Este fic va en respuesta al reto "Estaciones" impuesto por Bella Becquer del foro "Weird Sisters", las palabras en negrita son requisitos para el reto.
Recomendaciòn mùsical: Not like the other girls de The Rasmus -- ht tp: / / www.youtube. com/ watch?v UcsfxA71zus
Quiten los espacios. Dios! amo esta canciòn!, espero que la disfruten! no voy a recomendar otra canciòn a lo largo del fic, esta va a ser la unica, quisiera que la escucharan cada vez que cuelgue un cap jeje :)
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Capitulo I
Blanco sepulcral…
Blanco… blanco como el pelaje de un oso polar. Blanco… blanco como una hoja de papel por utilizar. Blanco… blanco como el color de la nieve que se extendía por toda la inmensidad del lugar, el blanco más oscuro que jamás había visto. El blanco sepulcral de los copos de nieve que se posaban sobre las lápidas de Harry y Ron, sobre las tumbas de sus mejores amigos, aquellos que la defendieron a morir, aquellos que dieron su vida por ella, aquellos que murieron por derrumbar el reino del mal, aquellos que murieron por dejar un mundo mejor para ella y sus iguales, y lo lograron.
Ya no tendría quien la abrazara cuando sintiese miedo, ni quien le hiciera bromas pesadas acerca de su obsesión por los estudios, ni tendría nunca más quien la protegiese de todo y de todos, y mucho menos encontraría en ningún otro lugar del mundo una amistad tan perfecta como la que ellos le brindaban, porque a pesar de todas las peleas, de todas las bromas y los disgustos que le hicieron pasar, su amistad era perfecta y ahora ya nada quedaba, habían muerto dando la vida por ella, pero no se fijaron en que la dejaban completamente desolada, con el alma y el corazón hecho trizas. La dejaron sin sus dos Ángeles guardianes…Harry y Ron.
Ya no existía "el Trío Dorado"
-Tienes que ser fuerte Hermione –le había dicho Ginny con lágrimas en el rostro aquel día de invierno. ¿Fuerte? ¿Cómo seria fuerte? si su fuerza se había ido con sus amigos, sus hermanos. Seria imposible concebir una vida sin ellos, ¿cómo caminaría por las calles sin tener a uno de cada costado?, ¿quien la defendería de cualquier capullo con que se topara? ¿Quien la apoyaría en sus proyecto del P.E.D.D.O? porque mal que bien, ellos la ayudaban cuando ella se lo pedía. Era la situación más difícil que le había tocado vivir en toda su vida. Y que estaba segura, nunca superaría.
Estaba rota, y no había ninguna aguja e hilo con que poder cocerla.
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Había pasado tan solo un mes desde la muerte de sus amigos, el mundo mágico al igual que ella trataba de reponerse de todas las heridas y pérdidas causadas por el Señor Tenebroso. Aunque por su parte la cicatrización ni siquiera había comenzado, y cada vez se encontraba más sumida en las sombras. En un mes si acaso salio unas tres veces de su casa tan solo a visitar a los Weasley y a sus padres. Había decidido mudarse a "White Mountains" una pequeña población mágica, no muy lejos Hogmeade. Cuando la Sra. Molly quiso quejarse por ello. Hermione tan solo le dijo que necesitaba estar sola, que necesitaba un sitio nuevo dónde no viese el rostro de Harry o Ron en todos lados, ya que todo allí se los recordaba. Y con ese argumento la Sra. Molly no dijo más, tan solo le dio un fuerte abrazo y le dejo en claro todo el aprecio que sentía por ella y que las puertas de su casa nunca se cerrarían para ella.
Ese día amaneció un poco más calido, al menos se veía el sol, y se debía a que estaban en los últimos días de invierno, estación que había sido su favorita hasta hace exactamente un mes. Se levanto de la cama, de mala gana, pero tenia que ir al ministerio a asegurar su trabajo, porque de algo tenia que vivir y había acordado ir esa mañana a hablar con Percy, nombrado recientemente Ministro de Magia. Se duchó, cepilló los dientes y luego se vistió, se coloco unos vaqueros, una blusa mangas largas tejida y negra, encima una bufanda negro con azul y su chaqueta de cuero. Ni se molesto en maquillarse, no le apetecía. Se sacudió el cabello aun húmedo y salió de la habitación.
Se detuvo en el centro de la sala y desapareció. Segundos después estaba en el ministerio, había gente caminando de un lado a otro, con papeles y carpetas en brazos. Busco el pasillo al cual tenía que dirigirse y se encamino hacia el. "La miraban" todos la observaban con la boca entreabierta, otros trataban de disimular, más no tenia éxito. Hermione hizo caso omiso a aquellas miradas de sorpresa, admiración y lastima. Entro al pasillo y encontró lo que buscaba, el ascensor, subió a él y marco la planta tres, por suerte solo iban un par de señoras conversando que ni se fijaron en ella.
-"Planta tres, oficina del ministro"- decía la voz de mujer.
