"¿Qué es el arte?"
By: Miyu
Summary: Durante mucho tiempo, él busco una definición de lo que es el arte. Tres personas distintas le harían encontrar una definición acorde a la suya. O no.
Miyu: Estoy devuelta con una historia corta. Serán de tres capítulos, cada uno con una pareja diferente, pero manteniendo a Deidara.
Advertencias: Insinuaciones un poco Shonen-Ai.
Disclaimer: Naruto no me pertenece. Yo no ganó nada haciendo esto, solo lo hago por el hecho de divertirme.
Primero: Deidara/Itachi.
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Capítulo uno: Perfecto
La noche se posaba en sobre aquel bosque. No había más sonido que el de los pequeños animales de la noche que salían de su escondite. Pequeños seres frágiles al contacto, en busca de comida. Por ese mismo bosque, dos figuras iban caminando por él. Cada una su propio paso. Cada una a su propio ritmo.
Una de ellas vestía una capa larga, de color negra con nubes rojas. La otra llevaba consigo una remera con algunas partes en red, la ropa común de un ninja quizá.
Ambos portaban dos bandanas, de sus respectivas aldeas, rasgadas. Konoha y Roca. Nada en común tenían esas aldeas.
Uno de ellos traía un rostro sin expresión, sin ninguna motivación. El otro, se veía frustrado, pero a la vez motivado; Una extraña combinación, a su parecer. Eran totalmente opuestos. Uno de cabello rubio, mientras que el otro de cabello moreno. Uno que mostraba lo que sentía. El otro no. Dos seres totalmente distintos, unidos por algo que molestaba al rubio.
El fracaso de su arte. Vencido por un arte... ¿superior? No, jamás su arte sería superior al suyo. Jamás... ¡Jamás!
Movió su cabeza para sacarse esos pensamientos de su mente. Condenados pensamientos que lo estaban haciendo notar tan... ¿débil?
El moreno se detuvo. Debían detenerse, pues su viaje sería mas largo de lo que pensaba. Hizo un gesto al rubio de detenerse; el cual el otro obedeció con desgana.
- Pasaremos la noche aquí-
- ¿En serio? No me había dado cuenta...- comentó con sarcasmo el rubio.
Aún estaba resentido con él. Él había vencido su arte tan fácilmente... Era molesto. Levantó su mirada para encontrar los ojos carmesí que tanto detestaba. ¡Esos malditos ojos que despreciaban su arte!.
El otro no contesto nada. Se dispuso a hacer un campamento sencillo para la estadía de ambos; y durante el proceso, no emito ni una sola palabra.
- Deberías de dejar de buscarle tanta explicación- habló finalmente el moreno
- ¡Cállate! No necesito de tus malditas palabras para saber que tengo que pensar o no- contestó con enojo el otro
- ... -
- ¡Te demostraré, Itachi, que mi arte es el mejor de todos¡Incluso del tuyo!-
El moreno solo suspiro y prosiguió con lo suyo. Deidara se molesto aún más, pues se sentía ignorado; pero se dispuso a ayudar a terminar la tienda.
Al cabo de unos momentos, ambos se encontraban comiendo algún animal que hayan cazado. El rubio miró hacía arriba para contemplar las estrellas.
El paisaje era una obra tan hermosa. Era arte tan puro, tan perfecto. Como el suyo... Como el hacía.
- Debo admitir que es la naturaleza es arte pura...- pensó tras contemplar nuevamente los alrededores
El moreno tan solo lo miró extrañado. Desde hacía varios minutos su acompañante se encontraba callado, incluso su mirada había cambiado. ¿En que estaría pensando?
Dejo el plato a su lado e imito lo que su compañero hizo. El solo veía un paisaje como cualquier otro. No lo notaba distinto.
- Es igual a los demás...- comentó el Uchiha
- Te equivocas. Este paisaje es distinto, cada parte configura y se compreneta con otra en una armonía, pero no duraría mucho puesto que cualquier cosa la podría destruir. Un ruido, un cambio de clima. Este paisaje es Efímero.
