Bueno, aquí dejo un Naru x Hina. Empieza como drama, pero espero poder darle un final feliz. Aunque eso depende de mis cambios de humor (parezco quinceañera con menopausia... (u.u') ) En fin, espero que les guste. Reviews y sigerencias aceptadas.
Disclaimer: El mismo que hacemos todas las noches Pinky... Naruto y sus personajes pertenecen a Kishimoto.
XXXXXXXXXXXXXXXXXX
Estaba lloviendo sobre todo Konoha. No podía recordar la última tormenta así. "Que ironía." pensó. "Parece que el cielo se lamenta por mí."
-Flashback-
"¡Todo esto es tu culpa! ¡TE ODIO!" le gritó, mientras de una bofetada hacía girar su rostro. No había concentración de chakra, no era una ninja haciendo uso de sus habilidades. Simplemente era una chica gritando desde lo más profundo de su corazón.
"Sakura-chan…" murmuró Naruto, mientras veía como la chica corría de vuelta junto a la cama de su compañero de equipo. Tomo la mano del chico, y comenzó a rezar a Kami para que se recuperase pronto.
"Naruto…" susurró Kakashi, quien había escuchado los gritos de Sakura, y había ido a ver qué pasaba. Desafortunadamente, llegó demasiado tarde para impedir que la peli rosa dijera esa última frase. Cuando Naruto comenzó a dirigirse a la salida, un escalofrío recorrió el cuerpo del Jonin Sensei, al ver en sus ojos un vacío como solo había visto en los ojos de Uchiha Itachi.
-Flashback-
Se encontraba recogiendo sus pertenencias, cuando escuchó pasos subir las escaleras del edificio. Con una sonrisa, pensó que los ANBU realmente necesitaban unas cuantas clases acerca del significado de la palabra sigilo. Sin inmutarse, siguió recogiendo ropa, equipo ninja, pergaminos, y las pocas pertenencias personales que tenía. Cuando solo quedaba un armario por vaciar, escuchó una voz llamarlo desde fuera.
"Naruto, ¿estás aquí?"
"Pasa, Tsunade no-baachan" contestó Naruto después de dudar un segundo.
La Hokage abrió la puerta, y paseó su mirada por el casi vacío departamento.
"¿Puedo saber por qué decidiste hacer limpieza a fondo en tu casa, justo después de casi morir?" le preguntó, sorprendida.
Naruto la miró de un modo que extrañó a la kunoichi, pues pareciese que el chico luchaba por mantener su sonrisa en su lugar. Sin decir nada, el chico se acercó al escritorio que solía estar cubierto por libros y pergaminos, y tomó la única hoja que había en él. Luego, para sorpresa de Tsunade, se desató su hitai-ite, y con una sonrisa se lo entrego a la Hokage.
"¿Qué significa esto?" preguntó Tsunade, mientras tomaba el protector y la hoja. Rápidamente, leyó el contenido del documento, y conforme avanzaba su rostro iba mostrando más y más ira. "¡¿Estás loco?!" gritó en cuanto terminó de leer, incapaz de contener su enojo. "¡¿Qué quieres decir con que renuncias como ninja de Konoha?! ¡¿Acaso perdiste la razón?! ¡No voy a aceptar tu dimisión, así que ya vas regresando tus cosas a su lugar!"
"Baachan, esto es lo mejor." Le dijo Naruto, sin cambiar para nada la expresión de su rostro. "Solo te pido que me lo pongas fácil. No quiero convertirme en un ninja renegado, y no tengo ningún deseo de matar a los ANBU que mandes detrás de mí." Le explicó, mientras tomaba más pergaminos del armario.
"¿ANBU? ¿Ninja renegado? ¿Qué demonios estas pensando, Naruto? No tienes ninguna razón para dejar la villa." Le contestó Tsunade, dándose cuenta de que la situación era más seria de lo que había pensado. "Lo que pasó con Sasuke fue un accidente. No hay nada por lo que tengas que culparte."
"Ya sé que lo que pasó con Sasuke fue un accidente, baachan. Pero el Kyubi se liberó gracias a mí. No puedo permitir que vuelva a ocurrir." Le explicó, sin verla a la cara.
"Pero Naruto… ¿qué hay de la promesa que me hiciste? ¿Qué hay de tu sueño de convertirte en Hokage?" preguntó Tsunade, poniendo gentilmente una mano en su hombro.
"Tsunade no-baachan… ¿realmente crees que alguien que puede causar tanta destrucción está calificado para ser Hokage?" le preguntó el chico, mirándola a los ojos y tratando de aguantar un poco más. "Por favor, si me disculpas, aún hay algunas cosas que tengo que hacer."
"Esto no ha terminado, Naruto. Si tengo que arrestarte, lo haré." Lo amenazó la Hokage, sintiendo cada vez más que sus opciones se acababan.
Al final, Naruto no pudo soportarlo. Lentamente tomó su mochila, y después le dedico a la Sannin la sonrisa más triste que jamás le había visto.
