BELLA POV

Estaba en mi casa, con mi nieta, ella se encontraba viendo televisión, la pequeña Alice siempre había sido muy animosa y extrovertida, aunque ya no es tan pequeña, se había convertido en un preciosa adolescente de 15 años, aunque para mi siempre será mi niñita. Se quedaba 3 semanas conmigo, sus padres estaban de viaje, y aún no era lo suficientemente grande para quedarse sola, así que estaba a mi cuidado. Además me hace compañía, compañía que a veces anhelo demasiado.

Estaba preparando el almuerzo, Alice había ido a hacer el mercado hace un par de horas, y ahora estaba recostada en el sofá haciendo zapping; estaba entretenida en mi cosas, ni prestaba atención a lo que hacia hasta que escuche una noticia que llamó mi atención.

''Hoy se conmemoran los cien años de la tragedia ocurrida el 15 de abril de 1912, esa trágica madrugada donde se perdieron más de 1.514 honorables hombres y mujeres. El barco tenía previsto llegar a Nueva York, era su viaje inaugural, pero lamentablemente nunca cumplió su destino, se hundió a los pocos días de estar a flote. El Atlántico se llevó al fondo al llamado' barco que no se podía hundir'. ''

Al escuchar esas palabras, mi mente se llenó con una lluvia de recuerdos: todas las risas, las conversaciones, los bailes, los besos, las caricias y por supuesto esos momentos horribles, vividos ese fatídico domingo. Pensaba que con el paso de los años lo superaría, pero no fue así; luego de un tiempo entendí que estas cosas no se superan, simplemente aprendes a vivir con ellas, pero siempre están ahí. De recordar todos esos momentos con Edward, con mi Edward, no pude evitar emocionarme y sollozar un poco; Alice al notar esto, se acercó preocupada.

-Abuela, ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- dijo secándome las lagrimas, estaba preocupada y nerviosa, no entendía porque su abuela lloraba de la nada.

-No es nada, cariño- dije secándome las pocas lagrimas que quedaron por mis mejillas- una anciana a veces se pone sentimental- dije sonriendo, pero eso no satisfació a Alice; era una chica muy perceptiva y se había dado cuenta que yo lloraba por un motivo especifico y quería averiguar cual era.

- Abuela no mientas, ¿no me tienes confianza?- preguntó mirándome fijamente a los ojos- cuentéame que pasa.

-Me puse algo sentimental por lo de los cien años del hundimiento del Titanic- dije con voz tierna, se lo contaría, lo tenia decidido, Alice sabría mi verdad.

-¿Por qué? No entiendo, mi madre dijo que tú habías estado muy cerca con lo del accidente del Titanic, pero nunca dijo como o porque- preguntó confusa. No le gustaba sentirse así.

- Estoy unida o relacionada con el hundimiento del Titanic, porque yo estuve allí- confesé con pequeño susurró; la cara de Alice cambió por completo, estaba prácticamente en schock- logre sobrevivir y por eso me emocione tanto, hay gente que quise mucho que no lo logro y eso…me llena de tristeza.

-Abuela, cuéntame, cuéntame que sucedió, cuéntame tu historia ¿Qué paso en verdad?- pidió con una susurro.

-¿Que sabes del Titanic, querida?- pregunté dulcemente.

-No mucho- admitió algo avergonzada- lo elemental, que se hundió porque choco con un iceberg, que murió mucha gente, etc- dijo haciendo figuras con las manos, tratando de explicarse.

-El Titanic era mucho más que solo eso. El Titanic era llamado el barco de los sueños y de verdad lo era.- y de pronto mi mente regresó a esos momentos…

Abril 1912…

-Señorita, ¿quiere que empaqué todos sus abrigos?- preguntó amablemente mi criada, Rosalie, era una chica joven, de rizos dorados, muy hermosa, pero sobre todo muy buena persona. Era prácticamente mi única amiga en este mundo frívolo.

-Por supuesto Rosalie, Bella va a necesitar sus mejores prendas para conquistar a Mike Newton- como siempre la que respondió fue mi madre, René; desde que mi padre murió, ella cree que debe manejar mi vida a su estilo. Mi padre nos dejo con muchas deudas, y para ella la salvación de nuestra familia es que logre enamorar al engreído heredero de los Newton, otra familia frívola con la que solíamos pasar tiempos juntos, hasta que caímos en desgracia, perdimos casi todo y por supuesto también nuestra amistad con los Newton. Yo no quería nada con Mike; me pareció un niñito engreído que no sabia nada de mundo, no conocía ni le importaba conocer la vida de otras personas que fueran de otra posición económica.

- Ponlos, Rosalie- dije sonriéndole; la muchacha al principio no supo que hacer, le había dicho que nunca le hiciera caso a mi madre si le ordenaba algo referido a mi o mi vida.- y con lo que a ti respecta madre, creo que ya habíamos hablado claramente sobre Mike, no quiero nada con ese estúpido- mi madre hizo un gesto de indignación cuando mencione la ultima palabra.

