"Los que se molestan se desean"
-Dicho popular.
Esa chica le molestaba, en demasía. No soportaba estar con ella en un mismo lugar; era escandalosa, molesta, gritona, dramática... y la lista seguía y seguía.
Litch la quería lejos, lo más lejos posible.
Ella era un demonio, una rata de mierda. Le hartaban sus "Nii-san" "Ophelia" o como ella se solía referir a su persona "Litch-tan, Angel-chan, Tenshi-chan".
La odiaba, la odiaba, la odiaba, la odia.
Pero cierto día en que se dirigía al club de música, la encontró detrás del plantel, llorando. Ahora también resultaba que era una llorona.
-¿Qué haces aquí, rata?
Lawless le ignoro, no estaba de humor; el pelinegro frunció aun más su ceño, pero se controlo de no patearla como de costumbre.
-Hyde.
-¿¡QUE QUIERES, LITCH?!- le grito, sin importarle ya su estado. Había estado llorando por una semana, y ninguno de sus hermanos lograba consolarla.
El oji-azul jamás lo admitiría ni aunque se estuviese muriendo- quien sabe-, pero no le gusto que solo le dijese "Litch"; lo comprendió al ver sus ojos, hinchados y rojos de tanto llorar.
-Déjame en paz... Déjame sola.
Si algo le había dicho su madre y padre, era que debía tratar con delicadeza a una mujer. Pero el problema era que Lawless no la consideraba una mujer, después de todo era fuerte y hasta llegaba a pelear con él.
Pero verla llorar, era otra cosa.
Se apoyo en la misma pared donde ella se encontraba, mirando hacia el horizonte; la rubia apoyo su rostro en sus pierna mientras las abrazaba, mirando hacia otra parte.
-¿Y Ophelia?- le pregunto calmado, recordando a la otra rubia con quien siempre se juntaba Lawless en los almuerzos.
A la de mechones cafés se le oprimió el pecho.
-...- ¿podría ser esta su oportunidad para desahogarse libremente?- Murió... hace una semana, en un accidente automovilístico... ¡Y YO NO PUDE HACER NADA PARA EVITARLO!- mas lágrimas comenzaron a caer.- Yo vi como la atropellaron, y solo pude gritar su nombre... Ophelia...
Todoroki solo la miro, apreciando como sus orbes rojizos se veían opacadas por la tristeza y el dolor.
-Nunca pude decirle que la quería y apreciaba... era mi mejor amiga, mi confidente...
-Llorarla no va a hacer que vuelva, además... ¿Por qué recordar eso y no recordar los buenos momentos que viviste junto a ella?
-Yo...- y antes de dijese algo, la levanto del cuello de la camisa y estampo sus labios contra los suyos. Lawless se sintió nerviosa y confundida, ¿Por qué hacia eso?
-Nos vemos luego, Rata.- y diciendo esto, se fue a su club.
La fangirl de Shakespeare se toco los labios con la punta de los dedos, para luego cubrir su boca con su mano; roja hasta las orejas.
-Maldita sea, Litch-tan.
Solo esperaba a que nadie la haya visto. O de lo contrario, se moriría de la vergüenza.
-Lawless.
Estaba jodida.
