DISCLAIMER: nada me pertenece, todo es de Obata (ya saben...el señor que conduce autos llevando cuchillos a bordo) y de Ohba.
Notas: mi primer reto está aquí. Tengo que escribir algo sobre los pecados capitales, con Light y L como protagonistas. Este drabble me quedó bastante extraño...parece que el pecado fuera el exceso de azúcar más que de comida . U. En fin, disfruten.
Gula
Mientras Light caminaba por la calle, veía las casas decoradas con murciélagos de plástico y calabazas agujereadas. Las celebraciones americanas se habían hecho un lugar en el mercado japonés, y semejante fiesta comercial traía mucho dinero a los vendedores. Sobre todo, a los vendedores de dulces.
Cuando al fin llegó al sombrío edificio, reparó en que L estaba sentado frente a la pantalla, solo, con sus dulces.
Light rodó los ojos. Le parecía increíble que el ¡oh, gran detective! tuviera esa manía tan infantil. Todo el bendito día se le pasaba comiendo dulces, tomando té, comiendo dulces, tomando té, comiendo dulces...
-Buenas tardes, Ryuuzaki-saludó con voz aburrida, sentándose junto a él.
-¿No es de noche? Hum...-murmuró L mientras estiraba el brazo en dirección a un plato con masas.
-Ya deja de comer. Tu hígado puede enfermarse, y no podremos continuar la investigación contigo en el hospital.
-Es Halloween-la voz de L sonaba apagada.
-Para ti todos los días son Halloween-Light le dirigió una mirada significativa.
-Si muero, será mejor para ti-respondió simplemente el detective, antes de tomar uno de los azucarados aperitivos.
-Te diría que no soy Kira, pero ya se qué me responderás.
El estudiante fijó la vista en la pantalla, decidido a no prestar más atención a su molesto compañero.
-No creas que me conoces tan bien. Si así fuera, sabrías que hoy...no es un día común-Light lo miró sin comprender-. Quiero decir que es mi...cumpleaños.
-Oh, vaya. Felicidades, supongo-respondió Light desconcertado. El joven a su lado se veía ausente, así que resolvió girar su silla y continuar en lo suyo.
Pero unos segundos después, unos brazos lo rodearon, estrechándolo con fuerza asfixiante. Bajó la mirada para encontrarse con un par de ojos oscuros que lo miraban... ¿agradecidos?
-Ryuuzaki... ¡¿qué haces?!-exclamó, apartándolo lo más suavemente que pudo.
L regresó a su posición inicial sin inmutarse. Light carraspeó, algo incómodo.
-¿Lo ves?...tanto dulce te está afectando-bromeó, con la voz temblando imperceptiblemente.
-Gracias.