"Como si pudieras arrestarme." Le dijo, antes de desaparecer con solo un pequeño destello de luz.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Desde la distancia, podía escuchar el sonido de las sirenas, y sabía que había gente buscándolo. Por supuesto, no porque se preocupasen por él, sino porque eran ordenes de la Hokage.
Aunque en estricto sentido Naruto no había mentido a Tsunade, tampoco le había dicho toda la verdad. Era cierto que su sueño de ser Hokage había muerto en el momento en el que se dio cuenta de que el Kyubi se encontraba libre, pero no era eso lo que lo había llevado a tomar su decisión.
Después de una gran batalla, y de haber perdido a varios miembros de su escuadrón, Naruto había quedado solo con Sasuke enfrentándose a Pain y a Madara. Entre ambos, Sasuke utilizando su Mangekyo Sharingan y el sello maldito en su segunda forma, y Naruto utilizando el Manto Demoniaco de Tres Colas, habían logrado derrotar a Pain. Sin embargo, Naruto había caído presa del genjutsu de este, y tuvo que presenciar durante 72 horas como Konoha era reducida hasta sus cimientos, y el asesinato de cada uno de sus habitantes. En su delirio de grandeza, Madara pensó que eso sería suficiente para destruir la mente del chico, pero no contaba con lo que tanta angustia y desesperación podían causarle al sello. Así, lo que nadie podía haber imaginado había sucedido. El Kyubi había sido liberado.
Cómo fue que Naruto logró sellarlo de nuevo dentro de sí mismo, fue un misterio. Solo sabía que el hecho de que el zorro odiase lo suficiente a Madara como para ir primero a por él fue decisivo para lograrlo. Con el primero de los Uchiha muerto, el zorro trató de matar al que fuese su carcelero, pero algo había ido mal. Sin razón alguna, una gran esfera de luz había cubierto el campo de batalla, y al dispersarse reveló a un inconsciente Naruto tirado en el suelo, sin rastro alguno del biju. Gracias a Hinata, habían confirmado que el chakra del Kyubi seguía dentro de Naruto, pero nadie se atrevía a sugerir como eso era posible.
Al principio, Naruto había estado preocupado por sus compañeros, puesto que nadie había ido a visitarlo al hospital. Sin embargo, cuando lo dieron de alta, se dio cuenta de la realidad.
Le temían. Todos y cada uno de sus amigos lo veían con miedo, todos querían dar un paso atrás cuando se acercaba. Ninguno había sido capaz de esconder la sombra de duda en sus ojos, todos tenían cosas que hacer que no podían esperar. Cuando creía haber recuperado a su mejor amigo, cuando creía que todo volvía a estar bien, esas miradas de miedo y odio habían comenzado de nuevo, esta vez de la gente que más le importaba y la que más apreciaba.
Pero lo peor había sido Sakura-chan. En ella no había miedo, pues lo había visto antes y sabía qué era, pero el saber que por culpa suya Sasuke-kun estaba en coma había sido demasiado para ella. Había soportado sus tonterías, su acoso, sus errores en las misiones, pero el saber que por su culpa aquel al que amaba se encontraba entre la vida y la muerte la había sobrepasado.
"Supongo que no puedo ser feliz después de todo..." murmuró Naruto para sí mismo, mientras las últimas palabras de Sakura hacían eco en su memoria.
Mientras una sola lágrima caía por su mejilla, Naruto contemplo desde la punta de un árbol la vista de la montaña de Konoha. Antes de que esta tocase el suelo, hubo un pequeño destello de luz, y el antiguo ninja de Konoha desapareció del bosque.
XXXXXXXXX
Cuando Sakura llegó al despacho de su Sensei, se sorprendió al ver que a Kakashi dentro, junto con Hinata y Shikamaru. Por la cara de sus amigos, se dio cuenta de que nadie sabía por qué razón los había mandado llamar con tanta urgencia.
"¿Deseaba verme, Hokage-sama?" preguntó la chica, mientras se acercaba al escritorio.
"¿Es cierto que hace unas horas discutiste con Naruto?" le preguntó Tsunade, con un tono extrañamente neutral. Ante esto, la joven kunoichi bajó la vista, avergonzada de que Kakashi hubiese informado de ello a la Hokage.
"Yo solo… lo que sucedió… fue un accidente." Balbuceó.
"¿Llamas a un accidente gritarle "te odio", sabiendo la clase de sentimientos que tiene por ti?"Le preguntó la Sannin, con la voz cada vez más cargada de enojo.
"Fue un error, Hokage-sama. No volverá a suceder." Se disculpó, inclinándose ante su maestra.
"Bueno, de eso no hay ninguna duda, Sakura" le contestó Tsunade, haciendo que su alumna levantase la cabeza, inquieta ante el dolor que se transparentaba en su voz. Cuando la vio, Sakura se dio cuenta de que había estado llorando.