- ...-
- ¿Acaso tus ojos perfectos no lo pueden ver? Yo creí que si...-
- Te equivocas-
El rubio se rió por sus adentros. Estaba molesto. Otra vez esos malditos ojos destrozarían esa obra maestra. Como los odiaba, deseaba verlos destruidos.
Al igual que su compañero, dejo el plato a su lado y miro sus manos. Sus manos lo eran todo para el; eran su arte, su pasión, su todo.
Pero sus manos no tenían esa capacidad de crear arte tan... perfecto. Eran figuras tan... vacías, tan... efímeras. El quería que ellas fueran como esos ojos condenados; querían que fueran perfectas.
-El arte es algo efímero, algo que en un susurro desaparece- habló el rubio- mi arte es efímero porque esas explosiones son susurros de mi arte- sonrió con ironía- ¡pero tus ojos son perfectos! Crean ese arte que yo anhelo ¡Maldita sea!-
- No conoces nada mas allá de lo que has visto...- habló cerrando los ojos para luego abrirlos y mirar a su compañero fijamente- Así que deja de lamentarte, porque mi arte no es perfecto.
El otro se volteó molesto y creo un ave para recostarse en el. Una vez hecha, dirigió una mirada al moreno; que mantenía esa posición de arrogancia superior, para luego irse a descansar.
El poseedor del Sharingan se levantó y se recostó contra un árbol. Su mente analizaba porque le molestaba tanto que su arte fuera vencido. Poso su vista en la obra que había creado el escultor.
- No entiendo porque se molesta tanto...- pensó al levantarse y posar su vista en el pájaro- Deidara... ¿Qué estará pasando por tu mente?..-
Itachi activo su Sharingan y miró a la obra de arte creada por el rubio. ¿Por qué estaba haciendo esto? Quién sabe. Una vez terminado, levantó su vista hacía el cielo. Hacía mucho tiempo que nadie le mostraba ese algo que el no veía. Ese algo que no veía desde... Sasuke. Luego de meditar un leve momento, retomo su posición al árbol nuevamente.
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Deidara se despertó rápidamente. Había descansado lo suficiente según él. Se levantó y buscó al moreno.
Allí estaba él. Su misma pose de superioridad... Esos mismos ojos del demonio, que anhelaba por vencer. Vio a su pájaro, allí dormido; contemplo cada uno de sus miembros. Era...Casi perfecto.
Al moverse Deidara, el ave despertó por lógica. Al ver a su creador se mostró muy feliz; mientras que por el contrario, su dueño se mostraba... confuso, molesto, con ira.
¡Su obra de arte ahora tenía esos malditos ojos! Sabía que había sido él. ¿Por qué¡¿Por qué se había tenido que entrometer con su arte?!. Fue entonces que lo descubrió. Su ave levantó vuelo hacía el soleado día; Deidara lo siguió con la mirada pero no vio el día.
¡Era la misma noche de ayer! Todo estaba en el mismo lugar, misma posición; es como si la naturaleza lo hubiera pintado para el una vez más. Su rostro se mostró maravillado; pero a la vez ese momento desapareció en un instante. Luego de eso, Deidara cubrió su cara con su mano para cubrirse los rayos del sol, que ahora le molestaban su vista.
Se volteó rápidamente para ver al moreno de espaldas. ¿Por qué? Esa fue la pregunta que le vino a la mente.
- Te dije... lo mío no es perfecto- habló el Uchiha
Deidara sonrió con suficiencia. Tal vez por ahora no lo había vencido del todo, pero... el arte siguió siendo algo efímero...
Retomo el viaje hacía Akatsuki con otro animo. Por otra parte Itachi esbozo una leve sonrisa que no fue percatada por el rubio. Después de todo... el tenía ese algo...
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Miyu: Espero que haya sido de su agrado. El siguiente será DeidaraSasori titulado "Constante"
"¡No dejaré que nadie superé mi arte!¡Mi arte superará toda las barreras, incluso la muerte!" Deidara
Akatsuki Miyu
