Holaa, holaaa, aquí vengo a traer la primera parte de mi mini-long-fic para mi AI, espero que te guste.
Disclaimer: HP y sus personajes obviamente no son míos, si no, no estaria haciendo esto y estaria sentada escribiendo HP 8, okno.
Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2014" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"
Petición: Lo que llegas a pensar cuando ver a tu mejor amigo morir. Draco Malfoy hacia Vincent Crabbe.
Draco POV:
No sé por qué Potter quiere esa estúpida diadema, sin embargo junto con Crabbe y Goyle tenemos que impedir que lo encuentren por órdenes del señor oscuro.
-Vámonos –les susurre para luego lanzarnos el hechizo desilusionador y los seguimos.
Grande fue mi sorpresa al saber que querían entrar a la Habitación de las Cosas Escondidas en la que prácticamente he vivido durante todo el año anterior. Todo seguía igual, el armario envanecente permanecía imperturbable, todavía recuerdo las graves consecuencias que trajo consigo ese armario, pero mejor dejo de pensar en el pasado y todo el daño que nos hizo el señor tenebroso a mi familia, después de pensar un momento, me di un golpe mentalmente, si es una diadema perdida es obvio que debe estar en esta sala.
-¿A qué hora vamos a atacar? –me pregunto un Crabbe invisible, aunque reconocería esa voz donde fuera.
-Se paciente, Crabbe, en un momento nos presentaremos –le dije con una cara inexpresiva olvidándome por un momento que no podían ver- ahora y con esa señal aparecimos frente a ellos, justo cuando iba a tocar esa diadema.
—Quieto, Potter.
Crabbe y Goyle estaban detrás mío, hombro con hombro, con las varitas directamente apuntadas hacia Potter.
—Es mi varita la que estás sujetando, Potter —dije, apuntando la varita que tenia en estos momentos a través del hueco entre Crabbe y Goyle.
—Ya no —jadeó Potter, apretando con más fuerza mi varita—. Él que gana se la queda, Malfoy. ¿Quién te ha dejado la suya?
—Mi madre —le respondí. No estaba orgulloso de ello, ahora mis padres estaban desprotegidos y no podía hacer nada.
Potter río, no le veía nada gracioso a la situación, y lo único que pude hacer es apretar mas la varita y apuntarle directamente al pecho.
—¿Entonces cómo es que los tres no estáis con Voldemort? —preguntó Potter.
—Vamos a ser recompensados —dijo Crabbe—. Nos quedamos, Potter. Decidimos no irnos. Decidimos entregarte.
—Buen plan —respondió Potter con fingida admiración.
—¿Entonces cómo entrasteis aquí? —preguntó.
—Prácticamente viví en la Habitación de las Cosas Escondidas todo el año pasado —dije, mi voz parecía crispada—. Sé cómo entrar en ella.
—Estábamos escondidos en el pasillo de fuera —gruñó Goyle—. ¡Ahora podemos hacer Encantamientos Desilusionadores! Y entonces —en su cara se formó una sonrisa, estúpida en mi parecer—, ¡apareciste justo delante de nosotros buscando una dia-dum! ¿Qué es una dia-dum?
—¿Harry? —la voz del pobreton Weasley sonó de repente del otro lado de la pared, a la derecha de cara rajada—. ¿Estás hablando con alguien?
Con un movimiento rápido, Crabbe apuntó su varita hacia la montaña de quince metros y gritó: —¡Descendo!
La pared empezó a tambalearse, y entonces el tercio superior cayó en el pasillo de al lado, en el que estaba Weasley.
—¡Ron! —gritó Potter, cuando en algún lugar desconocido la sangre sucia comenzó a gritar. Potter apuntó su varita a la muralla y gritó: —¡Finite! —y se estabilizó, en ese momento vi a Crabbe que queriá repetir el hechizo.
—¡No! —grite, agarrando el brazo de Crabbe—. ¡Si destrozas la habitación puede que entierres esa cosa, esa diadema!
—¿Importa eso? —dijo Crabbe, liberándose—. Es a Potter a quien quiere el Señor Tenebroso, ¿a quién le importa una dia-dum?- Sigue sin poder decirlo bien.
—Potter vino hasta aquí para cogerla —dije, con impaciencia poco disimulada, me tienen harto—, así que debe significar…- pero Crabbe no me dejó acabar la conversación
—¿"Debe significar"? —Crabbe se giró hacia mi sin disimular su enojo, nunca lo había visto tan así como ahora—. ¿A quién le importa lo que tú creas? Ya no recibo órdenes tuyas, Draco. Tú y tu padre estáis acabados- ese fue un golpe fuerte para mí, yo creí que era mi amigo, pero claro si tienes como profesora a Bellatrix puedes esperar que su alumno se pueda poner loco como ella.
—¿Harry? —gritó Weasley de nuevo, desde el otro lado del montón de trastos—. ¿Qué está pasando?
—¿Harry? —imitó Crabbe—. ¿Qué está pasando…?-¡No, Potter! ¡Crucio!
Por suerte la maldición de Crabbe no le alcanzó, no es que preocupe Potter, si no que el señor tenebroso no quiere que muera. La diadema se elevó y luego cayó fuera de la vista sobre la masa de objetos en los que el busto había estado apoyado.
—¡ALTO! —le grité a Crabbe, mi voz resonó por la habitación—. El Señor Tenebroso lo quiere vivo…
—¿Y? No le he matado, ¿verdad? —gritó Crabbe, empujando mi brazo que lo retenía—. Pero si puedo, lo haré. De todas formas el Señor Tenebroso le quiere muerto, ¿cuál es la difer…- no termino la pregunta ya que Granger había doblado la esquina y lanzado un encantamiento aturdidor a la cabeza de Crabbe. Falló solo porque lo empujé para otro lado para que no le diera.