Las puertas se abrieron, salió enseguida y caminó pensando en que vería a Percy después de unas semanas. Cruzo al pasillo de la izquierda, había sillas contra las paredes y en ellas un par de personas sentadas. Hermione supuso que estaban allí esperando su turno para ver al ministro. Siguió caminando hasta llegar a la puerta de la oficina, suspiro y se recostó contra la pared de enfrente, tan solo pensando un segundo antes de tocar, volvió a suspirar, dio unos tres pasos, alzo la mano para tocar la puerta y justo en ese instante esta se abrió. Ante ella se erguía la figura alta y un poco demacrada de Draco Malfoy, iba con una túnica negra y bufanda al cuello, tan elegante como siempre. Su cabello siempre peinado ahora caía libremente sobre su frente, sus ojos siempre grises y fríos como el metal ahora eran adornados por una leves ojeras, sus pómulos resaltaban un poco más que la ultima vez que lo vio, pero aun así su belleza seguía intacta.
Hermione se quedo helada, a la ultima persona que esperaba encontrarse era precisamente a Malfoy, la persona que más odiaba, y que más la odiaba a ella. La única persona que no había muerto con Voldemort y a quien la ley no había apresado porque en su defensa acotaron que había estado bajo la maldición imperius. Era la persona más baja y cobarde para ella. Lo odiaba por haberle hecho la vida imposible, y por haberse burlado siempre de Harry y Ron, pero lo odiaba sobre todo, porque, era injusto que sus amigos estuviesen muertos y él tan perfecto como siempre estuviese frente a sus ojos.
Se miraron fijamente por unos segundos, ella con odio y él… la mirada de él era indescifrable, tan fría y sombría como de costumbre. Hermione dio un paso atrás sin inmutarse para quitarse del camino del chico. Seguían mirándose fijamente. Draco metiendo las manos en los bolsillos de su túnica desvió la mirada y siguió su rumbo. Hermione se quedo paralizada, sumida en sus pensamientos, hasta que la cabeza pelirroja de Percy se asomo por el umbral de la puerta.
-Hola Hermione! Llegaste! pensé que no vendrías, pasa!- le invito y ella obedeció aun en shock por el anterior encuentro.
-Y bueno, toma asiento – dijo Percy agarrándose las manos algo nervioso. Hermione hizo lo que le pedía y él hizo lo mismo pero no detrás del escritorio como solía hacerlo, se sentó en la silla que estaba al lado de la de la chica, como amigos que ahora eran. – Y bien! ¿En qué quisieras trabajar?- ella lo miro algo distraída.
-Uhmm… supongo que en lo que sea! - dijo con un poco de indiferencia. A decir verdad, en esos momentos no le importaba mucho en qué trabajaría, tan solo lo haría para ganar dinero y así poder subsistir sin depender de nadie.
-¿Cómo que "lo que sea"? esa no es la Hermione a la que todo el mundo esta acostumbrado, y tus aspiraciones? ¿Dónde quedaron?- pregunto preocupado.
-Ya no soy la misma Percy, la Hermione a la que todos están acostumbrados murió junto con sus amigos.
-Ejem, ejem... lo siento – se aclaro la garganta nervioso disculpándose con tristeza y bajando la mirada. Ron también era su hermano, podía entenderla, aunque comprendía que para ella era mucho más duro, había perdido a dos seres muy importantes en su vida, a los que veía y abrazaba a diario y quienes eran sus hermanos y protectores.
-No te preocupes Percy, tan solo quiero trabajar en algo para ganar dinero y entretenerme un poco.
-Esta bien, pues que te parece si de ahora en adelante eres mi asistente?- Dijo con rostro agradable para tratar de animarla.
-Eeeh… ¿estas seguro? ¿Crees que lo haría bien?
-Pero por supuesto! Quien mejor que tu, a parte con todo esto del nombramiento y los cambios de personal no he tenido tiempo de elegir una asistente, así que tu eres perfecta!
Ese día Hermione no pudo dormir, pensando en lo injusto que era la vida, pidiendo a Merlín que sea donde sea que estuvieran Harry y Ron no supieran todo lo que ella estaba sufriendo, y la forma drástica de su cambio.
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"Sufría… sufría."
Como un alma cuando se fractura,
su corazón hecho trizas…
"Estaba sola… sola."
Como un sol sin nubes,
como una Luna sin estrellas.
"Estaba rota… rota."
Como la tela al rasgarse,
como el cristal al quebrarse.
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Bueno primero que nada me presento, soy Irianna, ni muy vieja ni muy nueva en fanfiction, pero solo he colgado una sola historia a lo largo de mi estancia, y pues esta es la segunda, y la estoy escribiendo con mucho cariño. Es algo triste, pero me gustaria que la disfrutaran.
Esta tambien va a ser mi historia màs larga, ya que he escrito muchas veces pero poemas y no pasan de dos hojas, asi pues en realidad esto es un reto para mi y espero que mis queridas musas me acompañen hasta el final.
Quise agregar un poco de poesia al fic, no estan muy elaboradas, son sencillas pero describen lo que siente Hermione.
Espero que les agrade y por favor!! dejen reviews!! es muy importante, quiero saber si les gustò y si tienen alguna critica "constructiva" no duden en hacerla!
Con muchiiisimo cariño.
Iri :P