"¿Qué sucede, Sensei?" preguntó la chica, preocupada.
"Míralo por ti misma." Fue todo lo que dijo, mientras le entregaba una hoja de papel.
"¿Qué es esto?" preguntó, mientras tomaba el documento.
"Es una carta que Naruto dejó para ti. Me dejó indicaciones para encontrarla, esta y otras tantas."
"¿Qué Naruto… se fue?" susurró la chica, incapaz de asimilar la información. Estaba segura de que todo era una broma de su Sensei, para obligarla a demostrar que no odiaba a Naruto. Sin embargo, al dar un vistazo a la carta, se dio cuenta de que conocía perfectamente esa letra infantil, parecida a la de un niño de cuatro años.
"Querida Sakura-chan:
Sé que probablemente Tsunade no-baachan te esté obligando a leer esta carta, así que quiero que sepas que no tienes ninguna obligación, ni tampoco culpa por la decisión que tomé.
Sabes que desde que entramos a la academia has sido alguien importante para mí. Siempre he tratado de ganarme tu cariño y tu confianza, pero siempre logré arruinarlo de la manera más inverosímil posible. Por todo eso, te pido disculpas.
Por favor, no dejes ir a Sasuke. Aunque el muy idiota no lo sepa, es muy afortunado de que te preocupes por él. Te lo pido como un último favor: alcanza tus sueños, y ayuda a Sasuke a alcanzar los suyos. Reconstruyan a los Uchiha juntos, como una feliz pareja. Cuida de él, y cuida de ti misma y de la aldea.
Hay tantas cosas que quiero decirte… aunque supongo que ya ninguna importa. Quisiera haber sido alguien importante en tu vida, pero al final me di cuenta de que haga lo que haga seguiré siendo nada más que un estúpido bakemono. Gracias por haber cuidado de mí, y por haber sido mi compañera durante todo este tiempo, pero sobre todo gracias por hacerme esta partida más fácil. Realmente eres la mejor, Sakura-chan.
Recuerda que siempre estarás en mis plegarias y mi corazón.
Atentamente,
Naruto"
Cuando terminó de leer, simplemente volteó a ver a su sensei, esperando a que todos comenzasen a reírse. Sin embargo, cuando vio a Hinata llorar silenciosamente en un rincón, se dio cuenta de que no importaba que tan fuerte luchara por negarlo, lo que decía Tsunade era verdad.
"Naruto…" susurró, sin darse cuenta de que sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas.
Sin otra palabra, dio media vuelta y salió de la oficina. Aunque escuchó a Kakashi y a Tsunade llamarla, no le importó. No le importó saber que las personas en el despacho se preocupaban por ella, en ese momento solo quería estar sola. La única persona a la que amaba se encontraba en coma, y ahora descubría que su estupidez y falta de tacto la habían hecho perder a su mejor amigo. Buscó una oficina desocupada, se encerró en ella, y ahí lidió con su dolor.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Tsunade vio impotente como su alumna dejaba la oficina, sin poder hacer nada excepto desear que su dolor no fuese tan grande como creía que sería. Sabía que Sakura había hablado con la pena por el estado de Sasuke, y que eso la había llevado a decir cosas que no sentía. Aún así, una parte de ella la culpaba por la huída de Naruto, aunque no estaba segura si sus palabras eran lo que había empujado al chico a tomar su decisión.
En su chaqueta guardaba la carta que Naruto había escrito para ella. No era una carta como tal, más bien una pequeña nota escrita rápidamente.
"Gracias por todo Tsunade no-baachan. Te quiero."
No había podido evitar las lágrimas, pero al final había decidido no enviar a nadie a buscarlo. Después de todo, cualquiera que fuesen sus razones, eran lo suficientemente fuertes para hacerlo renunciar a todo lo que había soñado. Con profunda pena, miró a través de la ventana, deseándole a aquel a quien veía como su hijo una vida llena de alegría, donde quiera que estuviese.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
"Muchas gracias por todo, Kakashi-sensei. Realmente disfrute este tiempo como tu aprendiz, aunque prefirieras al baka de Sasuke. Por favor, promete cuidar de él y de Sakura."
Kakashi recordó esas palabras mientras veía a Sakura salir del despacho. Con un suspiro, miro hacia el suelo, mientras su mano arrugaba el pedazo de papel que contenía las últimas palabras de su alumno.
"Perdóname Naruto. Hace menos de una hora que te fuiste, y ya he faltado a mi promesa."
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Hinata quiso ir detrás de su amiga, pero su propio dolor era demasiado grande para dejarla hacer nada. Todavía no había abierto la carta que Naruto había dejado para ella, y aunque sabía que eran sus últimas palabras, había decidido no leerlas.
"No me importa lo que pase, Naruto-kun. Aunque todos te olviden, y tú te olvides de todos nosotros, yo voy a seguir aquí esperando a que regreses. Eso es una promesa."