—¡Es esa sangre sucia! ¡Avada Kedavra!- gritó Crabbe apuntándole a Granger.
Potter le lanzó a Crabbe un Hechizo Aturdidor, este se hizo a un lado, tirando mi varita fuera de mi mano, esta rodó fuera de la vista bajo una montaña de muebles y huesos rotos.
—¡No lo matéis! ¡NO LO MATÉIS! —les gritaba a Crabbe y Goyle, que estaban apuntando a Potter. Estaba muy tenso, no quiero que suframos más, lo necesitamos vivo.
—¡Expelliarmus! –Gritó Potter apuntando a Crabbe.
La varita de Goyle salió volando de su mano y desapareció en el baluarte de objetos que había a su lado. Goyle saltó tontamente donde estaba, intentado recuperarla. Salté fuera del alcance del segundo Hechizo Aturdidor de la sangre sucia, y el pobretón, apareciendo de repente al final del pasillo, lanzó un hechizo de Inmovilización Total a Crabbe, que no le alcanzó por poco.
Crabbe se dio la vuelta y gritó: —¡Avada Kedavra! —de nuevo. Yo, que estaba sin varita, me oculté detrás de un armario de tres patas cuando Granger cargó contra ellos, golpeando a Goyle con un Hechizo Aturdidor al avanzar.
—¡Está por aquí, en algún lugar! —le gritó Potter, apuntando a la pila de trastos en los que la vieja diadema había caído—. Búscala mientras yo voy a ayudar a Ron…
—¡HARRY! —gritó ella.
Un sonido crepitante y humeante a su espalda le advirtió. Se giró y vio a Weasley y Crabbe corriendo por el pasillo hacia él, tan rápido como podían.
— ¿Te gusta caliente, escoria? —rugía Crabbe mientras corría, había hecho un Hechizo que desconocia y que hizo prender fuego a todo el lugar, me asusté y salí de mi escondite para salir corriendo detrás de ellos.
—¡Aguamenti! —chilló Potter, pero el chorro de agua que salió de la punta de su varita se evaporó en el aire.
—¡CORRED!
Agarré a un aturdido Goyle y lo arrastré. Crabbe nos adelantó a todos, ahora con aspecto aterrorizado. "El trío de oro" iban a todo correr tras su estela, y el fuego los persiguía. Ahora el fuego estaba mutando, formando una manada gigante de bestias ardientes: serpientes llameantes, quimeras y dragones se elevaban y caían, y se elevaban de nuevo, y los detritus de siglos de los que se estaban alimentando, fueron lanzados al aire y hacia sus bocas con colmillos, sacudidos en lo alto de pies con garras, antes de ser consumidos por el infierno.
Crabbe y yo huímos del lugar para y comenzamos a escalar entre los escombros para luego poder saltar, pero todo salío mal, aparte de estar cargando entre los 2 a un todavía inconsciente Goyle, el fuego seguía consumiendo todo a su paso y estaba a punto de llegar hacia nosotros. En eso lo único que pude hacer fue gritar.
De un momento a otro vimos a Potter acercarse con una escoba, estiré mi brazo hacia ellos, sin embargo con mis manos cubiertas de sudor hizo que se resbalara rápidamente. Yo veía a Crabbe mal, parecía que iba a desmayarse también, no lo soporté mas, me acerqué a él y tráte de que lo jalaran también, pero igual seguía resbalándose mis manos, en eso oí a Weasley gritar
—¡SI MORIMOS POR ELLOS, TE MATARÉ, HARRY! —rugió la voz de Weasley y, mientras una gran quimera llameante se lanzaba hacia ellos, él y Granger arrastraron a Goyle a su escoba y se elevaron de nuevo en el aire, girando y tambaleándose, mientras que yo me encaramaba detrás de Potter. En esos momentos solo me preocupaba salir con vida de esto
—¡La puerta, llega hasta la puerta, la puerta! —grite desesperado al oído de Potter, y aceleró, siguiendo a Weasley, Granger y Goyle a través de la negrura. En ese momento Potter giró de dirección bruscamente.
—¡Qué estás haciendo, qué estás haciendo, la puerta está por ese lado! —grité de nuevo, pero Potter realizó un giro y se lanzó en picado. Solamente vi que Potter puso algo en su muñeca.
Potter volvió a girar bruscamente cuando la serpiente se lanzó hacia él; se elevó hacia arriba, directo al lugar donde, ojala, estuviese la puerta abierta. Los otros habían desaparecido. Yo seguía gritando y agarrándome tan fuerte a Potter que le hacía daño. En eso vimos la puerta y momentos después el aire limpio le llenó los pulmones y colisionaron contra la pared del pasillo de enfrente.
Caí de la escoba bocabajo, jadeando, tosiendo y con arcadas, no era mi mejor momento, ESTUVIMOS A PUNTO DE MORIR POR FAVOR.
La puerta de la Sala de los Menesteres se había desvanecido, y Goyle, todavía estaba inconsciente. En ese momento, me fijé que faltaba una persona que con toda la presión del momento no me había dado cuenta que no estaba con nosotros
—C-Crabbe —dije con voz ahogada tan pronto como pude hablar—. C-Crabbe…
—Está muerto —respondió Weasley, en ese momento muchas cosas pasaron por mi cabeza. Crabbe, Vicent estaba muerto, mi mejor amigo había muerto. La primera persona a quien puedo considerar mi amigo. No puedo pensar que peor muerte que la que sufrió él. Entonces, en ese momento, miles de recuerdos abordaron en mi cabeza, todos con un tema en común. Vincent Crabbe.
Espero que te haya gustado y ya mañana subiré lo que falta, porque ahí no acaba :)