-Sabes que no me gusta ese lenguaje Bella, es un lenguaje de pobres y desadaptados sin educación, y tu no eres ninguno de los dos- yo hice un gesto de exaltación e irritación a sus palabras. Se creía una mujer de mundo, por el simple hecho de haberlo recorrido, pero ella, al igual que todos los Newton, no sabían nada del mundo, no verían ni veían más allá de sus narices operadas.

-Primero deja de insultar y segundo no me obligaras a casarme, primero muerta a casada con ese tipo- refuté con un mueca de asco.

-Yo sé que te enamoraras de el, es un chico encantador y un magnifico partido- respondió calmada y volvió su atención al té que estaba consumiendo.

-Piensa lo que quieras, igual ya tengo mi decisión tomada.- dichas estas palabras, me dirigí a mi habitación para ayudara a Rose con la maleta.

2 días después…

- Rose, ¡apúrate!, llegaremos tarde- vociferaba mi madre, mientras la pobre de Rosalie trataba de cargar todas las maletas. Traté de ayudarla, cargando algunas maletas; eran demasiadas y ella no podía sola; pero cuando Rene vio esto, se acercó y me arranchó la maleta para luego tirársela a Rose.

-Te pagamos parea que hagas tu trabajo, no para que Bella lo haga por ti- regaño severamente.

- Si, señora- dijo Rosalie con la cabeza agachada.

-No le hables así, ni siquiera le pagas lo suficiente- no soportaba las injusticias y menos con Rose, era mi única amiga.

-Cállate Bella, aquí no me harás una escena- dijo con una sonrisa forzada- además hoy veras a tu futuro esposo- cuando estuve a punto de rebatirla, me callo con un beso en la mejilla- están viniendo para nuestro lado, compórtate ¿ me escuchaste?- dijo en voz baja y amenazadora.

Yo solo le sonreí forzada y sarcásticamente, y como dijo los Newton, incluido el ridículo de Mike, veían para nuestro lado.

-Querida- dijo mi madre- que bueno verte- la madre de Mike, era una mujer refinada que a veces caía en la exageración, una persona frívola y un poco fea; su esposo la había engañado reiteradas veces y ella lo sabia muy bien pero no se hacia problemas por ello; nunca sea arriesgaría a perder todo lo conseguido, por más que la engañara con medio mundo, como se rumorea.

-Que sorpresa verte- dijo calmada y algo incómoda- pensaba que no vendrías al no tener fondos para ello- dijo con voz sarcástica.

-Pues te equivocaste querida, aquí estoy- por estas cosas me paresa un mundo frívolo, sabia que mi madre quería gritarle y golpearla pero no lo haría por miedo a lo que pensaran.

Yo estaba distraída, no me importaba ni interesaba escuchar su conversación; estaba tan distraída que no me di cuenta la cercanía de Mike, hasta que este acaricio mis hombros.

-Bella, estas preciosa- dijo admirando mi vestido, casi nunca estaba de acuerdo con él, pero la verdad este vestido me encantaba: era azul, largo hasta los pies, con destellos blancos, de encaje, en el busto y en la cintura; era muy hermoso.

-Gracias, Mike- dije secamente. Nos dirigimos hacia el barco, era momento de abordarlo.

-Pero Bella, no hay apuro- dijo sujetándome del brazo y haciendo que lo pasara por el suyo- podemos caminar despacio, el barco no se irá a ninguna parte sin nosotros- dije guiñándome un ojo- ¿precioso, verdad? Es un barco imponente, maravilloso y lujoso.

-Este es el supuesto barco que no puede hundirse- comente con pereza, a diferencia de otros, yo no me cegaba por los lujos.

- No puede hundirse, ni Dios podría hundir este barco- dijo orgulloso.

Caminamos con conversaciones vanas, hasta que llegamos al barco. Era imponente, nadie podía negar eso, era gigante y por lo que decían muy lujoso.

Nos recibió un señor muy elegante, con sonrisa fingida, busco nuestros nombres y nos dejo pasar.

- Bienvenida a bordo, señorita- me dijo, yo solo asentí con la cabeza.

Para todos era el barco de los sueños, para mi era un barco que me llevaría a un inminente casamiento o por lo menos a incomodas situaciones.

Por fuera era todo lo que una chica bien educada debía ser, pero por dentro estaba gritando.

Nueva historia, espero que les guste. Me encanta Titanic y me pareció muy buena idea hacer una fanfic sobre ello; iba a ser un one-shoot pero tenia tantas ideas, que ahora será un fic. Ojala les guste, déjenme ideas y reviews, los quiero. Besitos.

Con amor, Lucia Cullen.