¿Crees que ellos se alegrarían de que ya no estuvieras? ¿Qué les harías un favor?
Sé que mucha gente piensa eso, sobretodo adolescentes. Dada mi profesión he podido oír a muchos que desearían morir, perderse y no volver nunca jamás. Y la mayoría dicen que seguro nadie les recordaría. Esto es mentira.
Pero, ¿por qué piensan esto?
Muchos dicen que es por culpa de que otros chicos les molestan, que no les dejan ser lo que quieren ser. Pero yo pienso una cosa bastante distinta. Es completamente cierto que hay gente que te intenta parar, que te hace daño sin razón, como si no tuvieran algo mejor. Muchos dicen que es por envidia, porque se tiene algún talento diferente al de ellos, y por eso no quieren que se sobresalga. Dado esto, consiguen, de alguna manera, convencernos de que no somos nada, que no deberíamos existir, resaltando todos nuestros fallos por más pequeños que sean.
Y ahora digo yo, ¿por qué les dejamos que sus palabras nos calen tan hondo? ¿Qué nos pasa, que no somos capaces de ver las cosas buenas que hay en nosotros? ¿Por qué tenemos que ser odiados por ser diferentes? Yo creo que es por un simple sentimiento: el miedo.
Nos tememos a nosotros mismos, y por eso no somos capaces de valorarnos y querernos. Algunos dicen que es imposible, que el miedo es posible de superarse enfrentándolo directamente. Pero el problema es que no sabemos a qué tememos miedo porque no somos capaces de interiorizar en nosotros. Y es por eso que los catástrofes ocurren.
Dado mi trabajo tengo la ocasión de conocer a mucha gente que tiene estos problemas y, pongo la mano en el fuego, la mayoría es por culpa de no conocerse bien. Muchos se creen extraños y que sobran en el mundo por el mero hecho de ser de una forma o tener gustos distintos. Pero eso no significa que no se pueda vivir con el resto del mundo. Además, seguro que hay más gente que se parece a ti de alguna forma u otra. Porque, al final, todos somos iguales.
Y volviendo al tema del miedo, a veces creemos que la gente a la que más queremos nos temerán por que otros nos temen. Y lo puedo decir con claridad: a la gente que verdaderamente importa en tu vida no les importa como eres.
Por eso te digo Mark, si yo no te tengo miedo, ¿por qué me temes?
